Supremo considera erróneo el fallo que dio inmunidad al agente fronterizo que mató a un adolescente mexicano

La familia Hernández Güereca pedía a la máxima corte poder juzgar en Estados Unidos al agente fronterizo que en 2010 disparó en el Río Grande contra su hijo de 15 años, quien murió en territorio mexicano. Ahora el caso vuelve a la Corte de Apelaciones.

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Por:
Damià S. Bonmatí.
María Guadalupe Güereca sube cada lunes a un cementerio del oeste de Ciudad Juárez a visitar los restos de su hijo menor, Sergio Adrián Hernández, "Keko".
María Guadalupe Güereca sube cada lunes a un cementerio del oeste de Ciudad Juárez a visitar los restos de su hijo menor, Sergio Adrián Hernández, "Keko".
Imagen Damià S. Bonmatí

Se dilata la espera –de siete años ya– de la familia Hernández Güereca en Ciudad Juárez, México.

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La Corte Suprema, la máxima autoridad judicial estadounidense, devolvió este lunes a las cortes inferiores su caso, que tiene máxima relevancia en la frontera entre Estados Unidos y México: la muerte de un adolescente mexicano en Ciudad Juárez por causa de una bala de la Patrulla Fronteriza disparada desde El Paso.

El desenlance de esta demanda será determinante para resolver otras muertes de la Patrulla Fronteriza en terrorio mexicano.

Los magistrados del Supremo, en su decisión de 7 páginas, califican de error que la Corte de Apelaciones concediera la inmunidad cualificada al agente fronterizo, Jesús Mesa, quien disparó contra el menor mexicano, Sergio Hernández. Esa inmunidad permite que el agente no sea juzgado por esa muerte.

Jesús Hernández y María Guadalupe Güereca han llevado la muerte de su hijo Sergio, de 15 años, desde Ciudad Juárez hasta la Corte Suprema de Estados Unidos. Los visitamos para entender qué piden a los jueces.
Video Una bala transfronteriza: estos padres perdieron a su hijo en México por un disparo desde EEUU

La muerte de Sergio Hernández Güereca ocurrió el 7 de junio de 2010: una bala disparada por un agente de la Patrulla Fronteriza desde suelo estadounidense alcanzó la cabeza del adolescente Sergio Adrián Hernández, de 15 años y desarmado en ese momento. El joven era de nacionalidad mexicana y murió en el lecho del Río Grande, en territorio mexicano, por lo que una corte federal en Texas y una de apelaciones dijeron que su familia no podía pedir justicia en Estados Unidos.

Aunque la defensa del agente fronterizo sostiene que la Constitución estadounidense no aplica en este caso porque el joven era mexicano y murió en México, la Corte Suprema discrepra en su texto:

Por eso, los jueces del Supremo creen que "la Corte de Apelaciones se equivocó concediendo la inmunidad (del agente) basándose en esos hechos", se lee en el escrito. Considera, además, que haber sabido después que Sergio Hernández era mexicano no protege al agente:

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Los magistrados en el Supremo debían resolver dos cuestiones legales: si al joven mexicano que murió le protegía la Cuarta Enmienda contra la brutalidad policial injustificada y si al agente fronterizo le protege la Quinta Enmienda, que lo dejaría inmune por sus actos.

Los jueces creen que la Corte de Apelaciones debe escuchar de nuevo el caso y tener en cuenta las últimas decisiones judiciales del Supremo, que podrían cambiar el rumbo del caso.

El desenlance –todavía en el aire– del caso Hernández afectará directamente a otros casos de mexicanos muertos por balas de la Patrulla Fronteriza en territorio mexicano.

Según la organización de derechos civiles ACLU, hubo al menos 53 muertes causadas por agentes de Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) entre 2010 y 2016. En ese periodo un mínimo de seis hombres murieron en territorio mexicano por una bala de la Patrulla Fronteriza, incluido Sergio Hernández.

<b>Una muerte transfronteriza.</b> El cuerpo fallecido de Sergio Adrián Hernández, de 15 años, el 7 de junio de 2010, en territorio mexicano y rescatado por las autoridades de este país. La bala que lo mató, sin embargo, se lanzó desde Estados Unidos por parte de un agente de la Patrulla Fronteriza.
Un funeral multitudinario. El cortejo fúnebre partió de su vivienda en el oeste de Ciudad Juárez, hizo una parada en un templo católico y acabó en un cementerio elevado con vistas a una de las zonas más pobres de la zona.
Un padre desolado. Jesús Hernández durante el funeral de su hijo en Ciudad Juárez el 10 de junio de 2010. El padre no vivía con Sergio ni con su madre, y ahora encabeza la petición en la Corte Suprema sobre el caso.
<b>"In memory of Keko". </b>Familiares y amigos de Sergio Hernández tras el entierro del adolescente en Ciudad Juárez, el 10 de junio de 2010.
<b>"Me mató la Migra". </b>La muerte de Sergio Hernández levantó protestas en Ciudad Juárez, que siguen presentes en 2017 de forma testimonial. El Gobierno mexicano intentó –sin éxito– extraditar el agente estadounidense para juzgarlo e interpuso quejas –simbólicas– ante las cortes que escucharon el caso en Estados Unidos.
Varias negativas. Familiares del mexicano Sergio Adrián Hernández Güereca, el 18 de agosto de 2011, protestando bajo el cruce fronterizo entre Ciudad Juárez y El Paso. Unos días antes un juez federal en Texas había desestimado la demanda de la familia, pero sus abogados llevaron el caso después a una corte de apelaciones.
Siete años de proceso. El padre, Jesús Hernández, contempla el homenaje a su hijo el 7 de junio de 2012, al cumplirse dos años de la muerte. En 2017 la Corte Suprema escucha el caso y tiene que resolverlo.
Los argumentos en la Corte Suprema. El abogado Bob Hilliard, que representa a la familia Hernández Güereca, habla a los medios tras presentar sus argumentos, el 21 de febrero de 2017, ante la máxima institución judicial de Estados Unidos.
Las razones contrarias. El abogado Randolph Ortega, que defiende al agente de la Patrulla Fronteriza Jesús Mesa, ante la Corte Suprema, en Washington DC. Según él, la Constitución de Estados Unidos no puede proteger de ninguna manera a Sergio Hernández porque murió en México.
<b>Una sola pregunta.</b> En realidad lo que debe decidir la Corte Suprema es si la familia Hernández Güereca puede demandar al agente fronterizo por la muerte de su hijo. Si le dieran la razón, empezaría un nuevo proceso judicial contra Jesús Mesa Jr. En la imagen, la madre, María Guadalupe Güereca, enseña imágenes de Sergio Hernández.
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Una muerte transfronteriza. El cuerpo fallecido de Sergio Adrián Hernández, de 15 años, el 7 de junio de 2010, en territorio mexicano y rescatado por las autoridades de este país. La bala que lo mató, sin embargo, se lanzó desde Estados Unidos por parte de un agente de la Patrulla Fronteriza.
Imagen Luis Hinojos/EFE
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