El misterioso traficante que era dueño del negocio ‘SuKarne’ y aliado del Cartel de Sinaloa

Una investigación de la DEA y el FBI puso tras las rejas al líder de una organización dedicada al tráfico de drogas que operaba en el estado de Washington. El acusado ocultaba los cargamentos y lavaba dinero en sus negocios, incluyendo una carnicería a la que acudían clientes hispanos, según los fiscales.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
El juez de distrito Matthew Kennell, dijo que no cree que los fiscales les dieran un pase libre a Vivianna López Valerie y Gaytán para tomar y gastar las ganancias del narcotráfico de sus maridos después de que los Gemelos Flores fueran encerrados. Aquí más detalles.
Video Se complica situación de las esposas de los Gemelos Flores

La primera vez que agentes antinarcóticos escucharon sobre un traficante de drogas de alto perfil al que apodaban ‘El Tío’ fue en diciembre de 2016, cuando decomisaron cinco kilos de cocaína y dos de heroína. Elementos de la DEA detuvieron a dos transportistas de su organización en una carretera de Missouri, que hacían un largo recorrido desde Pasco, Washington, hasta Phoenix, Arizona.

Hicieron una desviación bastante larga hacia Kentucky y, de camino a Phoenix, les marcaron el alto en el condado de St. Charles. El chofer y su acompañante fueron condenados en 2017 a 18 meses de prisión por distribución de cocaína. Uno de los acusados, Kevin Alberto Escarciga, fue deportado a México y poco después volvió a EEUU para trabajar con ‘El Tío’. Jamás lo delató.

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Varios documentos relacionados con este caso permanecían sellados. Su reciente publicación permite entender la extensa investigación que realizó el gobierno federal para capturar a este narco.

En los siguientes años, agentes de la DEA y del Buró Federal de Investigaciones (FBI) interrogaron a más de siete colaboradores de ‘El Tío’. Algunos afirmaron que solo conocían su voz y otros, que lo vieron en persona un par de veces. Eso sí, todos dijeron que le tenían miedo.

Sus declaraciones coinciden al describir el método que usó este narco para garantizar que no le robaran droga ni dinero y que no lo delataran ante las autoridades: les pedía sus identificaciones, pasaportes, números de seguro social y hasta los nombres y domicilios de sus familiares.

Sabían, además, que se comunicaba directamente con líderes del Cartel de Sinaloa.

El narcotraficante Julio Leal Parra era dueño de la tienda ‘SuKarne’ en el estado de Washington.
El narcotraficante Julio Leal Parra era dueño de la tienda ‘SuKarne’ en el estado de Washington.
Imagen Google Maps


Uno de los miembros de su célula criminal, que se volvió informante del gobierno, declaró que “temía al acusado por su rol y estatus en la organización, también por los lazos directos del acusado con los jefes (del Cartel de Sinaloa) en México”, señala la acusación del Departamento de Justicia.

Este narco también tomaba precauciones para que no rastrearan sus comunicaciones y usó al menos 15 celulares, con los cuales hizo llamadas a sus socios en México, solo en el período de la investigación.

Ni siquiera sus trabajadores más cercanos sabían cuál era su nombre real. Lo llamaban ‘Tío’, ‘Julio’ o ‘César’. Solo aquellos que llegaron a verlo lo identificaron plenamente cuando agentes federales les mostraron su fotografía. El misterioso ‘Tío’ era Julio Leal Parra, un mexicano de 47 años a quien sus paisanos conocían en el área de Tri-Cities, en Washington, como un próspero comerciante.

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Muchos visitaban su tapicería llamada ‘Perfect Design’ y la carnicería ‘SuKarne’, homónima de una popular cadena de tiendas de ese tipo que opera en México. Cuando los clientes no estaban, llegaban sus cómplices para esconder allí cargamentos de droga y lavar dinero, de acuerdo con la Fiscalía federal.

La caída de ‘El Tío’

El gobierno alega que, “usando estimaciones conservadoras”, la organización criminal de Leal Parra fue directamente responsable de traficar más de 1,000 libras de drogas al este de Washington.

De diciembre de 2016 a octubre de 2019, sus transportistas movieron hasta 50 libras de narcóticos que recogieron en escondites del cartel en Los Ángeles, California, y Arizona.

En el transcurso de la investigación, los agentes del orden le incautaron al grupo más de 60 libras de metanfetamina, cocaína y heroína, incluido un solo envío de 33 libras del llamado “cristal”.

Uno de los choferes de ‘El Tío’ dijo que recogió narcóticos llevando hasta 50,000 dólares en efectivo para comprar la mercancía. Por cada viaje le pagaba hasta 8,000 dólares.

Leal Parra fue arrestado en su casa en Benton City en octubre de 2019, después de que cayeron varios de sus colaboradores. Sus abogados propusieron pagar una fianza de propiedad de 150,000 dólares, pero un juez se la negó al considerar que había riesgo de que se fugara a México.

