México rechaza extender el pacto para que ciertos solicitantes de asilo en EEUU esperen en México

El DHS avisó al Congreso que extenderá el programa implementado en diciembre en la garita de San Ysidro. A finales de enero, un memorando del servicio de inmigración había advertido que la secretaria del DHS, Kirstjen M. Nielsen, comenzará el proceso de implementación del protocolo “a gran escala” en la frontera.

Jorge Cancino
Por:
Jorge Cancino.
Carlos Gómez Perdomo es el primer inmigrante de la caravana que fue devuelto a Tijuana para que espere en suelo azteca la respuesta a su solicitud de refugio. El Instituto Nacional de Migración mexicano informó que el hombre, de 55 años de edad, cuenta con una tarjeta de visitante por razones humanitarias que vence el 25 de noviembre de 2019, pero nadie aclaró dónde dormirá o qué comerá. Activistas se muestran preocupados ante la situación ya que no hay una política clara frente al tema.
Video Los interrogantes ante el regreso obligado a México de centroamericanos que piden asilo en EEUU

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador rechazó los planes del gobierno de EEUU de extender a una segunda garita (puerto de entrada) un programa que obliga a ciertos solicitantes de asilo en estados Unidos esperar en México hasta que las cortes de inmigración resuelvan sus casos.

La extensión del cuestionado programa fue comunicado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) al Congreso el lunes. El protocolo, parte de la política de tolerancia cero de Donald Trump, fue implementado el pasado 20 de diciembre en la garita de San Ysidro, uno de los pasos entre San Diego y Tijuana.

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En enero el programa fue ampliado a la garita de Eagle Pass, Texas, ubicado en el oeste de San Antonio.

“El Departamento de Seguridad Nacional del Gobierno de Estados Unidos (Department of Homeland Security) informó al Congreso de ese país su decisión de extender la implementación de la sección 235(b)(2)(c) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) a la garita fronteriza que comunica las ciudades de Mexicali y Calexico”, dijo la cancillería mexicana en un comunicado.

“El Gobierno de México reitera que no coincide con la medida unilateral implementada por las autoridades de Estados Unidos, al tiempo que refrenda su determinación respecto de la protección a los migrantes y la promoción del desarrollo económico y social que mitigue las causas estructurales de los flujos migratorios”, añade.

De qué se trata

La sección activada por el gobierno de Trump cambia los protocolos de protección al migrante y permite que “ciertos extranjeros que llegan por tierra desde un territorio contiguo, es decir México o Canadá, ya sea o no por un puerto de entrada designado, generalmente puede ser devuelto, a discreción de la ley de cumplimiento, al territorio desde el cual están llegando en espera de un procedimiento de remoción bajo la Sección 240 de la INA”, señala un memorando de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) fechado el 28 de enero.

El documento advierte que la secretaria del DHS, Kirstjen M. Nielsen, comenzará el proceso de implementación del programa “a gran escala”, permitiendo “la devolución de determinados extranjeros a un territorio contiguo en espera del cumplimiento de los procedimientos de deportación” a cargo de un juez de inmigración.

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El protocolo activado en diciembre advierte que un nacional de un tercer país “no debe ser devuelto involuntariamente a México (…) si lo más probable es que el extranjero sea perseguido por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social particular u opinión política.

Los extranjeros que hayan participado en actividades delictivas no serán admitidos en Estados Unidos, advierte el DHS.

El asilo en la frontera se clasifica como “defensivo”. El inmigrante que pasa una entrevista de miedo creíble enfrenta un proceso de deportación donde tiene la oportunidad de presentarse anue una corte de inmigración para pedir la protección que busca de parte del gobierno de Estados Unidos.

Implementación inmediata

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SER) de México dijo que “como en el caso de Tijuana (donde el programa fue implementado el 20 de diciembre bajo la protesta del gobierno de López Obrador), la medida estadounidense conducirá a que, a partir de esta semana, sean devueltos a Mexicali solicitantes de asilo no mexicanos que ingresaron desde México a Estados Unidos, a fin de que aguarden en nuestro país el desarrollo de su trámite ante una corte migratoria estadounidense”.

“Por razones humanitarias, las secretarías de Gobernación y de Relaciones Exteriores han mantenido contacto con las autoridades de migración estadounidenses para recibir información sobre las personas retornadas a México. Un número significativo de ellas cuenta con algún tipo de documento migratorio mexicano que les permite permanecer en nuestro país”, añade.

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Para el Gobierno de México, añade la cancillería, “el contacto entre las autoridades migratorias de ambos países tiene por finalidad principal proteger los derechos humanos de los migrantes afectados. Ese intercambio de información no significa en modo alguno que el Gobierno de México esté de acuerdo con las decisiones y acciones tomadas unilateralmente por el Gobierno” de Donald Trump, precisa.

