Una serie de comunicaciones publicadas el lunes por la Administración Nacional de Archivos y Registros, o NARA por sus siglas en inglés, demuestra que esa agencia gubernamental había alertado a los abogados del expresidente Donald Trump en mayo de 2021, que varias decenas de documentos aún no habían sido devueltos a esa agencia.
Cartas de Kim Jong Un y Obama entre documentos cuya devolución había sido solicitada a Trump en 2021
En mayo de 2021, la Administración Nacional de Archivos y Registros de Estados Unidos había intercambiado múltiples comunicaciones con los abogados del expresidente Donald Trump en relación con los documentos oficiales, que según la ley debían estar bajo la custodia de esa institución.

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Entre los documentos desaparecidos NARA señala correspondencia intercambiada por Trump con el líder norcoreano Kim Jong Un.
La correspondencia fue hecha pública el lunes en respuesta a varias solicitudes, de acuerdo a lo indicado en la Ley de Libertad de Información. Sin embargo, NARA advirtió que había desclasificado solo 11 de 309 páginas de comunicaciones entre esa agencia y los representantes de Trump.
Un correo electrónico enviado el el 6 de mayo de 2021 firmado por Gary Stern, abogado general de NARA demuestra cómo la agencia había advertido a los exabogados de la Casa Blanca de Trump que aún no tenía en su poder la correspondencia que Trump había intercambiado con Kim, así como otros documentos que incluyen la carta que recibió de su predecesor, el presidente Barack Obama, al llegar a la Casa Blanca.
Stern solicitó la ayuda de los abogados para garantizar que los archivos recibieran todos los registros presidenciales de acuerdo a lo establecido por la ley.
Según la correspondencia publicada, entre los documentos desaparecidos se encontraban “dos docenas de cajas de registros presidenciales originales se mantuvieron en la Residencia de la Casa Blanca durante el último año en el cargo del presidente Trump”.
Stern advirtió a los abogados que estos documentos “aún no se han transferido a NARA, a pesar de la determinación de Pat Cipollone en los últimos días del gobierno que debían ser transferidos”. Cipollone fue el último consejero legal general de la Casa Blanca durante el gobierno de Trump.
NARA también intentó recuperar registros electrónicos originados durante el mandato de Trump.
Exfuncionarios de Trump no consigaron documentos siguiendo las normas
La oficina de archivos y registros advirtió al Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes el viernes, que no tenían todos los registros requeridos del gobierno de Trump porque los funcionarios usaban correos electrónicos personales para conducir asuntos oficiales del gobierno, y no los entregaban como lo exige la ley.
Un grupo de documentos que Trump entregó a principios de este año incluían numerosos documentos clasificados, lo que llevó a los Archivos a remitir el asunto al Departamento de Justicia activado la investigación que llevó al allanamiento para la búsqueda y recuperación por parte de agentes del FBI de los documentos en Mar-a-Lago, el club privado que sirve de residencia a Trump y su esposa.
Durante esa búsqueda, los agentes del FBI lograron recuperar miles de registros gubernamentales, con varios grados de clasificación incluyendo “Top Secret” el más alto de ellos.
Una juez federal de Florida acordó conceder la petición de Trump de designar un perito independiente para la revisión los documentos y detener la investigación sobre la presunta retención ilegal de los mismos mientras dure la revisión.
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Primero fue destituida como tercera republicana de mayor rango en la Cámara Baja; luego, el partido en Wyoming (un estado en el que Trump arrasó en votos en 2020) votó para censurarla; y ahora sufrió una aplastante derrota en la primaria para conservar su escaño frente a la opositora apoyada por Trump.
Pese a la defenestración de su propio partido y a que sufrió amenazas de muerte que no le permitieron hacer actos de campaña, Cheney se mantuvo estoica en su rol de vicepresidenta del panel que investiga el asalto al Capitolio, lo que le valió simpatías entre republicanos que repudian a Trump, así como independientes y hasta demócratas. Ahora, diferentes análisis la ven como una posible candidata presidencial para 2024.