El color de covid: ¿los ensayos para una vacuna reflejan la diversidad de EEUU?

Aunque las minorías, los mayores y las personas con problemas previos de salud tienen más riesgos frente al coronavirus, los estudios muestran que tienen menos probabilidades de que se les incluya en los ensayos clínicos para vacunas y tratamientos, algo importante porque pueden responder de manera diferente a las terapias. Para los hispanos, la participación en ensayos es del 1%, aunque representan cerca del 18% de la población. Lee aquí esta historia en inglés.

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Por:
JoNel Aleccia.
Antonio Cisneros, hispano de 34 años, forma parte de la primera ola de un millón y medio de voluntarios dispuestos a recibir las dosis para ayudar a determinar si las vacunas que son principales candidatas pueden derrotar al virus que ha causado una pandemia mortal.
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Antonio Cisneros, hispano de 34 años, forma parte de la primera ola de un millón y medio de voluntarios dispuestos a recibir las dosis para ayudar a determinar si las vacunas que son principales candidatas pueden derrotar al virus que ha causado una pandemia mortal. <br>
Imagen Steven Shea

Cuando los científicos estadounidenses comiencen a lanzar este verano los primeros ensayos clínicos a gran escala de una vacuna contra covid-19, Antonio Cisneros quiere asegurarse de que participen personas como él.

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Cisneros, hispano de 34 años, forma parte de la primera ola de un millón y medio de voluntarios dispuestos a recibir las dosis, para ayudar a determinar si las vacunas que son principales candidatas pueden derrotar al virus que ha causado una pandemia mortal.

"Si me piden que participe, lo haré", dijo Cisneros, cineasta de Los Ángeles que se ha inscrito en dos grandes ensayos. "Parece ser parte de nuestro deber".

Sin embargo, se necesitará más que un impulso para garantizar que los ensayos clínicos que evalúan la seguridad y efectividad de una vacuna realmente incluyan un número representativo de afroamericanos, latinos y otras minorías raciales y étnicas. También a personas mayores y a otras con afecciones médicas subyacentes, como enfermedad renal.

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Las personas de raza negra y las latinas (que pueden ser de cualquier raza) tienen tres veces más probabilidades de infectarse con el coronavirus que causa covid-19 que las personas blancas no hispanas, y el doble de probabilidades de morir, según datos federales obtenidos por The New York Times a través de una demanda.

Los estadounidenses de origen asiático parecen representar menos casos, pero tienen mayores tasas de mortalidad. Ocho de cada 10 muertes por covid reportadas en los Estados Unidos han sido de personas de 65 años o más. Y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) advierten que la enfermedad renal crónica se encuentra entre los principales factores de riesgo de infección grave.

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Sin embargo, históricamente, a estos grupos se los ha incluido menos en ensayos clínicos, a pesar de las normas federales que requieren la participación de minorías y personas mayores, y los esfuerzos continuos de los defensores de pacientes para diversificar estos estudios médicos críticos.

En un verano dominado por covid-19 y por protestas contra la injusticia racial, el reclamo a los fabricantes de drogas e investigadores para que garanticen que los ensayos de vacunas reflejen a toda la comunidad es más potente.

"Si las personas de raza negra estamos siendo sido víctimas de covid-19, seremos la clave para descubrir el misterio de covid-19", dijo el reverendo Anthony Evans, presidente de la National Black Church Initiative (NBCI), una coalición de 150,000 Iglesias afroamericanas.


Evans y su equipo se reunieron a mediados de julio con funcionarios de Moderna, la compañía de biotecnología de Massachusetts que lanzó el primer ensayo de una vacuna contra COVID en los Estados Unidos, para discutir una colaboración en la que el NBCI ayudaría a reclutar a participantes afroamericanos. Pero este encuentro fue menos de dos semanas antes del comienzo de la fase 3 del ensayo, que esperaba inscribir 30,000 personas, y Evans dijo que la reunión fue idea suya.
“La industria no se acercó a mí. Yo fui a la industria”, dijo.

