¿Cuánto deben saber los votantes sobre la salud de los candidatos?

El más joven de los aspirantes que quedan en la contienda demócrata es Amy Klobuchar, con 59 años. El resto son mayores de 70 años. Este es el grupo de precandidatos demócratas a la presidencia de más edad en la historia. Por ello, la preocupación por su salud personal también forma parte del debate.

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Por:
Julie Appleby.
Bernie Sanders (78 años), Joe Biden (77 años) y Elizabeth Warren (70 años).
Bernie Sanders (78 años), Joe Biden (77 años) y Elizabeth Warren (70 años).
Imagen Charles Krupa/AP

Los candidatos presidenciales no solo se han estado enfrentando sobre el actual sistema deatención médica. También están discutiendo detalles de su salud personal. Y con las primarias del Supermartes esta semana, es probable que estos enfrentamientos se intensifiquen.

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Antes del debate en Las Vegas, Briahna Joy Gray, secretaria de prensa nacional del senador por Vermont Bernie Sanders, dijo a CNN que opositores están tratando de usar el ataque cardíaco que sufrió en octubre en su contra.

Luego, por error, Gray afirmó que Mike Bloomberg "ha sufrido ataques cardíacos en el pasado", una declaración que rápidamente retiró después que un asesor de Bloomberg dijera en un tuit que esa era una "mentira de Trumpy".

La campaña de Bloomberg explicó que el exalcalde de Nueva York no tuvo un ataque al corazón, pero sí se le colocaron stents coronarios hace dos décadas después que una prueba cardíaca indicara que podrían ser útiles.

Pero, a pesar de las aclaraciones, los candidatos siguieron mostrando sus garras ante las cámaras.


"Creo que tal vez lo único que el alcalde Bloomberg y yo compartimos es que él también tiene dos stents", dijo Sanders el jueves 20 de febrero.
Bloomberg respondió: "Hace veinticinco años".

No es sorprendente, considerando que ésta es la camada de candidatos más veteranos, que sus signos vitales se estén convirtiendo en un tema de conversación. "Cuando se trata de política, la salud personal es solo un tema más para tratar de aprovechar", dijo Arthur Caplan, profesor de bioética en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York (NYU).

¿Cómo encaja esta información en lo que los votantes evalúan a la hora de decidirse por un candidato? ¿Realmente importa si un paciente recibió un stent como parte del tratamiento por un ataque cardíaco, como Sanders, o por otra razón, como para aliviar el dolor en el pecho o después de una prueba de estrés, como Bloomberg?

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“En la actualidad, con la forma en que la tecnología ha avanzado y las habilidades de los cardiólogos, diría que son prácticamente lo mismo. Ambos tienen buenos resultados", dijo el doctor Hadley Wilson, cardiólogo en Charlotte, Carolina del Norte, y miembro de la junta de fideicomisarios del Colegio Americano de Cardiología.

Los stents se usan casi siempre cuando una persona está teniendo un ataque cardíaco.

Los ataques al corazón pueden ocurrir cuando la placa se rompe dentro de los vasos sanguíneos del corazón, causando un bloqueo. Para abrir la arteria bloqueada, los médicos insertan stents, que son pequeños tubos de alambre. Posteriormente, toman medicamentos para reducir el riesgo de ataques cardíacos posteriores.

Cuando a Bloomberg le colocaron el suyo, se usaban comúnmente en situaciones que no eran de emergencia para abrir arterias estrechas, con la idea de que podrían prevenir un ataque cardíaco, explicó la doctora Suzanne Steinbaum, cardióloga en Nueva York y vocera de la Asociación Americana del Corazón.

Pero, desde entonces, "aprendimos que los stents no previenen un ataque cardíaco y que el uso de medicamentos podría ser igualmente beneficioso", dijo Steinbaum, y agregó que las mejores medidas preventivas son las opciones de estilo de vida, como una buena dieta, hacer ejercicio y no fumar.

Historial médico del candidato

En el último debate también se destacó otra pregunta más amplia: ¿cuánto del historial médico de un candidato se debe exponer al público?

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Sanders, quien enfrentó críticas en octubre por demoras en informar su condición, dijo que desde entonces ha publicado "el informe completo de ese ataque cardíaco", incluidas cartas de su médico de atención primaria y dos cardiólogos que dan fe de su salud y recuperación en general.

Pero el candidato Pete Buttigieg, ex alcalde de South Bend, Indiana, dijo que Sanders no había proporcionado suficientes detalles.

"Bajo Obama, el estándar era que el presidente publicaría registros médicos completos, haría un examen físico y publicaría el informe", dijo durante el debate. “Ahora, el presidente Trump bajó ese estándar, diciendo que solo es suficiente una carta de un médico. Y mucha gente en este escenario ahora dice que es suficiente".

Buttigieg mismo aún no ha proporcionado un registro médico completo.

"Pero ciertamente estoy preparado para obtener un examen físico, y publicar los resultados", dijo durante el debate. "Creo que todos aquí deberían estar dispuestos a hacer lo mismo".

