La 'chinofobia' en el extranjero y la censura en China: ¿cómo afecta el coronavirus los derechos humanos?

Mientras el gobierno chino reprime a sus médicos y activistas por dar supuesta "información falsa" sobre el coronavirus, en el mundo se empieza a extender la discriminación contra personas con rasgos asiáticos. Más allá del impacto sanitario y económico, los derechos humanos son una de las principales víctimas de esta epidemia.

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Por:
Grettel Reinoso .
Personas con rasgos o de origen asiático han creado una campaña en redes sociales para evitar que agresiones, insultos u otras formas racistas ocurran contra ellos en el mundo, debido a que el brote inicial de coronavirus comenzó en Wuhan, una ciudad de China.
Video #NoSoyUnVirus, la campaña para evitar casos de racismo por el coronavirus

Más de 30,400 personas están infectadas en todo el mundo por el nuevo coronavirus que ya ha ha matado a más de 600 pacientes, solo dos fuera de China.

Desde el principio, los médicos de ese país intentaron dar la voz de alarma cuando se percataron de que varios pacientes estaban presentando síntomas similiares al SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), provocados por un nuevo tipo de coronavirus, que se propaga con gran rapidez. Pero el gobierno chino rápidamente los silenció.

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Con el inicio del brote comenzaron también las censuras y represiones de un sistema totalitario que busca evitar a toda costa que se difunda una imagen de debilidad o de no tener la situación bajo control. Y aunque lo ha intentado todo, y el presidente Donald Trump o las autoridades de la OMS les han prodigado elogios por su respuesta masiva y 'transparente' a este brote -que verdaderamente ha sido más ágil y abierta que la que tuvo ante el SARS en 2003- la crisis les está pasando una importante factura económica pues el turismo se ha hundido y las más importantes empresas transnacionales han parado su producción en el país, al menos temporalmente.

De acuerdo a la epidemióloga de la Universidad Internacional de Florida, Aileen Marty, el médico Li Wenliang fue "una persona muy valiente, que hizo lo que tenía que hacer". La especialista asegura que la situación en este momento estaría "mucho peor" si el hombre no hubiera avisado sobre el brote. Por otro lado, continúan las evacuaciones de ciudadanos estadounidenses desde China y este jueves llegaron al país más aviones.
Video Muere a causa del coronavirus el médico chino que alertó sobre el brote y fue arrestado por difundir la información


Sin embargo, poco se habla del factor humano y de las repercusiones de estas cuarentenas y aislamientos masivos que están ocurriendo en China, a no ser para alabar la rapidez con que son capaces de construir un hospital, o aislar a millones de personas en Wuhan, una de las urbes más pobladas del mundo.

Desde un país democrático semejante despliegue parece una proeza, pero estas acciones que conllevan gigantescas movilizaciones masivas y drásticas medidas, unidas al secretismo del gobierno y la represión interna implican también un contexto en el que se violentan o maltratan los derechos humanos de los ciudadadanos.

Un argumento básico para las cuarentenas extremas es que en escenarios de emergencia, los derechos individuales deben sacrificarse ante el interés y la emergencia colectiva. Sin embargo, algunos expertos aseguran que si bien el cierre total y el aislamiento pueden ayudar a contener el virus, también pueden ayudar a propagarlo, al mantener a las personas cautivas en ciudades abarrotadas, mientras aumentan a la vez otros problemas de salud o inestabilidad social. Además, si se infunde miedo o represión, muchas personas pueden evitar asistir al médico, aunque presenten los síntomas.

Pero no toda la reponsabilidad por el coronavirus la tienen China y su gobierno, que están intentando aislar un brote que sigue creciendo, mientras ven sus hospitales colapsados y apenas dan abasto para poder hacer frente a la situación, que requiere del apoyo internacional.

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En más de una veintena de países ya han reportado casos de contagio y en muchos se están tomando drásticas medidas que impiden entrar o aíslan a los ciudadanos chinos o de otras naciones asiáticas, así como a sus propios nacionales que hayan visitado la región.