Anticipando los decomisos que solicitaría el gobierno, la defensa de este narcotraficante afirmó que su cliente “no posee, opera, administra ni controla ningún negocio en la comunidad”.

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Señaló que la tienda ‘SuKarne’ se la regaló en julio de 2019 a su hijo, Julio Bórquez, y este a su vez vendió el local por casi 89,000 dólares y una camioneta Ford.

Tampoco hijo tenía ese dinero, según un memorando sometido en una corte federal en enero de 2020 por el abogado de Leal Parra, Connor Jepson. “El señor Bórquez gastó los 88,988 dólares que recibió de la venta de la carnicería cubriendo deudas y gastos de manutención de la familia”, afirmó.

También aseguró que su defendido había vendido un edificio comercial por 340,000 dólares en enero de 2018, pero que gastó ese dinero y aún debía la hipoteca de su casa en Benton City.

De cualquier manera, Leal Parra se declaró culpable en febrero de 2022 y un juez lo condenó a casi 16 años de prisión y le ordenó pagar 50,000 dólares en lugar de la confiscación de bienes.

Alias ‘El Tío’ cumple ahora su sentencia en una prisión de baja seguridad en Oakdale, en el estado de Louisiana. Su fecha de liberación está programada para el 11 de junio de 2033.

Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente el 9 de noviembre de 2022.

