La atmósfera de minerales y los océanos de lava descubiertos en un exoplatea alejado de los límites del sistema solar han llamado la atención de científicos de prestigiosas instituciones académicas, de acuerdo con un estudio publicado en la revista especializada Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Vientos supersónicos y oceános de lava: las extremas condiciones del exoplaneta K2-141b lejos del sistema solar
Científicos descubrieron las asombrosas condiciones de este exoplaneta, alejado de los límites del sistema solar y del tamaño de la mitad de la Tierra. Tiene océanos de lava de hasta 62 millas (100 kilómetros) de profundidad y una fina atmósfera de minerales.
Científicos de la Universidad McGill, la Universidad de York y del Instituto de Educación Científica explicaron en el documento que las simulaciones por computadora que han utilizado para estimar las futuras condiciones de este exoplaneta bautizado K2-141B -descubierto en 2017 por la misión Kepler de la NASA- señalan que “con la evaporación y precipitación de rocas (se registrarán allí) vientos supersónicos que superarán las 3,100 millas por hora (5,000 kilómetros por hora)". También muestra un océano de magma de 62 millas (100 kilómetros) de profundidad, dijo el informe
El descubrimiento se basó en el hecho de que dos tercios de K2-141B -que tiene la mitad del tamaño que la Tierra y que orbita muy cerca de su estrella- “se enfrentan a la luz del día perpetua”, por lo que se presentan temperaturas muy calientes que alcanzan los 3,000 grados centígrados. Esto termina por evaporizar las rocas de la superficie, creando una atmósfera fina. Por su parte, el lado nocturno del planeta tiene temperaturas tan frías que superan los -200 grados centígrados.
La NASA explica que un exoplaneta, como este, se denomina así porque orbita una estrella diferente al Sol.
If you felt discouraged by the snow in Montreal yesterday, let your mind wander to lava planet K2-141b, where @McGillUPhysics/@EPS_McGill prof Nick Cowan and colleagues forecast raining rocks by night and a sunny top of 3000°C by day. https://t.co/WZFsmFnoZY
— McGill Science (@McGillScience) November 4, 2020
Tal como ocurre en nuestro planeta con el ciclo del agua, la atmósfera creada por la evaporación de las rocas se precipita, por lo que el sodio, monóxido de silicio y el dióxido de silicio cae a un océano de magma. Este vapor mineral alcanza el lado gélido de K2-141b gracias a los vientos supersónicos.
Sin embargo, el estudio establece que este ciclo es mucho más lento que el ciclo del agua que se presenta en la Tierra. Por lo tanto, los científicos predicen que esta composición mineral cambiará con el tiempo, modificando la atmósfera y la superficie de este exoplaneta, de acuerdo con un comunicado de prensa de la Universidad McGill,
Gian Nguyen, autor principal del estudio y estudiante de doctorado en la Universidad de York, precisó que este estudio “es el primero en hacer predicciones sobre las condiciones meteorológicas en K2-141b”.
Ahora, este grupo de científicos esperará al próximo año, cuando sea lanzado el telescopio espacial James Webb, con el que podrán analizar más de cerca las temperaturas del planeta y ver si las condiciones atmosféricas de K2-141b se comportan tal como predijeron.
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