Li Wenliang publicó en Weibo, una red social similar a Twitter, una foto suya hospitalizado el 31 de enero, al día siguiente fue diagnosticado con coronavirus. La muerte de este médico oftalmólogo a causa del nuevo brote desató hoy un aluvión de críticas en todo el mundo. El médico había sido reprendido por la policía china tras ser de los primeros en alertar de la nueva neumonía.
Un miembro del personal médico protegido con un traje pasa frente a un pequeño altar de flores y la fotografía de Wenliang, colocada en una entrada del Hospital Central de Wuhan. En este centro asistencial de la ciudad donde se originó el brote trabajaba el oftalmólogo, y allí fue donde falleció esta madrugada. El pasado 1 de febrero anunció que había sido contagiado del coronavirus tras haber atendido semanas antes a una mujer afectada de glaucoma.
El pasado 30 de diciembre Li había advertido a sus colegas de que en su hospital habían aislado a siete pacientes tras haber sido diagnosticados de una neumonía parecida al Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS). Ese brote mató a casi 800 personas entre 2002-2003 y el gobierno chino trató inicialmente de ocultarlo. La fotografía, tomada el 30 de enero, muestra a las autoridades mientras examinan a un anciano que cayó muerto repentinamente en Wuhan. Nunca se aclaró si era o no una víctima del coronavirus.
Cuatro días después del mensaje a sus colegas, que transmitió a través de WeChat (el WhatsApp chino), el doctor fue convocado por la Policía local, que le acusó de "propagar rumores". Esto puede suponer 7 años de prisión en China.
Las autoridades hicieron que el oftalmólogo firmara un escrito reconociendo su "equivocación" para permitirle volver a su casa. A otros siete médicos les sucedió también algo similar y estos casos se convirtieron en detonante de las críticas hacia las autoridades chinas por impedir una actuación a tiempo para contener la ahora epidemia. La fotografía es de una avenida desierta en Wuhan, una de las ciudades aisladas para contener el virus y donde se sospecha comenzó el brote.
Aunque el Tribunal Supremo chino criticó hace 10 días a la Policía de Wuhan por su actuación con el médico, Li ya estaba para entonces contagiado y los casos de coronavirus se contaban por millares en el país. La fotografía fue tomada en una vigilia en honor a Wenliang, en Hong Kong, en donde los asistentes llevan máscaras para protegerse del coronavirus.
En la popular red social china Weibo eran hoy decenas de miles los mensajes que mostraban su tristeza y sus condolencias a la familia de Li, que deja un hijo de cinco años y una mujer embarazada, a la vez que criticaban que se le hubiese castigado en lugar de haberle hecho caso. "Debemos recuperar su reputación y el gobierno tiene que disculparse", afirmaba una usuaria identificada como Anye Memo citada por la agencia EFE.
Más de 1,100 millones de mensajes hablaban hoy sobre la muerte del doctor en Weibo. El gobierno de Wuhan por su parte emitió un comunicado de una sola frase en el que rindió tributo a su trabajo "en la primera línea de la lucha contra la epidemia" y ofreció sus condolencias a la familia. En la fotografía una mujer que llora frente a la entrada del Hospital Central de Wuhan, donde falleció Li, y como él, decenas de pacientes.
“Al Dr Li Wenliang, el héroe”, se lee en uno de los mensajes que fueron colocados en la puerta del Hospital Central de Wuhan. Un mensaje La agencia anticorrupción del gobierno chino anunció hoy que enviará un equipo de investigación a Hubei para llevar a cabo una "completa investigación" sobre los "asuntos" que denuncian los ciudadanos en relación con el oftalmólogo.
Varios hospitales de esa ciudad de 11 millones de habitantes, epicentro de la crisis por el nuevo coronavirus, informaron hoy de que precisan urgentemente equipamiento médico básico. Según los datos oficiales, el número de casos confirmados aumentó en las últimas 24 horas hasta más de 31,000 y el de muertes supera los 600. Unos 1,500 pacientes han sido dados de alta.
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Li Wenliang publicó en Weibo, una red social similar a Twitter, una foto suya hospitalizado el 31 de enero, al día siguiente fue diagnosticado con coronavirus. La muerte de este médico oftalmólogo a causa del nuevo brote desató hoy un aluvión de críticas en todo el mundo. El médico había sido reprendido por la policía china tras ser de los primeros en alertar de la nueva neumonía.
Imagen Li Wenliang/Weibo

La ' chinofobia' o la discriminación contra personas con rasgos asiáticos se empieza a extender por todo el mundo y los ciudadadanos chinos o de otros países asiáticos están siendo víctimas de agresiones, burlas o amenazas.

Entre las informaciones falsas que se publican y el tremendismo mediático el miedo a una pandemia de coronavirus empieza a cundir entre la opinión pública mundial, lo cual puede conducir a estrategias y prácticas erráticas y discriminatorias.

Ante este panorama, esta semana Amnistía Internacional ha publicado un documento explicativo sobre cómo el nuevo brote de coronavirus está impactando los derechos humanos, primeramente en cuanto al derecho a la salud, pero también en otros aspectos.