"Cuando el país está eligiendo a alguien para que tenga el dedo en el botón nuclear, la expectativa de privacidad personal es muy, muy limitada", dijo David Blumenthal, director del Commonwealth Fund. "Es difícil imaginar algo [relacionado con la salud] que no sea relevante".

Sin embargo, ese argumento no siempre se sostiene.

Cuando se postuló para presidente en 2008, el entonces senador John McCain, de 70 años, publicó más de 1,000 páginas de sus registros médicos.


La salud de Trump, el presidente más viejo

Por el contrario, la campaña de Donald Trump lanzó inicialmente una carta brillante de su médico personal que concluía que sería "la persona más saludable elegida para la presidencia". Después de las críticas de que la carta carecía de detalles, Trump agregó información sobre su estatura, peso y niveles de colesterol y se convirtió en el presidente más viejo, a los 70 años, en asumir el cargo, superando a Ronald Reagan, que estaba a solo unas semanas de cumplirlos.

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Este año, los candidatos Bloomberg y Sanders tienen 78 años; el ex vicepresidente Joe Biden, 77; y la senadora Elizabeth Warren, 70. La senadora Amy Klobuchar tiene 59 años, y Buttigieg es el más joven, 38.

Todo lo que pueda ser "relevante para la capacidad y competencia de un candidato para gobernar y su potencial longevidad debe revelarse”, dijo Blumenthal, quien también es médico.


Los votantes entonces pueden decidir lo que es importante. La información también podría afectar la forma en que los votantes ven la elección de un vicepresidente, especialmente si el candidato para el cargo más alto tuvo una enfermedad grave o alguna otra cosa que pudiera limitar su mandato, dijo.

Sin embargo, específicamente qué registros y cómo darlos a conocer es un tema complicado.

Caplan, de la NYU, ha abogado durante mucho tiempo por la creación de un panel médico independiente especial para evaluar la salud de los candidatos presidenciales y hacer públicos sus hallazgos.

"Sería como un examen físico ejecutivo, que es lo que hacen muchas compañías antes de elegir a un CEO", dijo.

Y decidir qué analizar también sería complicado.

Los candidatos "pueden haberse mudado, sus médicos pueden haber muerto o los registros pueden no estar disponibles", señaló Lawrence Altman, quien cubrió elecciones presidenciales como reportero para The New York Times y ahora es un estudioso en el Woodrow Wilson International Center for Scholars.

Si bien no existe un requisito específico de que los candidatos divulguen ninguna información, lo que los votantes quieren saber varía.

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"Depende de su interés en el candidato", dijo Altman. “Mucha gente superpone sus elecciones políticas o sentimientos en el aspecto médico. Están dispuestos a descartar algo si realmente les gusta el candidato o plantear un gran problema al respecto si, por el contrario, no les gusta".

Esta historia fue producida por Kaiser Health News, un programa editorialmente independiente de Ia Kaiser Family Foundation no relacionado con Kaiser Permanente.

