El presidente de Cataluña evita decir si declaró la independencia de España y pide diálogo

El Gobierno de España había dado 5 días de plazo para que aclarara si declaró la independencia después del referéndum ilegal celebrado el pasado 1 de octubre. La respuesta "marcará el futuro de los acontecimientos", advirtió la semana pasada el presidente del Ejecutivo español.

Por:
Univision
El gobierno de Mariano Rajoy pidió al presidente catalán que aclare si declaró o no la independencia, y comienza a dar pasos hacia la suspensión del autogobierno de Cataluña, que forzaría nuevas elecciones en la región.
Video Cataluña suspende la independencia en busca de diálogo y España exige el retorno a la legalidad

El presidente de la región de Cataluña, Carles Puigdemont, envió este lunes una carta al presidente del gobierno de España, Mariano Rajoy, en la que eludió responder claramente si declaró o no la independencia, tal y como le había requerido el Gobierno y le pidió dos meses para negociar.

"Durante los dos próximos meses, nuestro principal objetivo es emplazarle a dialogar", escribió Puigdemont en la carta en la que habla de "suspensión" del mandato surgido del referéndum de independencia inconstitucional celebrado el pasado 1 de octubre.


La semana pasada Puigdemont compareció ante el parlamento regional y en unas confusas declaraciones dijo asumir el "mandato" de que Cataluña se convierta en un Estado independiente, para a continuación ordenar a la cámara que suspendiera los efectos de la declaración de independencia para abrir una fase de diálogo.

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Sus palabras causaron confusión y disgusto entre los independentistas que esperaban un anuncio más directo y la proclamación inmediata de la "república catalana" a la que firmaron su adhesión concluida la sesión en un acto en una sala aparte, que también firmó Puigdemont.

Nuevo plazo

El gobierno español había dado de plazo hasta este lunes para aclarar si declaró la independencia antes de activar medidas, su respuesta "marcará el futuro de los acontecimientos", advirtió la semana pasada el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.


El Ejecutivo tiene la potestad de aplicar el artículo 155 de la Constitución, que otorga al Gabinete central la facultad de asumir directamente funciones desempeñadas por las autoridades autonómicas y convocar elecciones en esta región.

Puigdemont pidió reunirse "lo antes posible" con Rajoy para tratar de resolver el conflicto político. En su misiva no especifica qué quiere negociar, pero afirma que "más de dos millones de catalanes encomendaron al Parlament el mandato de declarar la independencia".

El Gobierno central consideró que la carta de Puigdemont no contesta al requerimiento y le dio un nuevo plazo hasta el jueves para que responda "si o no" a la pregunta de si declaró la independencia, al tiempo que le invitó a dialogar en el "marco de la legalidad" en el Congreso de los Diputados.

Según datos del gobierno local, en el referendum participaron 2.2 millones de personas (de un censo de 5.3 millones) y, con el boicot de los partidarios del 'no' que no participaron ni hicieron campaña, el resultado fue un 90% a favor de la independencia.

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La consulta, que había sido declarado ilegal por la justicia española y no contó con las garantías necesarias, estuvo marcada por la dureza de la actuación policial que cerró centros de votación y se enfrentó a quienes trataron de impedirlo, con un balance de cientos de heridos.

El referéndum ha causado tensiones en las calles y manifestaciones a favor y en contra de la independencia en todo el país. También incertidumbre sobre el futuro de la región y las acciones que tomará el Gobierno, que se enfrenta a una de las mayores crisis de la democracia.

Fuerte presión

Puigdemont está bajo una fuerte presión tanto política como económica, diplomática y judicial, atrapado entre quienes le reclaman que declare ya la independencia y quienes le piden frenar.

En su campaña por el referendo los independentistas aseguraron que las empresas no se marcharían de Cataluña y que, ante "los hechos consumados", la comunidad internacional los apoyaría.

Sin embargo, 540 empresas se fueron de Cataluña desde el 2 de octubre, y la Unión Europea ha mostrado su apoyo a Rajoy puesto que teme que el problema catalán derive en una oleada de movimientos independentistas en otros países miembros de la UE.

En Cataluña, una región rica con 7.5 millones de habitantes, lengua propia y una marcada identidad cultural, hay una parte de la población que reivindica desde hace años no formar parte de España.

La crisis económica, el desacuerdo con el gobierno central sobre el sistema de reparto del dinero público y la demanda por más autonomía política reavivó la causa del independentismo.

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Según las encuestas, una mayoría de entre un 70 a un 80% son favorables a votar en un referéndum legal cuál ha de ser la relación entre Cataluña y España con una división muy marcada con la mitad a favor y la mitad en contra de seguir formanto parte del conjunto del país.

