Kamala Harris se impone a Joe Biden en el debate demócrata atacándolo por una polémica decisión de sus primeros años en el Senado

La senadora por California fue la más destacada en el careo entre los segundos 10 candidatos demócratas y protagonizó el momento más tenso de la noche al cuestionar al exvicepresidente Joe Biden por políticas que la afectaron cuando era una niña estudiando en escuelas que salían de la segregación racial.

Carlos Chirinos
Por:
Carlos Chirinos.
La senadora por California reclamó al exvicepresidente sus comentarios alabando los tiempos en los que trabajó junto a legisladores reconocidamente racistas. La agitada conversación duró varios minutos.
Video El tenso enfrentamiento entre Biden y Kamala durante el debate demócrata

La segunda y última jornada del primer debate demócrata fue más agitada -y a veces caótica- que la víspera y al contrario de aquella, parece haber dejado una clara ganadora: la senadora por California Kamala Harris.

Así les contamos la doble jornada del primer debate demócrata en Miami

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Harris marcó el ritmo del debate con intervenciones enérgicas, y por momentos agresivas, como cuando se enfrentó directamente con el exvicepresidente Joe Biden por unos comentarios hechos semanas atrás en los que lamentó los tiempos “más civilizados” de la política estadounidense (pese a que se refería a una era en la que él compartía el Capitolio con legisladores supremacistas y racistas)

La del jueves fue la noche de los ‘pesos pesados’ de la primaria demócrata. Cuatro de los cinco candidatos que llegaron como punteros en las encuestas compartieron el escenario del teatro Adrienne Arsht de Miami, Florida.

Entre los 10 candidatos que estuvieron en la segunda tanda de debates organizados por NBC-Telemundo figuraron los más veteranos y los más jóvenes, los más populares y los menos conocidos. Estos últimos pudieron haberse aprovechado de la atención que generaron en el evento los primeros, pero no todos lograron aprovecharlo, al menos no con la efectividad que parece haberlo hecho Harris.

Aunque no hay una encuesta aún que pueda decir cómo mejoraron los números de la senadora, la cuenta de Google Trends indicaba justo al final del debate que Harris era el téma de búsqueda de mayor tendencia en EEUU.

Tomar el momento

De los 10 participantes de la noche, el exvicepresidente Joe Biden y el senador Bernie Sanders llegaban como los dos favoritos en las encuestas.

Detrás de ellos marchan Harris y el alcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg. Los cuatro estaban en los podios centrales, como fueron asignados por los organizadores de acuerdo con el lugar que ocupan en los sondeos.

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Sanders acaparó más tiempo que el vicepresidente explicando su agenda de reforma, con propuestas muy similares a las que ya promovió en 2016, cuando se enfrentó a Hillary Clinton con un plan de "socialismo demócrático"que para entonces sonaba algo radical pero que terminó desplazando a la izquierda el debate dentro del partido e incentivó el surgimiento de una nueva generación de políticos demócratas.

El senador por Vermont repitió sus críticas al 1% de la población que más ingresos tiene, a las corporaciones, y destacó la necesidad de tener un sistema de salud universal que garantice la atención de los ciudadanos, basado en el principio de que se trata de un “derecho humano”.

A su lado, Biden lucía con la confianza de quien se siente en una plataforma segura, pero a medida que fue avanzando el careo sus intervenciones no fueron tan asertivas como algunos habrían esperado, sobre todo quienes conocen las dotes oratorias de Biden, un experimentado político en este tipo de eventos.

Contrario a lo que algunos analistas anticipaban, Biden no fue el centro de los ataques del resto de los candidatos, pese a que recibió un par de críticas directas sacadas de su experiencia como político, como cuando los moderadores le recordaron que él había apoyado la invasión de Irak en 2003 que el gobierno del entonces presidente George W. Bush justificó basándose en información de inteligencia que resultó estar equivocada.

