Facebook no es bueno para tu salud mental. Esto es lo que ocurre si lo dejas

De acuerdo con el estudio más completo publicado hasta la fecha, el usuario promedio que da el salto y se sale de Facebook se encuentra con lo siguiente: pasa más tiempo con sus amigos y familiares, ve más televisión, desconecta más sobre política, es menos partidista y está más satisfecho con su vida.

Natalia Martín Cantero
Por:
Natalia Martín Cantero.
Los usuarios que deshabilitaron Facebook ganaron una hora extra de ocio al día.
Los usuarios que deshabilitaron Facebook ganaron una hora extra de ocio al día.

Desactivar Facebook durante solo cuatro semanas (lo que duró la investigación) puede alterar el pensamiento y el estado mental de la gente. Para bien, mayormente: los abstemios encontraron, en suma, que la vida sin Facebook era más agradable de lo que habían anticipado, según el estudio realizado por investigadores de las universidades de Stanford y Nueva York en torno a la influencia del gigante de las redes sociales en la política, la conducta y el pensamiento.

Si suena tan bien, ¿por qué cuesta tanto dejar esta y otras redes sociales? Una encuesta altamente informal a través del Facebook (cómo no) de esta usuaria arroja las excusas habituales: "Lo necesito para el trabajo"; "me ayuda a estar al tanto de lo que hacen mis amistades"; "he contactado con la gente del instituto"; "me mantiene al día"; "aporta un montón de novedades".

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Está claro que Facebook tiene mil y una ventajas (estar conectado con amigos, consumir noticias y entretenimiento, compartir vivencias o reflexiones, por ejemplo). Pero no es la primera vez —ni seguramente será la última— en la que estudios como el mencionado, a la par que el sentido común, ponen en duda si merece la pena dedicar tanto tiempo y energía a la red social. Para hacer el cálculo, además, hay que tener en cuenta aspectos como los siguientes:

Robel, un adicto a la tecnología de 18 años de California, ayuda a Hilarie Cash a alimentar a los caballos de la hacienda Rise Up Ranch (Hacienda Levantarse, en inglés), a las afueras de Rural Carnation, Washington. Cash es psicóloga, directora clínica y cofundadora de reSTART Life (recomenzar la vida en Inglés), un programa de rehabilitación de adictos a la tecnología.
Trabajos de granja y contacto con la naturaleza son parte del programa residencial que toman adolescentes y adultos con problemas con el uso excesivo de la tecnología, incluidos los videojuegos. ReSTART Life comenzó hace aproximadamente una década y está agregando servicios ambulatorios debido a la alta demanda. En la fotografía, Robel al momento de salir del establo donde alimentó a los caballos en la hacienda.
Este hombre de 27 años que se autodescribe como adicto a la tecnología posó de espaldas para la fotografía en Everett, Washington. Quiso mantenerse anónimo porque trabaja en la industria tecnológica y hablar negativamente de su exceso podría traerle problemas en su carrera. "Si llegamos a un punto donde pueda usar mi nombre y mostrar mi rostro en un caso como el mío entonces habríamos llegado a un punto sin retorno”.
La psicóloga Hilarie Cash camina por un sendero de la hacienda donde se realiza el programa reSTART Life. Desconectarse de la tecnología y disfrutar de espacios abiertos es parte del proceso de rehabilitación de los adictos.
Varios jóvenes conversan después de una reunión de 12 pasos para Adictos a la Tecnología e Internet Anónimos, en Bellevue, Washington. El área de Seattle se ha convertido en un centro para el tratamiento del uso excesivo de la tecnología.
El encuentro usa el método de 12 pasos para dejar cualquier adicción pero se enfoca en los videojuegos, aparatos electrónicos y contenidos de internet que se hayan convertido en distractores y dañinos.
Jason, un adicto a la tecnología de 24 años, trabaja en una computadora en la sede de reStart Life, donde comenzó el programa contra la adicción hace varios meses. "Sabía que tendría que cambiar o terminaría matándome", aseguró el joven proveniente del estado de Nueva York. Ahora vive de forma independiente, tiene un trabajo, está listo para usar tecnología sin excesos y planea tomar su primera clase de medicina y biología.
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Robel, un adicto a la tecnología de 18 años de California, ayuda a Hilarie Cash a alimentar a los caballos de la hacienda Rise Up Ranch (Hacienda Levantarse, en inglés), a las afueras de Rural Carnation, Washington. Cash es psicóloga, directora clínica y cofundadora de reSTART Life (recomenzar la vida en Inglés), un programa de rehabilitación de adictos a la tecnología.
Imagen Martha Irvine/Ap
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