Investigaciones muestran que las personas de raza negra representan aproximadamente el 13% de la población del país, pero en promedio el 5% de los participantes en ensayos clínicos. Para los hispanos, la participación en ensayos es de aproximadamente 1% en promedio, aunque representan cerca del 18% de la población.

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Cuando se trata de ensayos de medicamentos y vacunas, la diversidad es importante. Estudios muestran que, por razones que no siempre se entienden completamente, las personas de diferentes razas y etnias pueden responder de manera diferente a las drogas o terapias. La respuesta inmune disminuye con la edad, por eso hay una vacuna contra la gripe en dosis altas para las personas mayores de 65 años.

Aún así, la presión por desarrollar una vacuna eficaz en tiempo récord, en medio de la pandemia, podría dejar de lado los esfuerzos para garantizar la diversidad, dijo la doctora Kathryn Stephenson, directora de la unidad de ensayos clínicos en el Centro de Investigación de Virología y Vacunas en el Centro Médico Beth Israel Deaconess, en Boston.

"Una de las preguntas que surgió es: ¿qué hacer si eres un investigador y tienes a 250 personas golpeando a tu puerta, y todos son blancos no hispanos?", reflexionó. ¿Inscribes a esas personas, siguiendo el razonamiento de que, cuanto más rápido avance el ensayo, más rápido estará disponible una vacuna para todos? ¿O los rechazas y retrasas el estudio?

"Estás acelerando el desarrollo de una vacuna, y si alcanzas un hito, ¿cuál es el significado de ese hito si no sabes si es muy segura o efectiva para una población [determinada]? ¿Realmente el logro es para todos?”, se preguntó Stephenson.

Incluir a las personas de edad avanzada o que tienen afecciones médicas subyacentes es vital para la ciencia de las vacunas y otros tratamientos, incluso si es más difícil reclutarlos.

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"Tenemos que admitir que los adultos mayores son los que tienen más probabilidades de desarrollar efectos secundarios a los tratamientos y vacunas”, dijo la doctora Sharon Inouye, directora del Aging Brain Center y profesora en la Escuela de Medicina de Harvard. "Por otro lado, esa es la población que la usará".

Las personas con enfermedad renal, que afecta a 1 de cada 7 adultos en el país, han sido excluidos de la investigación clínica durante décadas, dijo Richard Knight, quien recibió un órgano y es presidente de la Asociación Americana de Pacientes Renales. Casi el 70% de los más de 400 pacientes con enfermedad renal que la organización encuestó en julio dijeron que nunca se les había pedido participar de un ensayo clínico.

Excluyendo el ensayo de la vacuna, una población vulnerable a covid tan amplia no tiene sentido, sostuvo Knight. "Si estás tratando de manejar esto desde el punto de vista de la salud pública, quieres asegurarte de estar inoculando a tus poblaciones de mayor riesgo", explicó.

La nueva guía de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA), que regula las vacunas, "alienta" la diversidad en el desarrollo de vacunas clínicas. Eso incluye minorías raciales y étnicas, personas mayores y personas con problemas médicos subyacentes, así como mujeres embarazadas.

Pero la FDA no exige que los fabricantes de medicamentos e investigadores cumplan con esos objetivos, y no rechazará los datos de pruebas que no cumplan con esta recomendación. Y aunque el gobierno federal está derivando miles de millones de dólares para acelerar más de media docena vacunas candidatas para covid, las farmacéuticas que las producen no están obligadas a revelar públicamente sus objetivos demográficos.


"Esto es lo de siempre", dijo Marjorie Speers, directora ejecutiva de Clinical Research Pathways, un grupo sin fines de lucro de Atlanta que trabaja para aumentar la diversidad en la investigación. "Es muy probable que estos ensayos no incluyan minorías porque no es obligatorio".

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Los ensayos de vacunas se coordinan a través de la Red de Prevención de covid-19 (CoVPN), con sede en el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, en Seattle. Se basa en cuatro redes de ensayos clínicos de larga data financiadas por el gobierno federal, incluidas tres dirigidas al VIH y al SIDA.

