TAMPA, Florida.- El presidente Donald Trump sorprendió el martes al anunciar que su administración desmantelará laAgencia Federal para el Manejo de Emergencias ( FEMA, por sus siglas en inglés) una vez que concluya la temporada de huracanes de este año. La medida representa un giro drástico en la política de respuesta a desastres en Estados Unidos y delegará la responsabilidad casi total de recuperación y manejo de emergencias a los gobiernos estatales.
¿Qué pasará sin FEMA? Trump planea desmantelar la agencia tras esta temporada de huracanes
Trump quiere eliminar FEMA y que los estados asuman toda la responsabilidad ante desastres naturales. FEMA enfrenta crisis interna: pérdida de personal, liderazgo inexperto y falta de coordinación con la Casa Blanca.
“ Queremos alejarnos de FEMA y llevar todo al nivel estatal”, declaró Trump durante una rueda de prensa en la Oficina Oval. “Un gobernador debería poder manejarlo, y si no puede, entonces tal vez no debería ser gobernador”, añadió.
Trump también adelantó que el gobierno federal reducirá significativamente los fondos de ayuda para la recuperación de desastres, y que el financiamiento se manejará directamente desde su oficina. La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) ha advertido que la temporada actual de huracanes, que termina oficialmente el 30 de noviembre, será especialmente intensa y potencialmente letal.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, respaldó el anuncio y reiteró que FEMA “debe desaparecer en su forma actual”. Noem, quien co-preside junto al secretario de Defensa Pete Hegseth un nuevo Consejo de Revisión de FEMA creado por Trump, aseguró que ya se están desarrollando acuerdos de ayuda mutua entre estados para garantizar la autosuficiencia ante emergencias.
“FEMA ha fallado a miles, si no millones de personas”, dijo Noem. “Estamos construyendo la capacidad de los estados para responder por su cuenta, con el gobierno federal interviniendo solo en circunstancias catastróficas”.
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Preocupa a expertos el desmantelamiento de FEMA
La decisión ha generado una fuerte reacción entre expertos en manejo de emergencias. Funcionarios estatales y federales han advertido que la mayoría de los estados no cuentan con el personal ni los recursos necesarios para hacer frente a desastres de gran magnitud. “Esto demuestra un desconocimiento total del papel del gobierno federal”, dijo a CNN un exfuncionario de FEMA. “Es una abdicación de responsabilidades”.
FEMA, por su parte, enfrenta una crisis interna : ha perdido al menos un 10% de su personal desde enero y podría ver una reducción de hasta el 30% para fin de año. La moral se ha desplomado y gran parte de su liderazgo ha renunciado. Aunque Noem ha intentado contrarrestar la situación reabriendo centros de capacitación y extendiendo contratos temporales, muchos consideran que las acciones llegan tarde.
La agencia también ha experimentado una controvertida reorganización interna. David Richardson, un exmarine sin experiencia previa en manejo de desastres, fue nombrado director de FEMA el mes pasado. Desde su llegada, ha desplazado a personal experto para rodearse de funcionarios provenientes del área de seguridad interna.
La coordinación entre la Casa Blanca y FEMA también se ha deteriorado: en varios casos recientes, la agencia se enteró con retraso de declaraciones de desastre aprobadas por el presidente, lo que ha demorado la entrega de ayuda a comunidades afectadas.
Mientras tanto, Trump dejó en claro su visión: “FEMA no ha sido un experimento exitoso. Es extremadamente costosa. Cuando hay un huracán o un tornado, los gobernadores deberían ser quienes resuelvan esos problemas”.
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