El gobierno mexicano dijo además que “la Secretaría (ministerio) de Gobernación informará al gobierno de Baja California sobre la decisión del Gobierno de Estados Unidos” y que “en breve establecerá contacto con las autoridades municipales de Mexicali, a fin de adoptar medidas que permitan a las personas retornadas a territorio mexicano una estancia segura, en tanto conocen la decisión final sobre su solicitud de asilo”.

En diciembre, cuando el programa fue implementado por el gobierno de Trump, México dijo que “reafirmaba su derecho soberano de admitir o rechazar el ingreso de extranjeros a su territorio en ejercicio de su política migratoria, y que sólo autorizará, por razones humanitarias y de manera temporal, el ingreso de ciertas personas extranjeras provenientes de Estados Unidos que hayan ingresado a ese país por un puerto de entrada o que hayan sido aprehendidas entre puertos de entrada, hayan sido entrevistadas por las autoridades de control migratorio de ese país, y hayan recibido un citatorio para presentarse ante un juez migratorio”.

Crece el rechazo

La política de tolerancia cero de Trump en la frontera y el regreso a México de solicitantes de asilo a esperar la resolución de sus casos sigue engrosando una larga lista de rechazo por parte de la comunidad interreligiosa estadounidense.

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A finales de febrero más de 500 líderes y grupos interreligiosos instaron al gobierno de Trump poner fin a la política “inmoral” de "permanecer en México" y proteger a las personas vulnerables que buscan asilo en la frontera.

La coalición, encabezada por el Catholic Legal Immigration Network, Inc (CLINIC), una de las principales organizaciones de ayuda legal a los inmigrantes en Estados Unidos, pidió al DHS, por medio de una carta, “ que acepte y procese a los solicitantes de asilo, y respete las obligaciones morales y legales de proteger a los más pequeños".

La misiva, firmada además por el Servicio Mundial de Iglesias, que incluye entre otros a organizaciones religiosas, líderes denominacionales, órdenes religiosas y agencias de servicios de inmigración basadas en la fe, lanzó un llamado a la compasión y le pidió al gobierno que siga “nuestras tradiciones de fe que obligan a darnos la bienvenida con amor y compasión, sin importar el lugar de nacimiento, la religión o la etnia”.

"Nuestras diversas enseñanzas morales encuentran coherencia en el valor absoluto de la persona humana y nuestra obligación de proteger a los más vulnerables entre nosotros", añade.

Campaña “cruel”

Los religiosos indican además que este plan de 'Permanecer en México' es el último paso en la “campaña de crueldad e ilegalidad del gobierno, un plan que pone en riesgo la vida de los niños migrantes y destroza las familias” que huyen de sus países a causa de la violencia y la pobreza y vienen a Estados Unidos en busca de asilo.

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"Esta política es otro ataque mal concebido e inmoral contra los solicitantes de asilo que pone a las personas en riesgo físico y amenaza su acceso a asistencia legal", dijo Anna Gallagher, directora ejecutiva de CLINIC. “Como lo explica la carta, será un obstáculo casi insuperable para los solicitantes de asilo que se verán obligados a permanecer en México para obtener la asistencia de un abogado estadounidense para ayudarlos a preparar sus casos”.

Negarles el debido proceso legal para acceder a un abogado cuando buscan asilo, es simplemente erróneo y viola nuestras obligaciones bajo la ley de proteger a los refugiados de la persecución”, denunció.

El grupo exhortó al gobierno de Trump a poner fin de inmediato a su “política cruel e inmoral” de ‘Permanecer en México’ “y a detener sus ataques contra solicitantes de asilo, inmigrantes, niños no acompañados y otras poblaciones vulnerables que buscan protección”.

Señala además que “el gobierno debe abordar de manera significativa las causas fundamentales del desplazamiento, sin socavar el asilo, la lucha contra la trata o la protección de los niños en Estados Unidos”.

La cancillería mexicana aseguró que “seguirá insistiendo en la necesidad de atender las causas de la migración desde su raíz, en los países de origen de los migrantes. Para tal efecto, en el marco de la próxima reunión del Mecanismo de Tuxtla, a celebrarse el cinco de abril de 2019, el Gobierno de México planteará a los de Guatemala, El Salvador y Honduras la adopción de medidas y proyectos para impulsar el desarrollo económico y social de la región, para contribuir a mejorar las condiciones de vida y trabajo de sus habitantes y atender las causas profundas de la migración: la pobreza, la inseguridad y la carencia de oportunidades”, precisa un comunicado.