Esas redes de pruebas fueron elegidas en gran parte porque tienen relaciones ricas en comunidades minoritarias de raza negra, latinas y otras, dijo Stephaun Wallace, director de relaciones externas de CoVPN. La esperanza es aprovechar las conexiones existentes basadas en la confianza y la colaboración.

"Nuestros sitios de ensayos clínicos están preparados y listos para involucrar a personas de distintas comunidades", dijo Wallace.

Sin embargo, reconoció que atraer a una población diversa requiere que los investigadores sean flexibles e innovadores. Puede haber problemas prácticos. Las horas de la clínica pueden ser limitadas o el transporte puede ser un problema. Las personas mayores pueden tener problemas de vista o audición y requerir de ayuda adicional para seguir los protocolos.

La desconfianza en el establecimiento médico también puede ser una barrera. Por ejemplo, los afroamericanos tienen una cautela bien fundada con los ensayos médicos después del infame Estudio Tuskegee y la explotación de Henrietta Lacks. La sospecha se extiende a las vacunas recomendadas, dijo Wallace.
"No quieren sentirse como conejillos de indias o sentir que se está experimentando con ellos", agregó.

Contar con el apoyo de la comunidad hispana es esencial para encontrar una dosis que sea verdaderamente efectiva para prevenir el coronavirus, y el doctor Stephen A. Spector, quien participa en el proceso de Moderna, explica las razones. El experto añade que el virus no está cambiando mucho, por lo que la vacuna podría ser tan efectiva ahora como dentro de dos años.
Video ¿Por qué los hispanos son claves en la búsqueda de la vacuna contra el coronavirus? Experto responde


Moderna, que lanza su prueba de fase 3 el lunes 27de julio, dijo que la compañía está trabajando para garantizar que los participantes "representen a las comunidades con mayor riesgo de COVID-19 y a nuestra sociedad diversa".

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Sin embargo, los resultados del ensayo de fase 1 de la compañía, publicados a mediados de julio, mostraron que de 45 personas incluidas en esa prueba de seguridad, seis eran hispanos, dos eran de raza negra (no hispanos), una era asiática y una era nativa americana. Cuarenta eran blancos no hispanos.

Los ensayos clínicos de fase 1 y fase 2 tienen como objetivo evaluar la mejor dosis y la seguridad de las vacunas en pequeños grupos de personas. Los ensayos de fase 3 evalúan la eficacia del medicamento en decenas de miles.

Los investigadores en casi 90 sitios en los Estados Unidos se están preparando para reclutar participantes para el ensayo de fase 3 de Moderna. El doctor Carlos del Río, decano ejecutivo asociado de la Escuela de Medicina de la Universidad Emory, buscará 750 voluntarios en tres sitios del área de Atlanta. La mitad recibirá la vacuna; la otra mitad, inyecciones de placebo.

Del Río ha tenido un éxito notable en el reclutamiento de minorías para ensayos de VIH y espera resultados similares con el ensayo de la vacuna. "Estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para llegar a las comunidades que están en mayor riesgo", dijo.

Mientras tanto, los voluntarios como Cisneros solo quieren que comiencen los ensayos avanzados.

Cisneros se inscribió en los ensayos de CoVPN. Pero primero lo hizo en 1 Day Sooner, un esfuerzo para lanzar lo que se llama “ensayos de desafío en humanos”, cuyo objetivo es acelerar el desarrollo de la vacuna al infectar deliberadamente a los participantes con el virus. Estos ensayos pueden completarse en semanas en lugar de meses, pero corren el riesgo de exponer a los voluntarios a enfermedades graves o a la muerte, y los funcionarios federales siguen siendo recelosos de esta estrategia.

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Cisneros está dispuesto a correr ese riesgo para ayudar a frenar a covid-19, que ya ha matado a 143,000 estadounidenses. Dijo que es una forma de actuar en un momento en el que el gobierno de los Estados Unidos no ha podido proteger a las minorías, los adultos mayores y otras personas vulnerables.

