El narco recluta señoras en Facebook para traficar pesticidas usados en sembradíos de marihuana en EEUU

Las autoridades federales advierten que el tráfico de pesticidas mexicanos se ha incrementado en años recientes, mientras los carteles continúan sembrando cannabis en las montañas de California.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
Una gran cantidad de personas entre 19 y 30 años declararon consumir sustancias como el LSD, mezcalina, peyote y otros alucinógenos, convirtiéndose en la tasa más alta registrada desde 1988, de acuerdo con un sondeo. Al respecto, Vianca Rodríguez, panelista republicana, afirma que el consumo de este tipo de sustancias “es lo que empeora la salud mental”. Por su parte, el analista demócrata Adonías Arévalo explica que la marihuana se ha hecho legal y, por esta razón, los números se incrementaron. Puedes ver en ViX más contenido gratis.
Video Aumenta consumo de marihuana y alucinógenos entre adultos jóvenes, según encuesta: mira el análisis en Línea de Fuego

Felipa Oliveros, de 52 años, aceptó el que creía era un trabajo inofensivo: pasar pesticidas mexicanos ilegales por una garita fronteriza en California. Le prometieron un pago de hasta 150 dólares por cada caja con seis botes de un litro y tenía que tomarles fotos al entregarlas en una bodega rentada.

Cuando la arrestaron, las autoridades descubrieron que Oliveros era parte de una red de traficantes de plaguicidas que abastecían a sembradores ilegales de marihuana en California. La jefa de la banda era Sofía Mancera Morales, de 53 años y vecina de la ciudad fronteriza de Mexicali, en Baja California.

PUBLICIDAD

La hija de Oliveros, Laura Orellana, también era transportista de la organización.

Los investigadores afirman que Mancera Morales reclutó a personas a través de Facebook para que cruzaran botes de peligrosas sustancias que se venden libremente en México para prevenir plagas, pero que están prohibidas en Estados Unidos porque pueden causar cáncer y dañan el medio ambiente.

Les ofrecía entre 40 y 150 dólares por cada caja que llevaran a un almacén alquilado en la ciudad de Calexico, California. El comprobante del trabajo finalizado eran imágenes que le enviaban a su celular. Ella también les daba una compensación adicional por rentar bodegas a nombre de los cómplices.

Solo una persona cruzó casi 1,000 botellas en un mes. Otros detenidos por agentes aduanales confesaron que hacían entregas hasta cinco veces por semana y que habían visto en los almacenes lo que varios transportistas llevaron: pesticidas, medicamentos veterinarios y alcohol.

Los productos que más traficaba la banda de Mancera Morales eran Bovitraz y Taktic, que contienen una concentración del 12.5% del ingrediente activo amitraz, es decir, hasta cuatro veces más de la cantidad permitida para el control de ácaros en colonias de abejas y en collares antipulgas para perros.

El amitraz está clasificado como posible causante de cáncer ante una exposición a largo plazo y por eso el gobierno de este país prohíbe su uso en plantas.

El riesgo por fumar marihuana fumigada

Las autoridades federales advierten que el tráfico de pesticidas mexicanos se ha incrementado en años recientes, mientras los carteles continúan sembrando marihuana ilegalmente en las montañas de reservas naturales en el norte de California y en zonas desérticas al este de Los Ángeles.

PUBLICIDAD

De finales de 2019 a julio de 2021, la llamada Iniciativa Fronteriza contra Pesticidas, en la cual participan varias agencias del orden en la frontera de California, más de 50 personas fueron acusadas de contrabando y delitos ambientales, a la par del decomiso de casi 1,000 botes de plaguicidas.

Un sembradío ilegal de marihuana detectado en la zona desértica de Los Ángeles, California.
Un sembradío ilegal de marihuana detectado en la zona desértica de Los Ángeles, California.
Imagen DEA


La mayoría de las incautaciones se registraron en las garitas de San Ysidro y Otay Mesa, en la frontera entre Tijuana y San Diego.

