Con dos presidentes y un Congreso disuelto, Perú busca una fórmula para salir de crisis

El país sigue sumido en una de las más graves crisis políticas que ha vivido en décadas. La Organización de Estados Americanos pidió que el Tribunal Constitucional dirima el conflicto entre la Presidencia y el Parlamento, pero esta institución tiene su mandato vencido y justo ahora el Congreso intentaba nombrar a sus nuevos integrantes, en un cuestionado proceso.

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Por:
Mónica Vargas.
La disolución constitucional del Congreso decretada por el Ejecutivo ha sido recibida con un clamor popular y sensación de alivio. Aplausos y toque de cornetas en las calles recibieron de forma espontánea el anuncio, en un contexto en el que las encuestas señalan que un 70% de los peruanos apoya la disolución del Congreso, dominado por la mayoría fujimorista y sus aliados.
Simpatizantes del presidente Martin Vizcarra celebran en las calles la decisión de disolver el Congreso.
La disolución del Congreso fue celebrada por los congresistas de centro e izquierda que apoyan a Vizcarra y que son minoría en el Congreso, al punto que algunos de ellos se unieron a las masivas celebraciones que se dieron por todo el territorio de Perú al conocer la decisión del presidente.
Vizcarra pidió el voto de confianza luego de que el Congreso archivara el jueves su proyecto de adelantar elecciones a abril de 2020, lo que implicaba recortar un año su mandato y el del Legislativo. La propuesta era apoyada por el 75% de los peruanos, según encuestas. Los legisladores opositores no desean elecciones anticipadas, pues arriesgan su holgada mayoría en momentos en que sufren gran desprestigio, según sondeos.
Vizcarra había lanzado el domingo un ultimátum al Congreso al advertir que lo disolvería si este lunes le negaba un voto de confianza para reformar el método de designación de los magistrados, con lo que buscaba impedir que ese alto tribunal fuese copado por la oposición.
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La decisión de disolver el Congreso fue aclamada por cientos de ciudadanos a las afueras del palacio legislativo, pero también en las calles de las principales ciudades del país, donde los simpatizantes cargaron pancartas con leyendas como “Fuera ratas del Congreso” y “Basta de mentiras, cierre del Congreso” en protestas pacíficas.
Marchas en respaldo a la disolución se sucedieron en las principales ciudades del país, como Huancayo, Cusco, Arequipa, Puno, Trujillo y Tacna, entre otras. El mandatario ha ganado gran popularidad al encabezar una cruzada contra la corrupción en un país donde los cuatro anteriores presidentes quedaron bajo la lupa de la fiscalía acusados de recibir dádivas de la constructora brasileña Odebrecht.
El presidente Vizcarra se ha amparado en esta ocasión en la Constitución al sentir que había perdido una moción de confianza presentada para frenar la renovación del Tribunal Constitucional a pesar de que aún no se había votado. Tras echar el cerrojo al Congreso recibió manifestaciones de apoyo popular y también de la c´úpula militar.
La vicepresidenta Mercedes Araoz fue juramentada como presidenta interino por el parlamento peruano. "Es mi deber como ciudadana, mujer, madre y vicepresidenta asumir este mandato. Lo más fácil habría sido renunciar. No me corro a mis responsabilidades por más difíciles que sean las circunstancias", dijo Aráoz, quien calificó como "inconstitucional" la disolución del Congreso.
Diputados de la fracción fujimorista protestan en el Congreso por la decisión del Ejecutivo que disuelve el Legislativo. Con 86 (de 130) votos, los diputados acordaron suspender de sus funciones al presidente Vizcarra por "incapacidad temporal". Sin embargo, varios juristas creen que la decisión es nula porque no hubo un juicio político previo.
Un cordón de funcionarios popiliales rodeó el edificio del Congreso tras el anuncio del presidente Vizcarra, de su disolución.
Algunos parlamentarios opositores calificaron la decisión de Vizcarra de golpe de Estado y recordaron cuando hace 27 años el entonces presidente Alberto Fujimori cerró el Congreso alegando razones de seguridad y economía.
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La disolución constitucional del Congreso decretada por el Ejecutivo ha sido recibida con un clamor popular y sensación de alivio. Aplausos y toque de cornetas en las calles recibieron de forma espontánea el anuncio, en un contexto en el que las encuestas señalan que un 70% de los peruanos apoya la disolución del Congreso, dominado por la mayoría fujimorista y sus aliados.
Imagen GUADALUPE PARDO/REUTERS

LIMA, Perú.- Los peruanos aún están digiriendo lo sucedido este lunes en el país, sumido ahora en una de las crisis políticas más graves que ha tenido en casi tres décadas. Actualmente hay dos presidentes en ejercicio, un Congreso disuelto y la clase política no logra un consenso sobre las medidas extremas adoptadas en la víspera por las autoridades peruanas.

