El lema oficial de la COP25, que se celebró en Madrid debido a las revueltas sociales en Chile, lo decía todo: el tiempo es crítico. Y, de hecho, en las dos semanas en las que transcurrió la Cumbre del Clima los científicos pusieron sobre la mesa una espeluznante variedad de datos y estudios que corroboran que estamos al filo del abismo, con muy poco margen para evitar lo peor.
Lo que nos deja la accidentada Cumbre del Clima, la "COP de Greta Thunberg"
Organizada contrarreloj, ya que inicialmente iba a celebrarse en Chile, la Cumbre del Clima estuvo protagonizada por jóvenes, con Greta Thunberg a la cabeza, y la pasividad de los dirigentes mundiales.


Pero ¿hacen caso los dirigentes mundiales de esta urgencia? No, según denunciaron los jóvenes activistas encabezados por Greta Thunberg, movimientos ecologistas y una gran masa crítica de ciudadanos que salieron a la calle para protestar en una gran marcha el 6 de diciembre y a lo largo de diferentes ocasiones en el recinto donde se celebró la cumbre y en otros lugares de la capital madrileña.
El ya famoso artículo 6 del Acuerdo de París es el principal escollo. Este el punto que se refiere a los mercados de emisiones, una solución para que los países compren y vendan los derechos de emisiones de CO2. La Unión Europea lo ha dejado ya varias veces claro: "Mejor ningún acuerdo que un mal acuerdo".
Otros obstáculos que se quedaron flotando en los despachos hasta última hora fueron, también, los previstos: la activación de los nuevos planes climáticos con medidas más ambiciosas de los países y la compensación de daños en los países vulnerables.
Este es un resumen de lo que la Cumbre del Clima de Madrid nos dejó durante las últimas dos semanas: