Por qué el fallo de la Corte Suprema sobre DACA aleja mucho más una solución al cierre parcial del gobierno

“La oferta de dar una solución temporal para DACA no es suficiente, porque los jueces y las cortes siguen diciendo que el programa no es ilegal”, dicen los demócratas, quienes ahora exigen una solución permanente.

Jorge Cancino
Por:
Jorge Cancino.
El presidente Donald Trump ofreció un plan para extender la protección de los dreamers y restablecer los Estatus de Protección Temporal (TPS) por tres años. Ambos programas fueron eliminados durante su mandato. A cambio pide que el Congreso le autorice los $5,700 millones de dólares para construir el muro en la frontera con México, una de sus principales promesas de campaña.
Video El plan de Trump para reabrir el gobierno: extender DACA y TPS (programas que él canceló)

Setenta y dos horas después de que el presidente Donald Trump ofreciera la reinstalación de la Acción Diferida de 2012 (DACA) por tres años a unos 700,000 dreamers a cambio de $5,700 millones para el muro en la frontera con México, y con ello reabrir una parte del gobierno que permanece cerrado desde el 22 de diciembre, la Corte Suprema de Justicia dictaminó este martes no revisar una demanda en contra del beneficio y con ello le quitó peso a la propuesta del mandatario.

Trump también propuso reinstalar el Estatus de Protección Temporal (TPS) a miles de indocumentados principalmente centroamericanos. Ambos beneficios amparan temporalmente de la deportación a inmigrantes que no representan una amenaza a la seguridad nacional y les concede un permiso de empleo también temporal.

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“Cuando escuchamos la propuesta, pensamos que hacía falta algo más que este simple compromiso”, dijo a Univision Noticias una fuente del senado conocedora de las negociaciones entre el Congreso y la Casa Blanca para aprobar lo que resta del presupuesto de gastos del año fiscal 2019 y reabrir el gobierno, y que pidió mantener su nombre en el anonimato.

“Era algo que siempre andábamos pensando, que la oferta de Trump no era suficiente porque el tema de DACA todavía estaba en las cortes. ¿Por qué ofrecer algo que se encontraba vigente y estaba respaldado por los tribunales de justicia?”, se preguntó.

El dictamen de este martes aclaró las dudas. “El fallo le restó presión a la propuesta”, dijo la fuente. “La oferta de dar una solución temporal para DACA no es suficiente, porque los jueces y las cortes siguen diciendo que el programa no es ilegal”, apuntó.

A la pregunta respecto a en qué momento los demócratas del Senado comenzarán a analizar en serio una propuesta del presidente para reabrir el gobierno, la fuente dijo que “nosotros vamos a seguir luchando para conseguir la ciudadanía para los dreamer. Queremos una solución permanente para DACA y también para el TPS”.

Criticas internas

La oferta que Trump anunció el sábado, de reinstalar DACA y el TPS fue criticada por el ala ultraconservadora del Partido Republicano, que tildó el plan como una “amnistía” para cierto grupo de inmigrantes ilegales.

Trump, sin embargo, de apresuró a aclarar, a través de su cuenta de la red social Twitter, que su iniciativa no se trata de una amnistía.

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“No, la amnistía no es parte de mi oferta. Es una extensión de 3 años de DACA. La amnistía se usará solo en un trato mucho más importante, ya sea en inmigración o algo más. Del mismo modo, no habrá un gran esfuerzo para eliminar a las más de 11,000,000 personas que están aquí ilegalmente, ¡pero ten cuidado Nancy!”, se advirtió a presidenta del Congreso, la representante demócrata por California, Nancy Pelosi.


El sector moderado del partido republicano, mientras tanto, mantiene el respaldo a la oferta del mandatario. “El plan presentado el sábado abriría el gobierno de inmediato, protegería aquellos bajo DACA/TPS y, a la misma vez, resguardaría nuestras fronteras de una manera lógica y eficaz”, dijo a Univision Noticias Daniel Bucheli, asesor político y exportavoz de la Conferencia Republicana de la Cámara Baja.

“Sin duda ha sido la propuesta más generosa presentada hasta el momento”, agregó. “Llegó la hora de ver si los demócratas quieren negociar en buena fe y luchar por los dreamers y los empleados públicos”.

Sin respuestas

Más allá de la guerra de palabras y posturas entre demócratas, republicanos y la Casa Blanca, surgen varias preguntas en torno al momento y la oferta de Trump para reabrir el gobierno, en medio de la campaña presidencial abierta por el propio mandatario en noviembre del año pasado tras la elección de medio término.

Una de las dudas re relaciona con la presentación de una oferta a sabiendas que los demócratas la iban a rechazar, para que entonces el presidente usara el rechazo como parte de su discurso en favor de la construcción del muro, una de sus principales promesas de campaña que no ha conseguido cumplir porque el Congreso no le ha dado los fondos.

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Y tras la victoria demócrata de noviembre, donde los republicanos perdieron el control de la Cámara de Representantes, la asignación de fondos para ese propósito pare imposible.

“Esperemos que no” exista una estrategia en ese sentido, de presentar una oferta con la intención de que sea rechazada, dijo Roberto Izurieta, director del departamento de Política Latinoamericana y Campañas Políticas de la Universidad George Washington. “Pero, además, solo ofrece tres años de protección (de deportación). Ni siquiera resolver su problema (de manera permanente)”, agregó.