La candidata 
<a href="https://www.univision.com/temas/kamala-harris">Kamala Harris</a>, la única afroestadounidense en el grupo, le recriminó varias veces a Biden su actuación en materia migratoria cuando era vicepresidente de Barack Obama (2009-2017), período en el que fueron deportados más de 3 millones de indocumentados, y también por sus elogios al trabajo de varios senadores segregacionistas en sus inicios políticos. "Fue doloroso", dijo Harris en el momento más intenso de la noche, aunque dejó claro que no cree que el exvicepresidente sea "racista". Biden contuvo como pudo los golpes de Harris haciendo referencia a las numerosas medidas que apoyó a favor de la comunidad negra de Estados Unidos.
La senadora 
<a href="https://www.univision.com/temas/kirsten-gillibrand">Kirsten Gillibrand</a> fue muy visible al principio del debate y a pesar de recibir sólo un puñado de preguntas directas de los moderadores destacó su apoyo a temas como 
<b>los derechos de la mujer, las elecciones financiadas con fondos públicos y el control de armas</b>. Tanto ella como otros participantes en el debate describieron como 
<b>"jaulas" </b>los albergues donde son confinados los inmigrantes indocumentados detenidos en la frontera.
El senador 
<a href="https://www.univision.com/temas/bernie-sanders">Bernie Sanders</a> empleó la mayor parte de su tiempo en explicar su agenda de reforma, con propuestas muy similares a las que ya promovió en 2016 cuando se enfrentó a Hillary Clinton. El senador por Vermont repitió sus 
<b>críticas a las corporaciones e insitió en la necesidad de tener un sistema de salud universal</b> que garantice la atención de los ciudadanos, basado en el principio de que se trata de un “derecho humano”. "El primer día sacamos nuestra pluma de orden ejecutiva y rescindimos cada maldita cosa que sobre este tema ha hecho Trump", subrayó Sanders refiriéndose a lo que hará si es elegido presidente con respecto a la actual política migratoria.
El senador de Colorado, 
<a href="https://www.univision.com/temas/michael-bennet">Michael Bennet</a>, manifestó que el "estancamiento" en el Capitolio terminará si hay un demócrata sentado en la Oficina Oval en 2021. El moderador de la NBC, Chuck Todd, preguntó a Bennet si cree que tanto los demócratas como los republicanos en el Congreso trabajarán juntos si un demócrata es elegido en 2020, y agregó que es una promesa que el expresidente Barack Obama hizo durante su reelección en 2012 y lo que ahora promete el exvicepresidente Joe Biden. "El estancamiento no desaparecerá por arte de magia mientras Mitch McConnell esté allí", respondió Bennet.
La senadora 
<a href="https://www.univision.com/temas/kamala-harris">Kamala Harris</a> marcó el ritmo del debate con 
<b>intervenciones enérgicas y por momentos agresivas</b>, como cuando se enfrentó directamente con el exvicepresidente Joe Biden. Al finalizar el debate, su nombre fue una de las búsquedas de mayor tendencia en Google. Harris no perdió la oportunidad de criticar, incluso, al gobierno de Obama por la política de deportación de ciertos indocumentados que no necesariamente eran criminales, basada en la directrices del propio Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de EEUU. Precisó que ella, como exfiscal en California, fue testigo de este tipo de casos.
El gobernador de Colorado, 
<a href="https://www.univision.com/temas/john-hickenlooper">John Hickenlooper</a>, dedicó una de sus intervenciones a 
<b>atacar el socialismo</b>, en un mensaje velado contra Sanders. "Si no definimos claramente que no somos socialistas, los republicanos nos atacarán de todas las maneras posibles y nos llamarán socialistas", dijo. Más tarde en el debate explicó con más detalle: "Si nos volvemos hacia el socialismo, corremos el riesgo de ayudar a reelegir al peor presidente de la historia americana".
El alcalde de South Bend (Indiana), 
<a href="https://www.univision.com/temas/pete-buttigieg">Pete Buttigieg</a>, el primer candidato abiertamente 
<a href="https://www.univision.com/temas/lgbtq">LGBTQ</a> en subirse al escenario y participar en un debate presidencial, habló de la necesidad de una 
<b>universidad asequible</b>. Mencionó a su marido, Chasten, que es profesor. Criticó al Partido Republicano y a los conservadores al señalar que ninguno tiene el "monopolio sobre la moral". "Un partido que se asocia con el cristianismo, que cree que está bien sugerir que Dios sonríe ante la división de familias a manos de agentes federales, que Dios tolera poner a los niños en jaulas, ha perdido todo derecho a usar un lenguaje religioso", expresó.
