Abogadas explican si es viable para inmigrantes que obtengan asilo en Estados Unidos

Mientras miles de inmigrantes han llegado a Nueva York, abogadas expertas en inmigración advierten que obtener asilo puede ser más complicado de lo que muchos de ellos piensan.

Por:
Univision
Ante la masiva llegada de inmigrantes indocumentados a Nueva York desde Texas, abogadas especialistas en migración explicaron que conseguir el asilo político es un proceso complicado en el que el solicitante debe demostrar que su vida realmente corre peligro, por lo que tiene que presentar pruebas documentales y testimonios. Asimismo, las expertas señalaron que la pobreza, la violencia y las condiciones sociales no son argumentos suficientes.
Video Pobreza y condiciones sociales no son razones para solicitar asilo: abogadas de migración aclaran dudas

En el último año más de 70,000 inmigrantes han llegado a Nueva York, la mayoría con la intención de quedarse a residir en la ciudad y buscar trabajo.

Muchos de ellos vienen con la esperanza de obtener asilo en el país.

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Sin embargo, abogadas expertas en migración señalan que no es tan fácil obtenerlo, pues solo aplica para personas que dejaron su país por ciertas situaciones específicas.

Claudia Bernal, abogada especialista en inmigración advirtió que si bien muchos de los ‘coyotes’ les comentan que es un proceso sencillo, la realidad es que muchos de los solicitantes no cumplen con los requisitos para aplicar.

“Son instrucciones que los coyotes les dan, pero al final del día es más el daño que se hacen al pedir asilo, porque no lo van a poder demostrar. Exigen demasiada prueba documental, exigen testimonios”, detalló.

Según las autoridades de inmigración de Estados Unidos, una persona puede pedir asilo si en su país de origen sufre persecución por su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social particular o por sus opiniones políticas.

“Las condiciones económicas, el riesgo país, la violencia que existe y todo, no son argumentos suficientes bajo la ley de inmigración para poder pedir asilo”.

“A menos que estemos hablando de un grupo social en particular que está siendo perseguido o que ven su vida en peligro por razones específicas”, indicó Bernal.

Lauren Wyatt integrante de Caridades Católicas, asociación que ayuda a inmigrantes que han llegado a la Gran Manzana coincidió al señalar que no a todos los aplicantes les va a ser concedido el asilo.

“Si las personas tienen miedo de que alguien les quiera hacer un daño grave, esa persona sí tiene el derecho de pedir asilo. Obviamente no todo mundo que pide asilo va a ganar su caso, pero esta es la decisión de un juez”, dijo.

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¿Quiénes pueden pedir asilo en Estados Unidos?

La división de servicios de Ciudadanía e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional señala que el asilo lo podrán solicitar personas que buscan protección porque han sufrido persecución o porque tienen temor de que sufrirán persecución por su:

· Raza

· Religión

· Nacionalidad

· Pertenencia a un grupo social en particular

· Opinión política


Solo puede presentar esta solicitud si está físicamente presente en Estados Unidos y no es ciudadano estadounidense.

Si usted es elegible para asilo se le podría permitir permanecer en Estados Unidos durante el proceso.

Para solicitar asilo afirmativo o defensa de asilo, presente el Formulario I-589, Solicitud de Asilo y de Suspensión de Remoción, dentro del plazo de un año a partir de la fecha de su llegada a Estados Unidos.

Usted puede incluir en su solicitud de asilo afirmativo o defensa de asilo a su cónyuge e hijos que están en Estados Unidos al momento de presentarla o en cualquier momento antes de que se tome una decisión final sobre su caso.

Asociaciones que brindan apoyo legal para inmigrantes que buscan asilo:

En Nueva York existen varias asociaciones que brindan orientación legal a los inmigrantes que buscan obtener asilo. Estas son algunas:

La Asociación HANAC ofrece programas para inmigrantes que residen en Nueva York como asistencia legal, ayuda con llenado de aplicaciones y servicios de traducción.

The Legal Aid Society brinda ayuda a inmigrantes en temas como los trámites para obtener la ciudadanía y las green cards, entre otros temas.

La Catholic Charities Community Services ofrece asesoría legal, representación y asistencia tanto a migrantes legales como ilegales.

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La organización Make The Road ofrece apoyo legal en áreas como empleo, migración y vivienda.

Coalition for immigrant Freedom ofrece a los inmigrantes servicios de asesoría legal en temas como ajustar su estatus en el país, ayuda con aplicaciones para ciudadanía y naturalización y consulta sobre otros temas.

