Mayoría en EEUU tiene trazas en la orina de un herbicida asociado al cáncer: ¿cuál es y qué significa?

Centros para el Control y Prevención de Enfermedades encontraron que más del 80% de muestras de orina de adultos y niños analizadas contenían glifosato, ingrediente activo de un común herbicida que ha sido objeto de grandes polémicas y litigios por su relación con el linfoma no Hodgkin, un tipo de cáncer. ¿Hay que preocuparse? Lo explicamos.

Por:
Univision
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recolectaron muestras de orina de niños y adultos, luego de analizarlas concluyeron que el 80% tenía rastros de glifosato, uno de los herbicidas más usados a nivel mundial para la agricultura. Científicos que participaron en el estudio indican que los niños en EEUU están expuestos al químico, que ha estado relacionado con el cáncer, a través de los alimentos. Lee aquí más sobre el hallazgo de glifosato en la orina de los estadounidenses.
Video Los CDC reportan que la mayoría de los estadounidenses tienen rastros de glifosato en su orina: ¿cómo afecta esto su salud?

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) detectaron la presencia de glifosato, un químico potencialmente cancerígeno y el principal componente de un popular herbicida, en el 80% de las muestras de orina analizadas en EEUU y que se consideran representativas de la población en general.

El hallazgo revela lo extendido de la exposición de la población a esta sustancia prohibida en otros países por sus posibles efectos perjudiciales sobre la salud y que fue clasificada por la Agencia de Investigación Internacional sobre el Cáncer, como un “probable cancerígeno para los humanos”.

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El glifosato es el herbicida más común usado a lo largo de la historia y el ingrediente activo del popular producto Roundoup, que ha sido objeto de demandas legales a su fabricante –ahora Bayer tras la adquisición de Monsanto en 2018- que, pese a estudios que apuntan a lo contrario, insiste en que el producto es seguro y que los residuos presentes en alimentos y humanos no son dañinos.

El herbicida Roundup contiene glifosato.
El herbicida Roundup contiene glifosato.
Imagen Haven Daley/AP

Otros herbicidas que contienen glifosato son Ortho GroundClear,, Ranger Pro Herbicide, Dow Rodeo Herbicide y RM43 Total Vegetation Control entre otros.

De 2,310 muestras de orina representativas de la población estadounidense analizadas por los CDC -de las cuales un tercio correspondían a niños de 6 a 18 años-, 1,885 -80%- tenía niveles detectables de glifosato.

“El glifosato es el herbicida más utilizado en el país, pero hasta ahora teníamos muy pocos datos sobre la exposición”, dijo Alexis Temkin, toxicólogo del Grupo de Trabajo Medioambiental (EWG por sus siglas en inglés).

En su criterio, “los niños en EEUU están expuestos regularmente a este herbicida que causa cáncer a través de los alimentos que comen prácticamente todos los días”.

¿Es o no cancerígeno el glifosato que contienen muchos herbicidas?

La respuesta depende de a quién se le pregunte. Varias entidades internacionales -incluyendo la Organización Mundial de la Salud- consideran que el glifosato es “probablemente cancerígeno”.

Basan su postura en numerosos estudios que han analizado sus efectos. Una investigación reciente encontró que esta sustancia aumentaba en 41% el riesgo de linfoma no Hodgkin -un tipo de cáncer-.

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Otra revisión sistemática sugiere que el químico puede alterar los cromosomas humanos, lo que lleva al desarrollo de este cáncer.

“Hay pruebas convincentes de que el glifosato puede causar cáncer en animales de laboratorio y hay pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos (linfoma no Hodgkin)”, afirmó la organización en 2015.

Se cree que la exposición a altas cantidades durante mucho tiempo es más riesgosa para la salud.

En 2016, un análisis de los Servicios de Medioambiente de Europa estableció que algunas plantas han desarrollado resistencia a este herbicida, lo que obliga a los agricultores a usarlo en mayor cantidad, advierte un reportaje de BBC Mundo.

La acalorada polémica sobre el glifosato en EEUU

En EEUU, la Agencia de Protección Medioambiental (EPA por sus siglas en inglés) y la FDA todavía no catalogan al glifosato como cancerígeno, pero esto podría cambiar.

