Mexicano que entró legalmente a EEUU fue arrestado durante una redada porque no llevaba sus papeles consigo

Víctor Cortes entró con una tarjeta de cruce fronterizo, un pasaporte y un formulario I-94. Pero cuando lo detuvieron, no portaba evidencia de que se encontraba legalmente en el país, un error que puede tener serias consecuencias.

Jorge Cancino
Por:
Jorge Cancino.
La detención de Víctor Cortés se produjo el pasado 19 de mayo en Illinois, un día después de que entró legalmente a EEUU. Según el hombre, agentes de ICE en Chicago le dijeron que su permiso no le permitía ingresar más de 50 millas del punto fronterizo. Relata que luego verificaron los documentos y lo liberaron dándole un nuevo permiso de entrada I94, sin devolverle el que tenía originalmente.
Video Turista mexicano denuncia que fue detenido por ICE aunque sus documentos estaban en regla

Un inmigrante mexicano que entró a Estados Unidos legalmente por la garita de Laredo, Texas, y luego viajó a la localidad de Joliet, Chicago, para visitar a unos amigos, vivió una pesadilla el 19 de mayo cuando fue detenido durante un operativo de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).

“Hice todo lo que tenía que hacer para entrar legalmente a este país, pero me arrestaron, me esposaron y me llevaron a un centro de detención en Chicago”, dice a Univision Noticias Víctor Cortes, originario de Hidalgo, México. “Fue como a las 03:00 pm y me soltaron cerca de la medianoche, como a las 11:00 pm”.

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Cortes dice estar “decepcionado” de las autoridades de inmigración estadounidenses. “Me dieron mal trato, se burlaron de mí”, agrega. “Yo les dije y lo sigo sosteniendo, que en la frontera hice todo lo que tenía que hacer para entrar legalmente y poder viajar desde Laredo hasta Joliet, aquí en Chicago. Pero ellos igual me arrestaron”.

La entrada

Cortes se presentó en la garita de Laredo el 18 de mayo. Entró a Estados Unidos con un permiso denominado “tarjeta de cruce fronterizo” (BCC, por sus siglas en inglés), documento que utilizan miles de mexicanos para entrar y salir del país frecuentemente bajo la categoría de no-inmigrante B1/B2 (turismo o negocios).

La BCC, también conocida como “visa láser”, solo puede ser utilizada en puertos fronterizos y no en aeropuertos. En esos casos hay que tener una visa estampada en el pasaporte.

La visa láser, además, sólo permite alejarse de la frontera hasta una distancia de 25 millas, excepto en Arizona donde los portadores de la tarjeta pueden adentrarse hasta 75 millas, siempre y cuando utilicen las garitas de Nogales, Maricopa, Sasabe, Douglas o Naco.

El tiempo máximo de permanencia con este tipo de visa es de 30 días, explica la Oficina de Ciudadanía y Servicios de inmigración.

En caso de que el portador de la “tarjeta de cruce fronterizo” requiera ir más allá de la distancia permitida, al momento de entrar debe presentar un pasaporte válido e indicar al agente de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) la intención del viaje y solicitar un permiso o Formulario I-94.

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El agente puede, en ese momento, pedir al inmigrante pruebas de que tiene empleo, cuenta bancaria, lazos familiares en México y establecer que no se quedará indocumentado en Estados Unidos.

“Yo hice todo ese trámite”, señala Cortes. “Por eso me dieron el permiso y continué viaje al norte en autobús. Les dije que venía a Joliet, en Chicago y me dieron la I-94”.

El arresto

Entre el 18 y el 23 de mayo, ICE montó un operativo en 37 ciudades de Illinois que dejó un saldo de 156 detenidos, entre ellos Cortes. La agencia dice que sólo la mitad de los arrestados tenían antecedentes criminales.

El segundo día de la redada, agentes de ICE detuvieron el automóvil en el que Cortes viajaba como pasajero. El vehículo era manejado por Guillermo Hernández, un mecánico indocumentado que reside en Joliet y también es originario de Hidalgo, México.

Cortes cuenta que ese día fueron de compras al supermercado y, cuando regresaban a casa, tres agentes de ICE en un carro sin marcas los detuvieron y les pidieron documentos.

“Yo le dije a uno de los oficiales que no tenía los papeles en ese momento, que había entrado el día antes por la garita de Laredo y que estaba a solo cinco minutos de la casa donde me estaba quedando”, explicó Cortes.

“No les costaba nada averiguar mis datos. Les dije mi nombre, mi fecha de nacimiento, cuándo ingresé al país y por donde. Pero no me creyeron y nos llevaron a la casa”, agrega.

Cuando Cortes mostró los documentos migratorios que prueban su ingreso legal al país, los agentes de ICE “me dijeron que no eran válidos y que estaba fuera de las millas permitidas”.

Privado de libertad

El arresto de Cortes se prolongó durante ocho horas. Luego de ese tiempo y sin mayores explicaciones, “me devolvieron mis documentos y me dijeron que me vaya. Pero no me regresaron el formulario I-94 que me dieron en la frontera. Me dieron uno nuevo”.

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El inmigrante dijo además que “recibí un trato amargo, fue una mala experiencia. Estoy decepcionado de las autoridades de aquí, del mal trato a nosotros los inmigrantes que entramos legalmente. Se burlaron de mí. A uno le dicen las cosas para que se sienta mal”, indicó.

Cortes dijo que cuando se disponía a regresar a casa, “me volvieron a esposar, me subieron a la patrulla y me dejaron en la casa de mi amigo. Ahí me quitaron las esposas y se fueron”.

Dijo además que “no he podido encontrar todavía un abogado para vea mi caso. Como arrestaron a uno de mis amigos, me he preocupado por él y no he tenido tiempo. Pero voy a pedir la intervención de uno para que vea lo que me pasó, porque no es justo lo que me hicieron pasar, un calvario. Ellos (ICE) tienen que saber que hicieron mal”.

La respuesta de ICE

Univision Noticias preguntó a ICE porqué detuvieron a Cortes siendo que se encontraba legalmente en Estados Unidos. La agencia respondió por medio de un comunicado e indicó que, ”como parte de su visita legal a Estados Unidos, el señor Cortes está OBLIGADO a llevar consigo la documentación correspondiente en todo momento”.

En este caso, agregó, “debería haber llevado su pasaporte y el formulario I-94”, dijo Shawan Neudauer, vocero de ICE. “Él no llevaba esta documentación cuando fue encontrado”.

El funcionario dijo además que Cortes “fue detenido brevemente, pero fue liberado una vez que los agentes verificaron su reclamo y estado migratorio”.

“También tenga en cuenta que el señor Cortes no es un inmigrante, simplemente está visitando Estados Unidos”, apuntó.

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La agencia no explicó por qué extendieron un nuevo formulario I-94 a Cortes cuando fue puesto en libertad.

Desde que el presidente Donald Trump llegó a la Casa Blanca en enero de 2017, el gobierno ha implementado una dura polìticas migratoria que exige a todo extranjero llevar siempre sus papeles consigo, tengan o no permiso de estadía en Estados Unidos.

Demanda en curso

Por otra parte, dos inmigrantes indocumentados, que no tienen relación con el caso del turista mexicano, pero que sí fueron detenidos en el operativo de ICER en Illinois en mayo, demandaron a La agencia federal por perfil racial y haberlos detenido sin una orden judicial.

La demanda está dsiendo asesorada por el Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes (NIJC, por sus siglas en inglés), reportó el Noticiero Univision Edición Nocturna el domingo.

La organización asegura que ICE violó la 4ta Enmienda de la Constitución al no obtener órdenes de arresto para realizar detenciones de cientos de latinos durante paradas de tráfico.

"La demanda tiene como objetivo que las personas salgan bajo fianza mientras tienen una audiencia con un juez de inmigración”, dijo a Univision Noticias Ruben Loyo, abogado del NIJC.

ICE dijo quye que no comenta sobre litigios pendientes.

<b>97 arrestados. </b>Algunos detenidos por ICE en la gran redada del 5 de abril se dan las manos antes de presentarse en las oficinas del gobierno para un trámite. Algunos llevaban varios años trabajando en la planta procesadora de carne en situación muy precaria, pero las detenciones han unido todavía más al grupo. Morristown, el pueblo en el este rural de Tennessee, también ha reaccionado a la redada. Cientos de vecinos han ayudado a los afectados, aunque otros también han celebrado en redes sociales que se cumplan las leyes migratorias. En este condado, Donald Trump ganó las elecciones con un 73% de los votos.
“Mis niñas están sufriendo”. Cuando vio que su esposo la llamaba a esa hora de la mañana, pensó que quizás la extrañaba y quería oír su voz. Pero Esperanza –que no quiere revelar su nombre real– escuchó algo totalmente diferente: “Inmigración está aquí y ya no se puede hacer nada. Nos están arrestando”. Sintió que el mundo caía sobre ella. “Pero no tenía derecho a escuchar mi dolor, tenía que preocuparme por mis dos hijas”. Ahora, un mes después de la gran redada, le da la mano a su esposo antes de que se presente en las oficinas de ICE para seguir con su proceso migratorio. Siempre está presente ese temor de que no liberen a su pareja. Sus hijas, “hay días que no quieren ni comer, no pueden dormir, tienen pesadillas”.
<b>“Hola ma, ¿cómo estás?”. </b>Entre las 6 y las 7 de la tarde, Hilario Hernández, un inmigrante mexicano, y sus tres hijos, de nacionalidad estadounidense, esperan impacientes la melodía del teléfono. Es su nueva rutina desde hace 27 días, cuando la madre de la familia, Alejandra, fue detenida en la redada mientras trabajaba limpiando carne de res en la empacadora. En la llamada anterior la notaron deprimida y el reto hoy es animarla: “Échale ganas”, le dice Hilario. El matrimonio solía ingresar unos 4,000 dólares mensuales, pero este mes –con ella arrestada y él reuniendo documentación para liberarla– serán unos 1,200, lo justo para pagar la renta y la luz.
<b>“En tres días, tres cortes diferentes de tres familiares”. </b>La redada de las autoridades federales arrasó en casa de Yael Salazar, una beneficiaria de DACA. En la planta procesadora de carne, detuvieron a su esposo y cinco familiares directos más. Sus días se han convertido en una búsqueda incansable de documentos y dinero para intentar que salgan del centro de detención de ICE en Jena, Louisiana. Junto a una prima, emprende rumbo hacia ese estado para recoger a un familiar que saldrá con una 
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<b>Millones de dólares no declarados. </b>Los 97 arrestos fueron efectuados por el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (ICE), pero la redada estuvo liderada por el Servicio de Rentas Internas (IRS) con un espectacular despliegue de agentes de varios cuerpos y un helicóptero. La hacienda estadounidense acusa a los propietarios de no reportar 8.4 millones de dólares en salarios y evitar pagar 2.5 millones en impuestos. La planta, llamada Southeastern Provision, recibía las vacas, las cortaba, procesaba y empacaba, según algunos empleados. Podían procesar unos 250 animales por día. Las jornadas laborales solían empezar a las 7 de la mañana, pero se alargaban hasta que el trabajo estaba acabado, hasta las 6 de la tarde a veces. Varias personas con el uniforme de la planta insistieron a Univision Noticias que no tomara imágenes de las instalaciones, pese a encontrarnos en la calle.
<b>“Llevan muchos años en Estados Unidos”. </b>La abogada Valeria Gómez revisa la documentación de una inmigrante afectada por la redada a las puertas de las oficinas de ICE en Knoxville, a unas 60 millas (95 km) del lugar de los hechos. De los 97 arrestados el 5 de abril, la mayoría quedaron recluidos en un centro de detención de ICE por semanas o todavía lo están. “El patrón era mantener detenidos a todos salvo que tuvieran una circunstancia extraordinaria, como una razón médica o mamás solteras”, explica Gómez. Es precavida, pero cree que algunos podrían evitar la deportación por llevar más de una década en el país, no haber tenido problemas con la ley y tener hijos estadounidenses. Sin embargo, esas cancelaciones son extraordinarias y 