Los hijos del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, exlíder del Cartel de Sinaloa, están ahora entre los criminales más buscados por Estados Unidos. Por información que lleva a su captura y condena se ofrece una recompensa individual de 5 millones de dólares.
<b>En video: Departamento de Estado ofrece recompensa de $5 millones por información que permita el arresto de los hijos de 'El Chapo'</b>
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Con esa cifra, que fue establecida el 15 de diciembre de 2021 por el Departamento de Estado, ellos alcanzan el nivel de relevancia en el mundo del tráfico de drogas que una vez ocupó su padre, quien durante tres décadas fue uno de los jefes del también llamado Cartel del Pacífico.
‘Los Chapitos’, como les dicen, crecieron entre rifles, fajos de dinero ilícito y tabiques de droga. Tres de ellos nacieron en Sinaloa, la cuna del narcotráfico mexicano; y uno más en Jalisco.
Ovidio Guzmán López, el menor de la dinastía, dio sus primeros pasos en el crimen organizado a la edad de 18 años, tras el asesinato de su hermano mayor Edgar, quien fue abatido en un fuerte tiroteo en el estacionamiento de un centro comercial de Culiacán en 2008, según el Departamento de Estado.
Una versión no confirmada es que Edgar Guzmán fue confundido por los propios pistoleros del cartel. Se dice que ‘El Chapo’ compró miles de rosas, todas las que se vendían en esa ciudad, para adornar su funeral. Un altar en honor a su hijo se erigió en el sitio donde lo acribillaron.
Este hecho marcó las vidas de Ovidio Guzmán, entonces un adolescente, y su hermano mayor Joaquín, quien tenía 22 años. El gobierno estadounidense señala que en esa época ellos "heredaron gran parte de las ganancias de los narcóticos y comenzaron a invertir grandes cantidades de dinero en efectivo en la compra de marihuana en México y cocaína en Colombia”.
Ahora son los líderes de un grupo dentro del cartel y supervisan alrededor de 11 laboratorios en Sinaloa que producen entre tres y cinco toneladas de metanfetamina cada mes, que distribuyen en Estados Unidos con la colaboración de traficantes de ese país y Canadá.
La influencia de Ovidio Guzmán subió después de que sus pistoleros lograron rescatarlo de un operativo militar que lo detuvo brevemente en Culiacán en octubre de 2019. Quemaron vehículos, secuestraron efectivos del Ejército y se apostaron afuera de una unidad habitacional de familiares de soldados.
El propio presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó la liberación de Ovidio Guzman para, según dijo, “no poner en riesgo a la población, para que no se afectara civiles, porque iban a perder la vida -si no suspendíamos ese operativo- más de 200 personas inocentes en Culiacán, Sinaloa”.
El menor de ‘Los Chapitos’ no aprendió la lección y aprovechó el llamado ‘Culiacanazo’ para subir de nivel en el cartel. Una fuente de Univision Noticias dijo que él y su hermano Iván Archivaldo Guzmán Salazar estuvieron a finales de 2021 en una propiedad de Mazatlán protegidos por unos 50 pistoleros.
EEUU afirma que Ovidio Guzmán ordenó el asesinato de un “popular cantante mexicano” que no quiso ir a su boda, así como informantes del gobierno y un narcotraficante no identificado.
En esta foto inédita proporcionada por el Departamento de Justicia (DOJ) aparecen Joaquín Guzmán López, identificado allí con el apodo de ‘El Güero’; sus hermanos Edgar, sobre la frase “Tu ángel” por su muerte; Alejandrina Guzmán Salazar; la madre de ella Alejandrina Salazar; otro hijo de ‘El Chapo’ que no se alcanza a distinguir y tres niñas pequeñas.
De esa postal, que fue encontrada en febrero de 2014 por marinos mexicanos y agentes de la DEA en una casa de seguridad de ‘El Chapo’ en Culiacán, se tomó el retrato de Joaquín Guzmán López que ahora difunden las autoridades de EEUU ofreciendo una recompensa de $5 millones.
En la parte superior aparece otra fotografía difuminada de ‘El Chapo’ con sus hijos y la frase: “Para el hombre más importante de nuestras vidas en este día tan especial. Feliz día del esposo, padre y abuelo. TE AMAMOS!! Que dios te bendiga. 16 junio 2013”.
Además de ese recuerdo familiar, los militares encontraron un arsenal, incluyendo un lanzagranadas, y droga, según relató el agente antinarcóticos Víctor Vázquez en el juicio de Guzmán en una corte de Brooklyn.
Unos días después del hallazgo, ‘El Chapo’ fue capturado en un condominio de Mazatlán, aunque se escapó del penal del Altiplano, en el centro de México, un año después gracias a la ayuda de su esposa Emma Coronel Aispuro, sus hijos Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar y su compadre Dámaso López Núñez, alias ‘El Licenciado’.
Alejandrina Guzmán Salazar, quien también aparece en aquella foto familiar, lanzó en el verano de 2019 una línea de ropa inspirada en su infame padre llamada ‘El Chapo 701’, por el lugar que le otorgó hace unos años la revista Forbes en la lista de las personas más ricas del mundo.
En octubre de 2012, Alejandrina Guzmán fue detenida por agentes migratorios en la garita de San Ysidro, California, porque presentó documentos migratorios falsos. Ella confesó ser la hija de ‘El Chapo’ y que su plan era reunirse con el padre de sus dos hijos en Los Ángeles y dar a luz a su tercer hijo en EEUU. Tenía siete meses de embarazo.
Esta joven le permitió a Univision Noticias publicar cuatro fotos inéditas de su padre. En dos él posa con dos niños que sostienen globos en forma de conejo durante unas vacaciones en alguna ciudad costera.
Fueron tomadas en 1989, cuando el capo recién había fundado el Cartel de Sinaloa. La pequeña con el traje de baño naranja es Alejandrina Guzmán. Su padre viste unos pantaloncillos cortos y una playera blanca.
En otra imagen, ‘El Chapo’ sonríe sin ver directamente hacia la cámara. Viste un traje oscuro y una camisa blanca desabotonada que deja ver una cadena en su pecho. “Boda”, la tituló su hija. Aparentemente son las nupcias con su madre.
En la cuarta foto, el exjefe del cartel de Sinaloa aparece sentado en una cama con tres niños. Alejandrina Guzmán posa de pie, levantando los olanes de su vestido blanco. Sus hermanos menores también aparecen en ese recuerdo. El narcotraficante lleva un pantalón gris y una camisa blanca de manga larga.
