Las autoridades de un condado de Oregon hicieron una declaración de “estado de emergencia”, por la cual piden la presencia de efectivos de la Guardia Nacional, ante la proliferación de plantíos ilegales de marihuana, de crímenes relacionados con esa actividad y de casos de “narcoesclavitud”, por los que personas fueron forzadas a trabajar en esos sitios o lo hicieron en “condiciones miserables”.
Estado de emergencia en Oregon por cultivos ilegales de marihuana y casos de 'narcoesclavitud'
La Junta de comisionados del condado de Jackson pide a la gobernadora de Oregon que envíe a militares para que les ayuden a resolver la proliferación de sembradíos sin autorización y los delitos relacionados con dicha actividad ilícita.

Los votantes de Oregon despenalizaron el consumo recreativo de la marihuana en 2014 y le siguieron varios estados, incluyendo California, ahora en medio de un problema por el robo de agua por parte de operadores de carteles mexicanos que instalan sembradíos en zonas desérticas cerca de Los Ángeles.
La Junta de Comisionados del condado de Jackson, que colinda con California, afirma que la situación se ha salido de control este año y por eso emitió una declaratoria de “estado de emergencia”. Su objetivo es llamar la atención de la gobernadora Kate Brown para que envié a esa jurisdicción a efectivos de la Guardia Nacional, así como a funcionarios que se encarguen de meter en cintura a los infractores.
Dicha medida entró en vigor este miércoles, el mismo día en que la aprobaron los políticos, afirmando que los impactos negativos que ahora experimentan “superan con creces cualquier estimación inicial”.
Board of Commissioners Declare a State of Emergency Due to Illegal Cannabis Activity https://t.co/ckQAF5Yw9b pic.twitter.com/u4Yh4BiLpt
— Jackson County, OR (@JacksonCountyOR) October 13, 2021
“El condado de Jackson carece de la capacidad de desarrollar los ingresos necesarios para tener recursos a nivel local para abordar los impactos actuales y futuros en nuestra comunidad”, señala la declaración de emergencia. “Las fuerzas del orden público estiman que el número de sitios que producen cáñamo industrial o marihuana sin la licencia o registro estatal supera con creces” a los que sí están autorizados, agrega.
El documento asegura que la actividad delictiva relacionada con la producción de marihuana también ha aumentado drásticamente. “En comparación con 2014, el año anterior a la aprobación de la Medida 91 (que legalizó el consumo de marihuana en Oregon), hasta el día de hoy, la Oficina del Sheriff del condado de Jackson ha visto un aumento del 59% en las llamadas de servicio por robo a propiedad, hurto, ataques violentos y delitos molestos asociados con la industria de la marihuana”.
Señala con particular preocupación los casos en que organizaciones criminales cultivan la hierba en ese lugar y la transportan a otros estados donde aún está penalizada. También advierte sobre lo que llamó “nuevos delitos” ligados a esa actividad, como la ‘narcoesclavitud’, la cual incluye “el trabajo forzoso, condiciones miserables e inseguras para los trabajadores, y explotación, intimidación y abuso de los empleados” en dichos sembradíos ilícitos.
La oficina de la gobernadora Brown no se ha pronunciado al respecto. Univision Noticias envió mensajes a su equipo de prensa pidiendo un comentario sobre este tema, pero no se ha recibido una respuesta.
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El robo del agua
A decir de los comisionados de Jackson, los 700,000 dólares que cada trimestre recibe ese gobierno local por ingresos por la venta minorista de productos de cannabis, no valen la pena ante los problemas que los narcotraficantes están causando allí.
En 2015, cuando entró en vigor la despenalización, en ese condado no recibieron quejas relacionadas con la producción y procesamiento de marihuana sin permiso. Al año siguiente hubo 333 denuncias (37% del total) y en lo que va de 2021 han acumulado al menos 1,006 casos de ese tipo (65% del total). “Si las quejas continúan al ritmo actual para 2021, los inspectores iniciarán aproximadamente 1,509 casos”, advierten los comisionados.
Este gobierno local culpa también a la falta de regulaciones estatales para controlar a los narcos y al poco personal que maneja las denuncias. Solo cuatro empleados de tiempo completo del Departamento de Recursos Hídricos de Oregon manejan estos casos en los condados de Jackson y Josephine.
Sus vecinos de Josephine sufren, por su parte, por el robo de agua que los sembradores toman de arroyos y mantos subterráneos. El jefe del alguacil de esa región, Dave Daniel, estiman que hay cientos de granjas ilegales en su jurisdicción.
Por años se ha dicho que hacer creer una planta de marihuana requiere hasta seis galones de agua por día durante un período de cultivo de 12 semanas y que del producto de esta ganaban 1,200 dólares.
Un estudio reciente de la Universidad de California en Berkeley concluye que estos cultivos requieren menos agua de lo que se creía y que sería similar a los de tomate: un galón por día para cada planta. A pesar de ello, el saqueo sin control de un recurso que escasea tanto debido al cambio climático está afectando la vida de muchos californianos, insisten los expertos.
“El robo de agua durante una época de sequía es un gran problema”, advirtió Eric Lindberg, jefe del área de geología de la Junta para la calidad del agua en la región de Los Ángeles, en una conferencia en la cual se abordó el robo de agua por parte de carteles mexicanos en el Valle del Antílope.
“El mercado ilícito del cannabis lastima a los negocios legítimos que se esfuerzan para cumplir con las regulaciones ambientales y en proteger nuestros recursos naturales”, agregó.
Se estima que de 30,000 granjas de la hierba que operan en todo el estado, tantas como 24,000 (el 80% del total ) no están registradas ante la Junta de Agua de California, una agencia que en años recientes ha observado un incremento en las quejas por pipas que roban agua para sembradíos ilícitos.






