Un virus porcino se ‘coló’ en el primer trasplante de corazón de un cerdo a un humano: no se descarta que ocasionara la muerte del paciente

David Bennett había superado la etapa más crítica tras recibir el trasplante de corazón de un cerdo cuando, repentinamente, su condición empeoró y murió. Sus cirujanos ahora tienen una mejor idea de lo que ocurrió. Un megalovirus porcino que inicialmente pasó desapercibido ha podido empeorar las cosas. Explicamos lo que se sabe.

Por:
Univision y AP
Investigadores de la Universidad de Maryland detectaron un virus en el corazón de cerdo que fue el primero en ser trasplantado a un humano en enero. Hasta el momento desconocen si esto tuvo que ver con que el paciente muriera dos meses después de recibirlo. Más sobre este tema en Univisión Noticias.
Video Encuentran virus en el corazón de cerdo que fue trasplantado a un humano

Un virus porcino pudo haber contribuido a la muerte del primer hombre en recibir un trasplante de corazón de un cerdo. David Bennett, de 57 años, falleció repentinamente después de la cirugía sin haber dado señales de rechazo del nuevo órgano, el mayor riesgo que había logrado superar satisfactoriamente.

Bartley Griffith, uno de los cirujanos a cargo del trasplante, informó durante un webinar que 20 días después del trasplante, una prueba detectó trazas de ADN viral de citomegalovirus porcino (CMV por sus siglas en inglés), pero a niveles tan bajos que pensaron era un error de laboratorio, explica un reportaje de MIT Technology Review , el primer medio en reseñar la noticia.

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Antes de efectuar el trasplante del corazón del cerdo modificado genéticamente, se habían realizado numerosas pruebas para descartar la presencia de cualquier patógeno.

Pero estas solo son capaces de detectar contagios activos, por lo que es posible que el virus estuviera latente en fase de incubación.

Virus pudo estar detrás de la muerte del hombre que recibió el trasplante de corazón cerdo

Unos 40 días después de la cirugía, el paciente enfermó severamente y mostró síntomas similares a los de una infección. “Algo le pasó. Lucía infectado. Perdió la atención y no nos hablaba”, explicó el especialista del Centro Médico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland .

En ese punto, ya los exámenes mostraban niveles elevados de ADN viral.

Le suministraron un sinfín de antibióticos y antivirales como tratamiento, pero el corazón de cerdo se inflamó, llenó de fluido y eventualmente dejó de funcionar.

David Bennet falleció el 8 de marzo.

“¿Qué estaba haciendo el virus, si fuera el caso, que hubiera podido causar la inflamación en el corazón? Honestamente no lo sabemos”, dijo a Associated Press el cirujano, para quien este bien “ha podido ser el actor que desató todo esto”.

“No fue la única razón”, opinan algunos médicos

No se ha confirmado que el citomegalovirus porcino causara la muerte del paciente que de por sí se encontraba en una situación muy frágil.

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Expertos como Joachim Denmer, investigador del Instituto de Virología de Berlín, recalcan que no se debe olvidar que “el paciente estaba muy, muy enfermo” y que “quizá el virus contribuyó, pero no fue la única razón”, declaró a The Guardian.

David Bennett ya estaba al borde de la muerte antes de aceptar someterse al trasplante y presentó numerosas complicaciones tras la cirugía.

¿Cómo afecta esto el estudio de trasplantes de órganos de animales a humanos?

Se teme que este hallazgo enturbie la posibilidad de que los trasplantes de órganos de animales genéticamente modificados, que tanto podrían ayudar a personas en listas de espera, se haga realidad.

La necesidad de otra fuente de órganos es enorme. El año pasado se realizaron más de 41,000 trasplantes en Estados Unidos, un récord, incluidos unos 3,800 trasplantes de corazón. Pero más de 106,000 personas permanecen en la lista de espera nacional, miles mueren cada año antes de obtener un órgano y miles más nunca se agregan a la lista, lo que se considera una posibilidad demasiado remota.

El trasplante de corazón de un cerdo que recibió David Bennet ha sido considerado un gran un hito de la medicina.

Entender claramente lo que ocurrió es crucial para evitar que se repita en el futuro.

