Mientras que la tensión principal en las elecciones del 3 de noviembre está en quién ganará la Casa Blanca, las peleas por obtener la mayoría en el Senado también son vitales porque es donde reside gran parte del poder político en Washington.
Se alejan las posibilidades de que los demócratas retomen la mayoría en el Senado
Si bien casi toda la tensión de las elecciones de noviembre está puesta en la pelea Trump contra Biden, el poderoso Senado parece que permanecerá en manos de los republocanos. Estos son los resultados hasta el momento.

Por eso, vale la pena tomarse un momento para mirar estas carreras por el Senado, hasta el momento controlado por los republicanos.
Si gana el demócrata Joe Biden, tendría dificultades para gobernar si su partido no logra recuperar el control del Senado. Lo mismo que le pasó al expresidente Barack Obama durante seis de los ocho años que estuvo en la Casa Blanca, en los que vio como el Senado frustó muchas de sus políticas y nominaciones. Lo mismo aplica a la inversa, para el presidente Donald Trump, en caso de ser reelegido y perder el Senado. Hasta ahora Trump ha gobernado con el Senado a favor, lo que le permitió nombrar a tres magistrados de la Corte Suprema y lo salvó de un juicio político a principios de 2020.

Para ganar una mayoría en el Senado, los demócratas necesitaban conseguir al menos cuatro escaños o ganar tres y además la presidencia, ya que cuando hay votación empatada en el Senado, el vicepresidente tiene el voto decisivo. Eso, sin perder ninguno de sus puestos actuales, algo que ya ocurrido, pues el senador demócrata de Alabama Doug Jones, hasta ahora en el cargo, ha sido derrotado por su contendiente republicano Tummy Tuberville.
Esto es lo que se sabe hasta el momento de las ocho contiendas más disputadas y que pueden definir el liderazgo de la Cámara Alta:











