Un virus porcino pudo haber contribuido a la muerte del primer hombre en recibir un trasplante de corazón de un cerdo. David Bennett, de 57 años, falleció repentinamente después de la cirugía sin haber dado señales de rechazo del nuevo órgano, el mayor riesgo que había logrado superar satisfactoriamente.
Un virus porcino se ‘coló’ en el primer trasplante de corazón de un cerdo a un humano: no se descarta que ocasionara la muerte del paciente
David Bennett había superado la etapa más crítica tras recibir el trasplante de corazón de un cerdo cuando, repentinamente, su condición empeoró y murió. Sus cirujanos ahora tienen una mejor idea de lo que ocurrió. Un megalovirus porcino que inicialmente pasó desapercibido ha podido empeorar las cosas. Explicamos lo que se sabe.
Bartley Griffith, uno de los cirujanos a cargo del trasplante, informó durante un webinar que 20 días después del trasplante, una prueba detectó trazas de ADN viral de citomegalovirus porcino (CMV por sus siglas en inglés), pero a niveles tan bajos que pensaron era un error de laboratorio, explica un reportaje de MIT Technology Review , el primer medio en reseñar la noticia.
Antes de efectuar el trasplante del corazón del cerdo modificado genéticamente, se habían realizado numerosas pruebas para descartar la presencia de cualquier patógeno.
Pero estas solo son capaces de detectar contagios activos, por lo que es posible que el virus estuviera latente en fase de incubación.
Virus pudo estar detrás de la muerte del hombre que recibió el trasplante de corazón cerdo
Unos 40 días después de la cirugía, el paciente enfermó severamente y mostró síntomas similares a los de una infección. “Algo le pasó. Lucía infectado. Perdió la atención y no nos hablaba”, explicó el especialista del Centro Médico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland .
En ese punto, ya los exámenes mostraban niveles elevados de ADN viral.
Le suministraron un sinfín de antibióticos y antivirales como tratamiento, pero el corazón de cerdo se inflamó, llenó de fluido y eventualmente dejó de funcionar.
David Bennet falleció el 8 de marzo.
“¿Qué estaba haciendo el virus, si fuera el caso, que hubiera podido causar la inflamación en el corazón? Honestamente no lo sabemos”, dijo a Associated Press el cirujano, para quien este bien “ha podido ser el actor que desató todo esto”.
“No fue la única razón”, opinan algunos médicos
No se ha confirmado que el citomegalovirus porcino causara la muerte del paciente que de por sí se encontraba en una situación muy frágil.
Expertos como Joachim Denmer, investigador del Instituto de Virología de Berlín, recalcan que no se debe olvidar que “el paciente estaba muy, muy enfermo” y que “quizá el virus contribuyó, pero no fue la única razón”, declaró a The Guardian.
David Bennett ya estaba al borde de la muerte antes de aceptar someterse al trasplante y presentó numerosas complicaciones tras la cirugía.
¿Cómo afecta esto el estudio de trasplantes de órganos de animales a humanos?
Se teme que este hallazgo enturbie la posibilidad de que los trasplantes de órganos de animales genéticamente modificados, que tanto podrían ayudar a personas en listas de espera, se haga realidad.
La necesidad de otra fuente de órganos es enorme. El año pasado se realizaron más de 41,000 trasplantes en Estados Unidos, un récord, incluidos unos 3,800 trasplantes de corazón. Pero más de 106,000 personas permanecen en la lista de espera nacional, miles mueren cada año antes de obtener un órgano y miles más nunca se agregan a la lista, lo que se considera una posibilidad demasiado remota.
El trasplante de corazón de un cerdo que recibió David Bennet ha sido considerado un gran un hito de la medicina.
Entender claramente lo que ocurrió es crucial para evitar que se repita en el futuro.
Uno de los miedos en torno a los xenotrasplantes (en los que se usan tejidos u órganos de una especie a otra) ha sido la introducción de enfermedades de animales a la raza humana, lo que se conoce en inglés como spillover y que es una de las hipótesis de los orígenes de coronavirus.
Los cirujanos que estuvieron a cargo del trasplante se mantienen optimistas.
Aclararon que actualmente se trabaja en el desarrollo de pruebas más sofisticadas para “asegurarnos de que no pasemos por alto este tipo de virus”, indicó Muhammad Mohiuddin, director de ciencias del programa de xenotrasplantes de la universidad.
Si se llega a determinar que, en efecto, el virus fue el causante de la muerte de Bennett, eso sería algo que podría evitarse en futuras operaciones, aseguró Griffith en su presentación.
Una opción para prevenir que virus pasen desapercibidos en los órganos de animales modificados genéticamente sería mantenerlos bajo evaluación durante una ventana mucho más larga de tiempo, explica el reportaje de MIT Technology Review.
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