Uno de los miedos en torno a los xenotrasplantes (en los que se usan tejidos u órganos de una especie a otra) ha sido la introducción de enfermedades de animales a la raza humana, lo que se conoce en inglés como spillover y que es una de las hipótesis de los orígenes de coronavirus.

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Los cirujanos que estuvieron a cargo del trasplante se mantienen optimistas.

Aclararon que actualmente se trabaja en el desarrollo de pruebas más sofisticadas para “asegurarnos de que no pasemos por alto este tipo de virus”, indicó Muhammad Mohiuddin, director de ciencias del programa de xenotrasplantes de la universidad.

Si se llega a determinar que, en efecto, el virus fue el causante de la muerte de Bennett, eso sería algo que podría evitarse en futuras operaciones, aseguró Griffith en su presentación.

Una opción para prevenir que virus pasen desapercibidos en los órganos de animales modificados genéticamente sería mantenerlos bajo evaluación durante una ventana mucho más larga de tiempo, explica el reportaje de MIT Technology Review.

Mira también:

<b>Estetoscopio</b>. Hoy en día forma el estetoscopio forma parte esencial de cualquier consulta médica, pero antes de su creación en 1815, los doctores tenían que conformarse con colocar el oído encima del pecho del paciente para escuchar los latidos de su corazón o su respiración, lo que no siempre era efectivo, sobre todo cuando la persona tenía mucha grasa corporal, algo que justamente fue lo que le ocurrió al inventor de este instrumento médico, el francés René Laennec, a quien en esa circunstancia se le ocurrió la idea de crear un objeto que amplificara los sonidos del corazón y los pulmones.
<b>Aspirina</b>. Desde los tiempos ancestrales, la humanidad descubrió los beneficios analgésicos de un extracto de la corteza del sauce blanco, que, siglos después, derivaría en el popular principio llamado activo ácido acetilsalicílico, cuya presentación más estable en tabletas fue descubierta por el alemán en 1897, Felix Hoffmann y patentada por el laboratorio Bayer. Pronto se convirtió en el analgésico más usado en la historia con el nombre que todos conocemos: aspirina. Hoy en día tiene numerosas indicaciones: analgésico, antipirético y para prevenir ataques al corazón, entre otras. La Organización Mundial de la Salud la reconoce como una de las medicinas esenciales.
<b>Anestesia</b>. Durante siglos la humanidad exploró este concepto, pero la invención de la anestesia moderna tal y como la conocemos se atribuye al dentista William Morton y John Collins quienes, en 1846, demostraron el uso del éter sulfúrico durante una cirugía para remover un tumor del cuello de un hombre. Desde entonces ha habido notables avances en el campo de la anestesiología que permiten que largas y completamente indoloras cirugías sean posibles.
<b>Antibióticos</b>. Pensar en que alguien muera por una infección de garganta o de oído hoy parece algo inconcebible, pero era lo que ocurría antes del descubrimiento de los antibióticos que se atribuye a Alexander Fleming, inventor de la penicilina. En 1928, este profesor de bacteriología se dio cuenta por accidente que había un hongo capaz de matar algunas bacterias, lo que abrió camino a la era de los antibióticos, que son compuestos que las bacterias y los hongos producen de forma natural, para matar o inhibir especies microbianas rivales. Hoy en día los médicos tienen muchos tipos de antibióticos entre los cuales escoger y, según la Academia Estadounidense de Pediatría, se recetan en EEUU más de 150 millones por año.
<b>Desfibrilador</b>. La desfibrilación -el proceso por el cual se aplican cargas eléctricas al corazón de un paciente para restituir el ritmo cardiaco- salva vidas. Si alguien sufre un paro cardíaco y es desfibrilado durante el primer minuto, su chance de supervivencia es del 90%. Por cada minuto que se retrasa este procedimiento, sus probabilidades se reducen entre 7 y 10%, advierte la 
<a href="https://suddencardiacarrest.org/" target="_blank">Asociación de Ataques Cardiacos Repentinos</a>. La primera desfibrilación exitosa se atribuye a Claude Beck, quien la hizo en un joven de 14 años durante una cirugía en 1947. Con el paso de las décadas, se logró crear artefactos que pudieran usarse más allá de la sala de operaciones hasta que finalmente, en 1965, Frank Pantridge inventara el primer desfibrilador portátil del mundo, que fue instalado en una ambulancia. Hoy en día los hay por doquier y, a diferencia de ese modelo que pesaba 70 kilos, ahora son pequeños y mucho más livianos.