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Entre los 10 candidatos que estuvieron en la segunda tanda de debates organizados por NBC-Telemundo figuraron los más veteranos y los más jóvenes, los más populares y los menos conocidos. Estos últimos pudieron haberse aprovechado de la atención que generaron en el evento los primeros, pero no todos lo consiguieron, como sí parece haberlo hecho Harris. La noche supuso un punto de inflexión en unas primarias demócratas en las que los candidatos se habían dedicado a esquivarse, centrándose en su deseo compartido de sacar a Trump de la Casa Blanca.
El exvicepresidente 
<a href="https://www.univision.com/temas/joe-biden">Joe Biden</a>, que lidera la encuestas de intención de voto, defendió el gobierno de 
<a href="https://www.univision.com/temas/barack-obama">Barack Obama</a>, aunque deportó a más de tres millones de indocumentados. "El presidente Obama, creo, hizo un gran trabajo, compararlo con lo que está haciendo este tipo es absolutamente..., me parece casi inmoral", dijo. Biden lucía confiado, pero a medida que fue avanzando el careo sus intervenciones no fueron tan asertivas como algunos habrían esperado. Esta ocasión no se produjo el "todos contra Biden", pero saltaron a la vista los posibles flancos de ataque a los que se expone por haber formado parte del gobierno.
La candidata y escritora 
<a href="https://www.univision.com/temas/marianne-williamson">Marianne Williamson</a> centró una de sus participaciones en 
<b>el tema racial</b>, haciendo un llamado a que el Estado haga reparaciones por los años de esclavitud. "La causa subyacente tiene que ver con reinos profundos, profundos, profundos de injusticia racial, tanto en nuestro sistema de justicia penal como en nuestro sistema económico", dijo Williamson. "El Partido Demócrata debería estar del lado de las reparaciones por esclavitud por esta misma razón". Y luego añadió: "No creo que el estadounidense medio sea racista, pero está lamentablemente subeducado sobre la historia de la raza en Estados Unidos".
El representante 
<a href="https://www.univision.com/temas/eric-swalwell">Eric Swalwell</a>, de 38 años de edad, tuvo una simple objeción en contra del favorito de su partido: "Eres muy mayor, Joe (Biden)". El congresista refirió que hace 32 años un candidato fue a la Convención Demócrata en California y dijo que era hora de "pasar la antorcha" a una nueva generación de estadounidenses, y ese candidato fue precisamente Biden. "Joe tenía razón y todavía tiene razón hoy. ¡Pasa la antorcha!" Los moderadores preguntaron al exvicepresidente si quería responder. "Lo haría", dijo. "Todavía me aferro a esa antorcha".
El emprendedor neoyorquino 
<a href="https://www.univision.com/temas/andrew-yang">Andrew Yang</a>, el único candidato de ascendiente asiático y promotor de las criptomonedas, quien luce en las encuestas de popularidad con menos de 1%, apareció en el debate sin corbata y su participación se focalizó en 
<b>explicar su propuesta de un plan universal de ingresos básicos</b>.
De los 10 participantes de la noche, el exvicepresidente 
<a href="https://www.univision.com/temas/joe-biden">Joe Biden<b> </b></a>y el senador 
<a href="https://www.univision.com/temas/bernie-sanders">Bernie Sanders </a>llegaban como los dos favoritos en las encuestas, pero al finalizar del cara a cara la popularidad en redes sociales parecía recaer más en Kamala Harris, aunque no se tuvo de inmediato una encuesta certificada.
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La candidata Kamala Harris, la única afroestadounidense en el grupo, le recriminó varias veces a Biden su actuación en materia migratoria cuando era vicepresidente de Barack Obama (2009-2017), período en el que fueron deportados más de 3 millones de indocumentados, y también por sus elogios al trabajo de varios senadores segregacionistas en sus inicios políticos. "Fue doloroso", dijo Harris en el momento más intenso de la noche, aunque dejó claro que no cree que el exvicepresidente sea "racista". Biden contuvo como pudo los golpes de Harris haciendo referencia a las numerosas medidas que apoyó a favor de la comunidad negra de Estados Unidos.
Imagen Mike Segar/Reuters

