Pacientes latinos son prioridad para el ensayo clínico de fase 3 de una vacuna contra el coronavirus

Los investigadores de la escuela Keck de Medicina de la Universidad del Sur de California reclutarán voluntarios en la ciudad de Vernon, donde decenas de latinos se contagiaron en una planta procesadora de carne. Serán parte del ensayo clínico AZD1222 de una posible vacuna.

Por:
Univision
Arturo Elías Ayub, presidente de la Fundación Carlos Slim y yerno del hombre más rico de México, explicó por qué América Latina podría ser la primera región del mundo en contar con una vacuna contra el coronavirus. El empresario aseguró que están apoyando económicamente a la Universidad de Oxford y a la farmacéutica AstraZeneca para que la producción esté lista cuanto antes.
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Científicos de la Escuela de medicina Keck de la Universidad del Sur de California (USC) han comenzado un ensayo clínico de Fase 3 para determinar si una vacuna experimental, conocida como AZD1222, brinda protección contra el coronavirus y aspiran a que el 30% de voluntarios que reciban la vacuna sean de origen latino, particularmente personas mayores de 65 años y trabajadores de la industria de procesamiento de carne donde se registraron numerosos brotes en EEUU durante la pandemia.

Los científicos pretenden inscribir a 500 voluntarios, entre ellos 153 trabajadores que se contagiaron de coronavirus a finales de mayo en la planta procesadora de carne, Farmer John de la Corporación Smithfields Foods, en la ciudad de Vernon, un suburbio al sureste de Los Ángeles.


“La idea de la vacuna no solo es tratar de reclutar a gente, sino probarla en gente que se va a beneficiar de ella, y que está en riesgo de desarrollar enfermedades graves”, dijo a Univision Noticias, coinvestigador del estudio Edward Jones-López, un especialista en enfermedades infecciosas en Keck Medicine. “Desde hace varios meses sabemos que la enfermedad parece ser más prevalente y es más seria en esas áreas de trabajo donde están las minorías”.

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“Además de la subdivisión de gente mayor de 65 años, queremos tratar con gente más joven que tenga problemas de salud preexistentes”, añadió el científico. “Esos son los grupos que tienen más riesgo de tener un desenlace grave de la enfermedad; cuando empezamos a estudiar qué tipo de pacientes tendremos acceso, surgió la idea de reclutar pacientes de Vernon”.

Keck Medine de la USC está inscribiendo voluntarios para el ensayo clínico de fase 3 para la vacuna contra el coronavirus.
Keck Medine de la USC está inscribiendo voluntarios para el ensayo clínico de fase 3 para la vacuna contra el coronavirus.
Imagen EFE


El ensayo de la vacuna experimental AZD1222, patrocinado por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, es financiado por la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado de EEUU y el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas e incluye puntos de reclutamiento de voluntarios en Nueva York, Seattle, Boston entre otras ciudades del país.

“Cada estado o ciudad entiende su situación local y el objetivo es que se anuncie la vacuna para la participación de la gente, donde más se necesita; participar en este ensayo es un momento histórico que tiene una gran importancia no solo en EEUU sino para el mundo entero”, afirmó el doctor Jones-López. “El riesgo o beneficio es la solidaridad de todos para que los resultados de los estudios nos den la información si la vacuna es segura o no; nosotros esperamos ser parte de la solución en la búsqueda de una vacuna para COVID-19”.

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Prioridad de acceso para poblaciones en riesgo

El doctor George Rutherford, Profesor de Epidemiología y Bioestadística en la Universidad de California en San Francisco, dijo a Univision Noticias que en todo proyecto de búsqueda de una vacuna para el coronavirus, “ los latinos tienen que ser los primeros, porque estamos viendo una tasa de infecciones muy alta y están pagando un alto precio por ser trabajadores esenciales”.

“Los latinos son los primeros que merecen la vacuna, igual que los pacientes de instalaciones de cuidado a largo plazo, los Infantes de Marina y los trabajadores de la salud”, dijo. “Eso es lo que se debería hacer”.


La escuela Keck de medicina de USC está inscribiendo a participantes con mayor riesgo de contraer el coronavirus, como los de las comunidades latina y afroestadounidenses, los mayores de 65 años y los trabajadores de fábricas.

“Queremos ayudar a quienes podrían beneficiarse más”, indicó el coinvestigador Michael Dube, jefe interino de la división de enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina Keck en USC.

El ensayo clínico en el área de Los Ángeles se llevará a cabo en dos ubicaciones: el Hospital Keck de la USC y una ubicación satélite en la pequeña ciudad de Vernon, California. Los voluntarios pueden inscribirse a través de este sitio electrónico.

