Durante los cuatro días que duró el intento de fuga de Francisco Oropesa, el sospechoso de matar a cinco de sus vecinos en Cleveland, Texas, después de que le pidieran que dejara de disparar su arma tan cerca de su casa, se escondió a pocas millas del lugar del crimen mientras planeaba, junto a su pareja, su huida a México.
El intento de fuga de Francisco Oropesa: así trató de huir a México el sospechoso de la masacre de Cleveland
La Fiscalía reveló algunos detalles de los cuatro días que duró la fuga de Francisco Oropesa, el mexicano acusado de masacrar en Cleveland, Texas, a cinco de sus vecinos, entre ellos un niño de 9 años.
Oropesa se duchó y durmió en la casa en las afueras de la ciudad de Conroe el martes mientras Divimara Lamar Nava le compraba donas en una tienda cercana, dijo un fiscal.
Lamar Nava, detenida por obstruir la captura de Oropesa, reconoció haber entregado un mensaje del sospechoso a sus primos de la zona pidiéndoles que lo ayudaran a salir del país, dijo el fiscal en la audiencia de causa probable de la mujer.
Los primos se negaron a ayudar.
El fiscal de distrito del condado de San Jacinto, Todd Dillon, dijo en una conferencia de prensa que creían que Lamar Nava estaba tratando de ayudar a Oropesa al tiempo que estaba en contacto con la policía.
Y es que inicialmente la mujer aseguró que no sabía dónde estaba para luego decirle a un agente federal que Oropesa se había presentado en la casa alrededor de la 1:30 a. m. del martes, según el fiscal en la audiencia de causa probable.
Oropesa, de 38 años, fue arrestado allí el martes por la noche, a solo 20 millas (32 km) de Cleveland, donde cometió la masacre. Siguiendo una pista, las autoridades lo encontraron escondido debajo de una pila de ropa sucia en un armario después de una persecución de cuatro días. Lamar Nava, de 53 años, fue arrestada en la casa el miércoles.
Las autoridades la identificaron como la esposa de Oropeza pero en los registros de la cárcel aparece como soltera. Eso sí, ambos están registrados como residentes en la misma dirección.
Al menos 50 policías rodearon la casa en que fue detenido Oropesa: testigo
Angel Lozano, vecino de Lamar Nava, relató cómo el martes por la noche vio vehículos policiales sin distintivos entrando a su calle, normalmente tranquila.
“Un grupo de personas salió con armas y fueron directamente a la casa y rodearon el área”, dijo Lozano, de 39 años. Según su estimación, al menos 50 oficiales rodearon la casa, ubicada a dos puertas de la suya y practicaron el arresto sin que nadie resultara herido.
De quienes lo ayudaron en los cuatro días que duró la fuga poco se sabe. Aunque ha habido arrestos confirmados por las autoridades, solo compartieron detalles sobre uno de ellos: Domingo Castilla, un amigo de Oropesa detenido el martes cerca del lugar del crimen, según el fiscal Dillon. Castilla fue acusado de posesión de marihuana, pero las autoridades también esperan acusarlo de obstruir la detención de Oropesa.
En una conferencia de prensa el miércoles, el alguacil adjunto del condado de San Jacinto, Tim Kean, dijo que no podía entrar en detalles sobre las otras personas que fueron arrestadas, ni siquiera decir cuántas eran.
Oropesa fue acusado el miércoles de cinco cargos de asesinato en primer grado durante una audiencia en la cárcel, dijo el juez del condado de San Jacinto Randy Ellisor. La fianza la fijó en $1.5 millones por cargo, para un total de $7.5 millones.
Lamar Nava fue recluida en la cárcel del condado de Montgomery por un delito grave de obstaculizar la detención o el enjuiciamiento de un delincuente conocido. Su fianza se fijó en $ 250,000. Mientras la impuesta a Castilla fue de $5,000.
El lunes Oropesa fue visto cerca de la casa donde fue atrapado
Oropesa es un ciudadano mexicano que ha sido deportado cuatro veces entre 2009 y 2016, según funcionarios de inmigración de Estados Unidos.
La policía lo había visto previamente el lunes por la tarde en el condado de Montgomery, lo que provocó el cierre de varias escuelas, dijo Kean en una conferencia de prensa frente a la cárcel del condado el miércoles.
“Confirmamos que era él a pie, corriendo, pero le perdimos la pista”, dijo Kean.
El número dos de la Oficina del Sheriff de San Jacinto se negó a comentar sobre la pista que llevó a las autoridades a la casa de Conroe, que dijo que no había sido revisada previamente por las autoridades.
El arresto se produjo después de que las autoridades organizaron una red cada vez mayor de más de 250 personas, drones y perros de búsqueda de múltiples jurisdicciones y ofrecieron una recompensa de hasta $80,000.
El aviso que finalmente puso fin a la persecución llegó a las 5:15 p. m. del martes. Un poco más de una hora después, Oropesa ya estaba bajo custodia, dijo el agente especial adjunto del FBI a cargo Jimmy Paul.
Lozano afirmó que no conocía a los residentes de la casa donde arrestaron a Oropesa, pero que a veces los saludaba si pasaban por su casa. "Nunca pensamos que iba a estar justo al lado", dijo.
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