Varias cortes han decidido a favor de personas que desarrollaron linfoma no Hodgkin tras usar el herbicida Roundup, obligando a su fabricante a indemnizarlos por millones de dólares.

El mes pasado, el tribunal de apelaciones del noveno circuito de EEUU, con sede en California, exhortó a las agencias regulatorias estadounidenses a reconsiderar la evidencia sobre los riesgos del glifosato.

El reciente análisis de los CDC forma parte de los esfuerzos por entender los niveles de exposición a él y sus posibles efectos sobre la salud.

Para Bayer, que también ha ganado algunos de los litigios en su contra relacionados con Roundup, los hallazgos confirman que la exposición humana al glifosato es baja: “Los niveles de exposición están por debajo de lo que las agencias regulatorias establecen para proteger la salud humana”, dijeron en un comunicado enviado a CBS News.

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No obstante, en 2023 reemplazarán este ingrediente en su herbicida residencial “para manejar los riesgos de litigios legales, y no por preocupaciones de seguridad”. El químico seguirá presente en aquellos de uso industrial.

El glifosato está presente en el agua y muchos alimentos

“Las personas de todas las edades deberían estar preocupadas, pero yo estoy particularmente preocupado por los niños”, dice a The Guardian Phil Landrigan, quien trabajó durante años en los CDC y la EPA y ahora dirige el Programa para la Salud Pública Global y el Bien Común en Boston College.

“Los niños están más expuestos a los pesticidas que los adultos porque beben más agua, comen más alimentos y respiran más aire”, agrega Landrigan aclarando que además estos “tienen muchos años de vida futura en los que pueden desarrollar enfermedades con largos períodos de incubación como el cáncer”.

Investigaciones anteriores han encontrado trazas de glifosato en agua, aire y variedad de alimentos como hummus, vino y hasta fórmula para bebés.

La razón: el popular herbicida se usa como agente de secado previo a la cosecha para que los cultivos como la avena se pueden cultivar antes sin esperar a que la planta muera de forma natural. Esto permite una cosecha más fácil, pero también aumenta la probabilidad de que el pesticida llegue a los alimentos, advierte el Grupo de Trabajo Medioambiental, que exhorta a la EPA a “tomar acciones regulatorias concretas para reducir los niveles de glifosato en la cadena alimentaria”.