Harris vs. Biden

El verdadero choque del debate fue cuando la senadora Harris le reclamó haber alabado a senadores supremacistas de los años 70. Biden dijo semanas atrás que en aquellos años la política estadounidense "era más civilizada" de lo que se está viviendo en la era de Donald Trump.

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“Yo no creo que usted sea un racista y concuerdo con usted cuando se compromete con la importancia de hallar un terreno común, pero también creo, y es personal, que fue en verdad doloroso escucharlo hablar de la reputación de dos senadores de Estados Unidos que construyeron sus reputaciones y carreras sobre la segregación de razas en este país” dijo Harris.

Y seguidamente, sin ceder el micrófono, la senadora agregó: “pero no es solo eso, sino que usted también trabajó con ellos para oponerse al transporte escolar (busing)”, dijo recordando cómo siendo una niña necesitaba ese sistema para poder llegar a una escuela cercana a su barrio al principio del proceso de desegregación.


Biden, quien tiene un reconocido historial como promotor de los derechos civiles, pareció sorprendido por la línea de ataque de Harris, incluso molesto, y cuando finalmente pudo responder le aseguró que era una “representación equivocada” porque él no se opuso al sistema de transporte escolar, sino a la intervención federal que pretendía hacerse a través del Departamento de Educación y que la falla era responsabilidad de la ciudad en la que ella vivía.

“Hay momentos en la historia cuando los estados fracasan en proteger los derechos civiles de todo el pueblo”, cerró Harris el episodio con voz potente y arrancando un aplauso de la audiencia.

El careo sirvió para elevar a Harris al nivel de Biden en la percepción de muchos, convirtiéndola en una contendora más peligrosa para el segundo de Barack Obama, aunque todavía se trata de los fuegos preliminares de la campaña para las del próximo año.

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Pasar la antorcha

En el escenario la noche del jueves estaban los aspirantes de mayor experiencia, de hecho con varios intentos en la búsqueda de la nominación (Biden, 76 años, y Sanders, 77) pero también los más jóvenes (Buttigieg, de 37, y el representante por California Eric Swalwell, de 38 años)

El tema de edad lo planteó Swalwell muy temprano al citar al Biden de unas décadas atrás cuando pedía a los políticos "pasar la antorcha a las nuevas generaciones", con el objetivo de comprometer al veterano político reconociendo que estuvo en lo correcto entonces y lo está ahora.

El congresista Eric Swalwell aseguró que es tiempo de pasar la antorcha a nuevas generaciones, tal cual como lo dijo Joe Biden hace 32 años. “Sigue teniendo razón, pasemos la antorcha”, dijo Swalwell.
Video Hace décadas que prometió "pasar la antorcha a una nueva generación", la broma para Biden en medio del debate demócrata


Biden todavía estaba fresco y recibió el mensaje con una sonrisa. Sin embargo, el tema de la edad es uno que puede convertirse en una rémora para los dos punteros, quizá no tanto por la asociación con el buen estado físico que se espera de todo presidente, sino porque los presenta como desconectados con las nuevas generaciones y formas de hacer las cosas, entre ellas la política.

Pese a la pasión con la que defendió sus puntos, Swalwell no parece que haya logrado proyectarse mejor, como sí lo hizo Buttigieg, con un estilo más calmado que a algunos les recuerda al Barack Obama de las primarias de 2008.

Trump, más presente

En contraste con el debate del miércoles, el nombre del presidente Donald Trump fue invocado con frecuencia en los primeros minutos del careo con duras críticas a su estilo político y personal.

Parece lógico que le den atención al mandatario, al fin y al cabo, a él es a quien quieren sacar de la Casa Blanca, aunque también tiene sustento la aproximación de los candidatos que se enfrentaron la víspera de no dejar que Trump les ocupara el tiempo que tienen para hablar de sus propuestas políticas.

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Pero el presidente al final no gravitó tanto. Los candidatos se movieron a otros temas y ocasionalmente volvían para lanzarle algún dardo. Hacia el final de la jornada de dos horas, quedó claro nuevamente por las declaraciones de varios candidatos que el objetivo de todos era derrotar a Trump en noviembre de 2020.

“Trump es un mentiroso patológico, es un racista”, dijo el senador Sanders, quien se ufana de estar varios puntos por encima del mandatario en las encuestas que miden la marcha de la competencia electoral.

El presidente mantuvo la conducta de la víspera y solo hizo un comentario desde Japón, donde participa en la Cumbre de las 20 naciones más industrializadas.

"Todos los demócratas acaban de levantar las manos para darle a millones de inmigrantes ilegales cuidados de salud ilimitados. ¿Qué tal si cuidamos a los ciudadanos estadounidenses primero? Ese es el objetivo de esta carrera", escribió el presidente desde Japón, donde asiste a la Cumbre del G-20.

Inmigración, pero sin fotos dolorosas

Este jueves no se usó la tragedia de Óscar y Valeria Martínez para presentar el tema migratorio.

El asunto fue dominante la víspera, con la evocación de la trágica muerte de Óscar Martínez y su pequeña hija Valeria, dos salvadoreños que murieron en días pasados cuando trataban de cruzar el Río Grande para solicitar asilo en EEUU. La foto de ambos, boca abajo, ahogados en la orilla mexicana del río, se convirtió en el emblema del drama de los migrantes.

Este jueves cuando se tocó el tema de inmigración, los candidatos, sin hacer énfasis en la cruda imagen, mostraron una aproximación similar al problema, con propuestas para desmontar las políticas establecidas por el actual gobierno, incluyendo la solución de la situación de los dreamers, dotándoles de una vía a la ciudadanía.