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<b>“Pensábamos que era un lugar muy seguro para nosotros”.</b> Pese a las condiciones precarias que las autoridades federales han detectado en la planta procesadora de carne, Raymunda López, de 41 años, sentía que era un buen sitio por dos razones: no pedían identidades falsas para trabajar y recibía el salario en efectivo. López cortaba y empacaba carne, hacía jornadas de hasta 10 horas y cobraba como máximo 380 dólares a la semana. El día de la redada estuvo detenida por 12 horas, pero acabaron liberándola de manera provisional. Ella sospecha que fue porque sufre de diabetes.
El campo base. José Quezada (a la derecha) y Verónica Galván (a la izquierda) en una oficina de la iglesia de San Patricio, en Morristown. El lugar se ha convertido en el epicentro de la crisis desatada entre la comunidad inmigrante: entregan comida y productos básicos donados, ayudan con gastos financieros de los afectados, ofrecen consejo legal y colaboran para que los indocumentados escriban cartas de poderes para que sus hijos tengan un tutor legal si ellos son deportados. Quezada y otros trabajadores de la Tennessee Immigrant and Refugee Rights Coalition se trasladaron a la zona por semanas desde la capital, Nashville, a casi cuatro horas.
“Stop Deportations”. Un grupo de hispanos, la mayoría afectados por la redada con 97 detenidos, finalizan una pancarta que pide al gobernador de Tennessee, el republicano Bill Haslam, que frene la ley HB 2315 aprobada por la legislatura estatal en abril. El texto prohíbe las ciudades santuario y concede poderes extraordinarios a los policías locales para pedir el estatus migratorio. La mañana siguiente, exhibieron el mensaje a las puertas de un evento del político, pero no lograron hablar directamente con él.
“Tengo miedo de que vuelva a pasar”. Carolina Rómulo, de 25 años, abraza a su bebé de 10 meses después de saber que su marido será liberado del centro de ICE, tras pasar casi un mes en detención. La noche anterior el bebé casi no durmió por una infección en el oído y esa mañana una amiga de la misma empacadora le dio aventón para ir al médico. No se atreve a manejar por si la paran. Rómulo también fue detectada como indocumentada en la redada, pero liberada al cabo de unas horas. Dice que el bebé se emociona cuando oye al papá del otro lado del teléfono.
<b>“Bienvenida”. </b>Hilario Hernández, de 42 años, observa emocionado el abrazo de su esposa Alejandra con sus tres hijos al reencontrarse tras 29 días separados. Un juez de inmigración decretó la libertad provisional de la madre a cambio del pago de una fianza de 7,500 dólares. Hernández lleva desde 1994 en Estados Unidos y sus hijos son ciudadanos estadounidenses. “Como les digo a mis hijos, yo lo siento mucho pero papá se va a ir a trabajar sábados y domingos para recaudar a este dinero”, explica. “Porque mamá ya no va a poder trabajar”.
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97 arrestados. Algunos detenidos por ICE en la gran redada del 5 de abril se dan las manos antes de presentarse en las oficinas del gobierno para un trámite. Algunos llevaban varios años trabajando en la planta procesadora de carne en situación muy precaria, pero las detenciones han unido todavía más al grupo. Morristown, el pueblo en el este rural de Tennessee, también ha reaccionado a la redada. Cientos de vecinos han ayudado a los afectados, aunque otros también han celebrado en redes sociales que se cumplan las leyes migratorias. En este condado, Donald Trump ganó las elecciones con un 73% de los votos.
Imagen Damià S. Bonmatí
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