En 1996 el Gobierno argentino aprobó la comercialización de productos transgénicos y el uso del herbicida glifosato. 20 años después, aproximadamente el 60% del área cultivada del país fue fumigada con agrotóxicos, algunos prohibidos en la mayoría de los países del mundo. Esta fotografía de 2014 tomada en la provincia de Misiones, al noreste del país muestra al niño de 5 años Lucas Techeira quien padece Ichthyosis Lamellar, un extraño trastorno genético de la piel. La provincia de Misiones fue la puerta de entrada de los cultivos transgénicos en Argentina
El negocio de los agrotóxicos en Argentina está manejado por un grupo de 25 empresas nacionales e internacionales que ganan alrededor de 2550 millones de dólares al año con la comercialización de plaguicidas. Esta fotografía de 2014 tomada en Entre Rios, provincia del centro de Argentina muestra a Fabián Tomasi, quien Sufre de polineuropatía tóxica severa y atrofia muscular general. Trabajó durante años en en una compañía de fumigación aérea de cultivos y ahora se dedica a difundir el peligro de estas sustancias.
La mano con las uñas quemadas de Alfredo Cerán, quien trabajó durante nueve años aplicando agroquímicos en campos de soya. Los análisis de su sangre registraron residuos de glifosato y otros químicos tóxicos. Monte Maiz, provincia de Córdoba.
Talía Belén Soroco (14 años) tiene una malformación congénita. Se sometió a cirugía de corazón y sufre de problemas motores severos. Sus padres trabajaron en campos de tabaco desde que eran niños y manipulaban pesticidas prohibidos como Furadan y bromometano. Poco después del nacimiento de su hija decidieron abandonar los campos y emprender una horticultura sostenible. San Vicente, Misiones, 2014.
En la provincia de Misiones, cinco de cada mil niños nacen con mielomeningocele, una grave malformación del sistema nervioso central, donde los niños nacen con la médula espinal abierta.
Maribella Alexandra Duarte (10 años) sufre de una malformación congénita que no le permite moverse por sus propios medios. Ella y su familia viven a unos 30 metros de los campos de soya expuestos a la fumigación. En ese poblado se registraron 19 casos de cáncer terminal en el área que colinda con la granja de soya.
Mónica Gabriela Rais (21 años) sufre de paraplejía y trastorno de desarrollo intelectual. Nació cuando su madre tenía 15 años y trabajaba en granjas de tabaco.
Una niña juega en los campos de Alicia Alta, Provincia de Misiones.
Edgar Fontanellaz y su familia viven en Firmat, un pequeño pueblo de la provincia de Santa Fe donde los campos son cultivados con soja transgénica. Edgar denunció decenas de veces a las autoridades las múltiples fumigaciones a las que su familia estaba expuesta. Fue amenazado y le dispararon dos veces. Sus hijos sufren de pérdida auditiva y Edgar piensa que esto se debe a la exposición múltiple a los químicos.
Marcos Alejandro Kaddaztz sufrió de leucemia cuando tenía 10 años. Su padre ha estado trabajando como fumigador de fungicida en los campos de tabaco durante 32 años, su madre estaba en el hospital debido a una intoxicación antes de que Marcos naciera. Hoy tiene 20 años y su familia tuvo que mudarse de la granja donde viven y establecen en la ciudad. Marcos ha estado en la lista de espera por tres años esperando un trasplante de riñón en el hospital de Posadas. Colonia Aurora, provincia de Misiones
Los gemelos Aldo y Maximiliano Barrios padecen una grave microcefalia congénita, una de las enfermedades asociadas al uso de agroquímicos en la agricultura transgénica. Los gemelos Barrios asisten a una de las muchas instalaciones para minusválidos, que están creciendo en número considerablemente año tras año. Roque Sáenz Peña, Provincia del Chaco, 2014.
Anita Sosa (4 años) no puede caminar sola, pero juega soñando que es bailarina junto con su hermana mayor. Liliana Dworak, su madre, estuvo expuesta sustancias tóxicas que complicaron su último embarazo, cuando las autoridades fumigaron su casa para controlar el zancudo que propaga el dengue. Napenay, Provincia de Chaco, 2014.
Sandra Sosa es la madre de Leonardo Lorenzo, quien sufre de parálisis cerebral y epilepsia como resultado de las repetidas fumigaciones. Actualmente viven en el vecindario Progreso, donde el número de niños y adolescentes discapacitados crece exponencialmente. San Vicente, Provincia de Misiones.
Avia Terai es una ciudad de cinco mil habitantes en el centro geográfico del Chaco. La ciudad está literalmente rodeada cultivos que son fumigados diez a doce veces al año. Una investigación, auspiciada por el Ministerio de Salud argentino, reveló que las altas tasas de enfermedades como cáncer y otras discapacidades son consecuencia directa del modelo agrícola aplicado en esta y otras ciudades cercanas rodeadas de campos transgénicos. .
Andrea Gotin era una niña sana hasta los ocho años, cuando inhaló bromometano y permaneció nueve días en cuidados intensivos. La fiebre que padeció luego de inhalar la sustancia afectó la función motora de su cerebro. Ella necesita un trasplante de riñón y tiene que someterse a diálisis tres veces por semana. Su hermano Ademir (20 años) sufre de discapacidad mental grave. Su padre, Darío Gotin, falleció el día que supo que no podría le hacer el transplante de riñon a su hija, en 2010. Alicia Baja, Colonia Auror, Provincia de Misiones.
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En 1996 el Gobierno argentino aprobó la comercialización de productos transgénicos y el uso del herbicida glifosato. 20 años después, aproximadamente el 60% del área cultivada del país fue fumigada con agrotóxicos, algunos prohibidos en la mayoría de los países del mundo. Esta fotografía de 2014 tomada en la provincia de Misiones, al noreste del país muestra al niño de 5 años Lucas Techeira quien padece Ichthyosis Lamellar, un extraño trastorno genético de la piel. La provincia de Misiones fue la puerta de entrada de los cultivos transgénicos en Argentina
Imagen Pablo Piovano/Philip Jones Griffiths Photojournalism Award
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