La foto de Mario Hidalgo Arguello fue mostrada como evidencia en el juicio del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán en una corte de Brooklyn en enero de 2019. Un agente antinarcóticos relataba cómo les había revelado los escondites de su jefe en Culiacán, lo cual derivó en su recaptura en 2014. Pero el exlíder del Cartel de Sinaloa vio la imagen de su colaborador cercano sin hacer ningún gesto.
Reveló a la DEA los escondites de 'El Chapo' y ahora recibe condena reducida por cooperar
Uno de los colaboradores más cercanos de Joaquín Guzmán se benefició de una sentencia reducida por colaborar con el gobierno en la primera recaptura del exlíder del Cartel de Sinaloa en 2014. Llevó a militares a cinco casas de seguridad en Culiacán, algunas de las cuales tenían túneles.

Hidalgo Arguello, alias ‘Nariz’, acudió este lunes a la última audiencia de su propio proceso criminal por tráfico de droga y recibió una sentencia reducida a pesar de que los fiscales advirtieron que era un “líder” del cartel. Un juez federal de San Diego, California, lo condenó a siete años de prisión.
Restando el tiempo que ha permanecido detenido desde su arresto en México en febrero de 2014 y luego de su extradición a principios de 2020, Hidalgo Arguello saldría libre pronto.
Univision Noticias no pudo confirmar qué agencia tiene su custodia. El Buró Federal de Prisiones (BOP) informa en su portal de búsqueda de reos que no está en sus penales y que su fecha de liberación es “desconocida”. Tampoco fue posible encontrarlo en los registros del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE). Por su parte, el servicio de los US Marshals no respondió los mensajes enviados por este medio.
El gobierno tampoco ha revelado si alias ‘Nariz’, de 51 años, sería deportado a México o lo pondrían en el programa de testigos protegidos, como compensación por su colaboración con la DEA.

El agente antinarcóticos Víctor Vázquez testificó en el juicio de ‘El Chapo’ que lograron arrestarlo en Mazatlán, Sinaloa, en 2014, gracias a que unos días antes detuvieron a ‘Naríz’, quien se encontraba en una fiesta “bebiendo y escuchando música” con decenas de hombres y mujeres en su casa en Culiacán. La zona fue rodeada por un equipo de élite de la Marina mexicana y oficiales de la DEA. Lo encontraron escondido en el dormitorio principal de su residencia.
Esa misma noche, Hidalgo Arguello aceptó entregar a su patrón y los guio en su propio vehículo hasta una de las casas de seguridad en las que se ocultaba ‘El Chapo’. Los militares los siguieron a bordo de vehículos sin insignias. Al llegar a una calle abrieron la puerta de un garaje activando un control remoto en el auto de ‘Nariz’.
Era una casa de dos niveles y estaban encendidas las luces del segundo piso. Los marinos tardaron varios minutos tratando de abrir la puerta principal, golpeándola con una barra de metal. Fueron directo a la bañera de la recámara principal y debajo encontraron un mecanismo que conectaba al sistema de drenaje de la ciudad. Los militares lo siguieron por allí, pero no lograron atrapar al capo.
‘Nariz’ los llevó a otras cuatro casas de seguridad del capo, algunas de las cuales tenían túneles debajo de las bañeras. Solo encontraron un arsenal, el cual incluida un lanzagranadas, droga y fotografías de los hijos del narcotraficante. Vázquez dijo que esa estrategia sirvió para acorralar a Guzmán.
“Sabía absolutamente todo sobre Guzmán Loera”, dijo Vázquez sobre ‘Nariz’ en la corte de Brooklyn. “Sabíamos que Nariz era un colaborador de Guzmán Loera, un individuo que conseguía cosas para Guzmán Loera; quien conocía todas sus casas, sus autos, ubicaciones, donde Guzmán Loera pasaba su tiempo en la ciudad de Culiacán”, agregó el agente.
Sin un sitio dónde esconderse en el bastión del cartel, ‘El Chapo’ huyó a Mazatlán, reveló otro operador del cartel apodado ‘Picudo’, quien fue arrestado en esos días. Él confesó a los militares que su jefe le había pedido ayuda para llegar al destino turístico. Lo encontraron en un edificio de condominios frente al mar, con su esposa Emma Coronel y sus hijas gemelas.
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“Uno crece y piensa en tener dinero”
Hidalgo Arguello y Guzmán no se volvieron a ver jamás. El primero permaneció desde 2014 en una cárcel mexicana y el segundo escapó del penal El Altiplano a su estilo, por un túnel que llegaba hasta su celda; lo volvieron a capturar meses más tarde y lo extraditaron en enero de 2017. Ahora cumple una condena a cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado.
Alias ‘Nariz’ fue procesado en San Diego por cargos de tráfico de marihuana, que involucró un yate llamado Out Hook'n, que estuvo en 2012 en San Diego, para más tarde ser llevado a Cabo San Lucas, donde lo cargaron con 6,100 kilogramos de marihuana. La embarcación volvió para atracar en Point Loma y luego en Long Beach, en el condado de Los Ángeles. En ambas operaciones, miembros del cartel descargaron bultos y los colocaron en camionetas.
Agentes federales encontraron 679 grandes ladrillos de la hierba dentro del yate y recuperaron la droga que ya habían descargado los narcos. ‘Nariz’ negó en un principio haber participado en ese esquema, pero en septiembre de 2020 se declaró culpable. La mayor parte de su expediente judicial permanece sellada.
El lunes, Hidalgo Arguello relató en la corte su origen humilde, como uno de los siete hijos de un matrimonio de campesinos que creció tentado por la fortuna ilícita de los traficantes. “Uno crece y piensa en tener dinero… Crecí en una ciudad conocida por tener narcocultura. No es fácil”, dijo en el tribunal, según informó el diario San Diego Union-Tribune.