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Tras semanas de enfrentamientos entre el poder Ejecutivo y el Legislativo, que mantuvieron en vilo a los peruanos, el presidente Martín Vizcarra anunció la tarde del lunes la disolución del Congreso y la realización de elecciones para recomponerlo en enero de 2020.

Pocas horas después, el Congreso, liderado por el opositor Fuerza Popular –el partido de Keiko Fujimori, que se encuentra presa e investigada por supuesto lavado de dinero– suspendió temporalmente a Vizcarra por un año y encargó la presidencia a la vicepresidenta Mercedes Araoz.

Cientos de manifestantes tomaron el centro de Lima para manifestarse afuera del Congreso, disuelto por Vizcarra en rechazo a la falta de apoyo para reformar el cuestionado sistema de selección de jueces. En tanto, 86 de los 130 parlamentarios estuvieron en la sesión en la que suspendieron de sus funciones al presidente.
Video El presidente Martín Vizcarra cuenta con el apoyo popular en medio de la disputa política en Perú

“Tenemos dos presidentes, uno (Vizcarra) con el control administrativo, presupuestal, que tiene el apoyo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, o sea, con mando efectivo, y otro (Araoz) que tiene amparo jurídico, pero es más simbólico”, explicó a Univision Víctor García Toma, expresidente del Tribunal Constitucional.

Pero para salir de este entrampamiento se requiere no solo de voluntad política, dijo. El experto ve dos vías para desatar el intrincado nudo formado por el choque de los dos poderes del Estado peruano. Una de ellas, que tomaría meses, es que el Tribunal Constitucional sea el que dirima. Pero en estos momentos esta institución tiene su mandato vencido y el ahora disuelto Congreso estaba realizando un cuestionado proceso para elegir a sus nuevos miembros.

La otra vía es que la OEA, en el marco de su Carta Democrática, nombre una comisión que venga al país y emita un pronunciamiento que pida la intervención de la Asamblea. Para ello sería necesario que lo solicite formalmente cualquier país miembro o la Comisión Permanente del Congreso que, si bien fue disuelto, cuenta con un grupo de parlamentarios que asegura su funcionamiento, indicó García Toma.

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Parlamento dividido

Mientras tanto, la incertidumbre y desconcierto se mantienen en el país.

El presidente del disuelto Congreso y de la Comisión Permanente, Pedro Olaechea, anunció ante la prensa extranjera la mañana del martes que interpondrá acciones legales por “atentar contra la Constitución” y denunció que el Perú está ante “un nuevo tipo de golpe de Estado”.

“Se ha roto el orden constitucional, y tengo una responsabilidad política y administrativa. Debemos defender la Constitución con la cual nos comprometimos”, afirmó.

Otros parlamentarios de oposición se han declarado en rebeldía y han asegurado que “tendrán que sacarnos a patadas”. Sin embargo, algunos de sus colegas no piensan igual y han apoyado la decisión de Vizcarra.

Daniel Salaverry, quien presidió el Congreso hasta julio afirmó en un tuit: “El Congreso se disolvió. No hay que aferrarse al cargo ni generar más inestabilidad que tanto daño le hace al país. Es momento que dejen intereses personales y partidarios de lado, voltear la pagina (sic) y enfocarse en trabajar por el Perú. No más confrontación!! (sic)".

Otros dos congresistas presentaron la tarde del martes una denuncia penal contra Mercedes Aráoz, Pedro Olaechea y “quienes resulten responsables”, por el delito de usurpación de funciones.

¿Qué dice la OEA?

En un comunicado, la Secretaría General de la OEA se pronunció sobre la situación política del país y afirmó que “que compete al Tribunal Constitucional del Perú pronunciarse respecto a la legalidad y legitimidad de las decisiones institucionales adoptadas, así como sobre las diferencias que pudieran existir en la interpretación de la Constitución, conforme a las acciones y planteos que realicen los actores políticos al mismo”.

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“Es un paso constructivo que las elecciones han sido llamadas conforme a los plazos constitucionales y que la decisión definitiva recaiga sobre el pueblo peruano, en quien radica la soberanía de la nación. Es conveniente que la polarización política que sufre el país la resuelva el pueblo en las urnas”, añadió el organismo que pidió gestos que propicien la calma ante la crisis.


