TAMPA, Florida.- Un derrame de aguas residuales sacudió el norte de la Bahía de Tampa el pasado miércoles, luego de un incidente ocurrido durante labores de mantenimiento en una planta de tratamiento en Clearwater. Según informaron funcionarios de la ciudad, el problema obligó a las autoridades a verter aproximadamente 1.4 millones de galones de aguas residuales parcialmente tratadas en la bahía.
Derrame de 1.4 millones de galones de aguas residuales impacta la Bahía de Tampa: ¿qué pasó y cuáles son los riesgos?
El derrame de aguas residuales en la Bahía de Tampa ocurrió por una falla en un tanque de sedimentación en la planta de Clearwater. Las autoridades monitorean el impacto ambiental y buscan medidas para evitar futuros derrames en la Bahía de Tampa.
El volumen del derrame equivale a más de dos piscinas olímpicas y se originó cuando un tanque de sedimentación, diseñado para eliminar sólidos del agua, se sobrecargó. Esta situación provocó una obstrucción en los filtros de la planta, lo que obligó a los trabajadores a tomar una decisión crítica: desviar el agua residual a una tubería que desemboca en la bahía hasta que el sistema volviera a operar con normalidad.
Rob Simpson, portavoz de Clearwater, aseguró en un comunicado que el personal de la planta tomó muestras de agua de inmediato y comenzó a evaluar posibles impactos ambientales. Además, confirmó que hasta el viernes no se había detectado un riesgo para la salud pública derivado del incidente.
El derrame fue reportado a los reguladores ambientales estatales, quienes supervisan eventos de contaminación en los 67 condados de Florida. De acuerdo con el informe presentado, el problema se identificó el miércoles por la noche y fue solucionado el jueves por la mañana.
Un impacto ambiental preocupante
La planta de tratamiento involucrada se ubica en el extremo oeste de la Courtney Campbell Causeway, y el agua residual fue vertida en Old Tampa Bay, una sección del estuario que enfrenta serios problemas ecológicos. Esta zona ha sufrido una disminución histórica de pastos marinos, con una pérdida superior a 320 acres en los últimos dos años.
El pasto marino es considerado un indicador fundamental de la salud de los ecosistemas acuáticos, ya que ayuda a absorber contaminantes y prevenir la erosión costera. Su deterioro es una señal alarmante para la calidad del agua y la biodiversidad de la bahía.
Datos recientes del Southwest Florida Water Management District revelan que, desde 1988, Old Tampa Bay ha perdido el 23% de sus pastos marinos. Expertos han advertido que esta zona enfrenta diversos factores de riesgo, incluyendo altos niveles de contaminación y corrientes lentas que dificultan la limpieza natural del agua.
Aunque las autoridades locales han asegurado que no hay riesgo inmediato para la salud pública, ambientalistas y residentes han expresado su preocupación por las repercusiones a largo plazo del derrame. En un contexto donde la Bahía de Tampa ya enfrenta desafíos ecológicos significativos, incidentes como este resaltan la importancia de fortalecer las medidas de prevención y respuesta ante emergencias ambientales.
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Puntuación general: 43.54.
Más contaminación: puesto 88 (entre las 200 ciudades analizadas).
Peores condiciones de vida: puesto 33.
Menos satisfacción de los ciudadanos con la limpieza de la ciudad: puesto 28.
Peor infraestructura: puesto 117.
El portal LawnStarter comparó las 200 ciudades más grandes del país en 20 variables determinantes dentro cuatro grandes categorías. Este análisis dio con una puntuación que finalmente determinó lo “sucia” que es cada ciudad.
La primera categoría es la contaminación, que incluye la calidad del aire y del agua, las emisiones de gases de efecto invernadero por persona, el consumo anual de combustible por persona.