Dicha iniciativa se lanzó porque la exposición a esos pesticidas, durante operativos para destruir cultivos ilegales de marihuana, provocaron la hospitalización de policías, así como la contaminación de arroyos y la muerte de animales.

Al gobierno también le preocupa que quienes fumen las flores de cannabis que fueron fumigadas con dichas sustancias ilegales, “también están en riesgo por la exposición a residuos de plaguicidas”.

“Durante el consumo de cannabis, los pesticidas se transfieren directamente al torrente sanguíneo, lo que aumenta el potencial de exposición”, advierte la Fiscalía federal.

En un estudio, la tasa de transferencia de pesticidas a un fumador que usó una pipa de vidrio llegó al 70%.

Decenas de acusados y multas de $60,000

Un dato que resalta es que varias mujeres de alrededor de 40 años son mencionadas en casos criminales relacionados que han sido interpuestos en el Distrito del Sur de California del Departamento de Justicia.

Verónica Pérez, de 41 años y residente de Hemet, California, ocultó veinte recipientes de fosfuro de zinc en su bolso y no declaró esos artículos cuando intentó cruzar en su vehículo a EEUU el 11 de julio de 2019.

PUBLICIDAD

El consumo de una pastilla con fosfuro de zinc puede ser letal para un pájaro o mamífero pequeño. Y solo siete gotas del químico le podrían quitar la vida a una persona de 150 libras (68 kilos) de peso, advierte el gobierno federal.

Pérez se declaró inocente y fue a juicio, donde la evidencia mostrada al jurado la llevó a que le impusieran una sentencia de 60 días en prisión el 9 de julio de 2021.

Agentes aduanales en la garita de San Ysidro, California.
Agentes aduanales en la garita de San Ysidro, California.
Imagen Getty Images


Castigos relativamente bajos son constantes en otros procesos penales. Por ejemplo, Sofía Mancera Morales, aunque era jefa de una organización delictiva que movió cientos de botes de pesticidas, fue condenada a ocho meses de cárcel y se le ordenó pagar una multa de 7,400 dólares. Mientras que Felipa Oliveros fue sentenciada a tres meses de prisión y su hija Laura Orellana a 92 días tras las rejas.

El Departamento de Justicia señala que de los más de 50 imputados federalmente, 14 fueron condenados por cargos graves y 26 por delitos menores. En conjunto, se les ordenó pagar más de 60,000 dólares para cubrir el costo de desechar los pesticidas ilegales.

“La cantidad significativa de personas arrestadas durante esta iniciativa de varias agencias destaca la generalización y los peligros de las sustancias ilegales que se trafican a través de la frontera entre Estados Unidos y México”, dijo Cardell T. Morant, encargado de la Unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) en San Diego, en un comunicado.

“Estos contrabandistas suelen utilizar los productos químicos prohibidos para cultivar cannabis. Lo más inquietante es que algunos de los productos químicos pueden transferirse directamente al torrente sanguíneo de los consumidores”, advirtió Morant.

Más mujeres detenidas

Otra mujer atrapada en la frontera es Selene Elizabeth Barraza, de 35 años y residente de Visalia, California. Fue condenada por un jurado federal en San Diego por traficar 25 botes de pesticidas y fertilizantes mexicanos, incluidos Metaldane y Furadan. Los llevaba debajo de los asientos de su coche cuando se presentó en una garita el 26 de febrero de 2020.

PUBLICIDAD

Por su parte, a Beatriz Santillán, de 30 años, y residente de Menifee, California, la descubrieron con 56 botes de siete tipos diferentes de pesticidas mexicanos, incluidos Qufuran, Metaldane y fosfuro de zinc (bajo el nombre comercial de Rodentox).

Al registrar sus pertenencias, agentes aduanales encontraron recibos de tres compras de sustancias similares y en su teléfono había una conversación con otros traficantes en la que habló sobre el cultivo de marihuana y métodos para combatir las plagas, según la acusación.

Tras declararse culpable, ella fue sentenciada a 70 días de prisión y se le ordenó pagar 20,000 dólares.