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En este punto, Biden tuvo que defenderse tras ser señalado como parte de un gobierno, el de Obama, que rompió récord de deportaciones y que de hecho era llamado por algunos actvistas como el "deportador en jefe".

Biden rechazó la comparación de que lo que se hizo durante su tiempo en la Casa Blanca junto a Obama pueda ser comparable a lo que está haciendo el actual gobierno, porque la filosofía de aquellos años era la deportar solo a criminales, aseguró, y no a personas que no hubieran cometido graves violaciones a la ley.

Aunque en esta ocasión no se produjo el "todos contra Biden", quedó claro que hay un problema con tener una gran experiencia y haber formado parte del gobierno, como es el caso del exvicepresidente: un candidato puede tener varios flancos de ataque producto de su evolución política y, así como Harris singularizó el 'busing' hay otros expedientes que pueden usarse para debilitar la posición del todavía puntero.

Biden no tuvo su mejor desempeño. La noche fue de Harris, sin duda. Pero apenas se cumplió el primero de los debates, faltan 11 más.

Y faltan siete meses para que las cosas que se dicen hoy en la campaña rindan algún efecto en Iowa y New Hampshire, las dos primera votaciones de las elecciones primarias que suelen ser las que determinan la suerte de los aspirantes.

La senadora Elizabeth Warren, una de las favoritas en las primarias demócratas, fue de las primeras en visitar el centro de detención de inmigrantes de Homestead, en el sur de Florida. En la imagen, se le observa mientras habla a activistas y políticos locales sobre las razones por las que critica el trabajo que se realiza en las instalaciones, que son operadas por una empresa privada.
Homestead es el único centro de su tipo que es una operación comercial, algo que lo hace más controversial que instalaciones similares en el resto del país. En la fotografía algunos de los menores internados acualmente en esa instalación.
La también senadora Amy Klobuchar, de Minnesota, no pudo entrar al centro este miércoles para verificar las condiciones del millar de menores que se estima que están recluidos a la espera de que se consiga 'patrocinadores' o familiares con quienes puedan quedarse.
De acuerdo con las quejas de grupos de derechos de los inmigrantes, muchos de los menores han sido mantenidos más allá de los 20 días que establece la ley bajo el llamado ‘Acuerdo Flores’. Este jueves, el senador por Vermont Bernie Sanders, también estuvo en el lugar.
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Lo mismo hizo poco antes de partir de Miami el alcalde de Nueva York, Bill DeBlasio, acompañado por su esposa, Chirlane McCray. Ninguno de los candidatos visitantes pudo ingresar a las instalaciones para constatar las condiciones del centro.
Beto O'Rourke también visitó el centro el jueves en la tarde. La negativa del centro de detención de dejar entrar a los candidatos, entre ellos congresistas y senadores, se dio aunque algunos de ellos dijeron que había solicitado el ingreso con anticipación.
La empresa que maneja el centro, Caliburn, asegura que todos reciben los cuidados adecuados mientras permanecen alojados en las instalaciones. La senadora por California Kamala Harris visitó el centro de detención de menores de Homestead el jueves.
En este centro hay internados más de 2,000 niños. La senadora Kirsten Gillibrand visitó el centro de detención de menores en Homestead el viernes.
Julián Castro, exsecretario de vivienda del gabinete de Barack Obama, pasa una barrera de seguridad para dirigirse a la entrada del centro de detención. Estuvo allí el viernes.
“Torre Trump, prisión para niños, sucursal de Homestead”, se lee en un cartel que llevó uno de los manifestantes fuera del centro de detención durante la visita de algunos de los precandidatos.
Pete Buttigieg, alcalde de South Bend, Indiana, también visitó Homestead el viernes. Los 20 candidatos a la nominación demócrata tuvieron agendas apretadas en el sur de Florida los días del primer debate.
Este centro de detención de menores está ubicado a unas 30 millas al sur de Miami. El viernes también se acercó a Homestead John Hickenlooper, exgobernador de Colorado.
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La senadora Elizabeth Warren, una de las favoritas en las primarias demócratas, fue de las primeras en visitar el centro de detención de inmigrantes de Homestead, en el sur de Florida. En la imagen, se le observa mientras habla a activistas y políticos locales sobre las razones por las que critica el trabajo que se realiza en las instalaciones, que son operadas por una empresa privada.
Imagen Rhona Wise/AFP/Getty Images
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