A la pregunta su Trump utilizó una estrategia enfocada en abrir un nuevo frente y tomar el control del debate migratorio, pero a su manera, Izurieta dijo que “Sin duda. Pero ojalá sea una forma de destrabar el problema (de apertura del gobierno) y comienzo de una solución integral al problema de los inmigrantes sin documentos”.

Desde 2012, cuando el expresidente Barack Obama firmó la orden ejecutiva para crear la Acción Diferida (DACA), los republicanos -y luego Trump durante su campaña- acusaron al expresidente de haber cambiado la ley y violado la Constitución por cambiar una parte de la Ley de Inmigración sin la autorización del Congreso.

Los demócratas se preguntan para qué el presidente canceló DACA el 5 de septiembre del 2017 si el sábado hizo lo mismo que en ese momento argumentaron para eliminar el programa.

Javier Hernández Kistte tiene 27 años y vive en Los Ángeles. Llegó a EEUU desde la Ciudad de México cuando tenía ocho años y se graduó en la Universidad de California en Irvine. Contó a la agencia Reuters que ser beneficiario de DACA le ayudó a trabajar para pagar sus estudios. "Mis padres todavía son indocumentados y como familia luchamos con la ansiedad de que puedan ser deportados en cualquier momento”, agregó.
Hernández Kistte en su lugar de trabajo, una empresa producción de efectos especiales de Los Ángeles. “La ansiedad ha aumentado con la incertidumbre de que mi hermano y yo regresemos a un estatus de indocumentados. No se trata solo de nosotros. Sé que hay personas que están dispuestas a negociar por nuestro derecho a estar aquí, pero que harían de la vida de otros una pesadilla. No quiero eso", concluyó.
Martha Valenzuela tiene 23 años y llegó a los dos años desde Sinaloa, México. Se graduó en la Universidad del Estado de California. Sobre el fin del programa DACA del cual es beneficiaria dijo a Reuters: “Me rompió, es traumático porque he vivido en este país durante 21 años. Todos queremos un camino hacia la ciudadanía, todos queremos protección permanente para nosotros y nuestras familias”.
Valenzuela trabaja en una empresa en Orange, California. “La razón por la que este país nos etiquetó como ‘soñadores’ es porque queremos algo que parece que fuera inalcanzable. Si podemos soñarlo, podemos lograrlo. Se necesitan agallas para soñar y se necesitan agallas para luchar por ello", concluyó Valenzuela.
Bárbara Hernández tiene 26 años, vive en Santa Ana y se graduó en la Universidad Comunitaria de Orange Coast en California. Llegó a EEUU desde la Ciudad de México cuando tenía seis años. Trabajaba como maestra de educación especial hasta que DACA fue derogado por el nuevo gobierno. "Ese fue el trabajo más gratificante y amoroso que he tenido, pero con este gobierno y el fin de DACA estaba muy asustada ”, aseguró la dreamer.
Hernández participa en las protestas en Los Ángeles a favor de una legislación para los dreamers. "Tuve una etapa de pánico y estaba deprimida", agregó. "Me preocupa cómo se sienten los beneficiarios de DACA y su estado mental. Me gustaría ver una protección permanente no solo para nosotros, sino también para los otros 11 millones de inmigrantes sin documentos".
Karla Estrada tiene 26 años, vive en Los Ángeles y es graduada de la Universidad de California. Es asistente legal y se prepara para ingresar a la Escuela de Leyes. Llegó a EEUU desde Morelos, México, cuando tenía cinco años. "DACA siempre ha sido muy problemático y temporal, no es lo ideal. Nos ha dado la libertad de trabajar, legalmente, sin temor a que en tres meses nos despidan porque no tenemos un número de seguridad social”, afirmo la soñadora.
Estrada vive en un apartamento en Los Ángeles y su familia permanece en México. “Tengo que cuidarme en este país, pero también tengo que cuidar de mi mamá, mi papá y mi hermano que están en México. Lo que más me asusta es no poder cuidar a mi familia (…)”, concluyó.
Brian Caballero tiene 25 años y está a punto de graduarse en el Politécnico de California en Pomona. Llegó a Estados Unidos cuando tenía seis años desde Guadalajara, México. Asegura que está preocupado por el fin de DACA: "Me aterroriza que cuando finalmente me gradúe no pueda ser empleado en EEUU”.
Caballero en una clase de laboratorio del último año de la carrera de Ingeniería Eléctrica. “La gran mayoría de las personas indocumentadas vinieron para tener una vida mejor. La mayoría de las personas están aquí igual que yo, tratando de obtener educación para mejorar sus vidas ", concluyó.
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Javier Hernández Kistte tiene 27 años y vive en Los Ángeles. Llegó a EEUU desde la Ciudad de México cuando tenía ocho años y se graduó en la Universidad de California en Irvine. Contó a la agencia Reuters que ser beneficiario de DACA le ayudó a trabajar para pagar sus estudios. "Mis padres todavía son indocumentados y como familia luchamos con la ansiedad de que puedan ser deportados en cualquier momento”, agregó.
Imagen Lucy Nicholson/Reuters
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