Ahora que numeroso estados están experimentando un aumento significativo de casos de coronavirus en Estados Unidos y que el mundo ha alcanzado una cifra récord de infecciones confirmadas en un día, las referencias a una “segunda ola" y la posibilidad de que estemos entrando en ella abundan.
¿Segundo pico o segunda ola de coronavirus? Cómo distinguirlos y cuál describe mejor lo que ocurre en EEUU
En estos días se escucha sin cesar que EEUU atraviesa una segunda ola de covid-19. Pero técnicamente no es así. Hay una mejor manera de definir el repunte de casos (y no necesariamente es más alentadora).

La aclaratoria más corta es que no: no se trata de una segunda ola, sino más bien de segundos picos de la primera que aún no termina -lo que no debe de servir de consuelo a nadie-.
Mike Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aclaró el viernes en una rueda de prensa que, aunque no hay una definición específica o formal para determinar cuándo se está en un pico o en una segunda ola, sí hay modo de distinguirlo.
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Una segunda ola ocurre cuando “el número de casos sube y luego baja a un nivel muy bajo o no detectable”, explicó Ryan ofreciendo como ejemplo el de las temporadas de la gripe. “Hay un período de tiempo en el que hay muy poca o ninguna actividad y luego la enfermedad regresa de forma notable. Es lo que vemos con la influenza estacional”.
Algo muy distinto es un segundo pico, que es lo que “muchos países enfrentan ahora”, según el experto.
“Cuando ha bajado el pico de la primera ola, pero no han logrado reducir la enfermedad y están en un nivel estable en el que les cuesta reducir la incidencia de la enfermedad, y luego ven un segundo pico en un lugar donde ya había transmisión comunitaria”.
Y no son excluyentes. “Puedes tener un segundo pico dentro de tu primera ola, y luego una segunda ola. No es uno o el otro”.
Justamente eso es lo que está ocurriendo en Estados Unidos que, con más de dos millones de casos positivos reportados, se ha quedado estancado en el aplanamiento de la curva, sin poder reducir el nivel de casos considerablemente. Lo que se teme es que con el repunte de casos en estados como Florida, Texas o Arizona, lejos de descender, la curva vuelva a dispararse sin antes haber bajado del todo.
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“Desafortunadamente estamos en la primera ola porque, aunque hay variabilidad en el país y tenemos lugares como Nueva York que están experimentando un descenso para empezar a reabrir, simultáneamente vemos en otros estados un aumento de casos y de hospitalizaciones”, explica Anthony Fauci, asesor del gobierno federal durante la pandemia, en una entrevista con el Washington Post.
Y ni los segundos picos, ni las segundas olas son necesariamente inevitables, advierte Fauci, destacando la importancia de los esfuerzos de salud pública para contener la propagación del virus. “ No puedes hablar de una segunda ola en el verano porque todavía estamos en la primera. Queremos bajar esa ola. Después veremos si podemos mantenerla ahí”.
No es inevitable
Se podría argumentar que una de las razones del aumento de casos reportados en algunas regiones de EEUU se debe a mejoras en la capacidad de realizar pruebas lo que, naturalmente, elevaría las cifras. Pero, esto no explica por sí solo el preocupante aumento en los resultados positivos o, peor aún, las hospitalizaciones que están experimentando muchos estados. Un análisis de ABC a partir de data del Covid Tracking Project revela que las hospitalizaciones han aumentado en 17 estados.
“Lo que uno quisiera ver en cualquier región, estado o ciudad es que el porcentaje de las pruebas que resultan positivas va disminuyendo hasta llegar a cifras de un dígito, porque la idea de que vas a erradicar el virus simplemente no va a ocurrir en un futuro inmediato (…) Es uno de los virus más trasmisibles que conocemos”, enfatiza Fauci en su entrevista con el Post.
La situación podría complicarse con la llegada del otoño en el que la gente se congrega más en espacios interiores y donde también habrá que lidiar simultáneamente con otro virus respiratorio: el de la influenza, lo que podría limitar aun más los recursos hospitalarios para hacer frente a la pandemia.
Pero para expertos como Fauci, la temida segunda ola (si es que superamos la primera) no está escrita en piedra. “Va a depender de tu capacidad y efectividad cuando tengas estos pequeños brotes de infecciones, que inevitablemente va a haber, que tengas sistemas, las pruebas, la capacidad para hacer la identificación, aislamiento y rastreo de casos. Si lo haces, no es inevitable que tengas una segunda ola en el otoño. O que ahora, a medida que nos adentramos en el verano e intentamos normalizar, veamos más casos”.
“El concepto de una segunda ola presenta la pandemia como una fuerza de la naturaleza que está fuera de nuestro control. Pero tenemos evidencia de muchos países de que un sistema de salud pública sólido, combinado con la participación del público en comportamientos seguros (máscaras, distancia social, lavado de manos) es altamente efectivo para minimizar la trasmisión)”, insiste Jeremy Rossman, virólogo de la Universidad de Kent, en un artículo de The Conversation recalcando que “no estamos a merced de este virus, ni ahora, ni en el futuro”. La responsabilidad es nuestra.