En medio del recrudecimiento de las tensiones raciales y contra el deseo del gobernador demócrata de Wisconsin, el presidente Donald Trump planea visitar este martes la ciudad de Kenosha donde hace más de una semana un policía blanco baleó al afroestadounidense Jacob Blake frente a sus hijos dejándolo paralizado de la cintura para abajo, y posteriormente un adolescente armado con un fusil mató a dos manifestantes en una protesta contra la brutalidad policial.
Trump evita condenar al joven que mató a dos manifestantes en Kenosha y descarta visitar a Jacob Blake
El presidente dijo en rueda de prensa que Kyle Rittenhouse, el joven de 17 años que mató a dos manifestantes en una protesta contra la brutalidad policial en Kenosha, "estaba tratando de escapar, se cayó y lo atacaron muy violentamente".

De poco sirviró el llamado del gobernador Tony Evers a Trump para que no visitara el estado y evitar así que se vuelvan a exaltar los ánimos de la población que aún tiene muy frescos los lamentables hechos de semanas anteriores.
Trump no solo irá a Kenosha sino que quiere desplegar la Guardia Nacional, ha hecho una defensa abierta del adolescente acusado de homicidio intencional y otros cargos, así como de la caravana de cientos de sus seguidores que llegaron a Portland, Oregon, este fin de semana, para hacer contrapeso a las protestas contra el racismo, y dijo que no tiene planeado reunirse con Jacob Blake.
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"Tengo que ver a la gente que hizo un buen trabajo por mí", dijo Trump durante su rueda de prensa de este lunes, seguro de que lejos de recalentar las calles, su visita podría "aumentar el entusiasmo, el amor y el respeto" por Estados Unidos.
El gobernador Evers declaró el martes estado de emergencia en Wisconsin y dijo que duplicaría los efectivos de la Guardia Nacional después de que unas personas saquearon negocios y prendieron fuego a docenas de instalaciones.
Defendiendo a Rittenhouse
Pero, lo que ha causado más polémica es la abierta defensa de Trump a Kyle Rittenhouse, el joven de 17 años fanático del mandatario que el pasado 25 de agosto mató a dos manifestantes e hirió a un tercero.
Trump hasta ahora se ha negado a condenar a Rittenhouse, un fatánico de las armas y de la policía, fiel seguidor del presidente. El pasado 30 de enero, Rittenhouse estuvo sentado en primer fila en un acto del mandatario en Des Moines, Iowa. El joven está acusado de homicidio intencional, entre otros cargos.
Respondiendo a una pregunta, Trump dijo: "Ustedes vieron el mismo video que yo. Él estaba tratando de escaparse de ellos (los manifestantes), supongo, y se cayó y lo atacaron muy violentamente, y es algo que estamos examinando, que está bajo investigación".
"Creo que él estaba en muchos aprietos, y que probablemente lo habrían matado", agregó.
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Pero el presidente hace una referencia parcial del hecho. En su relato omite que cuando Rittenhouse cayó al suelo, ya había disparado y matado Joseph Rosenbaum, a uno de los manifestantes, según muestra un video del incidente y corroboran los documentos judiciales.
Tras herir a Rosenbaum, Rittenhouse sale corriendo de otros manifestantes que buscan capturarlo. Es entonces cuando cae al suelo y apunta con el rifle a quienes lo persiguen y vuelve a disparar, esta vez hiriendo de muerte a Anthony Huber, quien antes lo intenta golpear con su monopatín. En el forcejeo también sale herido un tercer manifestante, Gaige Grosskreutz, quien portaba una pistola, según los documentos judiciales.
No se reunirá con Jacob blake
El presidente Donald Trump no se va a reunir con la familia de Jacob Blake en Wisconsin porque, según dijo en la rueda de prensa, querían involucrar a los abogados.
"Bueno, hablé con el pastor (de la familia)... y pensé que sería mejor no hacer nada donde hubiera abogados involucrados. Querían que yo hablara. Querían que hubiera abogados involucrados y pensé que era inapropiado, así que no lo hice. Pero hablé con el pastor de la familia", explicó el presidente.
El objetivo de la familia Blake en este momento es apoyar a Jacob Blake y "asegurar la justicia para él", dijo Ben Crump, abogado de la familia Blake, en una declaración a la CNN.
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"No sé por qué el presidente no querría que la familia tuviera a sus abogados al teléfono", señaló Crump. "Parece que tiene abogados con él cuando habla con la gente".
Jacob Blake, padre de la víctima, también lamentó la decisión del presidente. "Estamos hablando de la vida de mi hijo", dijo el lunes a la misma cadena. "No me voy a meter en política. Se trata de mi hijo, hombre. No tiene nada que ver con una foto. Tiene que ver con la operación de Jacob".
"Pinturas no son balas"
Tampoco hubo condenas de Trump a los grupos de simpatizantes que este fin de semana fueron a Portland, Oregon, para contrarrestar las protestas del movimiento Black Lives Matter, a quienes atacaron con perdigones y balas de pintura.
"Estaban mis simpatizantes, pero eso fue una protesta pacífica. Y la pintura es un mecanismo de defensa. La pintura no son balas", zanjó Trump.
En Portland, una persona murió este fin de semana en medio de enfrentamientos entre ambos grupos. Trump lo refirió como uno de sus simpatizantes, un hombre de 39 años que pertenecía a un grupo de extrema derecha llamado Patriot Prayer y al que la Policía de Portland identificó este lunes como Aaron Danielson.
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Videos parecen indicar que Danielson formaba filas con los simpatizantes de Trump, mientras que el atacante estaba alineado con los manifestantes de BLM, aunque la policía no ha divulgado información sobre el posible sospechoso o la víctima mortal, reportó The Washington Post.
Aunque Trump los define como manifestantes pacíficos, Joey Gibson, el líder de Patriot Prayer, ha llamado a Portland "asqueroso" y lleno de "tanta oscuridad" y ha instruido a los miembros y partidarios para que se armen en los mítines, diciendo: "Todos deberían llevar armas en todo momento, especialmente los que están en nuestra situación", según reporta la organización Southern Poverty Law Center .
Incluso, un miembro de Patriot Prayer, Reggie Axtell, amenazó al alcalde de Portland, Ted Wheeler, y otro, Skylor Jernigan, lanzó amenazas explícitas contra los manifestantes de Portland. "Te van a meter cuchillos en la garganta. Te van a meter balas en la cabeza si no paras esta mierda con nosotros", afirmó Jernigan, según recoge la organización.













