Con una cadena colgada al cuello y los pies mojados y rotos de haber caminado días enteros, los secuestrados políticos se cambiaban de una tienda de campaña a otra y cumplían las órdenes de sus captores, convencidos a punta de fusil. Por si fuera poco el aislamiento, algunos fueron condenados a que nadie les hablara. Les dieron clases a los árboles, hicieron cruces de palos y las tejieron, pelearon, se ensimismaron, sufrieron callados pero también a gritos.
Entre el miedo y el perdón: exsecuestrados políticos de las FARC dicen 'sí' a la paz
Una candidata presidencial y su jefa de campaña, senadores, diputados, ministros pasaron hasta más de seis años en la selva. Aunque no olvidan su calvario, la mayoría de los 11 sobrevivientes apoya el documento. Solo una de esas víctimas dice NO.


Aunque parece la historia de cualquiera sometido a prisión en la selva colombiana, este grupo era diferente. Eran “los políticos”. Se convirtieron en trofeos de guerra que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) decidieron coleccionar para canjear por guerrilleros presos en las cárceles, entre otras condiciones. Pasaron uno, tres, cinco, seis años y más esperando un tiro de gracia o la libertad. A veces solo un pedazo de pollo o que el caldo de esa tarde tuviera pescado.
Según un informe de ACNUR, entre 1996 y 2003 las FARC secuestraron 4.153 personas. Esa cifra incluye al grupo de 25 políticos que atraparon entre el 2000 y 2002. El día anterior a su captura, cada uno de ellos era gobernador, ministro, diputado, senador, miembro de campaña y hasta candidata a la presidencia de la República.
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Se enfermaron. Algunos reincidieron en viejas dolencias que se complicaron por la falta de tratamiento y la dieta, pero otros fueron víctimas de la plaga de la selva que les abrió la piel y dejó lesiones que no se borran.
En enero de 1999 había entrado en vigencia la Zona de Distensión, una porción territorial de 42,000 kilómetros cuadrados sin presencia de la Fuerza Pública, que otorgó el gobierno de Andrés Pastrana como un gesto que daría pie a una negociación. Pero fracasó.
El puntillazo final de ese acuerdo fue el secuestro del senador Jorge Eduardo Gechen Turbay, el 23 de febrero de 2002. Antes de él, las FARC habían raptado al congresista Óscar Tulio Lizcano y al excanciller Fernando Araújo, en el 2000. Luego, en una agresiva arremetida entre junio y septiembre de 2001 se llevaron al gobernador del Meta Alan Jara, el senador Luis Eladio Pérez Bonilla, a la familia del senador Jaime Lozada (dejaron a su esposa Gloria Polanco), al congresista Orlando Beltrán Cuéllar, a la congresista Consuelo González de Perdomo y a la ministra de Cultura Consuelo Araújo.
No todos sobrevivieron. De los 25 secuestrados políticos, 14 fueron asesinados en cautiverio, incluidos Consuelo Araújo, 11 diputados del departamento del Valle del Cauca, Guillermo Gaviria, gobernador del departamento de Antioquia, y el exministro de Desarrollo y de Defensa, Gilberto Echeverri Mejía.
Luego de 50 años de guerra encarnizada y de cinco presidentes que intentaron una solución, los colombianos tienen en sus manos aprobar o no un acuerdo de paz.
Una mayoría contundente de los exsecuestrados políticos va por el sí. De los 11 sobrevivientes pudimos conocer la posición de 10 y es nueve a uno. Al cierre de esta edición no pudimos conocer la opinión de Gloria Polanco.
Algunos de los consultados han hecho cuestionamientos y van a “taparse las narices” para votar, como dijo Luis Eladio Pérez. A otros les resulta una experiencia “agridulce”, como a Ingrid Betancourt. “Todos hubiéramos querido que los guerrilleros pagaran más tiempo en la cárcel, pero ellos no aceptaron que luego de combatir durante 50 años, se fueran a purgar otros 50 años en prisión. Así se hizo el acuerdo y no vamos a votar este domingo por estos criminales sino porque no haya más víctimas, más muertes, más secuestros…”, resumió a los medios el exdiputado Sigfredo López. El exsenador Jorge Eduardo Gechem coincide. Solo uno de ellos, Fernando Araújo, dice no.
Entre los puntos más difíciles de tragar del documento está el cinco, justo el que aborda la justicia para las víctimas y las sanciones que deberán pagar quienes hayan cometido crímenes de guerra y de lesa humanidad. También el que contempla que los guerrilleros tendrán por derecho 10 curules en el Congreso y podrían sumar otras por circunscripción.
¿Sienten los secuestrados políticos que la ejecución de estos acuerdos traerá justicia y reparación después de haber perdido tanto tiempo de su vida como rehenes de las FARC? ¿Qué fue de sus vidas? ¿Perdonaron? ¿Qué opinan del acuerdo de paz? ¿Votan sí o no? Esto cuentan ocho de ellos.
INGRID BETANCOURT

Ingrid Betancourt Pulecio (Bogotá, 1961)
Tiempo en cautiverio: 6 años y 5 meses (Febrero 23, 2001 / Julio 2, 2008)
Votará: Sí
CLARA ROJAS

Clara Rojas (Bogotá, 1964)
Tiempo en cautiverio: Cinco años y 11 meses (Febrero 23, 2002 / Enero 8, 2008)
Qué votará: Sí
FERNANDO ARAÚJO

Fernando Araújo Perdomo (Cartagena, 1955)
Tiempo en cautiverio: Seis años (Diciembre 5, 2000 / Diciembre 31, 2006)
Qué votará: No
ALAN JARA

Alan Jara (Villavicencio, 1957)
Tiempo en cautiverio: Siete años y siete meses (Julio 15, 2001 / Febrero 3, 2009)
Qué votará: Si
LUIS ELADIO PÉREZ

Luis Eladio Pérez Bonilla (Nariño, 1953)
Tiempo en cautiverio: 6 años y 8 meses (Junio 10, 2001 / Febrero 28, 2008).
Votará: Sí
CONSUELO GONZÁLEZ

Consuelo González (Pitalito, 1950)
Tiempo en cautiverio: Siete años y cinco meses (Septiembre 10, 2001 / Enero 10, 2008)
Qué votará: Si
ÓSCAR LIZCANO

Óscar Tulio Lizcano (Caldas, 1947)
Tiempo en cautiverio: Ocho años y dos meses (Agosto 5, 2000 / Octubre 10, 2008)
Qué votará: Sí
ORLANDO BELTRÁN

Orlando Beltrán (Neiva, 1957)
Tiempo en cautiverio: Seis años y seis meses (Agosto 28, 2001 / Febrero 27, 2008)
Qué votará: Si