Las madres de ‘Los Chapitos’, Alejandrina Salazar y Griselda López, fueron agregadas en 2012 a la lista negra de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro.
La primera fue fichada junto con su hijo Jesús Alfredo en junio de ese año “por sus roles en las operaciones de la organización de narcotráfico de Guzmán Loera y el Cartel de Sinaloa”.
La segunda fue designada tres meses después por su papel en las operaciones del cartel, “incluyendo sus esfuerzos para ayudar a Guzmán Loera a evadir la justicia” y brindar “apoyo material a las actividades de narcotráfico de su esposo”.
Son los hijos de Alejandrina, Jesús Alfredo e Iván Archivaldo, quienes tienen más poder en su facción del cartel. El primero lleva años en la lista de los fugitivos más buscados del FBI.
Ellos participaron en el plan que en 2015 logró liberar a su padre del penal El Altiplano, en el centro de México, construyendo un túnel que llegó hasta su celda. Desembolsaron una fortuna ilícita para sobornar oficiales y comprar un terreno adyacente a la prisión.
Después del último arresto de su padre y su extradición, 'Los Chapitos' han tenido que defender su organización delictiva a capa y espada. Primero enfrentaron una guerra interna contra 'El Licenciado' y su hijo Dámaso López Serrano, 'El Mini Lic', la cual ganaron con el respaldo de Ismael 'El Mayo' Zambada, quien era el principal socio de su padre.
En agosto de 2016, un comando del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) irrumpió en el lujoso restaurante La Leche Almacén Gourmet en la zona turística de Puerto Vallarta, en Jalisco, y secuestró a Jesús Alfredo Guzmán y a cinco asociados del cartel que lo acompañaban.
Alias 'Alfredillo' permaneció en cautiverio aproximadamente una semana y luego lo liberaron sin explicaciones. Se cree que el jefe del CJNG, Nemesio Oseguera Cervantes, apodado 'El Mencho', cedió a las amenazas de Guzmán Loera, quien le advirtió desde su celda en El Altiplano que atacaría a las familias de los líderes de su grupo criminal.
Ahora ellos están enfrascados en un pleito contra la facción de ‘El Mayo Zambada’, algo que aún no ha minado la influencia en México y el mundo del cartel, según expertos.
En una extraña entrevista que concedió en 2018 a la revista belga Knack, Iván Archivaldo Guzmán habló sobre una supuesta traición que el gobierno de México le hizo a su padre, se deslindó de la muerte de seis militares y aseguró que no está ávido de poder.
“Mi padre había depositado su confianza en las manos del gobierno mexicano y lo entregó a los estadounidenses como un trofeo. Nunca los perdonaré por eso”, dijo al mismo medio y calificó a los políticos como “la mafia más legítima”.
'Alfredillo', a quien también apodan 'JAGS' (por las iniciales de su nombre), ha sido mencionado en una acusación federal que en 2009 se interpuso en una corte de Chicago, en el estado de Illinois. Su padre y 'El Mayo' encabezan ese caso. Los fiscales federales alegan que entre 2005 y 2014, ellos y otros seis implicados enviaron múltiples cargamentos de droga desde Sudamérica hacia EEUU.
"El hijo de Guzmán Loera actuó como un coordinador de logística, en nombre del acusado Guzmán Loera y miembros y asociados del cartel de Sinaloa, causando que múltiples kilos de cocaína, heroína y marihuana fuesen transportados a la frontera entre México y Estados Unidos, y hacia el interior de EEUU para distribuirlos", señalan documentos judiciales.
A Guzmán Salazar, quien nació en Jalisco en 1983, también lo involucran en la compra de armamento, el pago de sobornos a funcionarios corruptos y en actos violentos contra policías, rivales y miembros de su propio cartel.
Según el testimonio de un cooperante del gobierno, Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán estuvieron presentes durante la tortura y el interrogatorio en 2010 de Israel Rincón Martínez, alias 'El Guacho', quien era un lugarteniente del clan de los hermanos Beltrán Leyva. La víctima habría asesinado a tiros al hijo de un aliado de 'El Chapo' creyendo que era Iván Archivaldo y los Beltrán Leyva lo entregaron para evitar que su guerra escalara aún más. El video se mostró en el juicio de Guzmán.
Otro testigo afirmó que "trabajadores" de los hermanos Guzmán Salazar secuestraron a toda su familia porque creían que se había vuelto un informante de la DEA.
Los hijos mayores de 'El Chapo' fueron entrevistados por un "productor colombiano" que escribía un libro y el guion de una película sobre la vida de su padre. Ambos tomaron control de ese proyecto, que jamás se realizó. Así lo reveló el capo Alex Cifuentes en el juicio contra Guzmán.
<i>"Ya tengo el pie en el estribo/ ya no pueden cambiar nada/ ya no puedo renunciar/ al puesto que mi padre me ha dado/ y que con mucho empeño él todo lo ha logrado",</i> dice el corrido 'Dos Jóvenes Muchachos' del Grupo 360, que habla sobre estos capos treintañeros.
De acuerdo con EEUU, los hermanos Guzmán Salazar “han aumentado su poder dentro del Cartel de Sinaloa” desde el arresto y extradición de su padre.
“Han ampliado su empresa con sofisticados laboratorios de fentanilo en Culiacán, México, y han ampliado sus operaciones de transporte utilizando transporte marítimo y aéreo, además de túneles y cruces fronterizos”, agrega la ficha informativa que ofrece recompensas por ellos.
“Para proteger su organización, sus tácticas han incluido obtener pistolas y otras armas, sobornar a funcionarios públicos corruptos, participar en actos de violencia y amenazas de violencia, secuestrar e intimidar a miembros de las fuerzas del orden, narcotraficantes rivales y miembros de sus propias organizaciones de narcotráfico”, describe el gobierno sobre ellos.
Unos días después de que el gobierno de EEUU anunciara las recompensas para capturarlos, la prensa mexicana difundió imágenes de una narcoposada en Culiacán en la que ellos regalaron ocho autos nuevos, juguetes y electrodomésticos. Pero un funcionario de Sinaloa afirmó que ese evento se realizó en diciembre de 2020 y que fue interrumpido por un operativo militar.
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Los hijos del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, exlíder del Cartel de Sinaloa, están ahora entre los criminales más buscados por Estados Unidos. Por información que lleva a su captura y condena se ofrece una recompensa individual de 5 millones de dólares.
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