<b>Píldora anticonceptiva</b>. El impacto social del fármaco para el control de la natalidad aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en 1960 ha sido crucial. La llamada píldora ha permitido a las mujeres el control de su fertilidad, algo que fue muy revolucionario y controversial en su momento. Si bien sus ‘creadores’ fueron dos hombres (Gregory Pincus y John Rock), dos mujeres la hicieron realidad al encontrar los fondos necesarios para su desarrollo: Margaret Sanger -fundadora de Planned Parenthood- y Katherine McCormick.En la actualidad 8 de cada 10 mujeres han tomado la píldora en algún momento de sus vidas.
<b>Rayos X</b>. Antes de la invención de los rayos X, los médicos solamente podían buscar señales externas de daños en el organismo. La posibilidad de ver lo que ocurre adentro ha permitido diagnosticar toda clase de males. También abrió la puerta a otros importantes inventos como las tomografías o las resonancias magnéticas.Todo comenzó por accidente en 1895 cuando el físico alemán Willhelm Conrad Rӧntgen descubrió una radiación desconocida en ese momento (por lo que la llamó rayos X) que tenía la capacidad de penetrar los cuerpos opacos. Poco después, los rayos X comenzaron a usarse para identificar las balas en soldados heridos en la guerra.
<b>Teoría de los gérmenes</b>. Durante siglos, la humanidad no comprendía cómo se transmitían y contraían las enfermedades. Se creía que se generaban de forma espontánea, prácticamente ‘de la nada’. Esto cambió cuando Louis Pasteur y Robert Koch identificaron que los gérmenes eran la causa. No obstante, les costó convencer a la comunidad científica sobre su revolucionaria teoría, que hoy nos parece tan evidente.
<b>Vacunas</b>. El valor de las vacunas como una poderosa herramienta de salud pública para salvar vidas ha sido corroborado una vez más durante esta pandemia del coronavirus. Su creación se remonta a hace 200 años cuando en el Reino Unido, el médico Edward Jenner notó que algunas mujeres que ordeñaban vacas parecían estar protegidas de la viruela si antes ya habían contraído una enfermedad más leve llamada viruela bovina, lo que lo motivó a hacer un experimento con un niño de 8 años, a quien inoculó con materia de la llaga de viruela bovina de una ordeñadora y luego con el virus. Así pudo confirmar su teoría: el niño había producido un grado de protección contra la viruela. Según un 
<a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-40720048" target="_blank">reportaje</a> de la 
<i>BBC</i>, en 1798 publicó su primera investigación donde habló por primera vez del término ‘vacuna’, del latín: vacca. El resto es historia.
<b>Termómetro clínico</b>. Este instrumento médico tan popular fue creado por el médico italiano Santorio Santorio en el siglo XVII. Entre 1592 y 1603 Galileo Galilei había inventado un tubo de cristal sensible al calor lleno de un líquido cuya altura variaba según la temperatura. Pero fue Santorio quien hizo el primer instrumento con gradación para medir la temperatura corporal humana. Con el tiempo, otros lo perfeccionaron, como hizo Daniel Fahrenheit artífice del modelo del termómetro de mercurio, mucho más preciso. Pero, según un 
<a href="https://www.nationalgeographic.org/encyclopedia/thermometer/" target="_blank">reportaje</a> de 
<i>National Geographic</i>, no fue hasta el siglo XIX cuando, gracias a la explicación científica de la fiebre que hiciera Carl Wunderlich, que el termómetro se hizo indispensable.
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Estetoscopio. Hoy en día forma el estetoscopio forma parte esencial de cualquier consulta médica, pero antes de su creación en 1815, los doctores tenían que conformarse con colocar el oído encima del pecho del paciente para escuchar los latidos de su corazón o su respiración, lo que no siempre era efectivo, sobre todo cuando la persona tenía mucha grasa corporal, algo que justamente fue lo que le ocurrió al inventor de este instrumento médico, el francés René Laennec, a quien en esa circunstancia se le ocurrió la idea de crear un objeto que amplificara los sonidos del corazón y los pulmones.
Imagen DIRK WAEM/BELGA MAG/AFP via Getty Images
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