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“Quería comprar un apartamento y me dí cuenta que con lo que ganaba iba a pasar toda la vida trabajando para pagarlo. Me vine a Nueva York y comencé a trabajar como bartender. En una semana gané más de lo que ganaba allá en un mes”.
De bartender pasó a mesero, 
<b>oficio en el que lloró de coraje. </b>“El trato que los clientes dan a los meseros, no es muy bueno. Y para colmo, mi jefe tampoco nos trataba bien”.
En el 2016 se convirtió en padre: "Cuando le pedí a mi jefe que me dejara libre en Navidad para estar con mi bebé, me dijo: “agradezca que tiene trabajo”.
“No solo me puso a trabajar en Navidad, también en Año Nuevo. Y a todos los demás meseros que eran solteros, les dio libre.
<b> Ahí supe que tenía que dejar ese trabajo”.</b>
Unas semanas después Alejandro Marín estaba en las calles
<b> con una hielera vendiendo tamales colombianos.</b>
“Todo comenzó por un antojo: una mañana me dio por comer un tamal colombiano ¡y no lo encontré! Le pedí a mi mamá la receta y dije: esto tan bueno hay que compartirlo”.
Primero hizo la prueba dándoselo a probar a otros compañeros. "Comenzaron a pedirme de a poquitos. Y como ya estaba cansado de recibir maltratos como mesero, comencé mi negocio”. 
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Si el cambio de ejecutivo de corbata a mesero con delantal fue duro, 
<b>pararse en la calle a vender tamales, fue peor: “</b>En una palabra: ¡fue horrible! ¡Me daba mucha pena! Pero, cuando pensaba en eso se me venía a la mente el trato a patadas del restaurante, y me venían las fuerzas”.
“Me decía:
<i> ¿Qué pena ni qué pena? ¡Si aquí nadie me conoce!</i>. Así pasé tres años: con fríos bajo cero, bien abrigado. Y con temperaturas arriba de los 90 grados, 
<b>sin olvidar los días que me paraba con sombrilla, debajo de la lluvia”. </b>
<b>“También me preocupaba mucho que no tenía papeles</b>. Miraba a la policía y yo salía corriendo con mi bulto de tamales para que no me cogieran porque pensaba que me podían deportar”.
Así abrió su empresa y la está “llevando a todas partes”. Ahora aconseja a otros inmigrantes que venzan sus temores: “La oportunidad está esperando por todos, 
<b>no está pidiendo papeles .</b> Lo único que hay que hacer es pelearla”.
Al año y medio ya tenía nueve vendedores. “Después abrí el restaurante y de ahí vinieron 
<b>los carritos de Tailandia</b>, con los que pudimos llegar a toda la ciudad”.
Y vinieron los medios: “Comenzaron a entrevistarme de Colombia, de Despiérta América, The New York Times…” ”.
Uno de esos medios aseguró que 
<b>se hizo millonario vendiendo tamales</b>. Y él, aclara: “Depende en dónde se cuenten los millones. En Colombia, donde el salario mínimo es un millón de pesos mensuales, hace mucho que soy millonario".
“Aquí todavía no soy millonario, pero en la vida sí porque ya no me tengo que preocupar por cómo pagar la renta, ni ver la billetera cuando me quiero dar un gusto.
<b> Soy millonario, por tantas bendiciones que tengo”. </b>
Entre esas bendiciones está consentir a sus papás. 
<b>“Una de mis mayores alegrías fue comprarle a mi mamá su camioneta</b>. Ella se movilizaba en transporte público, verla andar en su camioneta fue una satisfacción que no puedo describir con palabras”.
“He creado una red de mercadeo que permite a otras personas tener su propio negocio: ahora 
<b>vendo los tamales por portafolio"</b>.
Para quienes quieran abrir su propia empresa, Alejandro Marín aconseja: “Hay que resistir, perseverar y orar todos los días. Pedirle a Dios: sé que hoy puede pasar de todo, pero no permitas que yo deje de luchar”.
Y comparte su frase favorita. Esa que le ha dado fuerzas cuando casi las perdía: “Cuando hay un desafío yo siempre me repito: 
<b>‘¡Esto a mí no me va a quedar grande!”.</b>
Después de vender sus tamales en las calles de NYC, siendo indocumentado, hoy cuenta con una flotilla de vehículos para distribuirlos a otras ciudades. Estos son sus secretos para triunfar.
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Imagen @AlejandroMartin.co