Pensar que algunos presidentes podrían no haber estado en su sano juicio al tomar decisiones trascendentes es, cuando menos, inquietante. Pero todo apunta a que 
<b>ha ocurrido con <a href="https://www.politico.com/magazine/story/2015/10/politics-mental-illness-history-213276?paginate=false">más frecuencia</a> de la que políticos e historiadores a veces quisieran admitir</b>.
Eso es lo que concluyó un 
<a href="http://journals.lww.com/jonmd/pages/articleviewer.aspx?year=2006&issue=01000&article=00009&type=abstract">estudio</a> realizado por la Universidad de Duke en 2006 en el que se pidió a varios psiquiatras analizar la data biográfica de
<b> 37 presidentes estadounidenses</b> (desde George Washington en 1776, hasta Richard Nixon en 1974). Sorpresivamente, llegaron a la conclusión de que 
<b>casi la mitad de ellos (49%) padecieron desórdenes psiquiátricos (diez durante su mandato).</b>
Desde 1964,
<b> la Asociación Estadounidense de Psiquiatría prohíbe a sus miembros opinar</b> sobre la salud mental de funcionarios electos o candidatos a la presidencia. Sin embargo, otros renombrados especialistas y académicos que no pertenecen al grupo suelen 
<a href="https://www.univision.com/noticias/politica/trump-se-esta-desmoronando-por-el-estres-la-evaluacion-del-presidente-que-hace-una-psiquiatra-para-un-grupo-de-congresistas">realizar evaluaciones, analizar síntomas y opinar</a>.
<b><a href="https://www.theatlantic.com/magazine/archive/2005/10/lincolns-great-depression/304247/">Abraham Lincoln</a></b> batalló contra la 
<b><a href="https://www.univision.com/noticias/salud-mental/la-depresion-es-la-primera-causa-de-discapacidad-en-el-mundo-advierte-la-oms">depresión</a> clínica</b> toda su vida y se cree que incluso llegó a contemplar el 
<b><a href="http://www.univision.com/noticias/salud-mental/una-fotografa-muestra-como-es-la-vida-despues-de-un-intento-de-suicidio">suicidio</a></b> en varias oportunidades, pero los historiadores coinciden en que eso nunca obnubiló su juicio o se interpuso en su carrera política.
Según los psiquiatras que participaron en el estudio de la Universidad de Duke, 
<b>Lyndon Johnson padecía de</b> 
<b><a href="https://www.univision.com/noticias/salud-mental/los-fans-homenajean-a-carrie-fisher-hablando-abiertamente-de-sus-enfermedades-mentales">desorden bipolar</a></b>. Su asistente personal luego 
<a href="http://www.nytimes.com/1988/08/21/magazine/president-lyndon-johnson-the-war-within.html">publicó</a> un libro en el que relató que el comportamiento del presidente a veces era “atemorizante” y que incluso daba 
<b>señales de paranoia.</b>
Otro que según el análisis de Duke ha podido sufrir de desorden bipolar con cambios de humor extremos fue 
<b>Theodore Roosevelt</b>. Para el psicólogo Guy Winch, el que Roosevelt haya emprendido una expedición de dos años hacia el Amazonas (durante la cual tres personas fallecieron) sugiere un
<b> patrón maníaco</b>. El escritor Mark Twain aseguró que el político estaba “claramente loco”.
<b>Richard Nixon</b> tenía problemas de 
<b><a href="https://www.univision.com/noticias/alcoholismo/enloqueces-mueres-o-renuncias-al-licor-famosos-cuentan-como-afrontaron-su-alcoholismo-fotos">dependencia al alcohol</a> y ataques repentinos de ira</b>. Se dice que en 1970 luego de la reacción hostil del público ante los bombardeos a Camboya, 
<a href="https://www.theguardian.com/weekend/story/0,3605,362958,00.html">consultó a un psicoterapeuta</a> que lo catalogó como “neurótico”. Varios autores han asegurado que para mejorar sus estados de ánimo, llegó a 
<b>tomar una droga llamada Dilantin que tiene severos efectos secundarios </b>como confusión, pérdida de la memoria y que afecta la función cognitiva. También se rumorea que una vez 
<a href="http://www.businessinsider.com/drunk-richard-nixon-nuke-north-korea-2017-1">ordenó un ataque nuclear</a> contra Corea del Norte, pero que Henry Kissinger advirtió al Alto Mando esperar a que Nixon estuviera sobrio para confirmar la decisión que luego no se ejecutó.
<b>Ronald Reagan</b> sufrió de 
<a href="http://www.univision.com/noticias/alzheimer/esta-hispana-se-ve-en-el-espejo-de-su-madre-con-alzheimer-tiene-100-de-probabilidades-de-desarrollar-la-enfermedad">Alzheimer</a>, que no es un trastorno psiquiátrico pero sí que causa síntomas que afectan la salud mental, como depresión, ansiedad y alucinaciones. Aunque no queda claro si ya la sufría cuando fue presidente, su hijo Ron Reagan contó en su libro que el mandatario sí mostro
<b> señales de demencia en la Casa Blanca</b>. Un 
<a href="http://www.newyorker.com/news/news-desk/worrying-about-reagan">artículo</a> publicado en The New Yorker también reportó que varios asesores estaban tan preocupados por su lucidez, que consideraron invocar la 25va enmienda de la Constitución, que llama al vicepresidente a tomar el lugar del presidente si este se encuentra incapacitado.
<b>Woodrow Wilson</b> tuvo síntomas de 
<b>depresión</b> durante su mandato. En 1919 sufrió un accidente cerebrovascular que, según se dice, lo dejó incapacitado, pero todo se mantuvo en secreto. Historiadores luego descubrieron que su esposa asumió parte de sus labores en la presidencia.
Los detalles del estado de salud de 
<b>John F. Kennedy </b>constituyen uno de los secretos más guardados de la historia de Estados Unidos. Sin embargo, 
<a href="https://www.theatlantic.com/magazine/archive/2013/08/the-medical-ordeals-of-jfk/309469/">reportes aseguran</a> que tuvo problemas de depresión: tomaba 
<b>estimulantes, pastillas contra la ansiedad y barbitúricos para dormir</b>. Llegó a tomar 
<a href="http://www.nytimes.com/2002/11/17/us/in-jfk-file-hidden-illness-pain-and-pills.html">hasta 8 medicamentos distintos al día</a>.
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Pensar que algunos presidentes podrían no haber estado en su sano juicio al tomar decisiones trascendentes es, cuando menos, inquietante. Pero todo apunta a que ha ocurrido con más frecuencia de la que políticos e historiadores a veces quisieran admitir.
Imagen Getty Images/Scott Olson
Aunque el ex vicepresidente Joe Biden lidera los sondeos en Carolina del Sur, donde el sábado se efectúan elecciones primarias, el senador por Vermont, Bernie Sanders, fue el blanco de los mayores ataques durante un debate que muchos consideran hasta ahora el más encarnizado de la actual campaña.
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