La Corte Suprema decide no actuar sobre DACA permitiendo que el programa siga vigente

La Acción Diferida de 2012 (DACA) se encuentra vigente por orden de los tribunales de justicia, quienes anularon la cancelación del programa ordenada por el presidente Donald Trump el 5 de septiembre del año pasado. El beneficio protege de la deportación a unos 700,000 dreamers.

Jorge Cancino
Por:
Jorge Cancino.
El máximo tribunal resolvió no revisar una demanda en contra del beneficio migratorio, por lo cual la Acción Diferida de 2012 (DACA) continúa vigente. A pesar de que este fallo todavía otorga a los dreamers permisos de trabajo y una protección contra las deportaciones, la Corte Suprema podría retomar el caso en cualquier momento. Líderes comunitarios dicen que el litigio legal ha confundido a los beneficiarios y muchos exigen respuestas para saber a qué enfrentarse a corto y largo plazo.
Video Corte Suprema de Justicia da un respiro a los dreamers y decide no actuar sobre DACA

La Corte Suprema de Justicia anunció este martes que se mantendrá al margen del debate jurídico sobre la Acción Diferida de 2012 (DACA), decisión que mantiene vivo el programa que ampara de la deportación a unos 700,000 dreamers, quienes además reciben un permiso de trabajo renovable cada dos años.

La decisión ocurre tres días después de que Trump ofreciera a los demócratas del Congreso un plan migratorio que incluye activar la protección de DACA por tres años, al igual que el Estatus de Protección Temporal (TPS) para miles de indocumentados centroamericanos a cambio de $5,700 millones para el muro en la frontera con México.

PUBLICIDAD

DACA fue creado por el expresidente Barack Obama en 2012 para proteger temporalmente de la deportación a miles de jóvenes indocumentados que entraron siendo niños a Estados Unidos y se les conoce como dreamers.


Los beneficiarios deben demostrar que carecen de antecedentes criminales y tenían menos de 31 años al 15 de junio de 2012. A cambio, reciben una autorización de empleo renovable cada dos años, documento que les permite gestionar una licencia de conducir y una tarjeta del Seguro Social.

Los republicanos desde un comienzo rechazaron el programa aduciendo que Obama había cambiado una parte de la ley de inmigración sin la autorización del Congreso, argumento que esgrimió Trump durante su campaña e incluso prometió a sus electores que lo cancelaría.

Los dreamers aplauden

“Es un fallo importante. Pero seguimos a la expectativa porque es probable que en el siguiente período de sesiones de la corte los magistrados revisen el programa”, dijo a Univision Noticias Greisa Martinez, subdirectora ejecutiva de United We Dream, la principal organización de dreamers del país.

“Es importante, además, estar claro que “todavía no ha terminado el ataque” contra el programa, creado en el 2012 por Obama. “Estamos agradecidos por el dictamen, pero seguimos expectantes, No bajamos la guardia”, agregó.


Martínez dijo además que los dreamers cuyos permisos de trabajo se venzan en los próximos 120 a 150 días, “que los renueven inmediatamente porque no se sabe cuánto tiempo está demorando el gobierno en procesar las solicitudes. Se están tardando mucho tiempo”.

PUBLICIDAD

“Y quienes no se han unido al movimiento, que lo hagan para seguir luchando en contra de la política antiinmigrante de Trump y su fuerza nacional de deportaciones”.

El 5 de septiembre del 2017 el entonces fiscal general, Jeff Sessions, anunció la eliminación de DACA indicando que el programa violaba la Constitución porque había cambiado la ley sin el respaldo del legislativo. Pero el 9 de enero de 2018 una corte federal de San Francisco, en California, atendiendo una demanda encabezada por varias organizaciones defensoras de los inmigrantes y de la Universidad de California, dictaminó que la decisión del gobierno de Trump era arbitraria y ordenó el restablecimiento inmediato del programa en los mismos términos que se encontraba al 4 de septiembre de 2012.

El 13 de febrero una segunda corte, esta vez de Brooklyn, Nueva York, emitió un dictamen similar al de California y restituyó el programa bajo los mismos términos.

Pero el 24 de abril una tercera corte federal, esta vez del Distrito de Columbia, restituyó en su totalidad DACA y le dio un plazo de 90 días al gobierno para presentar evidencias adicionales, o en su defecto debería aceptar nuevas solicitudes de inscripción.

El tercer fallo hizo que Texas y los otros estados se movilizaran y el 1 de mayo demandaron al gobierno bajo el argumento que se trataba de un programa ilegal e inconstitucional.

Luego de los tres dictámenes, la Fiscalía General de Texas reiteró que el desafío de los 10 estados que en junio de 2017 anunciaron que demandarían al gobierno de Trump por mantener vivo el programa y acudirían a los tribunales, pero para demandar la totalidad del programa “y su constitucionalidad”.

El presidente Donald Trump ofreció un plan para extender la protección de los dreamers y restablecer los Estatus de Protección Temporal (TPS) por tres años. Ambos programas fueron eliminados durante su mandato. A cambio pide que el Congreso le autorice los $5,700 millones de dólares para construir el muro en la frontera con México, una de sus principales promesas de campaña.
Video El plan de Trump para reabrir el gobierno: extender DACA y TPS (programas que él canceló)


El 31 de ahosto del año pasado el juez federal Andrew S. Hanen, de la corte de Houston, falló que la Acción Diferida de 2012 (DACA) es legal, con lo que unos 700,000 dreamers siguen protegidos de la deportación, además de contar con un permiso de trabajo renovable cada dos años.