"Se supone que el gobierno debe ayudar a aquellos que no pueden protegerse", dijo. "Me parece que lo único que quieren proteger es a las personas con dinero, a las personas con armas de fuego, y no a las personas de minorías como yo".

KHN (Kaiser Health News) es un servicio de noticias sin fines de lucro que cubre temas de salud. Es un programa editorialmente independiente de KFF (Kaiser Family Foundation) que no tiene relación con Kaiser Permanente.

<b>Pennsylvania. </b>Una empleada atiende clientes en un bar de
<b> </b>Lower Alsace el 16 de julio, cuando se anunciaron que se impondrían restricciones más estrictas en los restaurantes y bares. El estado comenzó a reabrir el 5 de junio pero el aumento de la cantidad de casos se establecieron nuevas normas. A estos establecimientos se les permitía atender el 50% de su capacidad, ahora se redujo al 25%. Solo se puede servir alcohol a clientes que ordenan comida y los clubes nocturnos permanecen cerrados.
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<a href="https://www.univision.com/noticias/salud/las-mascarillas-son-una-de-las-armas-mas-poderosas-contra-el-covid-19-estos-son-los-estados-que-exigen-su-uso-en-publico"><u>Vea aquí cuales estados exigen el uso de mascarillas y el comportamiento de la pandemia en esos lugares</u></a>
<b>Nevada. </b>Empleados se preparan para abrir un bar en Las Vegas el 29 de mayo, cerrado desde marzo. 
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<br>El estado comenzó a reabrir a principios de mayo pero por el aumento de los casos muchas normas fueron restablecidas desde el 10 de julio, como límites en en los asientos y los tamaños de los grupos en espacios interiores en restaurantes. Los bares solo pueden abrir sus espacios exteriores, si sirven comida.
<b>Nueva York.</b> Una multitud en una calle de Manhattan cuando el estado pasó a la fase 2 de reaperturas, el 27 de junio. 
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<br>Aunque Nueva York estabilizó la cantidad de casos, el 16 de julio se anunciaron nuevas reglas para restaurantes y bares. Exigen que el alcohol solo se sirva a los clientes que ordenan alimentos y que el servicio en los bares "debe ser solo para clientes sentados que están socialmente distanciados”.
<b>Florida.</b> Clientes en un restaurante de Miami Beach el 18 de julio. 
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<br>Tres semanas después de la suspensión de algunas medidas de protección a mediados de mayo, ya Florida se había convertido en uno de los focos principales de la pandemia en el país. El 26 de junio los bares fueron cerrados nuevamente, mientras que los restaurantes siguieron funcionando con limitaciones. Algunas autoridades locales agregaron otras normas, como el servicio limitado a las áreas exteriores de los negocios.
<b>California.</b> Un bar abierto al aire libre en Los Ángeles, el 1 de julio. 
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<br>Este estado fue de los primeros en establecer medidas de confinamiento y cierres, pero desde el 8 de mayo, cuando se estabilizó el número de casos, comenzaron a relajar esas normas. Desde entonces la cantidad de afectados por la pandemia empezó a subir y el 13 de julio se ordenó de nuevo el cierre de todos los bares y se prohibió el uso de espacios interiores en restaurantes.
<b>Louisiana.</b> Un barman esperando clientes en un local de Nueva Orleans, el 22 de mayo. 
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<br>El estado reabrió el 15 de mayo pero luego de un aumento dramático de los casos el 13 de julio se ordenó el cierre de todos los bares, incluso aquellos que sirven comida. Los locales que sirven cócteles desde las ventanas y los bares que ofrecen servicio en exteriores continúan abiertos.
<b>Texas.</b> Clientes en un bar de Austin, el 26 de junio. 
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<br>Este fue uno de los primeros estados en relajar las regulaciones en bares y restaurantes. Reabrieron al 25% de su capacidad el 22 de mayo, se les permitió aumentar al 50% el 3 de junio y al 75% el 12 de junio. 
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<br>Los casos en Texas se dispararon y las autoridades tomaron medidas como las mascarillas obligatorias (el 3 de julio), cerraron los bares y regresó a la reducción de la capacidad de los restaurantes al 50%.