“Dos presidentes y un Congreso que se resiste a ser disuelto. La OEA se ha pronunciado por el diálogo entre las partes y la pronta designación del ministro de Economía en las próximas horas apuntan a la urgencia de atemperar el polarizado clima político de cara a asegurar a la banca nacional e internacional que sí existe estabilidad macroeconómica”, dijo a Univision, el analista Jorge Saldaña.

El presidente Vizcarra, que emprendió una campaña anticorrupción en el país desde que llegó al poder en marzo del año pasado tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, está reconformando su gabinete de ministros.

Tanto Vizcarra como Kuczynski denunciaban que el Congreso boicoteaba sus labores.

“Que se vayan todos, no estoy por nadie. No han hecho nada por nosotros, solo piensan en ellos. Están haciendo daño al país”, dijo a Univision Jorge Pérez, taxista de la ciudad de Cusco, que tenía solo tres años cuando el expresidente Alberto Fujimori disolvió el Congreso en 1992, y sacó tanques y militares en las calles para controlar la situación, algo que no ha sucedido en esta oportunidad.

“Todo es incierto, parece un juego de ajedrez y ahora tenemos dos presidentes y el que sufre es el pueblo”, afirmó.

<b>Junio, 2016.</b> Pedro Pablo Kuczynski gana las elecciones en segunda vuelta con un estrecho margen frente a Keiko Fujimori, actual líder del partido opositor Fuerza Popular.
<b>Octubre, 2016.</b> Kuczynski enfrenta el primer escándalo de corrupción en su gobierno luego de que se publicaran grabaciones en los medios locales del entonces asesor presidencial Carlos Moreno, negociando beneficios del Sistema Integral de Salud a empresas vinculadas a él. En la foto junto al presidente colombiano Juan Manuel Santos en Cartagena, durante la cumbre iberoamericana celebrada ese mes.
<b>Abril, 2017.</b> El presidente peruano niega haber recibido aportes de la constructora Odebrecht, ante la fiscalía que investiga posibles irregularidades en la licitación del Gasoducto del Sur. En la imagen la presidenta de Suiza, Doris Leuthard en una visita a Perú ese mismo mes.
<b>Diciembre 2017.</b> La congresista Rosa Bartra, del partido opositor Fuerza Popular, revela documentos que dan cuenta de pagos de Odebrecht a la empresa de Kuczynski Westfield Capital, algunos de ellos realizados cuando el mandatario era funcionario. Ese mes se intensificaron las protestas en las calles a favor y en contra de Kuczynski.
<b>Diciembre 2017.</b> El Congreso peruano aprueba el proceso de vacancia contra Kuczynski por "incapacidad moral permanente". El presidente Kuczynski supera el pedido de destitución en el Congreso gracias a la abstención de 10 legisladores fujimoristas del partido Fuerza Popular.
<b>Diciembre 2017</b>. Kuczynski concede un indulto por razones humanitarias al expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), quien cumplía una condena de 25 años de prisión por delitos contra los derechos humanos. Varios legisladores oficialistas y funcionarios del gobierno renuncian, reflejando el malestar de los colaboradores del presidente por el indulto. En la foto el exmandatario peruano Alberto Fujimori después de salir de prisión.
<b>Marzo 2018. </b>La fiscalía peruana de delitos de corrupción reabre una investigación preliminar contra el presidente Kuczynski y otros exfuncionarios debido a la firma, hace más de una década, de un contrato para la explotación de gas natural. El Congreso aprueba una nueva solicitud para discutir la destitución del presidente Kuczynski por acusaciones de mentir sobre sus relaciones con la empresa brasileña Odebrecht. En la foto Kuczynski junto a sus homólogos de México y Brasil, en la toma de posesión de Sebastián Piñera como presidente de Chile el 3 de marzo de 2018.
<b>Marzo 2017. </b>Fuerza Popular, el mayor partido de oposición en el Congreso, muestra videos y audios para denunciar una supuesta compra de votos de sus legisladores con el fin de evitar que el mandatario sea destituido de su cargo. En los videos aparece el menor de los hijos de Fujimori, Kenji, quien colaboró para que no se consiguieran los votos suficientes para destituir a Kuczynski en la primera votación del pasado diciembre.
Marzo 2017. El presidente de Perú presenta su renuncia ante el Congreso. Será sustituido por el primer vicepresidente Martín Vizcarra.
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Junio, 2016. Pedro Pablo Kuczynski gana las elecciones en segunda vuelta con un estrecho margen frente a Keiko Fujimori, actual líder del partido opositor Fuerza Popular.
Imagen Getty Images
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