También hombres han sido detenidos en las garitas californianas. Uno de ellos es Félix Gutiérrez Valencia, de 41 años y vecino de Perris. Lo detuvieron por intentar traficar 48 recipientes de varios pesticidas que escondió en cajas de cereales y galletas. Su castigo: 90 días tras las rejas.

El gobierno señala que mientras esperaba su sentencia le ofreció a otra persona un pago de 40 dólares por cada pesticida que cruzara a California. Su cómplice fue sorprendido con 30 botes.

Durante varios días, los vigilantes de True Liberty Protection Services siguieron de cerca las pipas de agua y vehículos sospechosos que circulaban por una localidad en el condado de San Bernardino, en California.
El uso de estos vehículos era muy extraño en la zona, pues los vecinos no los usan porque tienen pozos privados de los cuales extraen el agua que usan cotidianamente.
Los fueron siguiendo por calles y caminos de tierra, hasta llegar a lugares solitarios cubiertos con lonas negras, de donde emanaba un fuerte olor a marihuana.
Kelly Gregg, vicepresidente de la compañía, afirma que llegaron a espiar un camión cisterna del tamaño de los que mueven combustible.
“Es cuando dije: ‘guau, no puedo creer que ahora el agua sea más valiosa que la gasolina’. Porque estos sujetos, en lugar de transportar gasolina llevaban 50,000 galones de agua en cada viaje”, señaló Gregg.
En un tiempo, para despistar a la Policía, los ladrones dejaron de usar pipas y empezaron a transportar el agua robada en contenedores de plástico con capacidad para 330 galones que ponían en camionetas.
“Las monitoreamos y encontramos que ellos movían mucha agua. Unos ejemplos para que te des una idea: en un lugar calculamos que se robaron más de 50,000 galones de agua en un período de 12 horas, en otro sitio fueron 40,000 galones y en un tercero 60,000 galones”, afirmó Gregg.
Más tarde rentaron camiones de U-Hall y otras empresas, dentro de los cuales ponían enormes recipientes que llenaban desde los hidrantes. En la imagen aparecen dos presuntos ladrones de agua.
El ir y venir de vehículos era constante en las comunidades vigiladas por esta empresa. Se reabastecían en 30 minutos y volvían hora y media después, cuando ya habían dejado el líquido en pozos, contenedores y pipas dentro de los campamentos ilegales.
En ocasiones, sin embargo, la única evidencia que encontraron los guardias de esta compañía fueron mangueras tiradas junto a los hidrantes.
Conforme la sequía de California se vuelve cada vez más extrema, el robo de agua ligado a los cultivos de marihuana ha crecido a niveles alarmantes. Este año van más de 120 denuncias por ese delito.
Esta práctica ilegal sucede precisamente en las comunidades que tienen menos acceso al líquido y donde ahora los traficantes están haciendo crecer decenas de miles de plantas de cannabis.
En el Valle del Antílope, el saqueo masivo ha metido en un predicamento a cientos de habitantes y varias granjas dedicadas al cultivo de papa, alfalfa y zanahorias.
Allí se detectaron este año más de 500 cultivos ilegales de marihuana, tres veces más que el año pasado.
Las autoridades estiman que los narcos están consumiendo hasta 5.4 millones de galones de agua por día en los condados de Los Ángeles, Riverside y San Bernardino.
“El robo de agua durante una época de sequía es un gran problema”, advirtió Eric Lindberg, jefe del área de geología de la Junta para la calidad del agua en la región de Los Ángeles.
En los bosques de California, donde aún siguen detectando campamentos clandestinos, los agricultores de los carteles suelen desviar el curso de los arroyuelos y disminuir su cauce con mangueras.
De 30,000 granjas de la hierba que operan en todo el estado, tantas como 24,000 (el 80% del total) no están registradas ante la Junta de Agua de California, es decir, no tienen permiso para usar agua.
1 / 18
Durante varios días, los vigilantes de True Liberty Protection Services siguieron de cerca las pipas de agua y vehículos sospechosos que circulaban por una localidad en el condado de San Bernardino, en California.
Imagen Cortesía Kelly Gregg
En alianza con
civicScienceLogo