PUBLICIDAD

Hanen negó la petición de los 10 estados encabezados por Texas, quienes alegaban que el programa es ilegal e inconstitucional, basados en que el presidente Barack Obama cambió la ley de inmigración al crearlo, una facultad que sólo le compete al Congreso.

A principios de noviembre, el Departamento de Justicia le pidió a la Corte Suprema que escuche y defina el caso DACA. Pero después la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito dictaminó que el gobierno de Trump no puede cancelar la Acción Diferida de 2012 (DACA), que protege de la deportación a unos 700,000 jóvenes que llegaron al país antes de los 16 años y se les conoce como dreamers.

El fallo le da un nuevo golpe al presidente en su intento por detener el programa que le expresidente Barack Obama activó en el 2014.

La decisión de este martes le resta presión a los demócratas para aceptar la oferta hecha el sábado por Trump, quien usó el programa a cambio de dinero para construir su muro en la frontera con México.

Javier Hernández Kistte tiene 27 años y vive en Los Ángeles. Llegó a EEUU desde la Ciudad de México cuando tenía ocho años y se graduó en la Universidad de California en Irvine. Contó a la agencia Reuters que ser beneficiario de DACA le ayudó a trabajar para pagar sus estudios. "Mis padres todavía son indocumentados y como familia luchamos con la ansiedad de que puedan ser deportados en cualquier momento”, agregó.
Hernández Kistte en su lugar de trabajo, una empresa producción de efectos especiales de Los Ángeles. “La ansiedad ha aumentado con la incertidumbre de que mi hermano y yo regresemos a un estatus de indocumentados. No se trata solo de nosotros. Sé que hay personas que están dispuestas a negociar por nuestro derecho a estar aquí, pero que harían de la vida de otros una pesadilla. No quiero eso", concluyó.
Martha Valenzuela tiene 23 años y llegó a los dos años desde Sinaloa, México. Se graduó en la Universidad del Estado de California. Sobre el fin del programa DACA del cual es beneficiaria dijo a Reuters: “Me rompió, es traumático porque he vivido en este país durante 21 años. Todos queremos un camino hacia la ciudadanía, todos queremos protección permanente para nosotros y nuestras familias”.
Valenzuela trabaja en una empresa en Orange, California. “La razón por la que este país nos etiquetó como ‘soñadores’ es porque queremos algo que parece que fuera inalcanzable. Si podemos soñarlo, podemos lograrlo. Se necesitan agallas para soñar y se necesitan agallas para luchar por ello", concluyó Valenzuela.
Bárbara Hernández tiene 26 años, vive en Santa Ana y se graduó en la Universidad Comunitaria de Orange Coast en California. Llegó a EEUU desde la Ciudad de México cuando tenía seis años. Trabajaba como maestra de educación especial hasta que DACA fue derogado por el nuevo gobierno. "Ese fue el trabajo más gratificante y amoroso que he tenido, pero con este gobierno y el fin de DACA estaba muy asustada ”, aseguró la dreamer.
Hernández participa en las protestas en Los Ángeles a favor de una legislación para los dreamers. "Tuve una etapa de pánico y estaba deprimida", agregó. "Me preocupa cómo se sienten los beneficiarios de DACA y su estado mental. Me gustaría ver una protección permanente no solo para nosotros, sino también para los otros 11 millones de inmigrantes sin documentos".
Karla Estrada tiene 26 años, vive en Los Ángeles y es graduada de la Universidad de California. Es asistente legal y se prepara para ingresar a la Escuela de Leyes. Llegó a EEUU desde Morelos, México, cuando tenía cinco años. "DACA siempre ha sido muy problemático y temporal, no es lo ideal. Nos ha dado la libertad de trabajar, legalmente, sin temor a que en tres meses nos despidan porque no tenemos un número de seguridad social”, afirmo la soñadora.
Estrada vive en un apartamento en Los Ángeles y su familia permanece en México. “Tengo que cuidarme en este país, pero también tengo que cuidar de mi mamá, mi papá y mi hermano que están en México. Lo que más me asusta es no poder cuidar a mi familia (…)”, concluyó.
Brian Caballero tiene 25 años y está a punto de graduarse en el Politécnico de California en Pomona. Llegó a Estados Unidos cuando tenía seis años desde Guadalajara, México. Asegura que está preocupado por el fin de DACA: "Me aterroriza que cuando finalmente me gradúe no pueda ser empleado en EEUU”.
Caballero en una clase de laboratorio del último año de la carrera de Ingeniería Eléctrica. “La gran mayoría de las personas indocumentadas vinieron para tener una vida mejor. La mayoría de las personas están aquí igual que yo, tratando de obtener educación para mejorar sus vidas ", concluyó.
1 / 10
Javier Hernández Kistte tiene 27 años y vive en Los Ángeles. Llegó a EEUU desde la Ciudad de México cuando tenía ocho años y se graduó en la Universidad de California en Irvine. Contó a la agencia Reuters que ser beneficiario de DACA le ayudó a trabajar para pagar sus estudios. "Mis padres todavía son indocumentados y como familia luchamos con la ansiedad de que puedan ser deportados en cualquier momento”, agregó.
Imagen Lucy Nicholson/Reuters
En alianza con
civicScienceLogo