“Esta investigación médica es de importancia crítica que, si tiene éxito, podría resultar en una vacuna segura y eficaz para brindar inmunidad a cientos de millones de estadounidenses contra el virus que causa covid-19 que se ha cobrado la vida de más de 172,000 hombres, mujeres y niños en EEUU y más de 783,000 personas en todo el mundo”, dijo Fredrick Agyin, director de salud pública de la ciudad de Vernon, en un comunicado.
“Esperamos reclutar a los voluntarios necesarios para participar en lo que podría ser un gran punto de inflexión en la batalla de salud pública contra COVID-19”.

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Protocolo de estudio y antecedentes

El ensayo es un estudio aleatorio, ciego y controlado con placebo. Dos tercios de los participantes sujetos recibirán la vacuna en forma de dos inyecciones con un mes de diferencia. La otra tercera parte recibirá un placebo.


A las personas que reciban la vacuna se les pedirá que lleven un diario de síntomas y que se sometan a un seguimiento periódico en persona y por teléfono. Cualquier persona que desarrolle síntomas de covid-19 será examinado y evaluado según sea necesario. Los investigadores medirán la tasa de infección sintomática entre el grupo que recibió la vacuna y el placebo.

“Al final del estudio, si la vacuna demuestra ser efectiva, quienes recibieron el placebo tendrán la opción de vacunarse”, dijo el doctor Michael Dube.

Los ensayos de las Fase 1, realizada con más de 1,000 participantes, encontró que la vacuna indujo una fuerte respuesta inmune al covid-19, produciendo anticuerpos para combatir infecciones, y la mayoría de los participantes experimentaron solo efectos secundarios leves, como fatiga y dolores de cabeza. Las primeras investigaciones con modelos animales produjeron una respuesta inmunitaria similar. Los resultados fueron publicados en The Lancet.

La vacuna está fabricada con una versión debilitada del virus del resfriado común llamado adenovirus, que ha sido modificado genéticamente para contener la proteína del pico de coronavirus, una proteína que se une e infecta a las células, explicó el doctor Jones-López. Una vez que la proteína se introduce en el cuerpo, teóricamente la vacuna funciona preparando el sistema inmunológico para atacar al virus cuanto infecte el cuerpo.

Jennifer Haller, gerente de operaciones de una pequeña compañía tecnológica de Seattle, recibió la primera inyección de la etapa de pruebas inicial para la vacuna contra el coronavirus. Científicos del Instituto de Investigación Permanente Kaiser de Washington comenzaron la ansiada primera fase pruebas en humanos, que desarrollaron en tiempo récord.
Neal Browning fue el segundo paciente en recibir la inyección en el estudio. En esta etapa del desarrollo de la vacuna, unos 45 voluntarios recibirán dos dosis con un mes se diferencia.
<b>“Ahora somos el equipo coronavirus”</b>, dijo la doctora Lisa Jackson, quien lidera estudio. “Todos quieren hacer lo que puedan en esta emergencia”.
Incluso si la investigación es exitosa, la vacuna no estaría disponible para su uso extenso hasta dentro de 12 a 18 meses, dijo el doctor Anthony Fauci de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH).
Esta vacuna potencial, conocida con el código mRNA-1273, fue desarrollada por el NIH y la compañía biotecnológica Moderna Inc. con sede en Massachusetts.
“Todos nos sentimos muy indefensos. Ésta es una gran oportunidad para hacer algo”, dijo Jennifer Haller, de 43 años. Tras la inyección, salió de la sala con una gran sonrisa: “Me siento genial”, dijo a la agencia AP.
No hay posibilidad de que se contagien los voluntarios porque las vacunas no contienen el coronavirus en sí. En la fotografía Neal Browning, el segundo en recibir la dosis de prueba.
No es la única posible vacuna en desarrollo. Decenas de grupos de investigación en el mundo se apresuran para crear una vacuna contra el covid-19.
Se prevé que otra vacuna, elaborada por Inovio Pharmaceuticals, comience el próximo mes sus propios estudios de seguridad en Estados Unidos, China y Corea del Sur. En la foto Rebecca Sirull, otra de las voluntarias en el estudio en Seattle.
El farmacéutico Michael Witte durante las pruebas de la posible vacuna contra una pandemia que ha infectado a más de 169,000 personas y matado a más de 6,500 en todo el mundo. El avance de este lunes marca sólo el inicio de una serie de estudios necesarios para demostrar si las vacunas son eficientes y seguras. Mientras la vacuna está lista, la única opción es evitar la propagación de la enfermedad siguiendo las instrucciones de las autoridades.
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Jennifer Haller, gerente de operaciones de una pequeña compañía tecnológica de Seattle, recibió la primera inyección de la etapa de pruebas inicial para la vacuna contra el coronavirus. Científicos del Instituto de Investigación Permanente Kaiser de Washington comenzaron la ansiada primera fase pruebas en humanos, que desarrollaron en tiempo récord.
Imagen Ted S. Warren/AP
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