El fiscal especial Robert Mueller, quien lleva adelante la investigación sobre los posibles lazos entre la campaña presidencial de Donald Trump y Rusia para afectar los resultados de las elecciones de 2016, presentó este jueves nuevas acusaciones contra el exjefe de la campaña Paul Manafort y su exsocio y mano derecha, Rick Gates, por delitos fiscales y fraude bancario, entre otros 32 cargos.
Fiscal especial Mueller presenta 32 nuevas acusaciones contra colaboradores de Trump en la campaña presidencial
El exjefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort, y su exmano derecha, Rick Gates, fueron acusados de delitos fiscales y fraude bancario en medio de las investigaciones sobre las posibles conexiones entre Rusia y la campaña republicana.

Manafort es una figura relevante en la elección del mandatario republicano en noviembre de 2016 ya que estuvo al frente de su campaña desde junio a agosto de ese año, aunque el presidente Trump ha dicho que su papel fue mínimo.
La presentación de los nuevos cargos ocurre en momentos en que todavía no hay fecha para un juicio sobre los primeros 12 cargos presentados en Washington DC, hecho que generó críticas de la jueza de distrito a cargo, Amy Berman, por lo que denominó "retrasos inaceptables" debido a que ninguna de las partes ha nombrado abogados específicos para la causa.
Tanto Manafort como Gates ya fueron acusados de 12 delitos que no están relacionados específicamente con su papel en la campaña presidencial, sino con transacciones financieras en las que ambos estuvieron involucrados con un partido político de Ucrania con lazos cercanos con el gobierno del presidente de Rusia, Vladimir Putin. También fueron acusados por no revelar su presunto papel como lobistas para un gobierno extranjero.
Algunos observadores creen que estas acusaciones presentadas este jueves en un tribunal de Alexandria, Virginia, y sin conexión con la campaña podrían generar nuevas presiones que lleven a Paul Manafort o a Rick Gates a colaborar con Mueller sobre la verdadera dimensión de los contactos entre rusos y la campaña republicana a cambio de una negociación extrajudicial que disminuya una potencial condena por los delitos que enfrentan.
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La situación de Manafort se ha visto comprometida en el juicio debido a que sus tres abogados decidieron renunciar a su defensa, algo que la jueza de la causa está aún considerando.
Demanda
El pasado mes de enero, Manafort presentó una demanda contra Mueller alegando que en las pesquisas sobre el caso se estaba excediendo en sus funciones.
La demanda civil de Manafort, presentada ante un tribunal federal en Washington DC, señala también al vicefiscal general, Rod Rosenstein, que fue quien nombró a Mueller en mayo para encabezar la investigación y quien supervisa su trabajo.
Los defensores de Manafort aseguran en el texto de unas 17 páginas que Rosenstein excedió su autoridad legal al otorgarle 'vía libre' a Mueller para que investigue e imponga cargos penales sobre datos surgidos de la investigación principal que busca determinar si hubo o no colusión entre emisarios del gobierno ruso y la campaña presidencial de Trump en 2016.
En agosto de 2016 Manafort dejó la dirección de la campaña republicana que había asumido apenas cuatro meses antes luego de que se descubrieran datos ocultos sobre su trabajo como lobista del gobierno prorruso de Ucrania entre 2012 y 2014.
El equipo entró en proceso de rápida restructuración para enfrentar la recta final hacia las elecciones de noviembre y trató de reducir lo más posible el ruido que generaba la salida del hombre que los republicanos esperaban que pusiera orden en lo que entonces lucía como una campaña caótica.
Manafort salió de la escena política, pero quedó en el radar de los investigadores federales por su papel como uno de los jefes de una campaña, cuyas posibles conexiones con Rusia para influir en las elecciones ya investigaba el FBI desde mediados de 2016.
Por su trabajo con el gobierno ucraniano, Manafort es una persona con conexiones con Moscú y con funcionarios del gobierno de Vladimir Putin, a quien precisamente los servicios de inteligencia acusan de haber tratado de influenciar las elecciones presidenciales del 2016, algo que genera sospechas en algunos.
Manafort fue uno de los asistentes a la reunión en la que el hijo del presidente Donald Trump Jr. recibió a una abogada rusa en Nueva York que supuestamente le presentaría información dañina sobre la campaña de Hillary Clinton que tenía disponible el gobierno de Moscú, otra pista que investiga el fiscal Mueller.