Durante la joranda del referéndum, en la que Cataluña vota por el 'sí' o el 'no' a la independencia y que ha sido declarado ilegal por el Tribunal Constitucional de España, se registraron violentos enfrentamientos entre la policía ylos votantes. Hasta ahora se han registrado más de 700 heridos. En esta imagen se ve un hombre en el suelo durante la intervención de la Guardia Civil fuera del centro de votación de Sant Julia de Ramis.
Barcelona ha sido el centro de los mayores casos de violencia. Los agentes policiales dispararon balas de goma (cuyo uso es ilegal en esta comunidad) y usaron bastones para dispersar las manifestaciones proindependentistas. Un joven muestra un rasponazo en la espalda durante los enfrentamientos.
Entre los heridos hay un joven que ha sido golpeado en un ojo por una bala de goma cerca del colegio Ramon Llull y ha requerido intervención quirúrgica.
Desde temprano en la mañana se presentaron enfrentamientos en algunos centros de votación en los que partidarios de la independencia trataron de impedir el acceso a la Policía que se disponía a incautar las urnas de votación y papeletas. El gobierno español prometió detener la consulta popular que, sin embargo, se ha podido llevar a cabo pese a la represión policial.
La policía fue recibida con piedras e insultos en algunos lugares donde los votantes hicieron cordones humanos para intentar que no pasaran a confiscar las urnas.
Sin embargo, la policía fue desalojando a quienes les impedían el paso uno a uno.
La Guardia Civil entró en el centro de votación en el pabellón deportivo de Sant Julià de Ramis (Girona), donde estaba previsto que sufragara el presidente catalán.
La Guardia Civil también detuvo a una persona por desobediencia junto a un ambulatorio que servía como punto de votación, tras unos momentos de tensión con los agentes que trataban de cerrar el local, informó la agencia Efe.
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El servicio de emergencias en Cataluña atendió a 38 personas heridas en varias intervenciones policiales en los colegios electorales dispuestos para celebrar el referendo de autodeterminación en esta región española. La cifra aumentó a más de 300 en la medida en que fue transcurriendo la votación.
"De estas 35 han sido leves y 3 menos graves. Nueve de estas personas han requerido el traslado a un centro sanitario. Mayoritariamente se han atendido contusiones, mareos y crisis de ansiedad", señaló en dos mensajes en Twitter.
El presidente del Gobierno regional catalán, Carles Puigdemont, criticó lo que considera "uso injustificado, irracional e irresponsable de la violencia" por parte del Ejecutivo español y se mostró convencido de que no detendrá el deseo de votar pacíficamente.
En medio de los violentos enfrentamientos, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, informó que en las primeras horas de la mañana se habían "neutralizado" unos 70 centros de votación y bloqueado el sistema diseñado para votar de forma electrónica en una actuación marcada por "la proporcionalidad".
Además pidió a los promotores del referéndum ilegal en Cataluña que "recuperen la razón" y vuelvan al marco legal, sin dañar el Estado de Derecho.
La alcaldesa de Barcelona, la izquierdista Ada Colau, arremetió por su parte contra el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, que por el momento guardaba silencio.
Once agentes de las fuerzas de seguridad resultaron heridos en las operaciones en Cataluña para impedir el prohibido referéndum de independencia, según el ministerio español del Interior.
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El gobierno regional y el Estado se han enzarzado en una serie de acusaciones sobre la responsabilidad de los enfrentamientos.
Incidentes en el exterior del Pabellón Deportivo municipal de Sant Julia de Ramis (Girona).
Los enfrentamientos se dieron donde esta instalado un centro electoral en el que esta mañana tenía que votar el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
Agentes antidisturbios de la Policía Nacional a las puertas del Instituto Can Vilumara de L'Hospitalet de Llobregat. Policía Nacional y Guardia Civil han desplegado a sus agentes en varios colegios electorales de Barcelona para impedir el referéndum del 1-O, suspendido por el Tribunal Constitucional.
Un policía intenta hacer frenta aun grupo de manifestantes que protestan en el centro de votación de Sant Julià de Ramis (Girona).
Agentes de la policía nacional intentan retirar a los concentrados en el instituto IES Tarragona.
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Durante la joranda del referéndum, en la que Cataluña vota por el 'sí' o el 'no' a la independencia y que ha sido declarado ilegal por el Tribunal Constitucional de España, se registraron violentos enfrentamientos entre la policía ylos votantes. Hasta ahora se han registrado más de 700 heridos. En esta imagen se ve un hombre en el suelo durante la intervención de la Guardia Civil fuera del centro de votación de Sant Julia de Ramis.
Imagen Albert Gea/Reuters
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