<b>Arizona.</b> Clientes celebrando el dia de San Patricio en un bar de Phoenix, el 17 de marzo. 
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<br>El número de casos de covid-19 se cuadruplicó en Arizona desde mediados de mayo, cuando se relajaron las medidas de protección. Las autoridades obligaron a ciertos locales del este de Phoenix a cerrar sus puertas, mientras que otros negocios cerraron voluntariamente. Finalmente el 30 de junio el gobernador ordenó el cierre de todos los bares y discotecas en el estado.
<b>Tennessee. </b>Clientes atendidos en el exterior de un restaurante en la ciudad de Franklin el 2 de mayo, cuando comenzó la reapertura en este estado.
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<br>Desde entonces los casos comenzaron aumentar y en Memphis los bares se cerraron nuevamente a principios de julio y los restaurantes no pueden servir después de las 10 PM. En Nashville se redujo el límite de ocupación de restaurantes, que había estado en un 75%, nuevamente al 50%, y los bares ahora están cerrados.
<b>Nuevo México.</b> Un restaurante vacío en la ciudad de Mesilla el 17 de marzo. 
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<br>Desde el 30 de junio a estos establecimientos se les permitió abrir sus espacios interiores al 50% de su capacidad pero el 13 de julio esta medida fue revertida por la gobernadora Michelle Lujan Grisham. La Corte Suprema del estado bloqueó el mandato y aunque la disputa está en curso, este momento los restaurantes de Nuevo México no sirven en sus espacios interiores.
<b>Michigan. </b>Un restaurante cerrado en Detroit el 24 de marzo. 
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<br>La reapertura de los negocios en este estado comenzó el 1 de junio, pero después del aumento de los casos de covid19 al sur del estado, desde el 1 de julio están cerrados todos los bares y los clubes nocturnos en esa área. La prohibición no se aplica a las regiones del noroeste y norte, donde los números se han mantenido bajos.
<b>Illinois.</b> Clientes en el área exterior de un restaurante en la ciudad de Lagrange el 29 de mayo, antes de que permitieran de nuevo el uso de los espacios interiores de estos locales el 26 de junio. 
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<br>Luego de un aumento considerable en los casos, el 20 de julio la alcaldesa de Chicago anunció que los bares sin comida se limitarían a servir en exteriores y ordenó un límite máximo en las mesas. El gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, advirtió que no dudará en cerrar restaurantes y bares en todo el estado nuevamente si la tendencia al alza del covid-19 continúa.
<b>Colorado.</b> Un restaurante en Denver, cuando sólo podían servir para llevar a mediados de marzo. A finales de mayo este estado reabrió restaurantes y bares que sirven comida y para el 19 de junio ya todos los bares, incluso aquellos sin servicio de comida estaban abiertos. 
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<br>Después del aumento en los casos a finales de junio se ordenó nuevamente el cierre de los bares.
<b>Idaho. </b>Empleados protegidos con mascarillas en una empacadora de carne en la ciudad de Rigby, a unas 100 millas al este de Boise, la capital de estado, el 26 de mayo. 
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<br>El 1 de mayo comenzaron a relajar las medidas de protección pero los bares y discotecas fueron cerrados otra vez el 15 de junio, cuando unos 69 nuevos casos de covid-19 fueron vinculados a clientes que visitaron los bares de la capital después de la reapertura.
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Pennsylvania. Una empleada atiende clientes en un bar de Lower Alsace el 16 de julio, cuando se anunciaron que se impondrían restricciones más estrictas en los restaurantes y bares. El estado comenzó a reabrir el 5 de junio pero el aumento de la cantidad de casos se establecieron nuevas normas. A estos establecimientos se les permitía atender el 50% de su capacidad, ahora se redujo al 25%. Solo se puede servir alcohol a clientes que ordenan comida y los clubes nocturnos permanecen cerrados.

Vea aquí cuales estados exigen el uso de mascarillas y el comportamiento de la pandemia en esos lugares
Imagen MediaNews Group/Reading Eagle vi/MediaNews Group via Getty Images
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