“El Hombre del milagro”: los médicos pensaban que no sobreviviría la primera noche, pero después de un mes internado por coronavirus recibió el alta

A Louis Cabarubio, de 75 años le daban mínimas esperanzas de sobrevivir al coronavirus. Aunque fue dado de alta, sufre de coágulos sanguíneos en los brazos como secuela de la enfermedad. Ya había sobrevivido a dos tipos de cáncer en 2006 y 2008.

Por:
Jorge Macías.
Louis Cabarubio cumplió sus 75 años el 5 de mayo, justo en el día que los médicos le retiraron los tubos de un respirador artificial. Louis es ya un sobreviviente del coronavirus.
Louis Cabarubio cumplió sus 75 años el 5 de mayo, justo en el día que los médicos le retiraron los tubos de un respirador artificial. Louis es ya un sobreviviente del coronavirus.
Imagen Nora Cobarubio Moore.

A Louis Cabarubio, de 75 años, un residente de Houston, Texas, le llaman “el hombre del milagro” porque a pesar de su edad y de haber superado el cáncer en dos ocasiones, consiguió vencer al covid-19 después de una larga lucha que le tuvo internado un mes en un hospital de Texas City.

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La noche del 13 de abril Louis Cabarubio fue llevado Mainland Hospital de Texas City. Los médicos dijeron que el septuagenario tenía doble neumonía causada por el covid-19.

“Todo lo que mi padre recuerda es que estaba pescando un día, y que al día siguiente se despertó en un hospital”, dijo a Univision Noticias, Norma Cabarubio Moore.

“Mi padre me llamó para decirme que tenía una mala alergia, que no se sentía bien y aunque no sentía fiebre, contactamos a su doctor que nos dijo que eran los síntomas de covid-19”, relató Norma. “No lo pensamos dos veces y nos fuimos al hospital”.


Los médicos dijeron a la familia que creían que Louis no sobreviviría esa noche. Sus niveles de oxígeno estaban muy bajos.

“Todo sucedió muy rápido”, narró Norma. “Después de eso, todos los hermanos nos pusimos a orar cada noche a través de Zoom, incluyendo muchos amigos nuestros que viven en California”.

Mientras tanto, en una cama de la Unidad de Cuidados Intensivos Louis seguía peleando la batalla de su vida.

Muchos pacientes que han padecido coronavirus reportan continuar con síntomas tiempo después de haber sido dados de alta de la enfermedad, sin importar si estuvieron hospitalizados o no. ¿Por qué podrían perdurar estos signos físicos después de que la enfermedad fuera combatida? Un médico experto del Miami-Dade College responde.
Video Pacientes con covid-19 sufrirían un síndrome post-viral de hasta 6 meses tras sanar, ¿por qué y cómo aliviarlo?


Ya en 2006 le había ganado la batalla una cirugía de cáncer de colon y dos años después venció otro tipo cáncer en la próstata. Desde 2009 no ha tenido remisiones cancerígenas de ningún tipo.

“Mi sobrina Cassie dice que mi papá tiene nueve vidas”, dijo Norma.

En el hospital donde fue internado Louis se suscitaron otros eventos que los familiares de Louis resaltan: el 5 de mayo fue separado del respirador artificial, justamente el día de su cumpleaños número 75.

Lorenzo López, nieto de Louis, de 22 años dijo que llegó a pensar “que mi abuelo no la iba a hacer [sobrevivir]; rápidamente me arrepentí de ese pensamiento y le llamé a toda la familia, incluyendo a mi abuela [Antonia López] para que todos rezáramos por mi “grandpa”. Yo siempre le he estado agradecido porque él siempre me apoyó para que yo toque y cante música de mariachi”.


“Yo también celebro que se haya salvado Louis”, comentó Antonia López, quien se divorció de Louis Cabarubio hace tres años. “Cuando él estaba en el hospital recordé que cuando nos casamos me cargó en sus brazos en la puerta de casa donde vivimos 20 años de años de matrimonio”.

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El 12 de mayo, entre vítores y aplausos de médicos, enfermeras, familiares y amigos, Louis Cabarubio salió en una silla de ruedas rumbo a la recuperación en casa.

A pesar de haber sido de alta, está batallando en la actualidad con coágulos de sangre en los brazos que le dejó como secuela el covid-19.

Los médicos no entienden el porqué de los coágulos, pero aun así Louis se encuentra bajo tratamiento con anticoagulantes.

El hombre que derrotó al cáncer dos veces y luego al coronavirus, ahora luce felizmente su camiseta favorita con el lema: “COVID Survivor 2020”.

Sobrevivir al 
<a href="https://www.univision.com/temas/coronavirus">coronavirus</a> es una experiencia que deja marcas en las personas que atraviesan por ese difícil proceso, algo que tiene claro el doctor Juan Antonio Salas -en el centro- al bromear con la nieta de su paciente Cleotilde Borja, quien superó la enfermedad, justo al final de su visita médica voluntaria a su hogar en la Ciudad de México.
La idea es resolver las dudas que quedan después de la experiencia de haber superado la enfermedad y, sobre todo, escuchar a los pacientes que pueden sentirse aislados. Al final de la cita, el doctor Salas hace el rutinario chequeo de los pulmones de la señora Borja.
Ayudar a superar el paso por una unidad de cuidados intensivos
<b> </b>es algo que la sanidad pública mexicana no puede darse el lujo de ofrecer debido al frágil sistema de salud del
<b> </b>
<a href="https://www.univision.com/temas/mexico-city">país</a>
<b>. </b> El doctor Juan Antonio Salas lo hace por gusto, creando vínculos de confianza con los sobrevivientes. La señora Borja le pide ayuda con la estufa de su casa después de la revisión médica.
Cada vez que toca una puerta, todo son sonrisas. Llega solo con mascarilla, nada que ver con el equipo protector que deben usar en el hospital y en ocasiones hasta se la quita, si considera que la situación es segura, como en la casa de la señora Borja, donde entra con confianza.
La recompensa para este joven doctor se ve reflejada no solo en la gratitud de sus pacientes, sino también en la de los familiares, como Orlando Infante quien lleva a su madre Beatriz Infante, otra de las pacientes sobrevivientes, a una silla de ruedas tras concluir la visita médica.
Salas empezó este proyecto a mediados de mayo y ahora visita a 17 personas, a quienes también les ayuda a repasar el plan de alimentación, como el de la señora Infante, en su visita. “Es muy grato verlos sonreír, verlos bien, estables, con su 
<a href="https://www.univision.com/temas/familia">familia</a>” , dice. 
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Sin embargo, hay días en los que tiene que anular dichas visitas a última hora, debido a las guardias en alguno de los dos hospitales en los que 
<a href="https://www.univision.com/temas/trabajo">labora </a>-uno al norte de la capital, otro en el centro-. La jornada, a veces de hasta 36 horas seguidas, comienza sentado en el asiento trasero del automóvil de su padre mientras espera que lo lleven a trabajar.
“Ver 
<a href="https://www.univision.com/temas/muertes">fallecer </a>a tantas personas, a tantas entubadas deja un estrés postraumático que al ser dados de alta no supieron cómo manejar dentro de sus hogares” explica el doctor, también experto en tanatología
<b>.</b> En el poco rato que tiene libre, Salas intenta hacer su rutina, como cuando va a comprar comida para sus mascotas en una tienda del vecindario con su entrada cubierta de plástico para frenar la propagación del nuevo coronavirus.
Si bien en algún momento pensó en alejarse de su labor médica, debido a que no contaba con todas las herramientas necesarias, Salas sabe muy bien lo importante que es el calor humano ante una 
<a href="https://www.univision.com/temas/enfermedad">enfermedad</a>. Al regresar de trabajar, tras maratónicas jornadas, el doctor come el almuerzo preparado por su novio Miguel Ángel Aguilar.
Visitar a los que le ganaron la batalla a la pandemia
<b> </b>le da una bocanada de esperanza especialmente ahora, que la situación se está complicando, por lo que intenta transmitirlo en su vida diaria, como cuando juega con una de sus tres mascotas Chihuahuas después de llegar a su casa.
La vocación de Salas por ayudar a sus expacientes no surgió de la nada. Todavía recuerda cuánto lo ayudó, tras la muerte de su hermano de tres años, que el oncólogo que lo trataba tuviera palabras cariñosas para él y que, al saber que estudiaba medicina, le regalara el estetoscopio con el que revisó al 
<a href="https://www.univision.com/temas/menores-de-edad">pequeño</a> por última vez
<b>.</b> Ese mismo utensilio médico lo sigue manteniendo en el cuello de la estatua del Niño Jesús que tiene en su casa.
“Hubo mucha gente que estuvo ahí para mí cuando yo la necesité”, rememora. “Lo menos que puedo hacer yo es estar ahí para esas personas que ahora me necesitan”.
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<br>“De 20 días para acá no ha habido ni una sola alta y los decesos son constantes”, dice en referencia a los 70 pacientes que él ve en uno de los hospitales y el medio centenar del otro. “Entonces, poder ver a los que se salvan, saber que están bien, es la satisfacción del deber cumplido”. Todos los días, Salas besa un relicario con las cenizas de su madre y su hermano al llegar a casa.
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Sobrevivir al coronavirus es una experiencia que deja marcas en las personas que atraviesan por ese difícil proceso, algo que tiene claro el doctor Juan Antonio Salas -en el centro- al bromear con la nieta de su paciente Cleotilde Borja, quien superó la enfermedad, justo al final de su visita médica voluntaria a su hogar en la Ciudad de México.
Imagen Fernando Llano/AP
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