"La censura, la discriminación y la detención arbitraria no tienen cabida en la lucha contra la epidemia de coronavirus", dijo Nicholas Bequelin, director regional de la organización. "Las violaciones de los derechos humanos obstaculizan, en lugar de facilitar, las respuestas a las emergencias de salud pública y socavan su eficiencia", añadió.

Aquí te resumimos los principales puntos de ese informe de Amnistía Internacional que explica cómo se están manifiestando las principales violaciones y vulneraciones de los derechos humanos ante una epidemia que requiere medidas difíciles y sacrificios pero que solo podrá solucionarse con la confianza, cooperación y protección de los ciudadanos, así como la colaboración global y transfronteriza entre los gobiernos y entidades internacionales.

Antes de que se confirmaran este viernes otros 41 casos de coronavirus 
<b><a href="https://www.univision.com/noticias/japon-pone-en-cuarentena-a-3-500-pasajeros-y-tripulantes-en-un-crucero-por-un-caso-de-coronavirus-video">a bordo del Diamond Princess</a></b>, 20 pasajeros infectados y diagnosticados anteriormente fueron evacuados de la embarcación anclada en Yokohama, cerca de Tokio. 
<b>Unas 3,700 personas siguen confinadas en el barco</b>.
Mientras en Japón confrontan la crisis del crucero donde han detectado decenas de pasajeros con coronavirus, en China 
<b>la cifra de muertos por el brote aumentó a 636, incluido</b> 
<b>el doctor Li Wenliang</b> que se metió en problemas con las autoridades comunistas por alertar sobre la enfermedad.
Al Diamond Princess, que ancló frente a las costas de Yokohama el lunes por la noche, se le permitió este jueves atracar en el muelle para aprovisionarse y desembarcar a los pasajeros enfermos.
Los médicos han realizado 273 pruebas sobre las más de 3,700 personas que están a bordo después de que fuera detectada la enfermedad en un hombre que había descendido del buque en Hong Kong en enero.
La operación de evacuación de algunos de los pasajeros del crucero se realizó en medio de fuertes medidas sanitarias: el personal utilizó trajes de protección, mascarillas y cascos. Los pasajeros que desembarcaron lo hicieron por una pasarela cubierta con una lona blanca.
Además de los 61 casos detectados en el crucero, 
<b>Japón ha registrado otros 25 infectados en su territorio</b>, en su gran mayoría personas que estuvieron en Wuhan, ciudad china donde empezó la epidemia. Las autoridades niponas 
<b>han evacuado a más de 500 de sus ciudadanos desde Wuhan</b>, operación tras la cual el gobierno ha sido criticado por un enfoque demasiado laxo de la cuarentena.
En el crucero se someterá a pruebas adicionales a personas vulnerables como los ancianos, y a aquellos que han estado en contacto con los nuevos casos positivos, agregó. Entre los 41 nuevos casos detectados hay 
<b>21 japoneses, 8 estadounidenses, 5 canadienses, 5 australianos, un británico y un argentino</b>, según el Ministerio de Salud nipón.
Interrogados por medios de comunicación, varios pasajeros mencionaron que hay cierta confusión a bordo y un gran aburrimiento, puesto que están obligados a permanecer en sus camarotes para evitar eventuales contactos con personas enfermas.
"Estamos confinados aquí a tiempo completo", señaló el británico David Abel, pasajero del Diamond Princess en un video colgado en Facebook. "La comida ha cambiado por completo. ¡Ya no estamos en un crucero
<b> </b>de lujo! (...) Comienza a parecer una prisión flotante", añadió.
Oficiales en trajes protectores conducen una ambulancia cerca del crucero Diamond Princess anclado en el puerto de Yokohama. La situación especial con este crucero podría prolongarse hasta dos semanas.
Funcionarios sanitarios de la ciudad advirtieron que los pasajeros no podrán abandonar el barco hasta que se hayan completado las pruebas. Este jueves, la tripulación era examinada en primer lugar, seguida de los pasajeros.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, anunció el jueves que el país denegará la entrada a los pasajeros extranjeros de otro crucero, el barco Westerdam, de Holland America, que viaja a Okinawa desde Hong Kong, por la sospecha de que a bordo viajan posibles pacientes. El operador de la embarcación, con sede en Seattle, negó que alguno de sus ocupantes padeciese el virus.
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Antes de que se confirmaran este viernes otros 41 casos de coronavirus a bordo del Diamond Princess, 20 pasajeros infectados y diagnosticados anteriormente fueron evacuados de la embarcación anclada en Yokohama, cerca de Tokio. Unas 3,700 personas siguen confinadas en el barco.
Imagen Carl Court/Getty Images
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