El antisemitismo en Estados Unidos, una peligrosa advertencia sobre el envilecimiento social

Por ahora son solo como las fiebres que llegan cuando los cuerpos están enfermos, afectados por algún virus. Son el síntoma de una deriva peligrosa que indica que hay algo enfermo en la sociedad. Son cosas que hay que aplacar y extirpar si no queremos que la enfermedad termine por envilecer a toda la sociedad. De lo contrario, terminará por extenderse el odio como una cáncer que destruye desde dentro la convivencia social de un país que se ha identificado desde su fundación por su multiculturalidad y el respeto mutuo entre las diferentes comunidades raciales, religiosas, étnicas o culturales.

La construcción de una sociedad diversa no ha estado exenta de obstáculos, luchas y desencuentros, pero el objetivo común de construir un país en el que todos caben ha sido una constante compartida en la historia de Estados Unidos. Y nadie duda de que aún queda un largo camino por recorrer. Por eso, es doloroso observar cómo se han sucedido en los últimos días algunos execrables actos antisemitas en el país. Estos comportamientos criminales basados en el odio dañan la convivencia y ponen en riesgo a la sociedad, que podría envilecerse en su totalidad si no logramos juntos acabar con el antisemitismo.

Es una obligación moral de todos levantar la voz ante delitos de odio de esta naturaleza, no mirar para otro lado y reclamar que este tipo de actos no tengan cabida en esta nación construida con las manos y el talento de gentes de procedencias tan distintas.

Hemos visto en los últimos días la vandalización de cementerios judíos en Filadelfia y Saint Louis. En Florida, en un barrio donde reside una gran comunidad judía en Miami Beach, una serie de vehículos aparcados amanecieron rayados con los terribles símbolos nazis de la esvástica. Es muy importante no olvidar nunca las lecciones de la historia y recordar a las nuevas generaciones las cosas que pasan cuando se trivializan acciones de este tipo. Lo cierto es que se ha desatado una ola de acciones antisemitas en Estados Unidos y es más necesario que nunca mostrarse unidos y fuertes frente al odio.

Es gratificante escuchar a las principales voces políticas alzarse contra la terrible corriente de antisemitismo actual. El propio presidente Trump ha expresado su repulsa por estos actos, y el vicepresidente Pence ha subrayado que “no hay lugar en América para el odio, los prejuicios o los actos de violencia o antisemitismo”.

Esta es la idea central que constituye el valor fundamental de la sociedad estadounidense, y que los secuaces del odio no pueden derribar. Es una idea que hay que defender sin fisuras. Pero ojo, hay que mantenerse alerta y unidos si no queremos que el síntoma de una enfermedad que aún estamos a tiempo de tratar se extienda y acabe por pudrir el rico tapiz social que hoy es Estados Unidos.

Sin embargo, hay que advertir que en esta lucha contra el antisemitismo no caben los matices. No puede tolerarse que ciertas voces muy influyentes en la sociedad norteamericana condenen los actos de violencia antisemita con oportunismo y luego se dediquen a dar crédito en esa nueva pléyade de nuevos medios alternativos a ideas difamatorias sobre conspiraciones judías. Cuando de antisemitismo se trata, no hay espacio para los grises o los matices. O se está en contra del odio y la violencia, o se está con los violentos y los antisemitas.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.