<b>Océano Pacifico.</b> La cerca que nace en el mar, entre Tijuana y San Diego, se interrumpe abruptamente después de 12 millas, al comienzo de las montañas al este de ambas ciudades.
<b>Montañas Otay, California.</b> La primera gran barrera natural que dificulta la construcción del muro. Al este de Tijuana y San Diego, la frontera está abierta a lo largo de varios grupos de formaciones montañosas.
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<b>Tecate - Mexicali. </b>Hacia el oeste, Tecate es la siguiente ciudad fronteriza desde Tijuana. Allí se levanta una barrera peatonal que se interrumpe abruptamente después de la zona urbana y se retoma en las zonas menos montañosas. En las zonas más planas y desérticas existe una pequeña barrera metálica, que impide el paso de autos.
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<b>New River, Calexico, California.</b> La barda peatonal se interrumpe sobre el Río Nuevo, que atraviesa la línea fronteriza entre Calexico, California y Mexicali, Baja California. Es considerado uno de los ríos más contaminados del país, sin embargo muchos migrantes cruzan la frontera por sus aguas.
<b>Dunes, California. </b>Al este de Mexicali, frontera con el sudeste de California, comienza una zona desértica que se extiende por el sur de Arizona. Allí la arena de las dunas debe ser removida periódicamente para que no entierren la barda.
<b>Desierto de Sonora.</b> Alrededor de Yuma, en Arizona, hay zonas donde el desierto se hace más arenoso y complicado, y no existe ninguna división en la frontera. Algunos tramos están protegidos por una pequeña valla diseñada para que no pasen vehículos.
<b>Nogales.</b> A lo largo de Arizona la línea de la frontera se dirige hacia el sur a través del desierto. La siguiente ciudad es Nogales, que tiene una parte en México y la otra en EEUU. Allí la barrera cambia de la barda peatonal en el área urbana a la pequeña verja para vehículos en las zonas más remotas.
<b>Huachuca Mountains, Arizona</b>. La línea de frontera continúa ahora hacia el este. Allí el desierto se interrumpe en la línea fronteriza por una cadena de montañas. La fotografía fue tomada en el parque Montezuma Pass, justo en la línea de la frontera donde no hay ninguna división.
<b>Douglas, Arizona.</b> La barda para vehículos continúa hacia el este hasta la zona urbana de Douglas, Arizona, donde es peatonal, pero se interrumpe en las áreas montañosas.
<b>El Paso – Ciudad Juárez. </b>La línea fronteriza cambia de Arizona a Nuevo México en Estados Unidos y de Sonora a Chihuahua en México. Es una zona semidesértica con varias millas sin ninguna barrera fronteriza, hasta llegar a El Paso–Ciudad Juárez, una gran zona urbana dividida por una barrera peatonal que se interrumpe abruptamente cerca de Fort Hancock, Texas. Es el comienzo de la frontera a través del Río Bravo (para los mexicanos) o Río Grande (para los estadounidenses).
<b>El Río Grande (o Río Bravo).</b> Desde Ciudad Juárez hasta salida al mar en el Golfo de México, la línea divisoria la establece el Río Grande, o Río Bravo, que nace en Colorado, Estados Unidos. La fotografía es de una parte del río, sin barreras de ningún tipo, en Ojinaga, México.
<b>Langtry, Texas.</b> El curso del río continua su dirección sureste, sin barreras. La fotografía fue tomada cerca de Langtry, Texas, un antiguo pueblo de la frontera entre los dos países.
<b>Piedras Negras. </b>Siguiendo el recorrido del río por la frontera se encuentra Piedras Negras. En la fotografía de 2006, varios inmigrantes cruzan el Río Bravo hacia Estados Unidos en Piedras Negras, Estado de Coahuila, México.
<b>Nuevo Laredo. </b>Continuando hacia el sureste está Laredo, Texas, y Nuevo Laredo, Tamaulipas. En la zona urbana el río está dividido por una barda que se interrumpe en las zonas remotas.
<b>Havana, Texas</b>. Continuando la línea fronteriza, un pequeño pueblo cerca del río, sin ninguna división.
<b>Mision, Texas.</b> Un hombre pasa al lado mexicano del Río Bravo, luego de lavar su caballo del lado estadounidense.
<b>Reynosa, Tamaulipas. </b>En esta ciudad mexicana de la frontera, un puente internacional cruza el Río Grande. Por debajo del puente el río cruza sin divisiones.
<b>Tamaulipas – Texas</b>. El Río Grande o Río Bravo serpentea en dirección sureste en su viaje al Atlántico.
<b>McAllen, Texas. </b>La ciudad fronteriza estadounidense tiene una valla peatonal en la zona céntrica, que se interrumpe en las áreas remotas.
<b>Brownsville – Matamoros. </b>Un puente internacional sobre el río, en la zona urbana Brownsville, Estados Unidos, Matamoros, México, a pocas millas del océano Atlántico.
<b>Océano Atlántico.</b> La salida al mar del Río Grande en el golfo de México es en una playa visitadas por bañistas, en el Parque Nacional Boca Chica. No tiene ninguna barrera que entra al mar, como la barda de Tijuana.
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Océano Pacifico. La cerca que nace en el mar, entre Tijuana y San Diego, se interrumpe abruptamente después de 12 millas, al comienzo de las montañas al este de ambas ciudades.
Imagen MARIO VAZQUEZ/Getty Images
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