Corte determina que el gobierno de Trump puede continuar enviando a México a solicitantes de asilo

Una Corte de Apelaciones dio la razón a la Administración Trump, al revocar la decisión de un juez que bloqueó el programa implementado en enero, porque suprimirlo causaría un "daño irreparable" al "eliminar una de las pocas medidas autorizadas por el Congreso para procesar los aproximadamente 2,000 inmigrantes" que llegan por la frontera sur.

Por:
Univision y Agencias
Los migrantes tendrán que esperar en el vecino país mientras se tramitan sus casos migratorios. El sorpresivo anuncio lo hizo este lunes la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen.
Video Gobierno de Trump logra acuerdo con México para que los solicitantes de asilo esperen del otro lado de la frontera

Una corte federal de apelaciones dio este martes la razón al gobierno del presidente Donald Trump al determinar que puede seguir enviando a México a algunos solicitantes de asilo mientras se resuelven sus casos en las cortes de inmigración, revirtiendo así el fallo previo de un juez que había bloqueado la medida.

La orden, emitida por la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito, con sede en San Francisco, California, ratificó al presidente una victoria temporal en su estrategia sobre la inmigración, al permitir que siga adelante con la política que ya había empezado a implementar, hasta que se resuelva el caso de manera definitiva.

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En abril, un juez federal de California había bloqueado la política que obliga a ciertos extranjeros que piden asilo en la frontera esperar en México hasta que un juez revise sus casos en una corte de inmigración. Una semana más tarde, un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del 9 Circuito bloqueó de manera temporal el dictamen que había impèdido a Trump los retornos a territorio mexicano de migrantes que huyen de sus países a vcausa de la violencia y la pobreza.

El fallo del martes, sin embargo, no es definitivo. La corte de Apelaciones de San Francisco aún debe examinar la totalidad de los méritos del caso, que podría terminar en la Corte Suprema.


Según determinó el panel de jueces, el Departamento de Seguridad Nacional de (DHS) logró probar que si esta política de retornos se bloqueaba, como había ordenado anteriormente un juez federal, se causaría un "daño irreparable" al "eliminar una de las pocas medidas autorizadas por el Congreso para procesar los aproximadamente 2,000 inmigrantes que llegan a la frontera sur de EEUU a diario".

El juez federal Richard Seeborg falló el 8 de abril que la política debía ser detenida mientras la demanda proseguía.

Con el dictamen del martes la decisión del 8 de abril queda completamente sin efecto, pese a que todavía tenga que llegar un fallo definitivo sobre el fondo del asunto.

El gobierno de Trump dio a conocer en diciembre, poco antes de Navidad, el programa denominado "Permanecer en México" para migrantes que ingresan al país por San Diego y después lo ha ampliado a El Paso, Texas. Desde que se puso en práctica en enero se ha enviado a ese país a unas 400 personas, según cifras del DHS, responsable de su implementación.

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El objetivo del gobierno es tomar medidas enérgicas contra las solicitudes de asilo, que se han disparado a medida que los migrantes centroamericanos han cruzado la frontera suroccidental de Estados Unidos en cantidades cada vez mayores durante el último año.

"No voy a regresar a Guatemala", dijo a Reuters Concepción Bautista. "Tengo fe en que podremos cruzar, pero por ahora, al menos, me quedo en México". Huyó de su país después de ser amenazada por pandilleros, quienes se apoderaron de su casa, y la extorsionaron. Su objetivo final es reunirse con su padre y sus dos hijos en el norte, pero por el momento cree que solicitar asilo en México es más inteligente que intentar entrar en los Estados Unidos de Trump. Espera junto a sus hijos en el refugio de migrantes 'The 72', en Tenosique, Tabasco.
Ale, guatemalteca de 24 años, junto a sus hijos en el refugio de migrantes ‘The 72’. "Tuvimos un pequeño negocio en Guatemala y los pandilleros nos extorsionaban. Queremos empezar de nuevo en México o en Estados Unidos", declaró.
Migrantes centroamericanos en el refugio ‘The 72’ en Tenosique. Las solicitudes de asilo en México aumentaron a medida que aumentaba el flujo de personas que salían de Centroamérica en los últimos años. Desde 2016, cuando Donald Trump en campaña comenzó a hablar de sus políticas migratorias, los solicitantes subieron a 8,781, frente a poco menos de 3,500 en 2015.
Edith Torres, hondureña de 18 años, junto a sus bebé recién nacido en el refugio para migrantes. "Dejé Honduras para un futuro mejor ya sea en México o en EEUU, en Honduras es muy difícil", dijo a Reuters.
Esta familia de Honduras, que guarda su identidad, espera obtener el estatus de refugiados en México. "Dejé Honduras debido a la violencia, las amenazas y la extorsión, estaba cansada, trabajando muy duro y dando mi dinero a las pandillas semanalmente", dijo la madre en el refugio 'The 72' de Tenosique.
Welquin Rivera, hondureño de 34 años, en ‘The 72’. Fue deportado de EEUU hace cuatro meses. Ahora está tratando de regresar a los Estados Unidos para reunirse con sus cuatro hijos. A pesar de las preocupaciones, algunos centroamericanos no se detienen y han decidido probar suerte para entrar a los EEUU.
Una mujer salvadoreña que prefirió guardar su identidad, junto a su familia en el refugio ‘The 72’ . "Dejé nuestra casa en El Salvador por la violencia, ya perdí a uno de mis hijos en un tiroteo, solo quiero vivir en paz con mis hijos en México o en Estados Unidos", expresó.
"Dejé Honduras debido a la violencia y la extorsión de los miembros de pandillas", dijo otra madre de familia en Tenosique, que no quiso dar su identidad.
"Volver a casa es muy peligroso por las pandillas y tengo tres hijos más, México es una oportunidad mejor para nosotros", dijo una madre hondureña de 20 años junto a su pequeña en el refugio ‘The 72’.
Adalberto Rodríguez, hondureño de 58 años, camina hacia EEUU, cerca de la frontera entre México y Guatemala en Tenosique, Tabasco. Las autoridades mexicanas también están controlando la inmigración con más fuerza, por lo que los migrantes deben tomar rutas más aisladas y peligrosas.
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"No voy a regresar a Guatemala", dijo a Reuters Concepción Bautista. "Tengo fe en que podremos cruzar, pero por ahora, al menos, me quedo en México". Huyó de su país después de ser amenazada por pandilleros, quienes se apoderaron de su casa, y la extorsionaron. Su objetivo final es reunirse con su padre y sus dos hijos en el norte, pero por el momento cree que solicitar asilo en México es más inteligente que intentar entrar en los Estados Unidos de Trump. Espera junto a sus hijos en el refugio de migrantes 'The 72', en Tenosique, Tabasco.
Imagen CARLOS JASSO/Reuters


Sin embargo, obligar a los solicitantes de asilo a permanecer en México en condiciones posiblemente peligrosas representa una ruptura importante con una práctica de larga data que permitía a la mayoría de los migrantes que solicitaban asilo permanecer en Estados Unidos mientras esperaban el resultado de sus casos.

La ex secretaria de Seguridad Nacional que introdujo la política, Kirstjen Nielsen, dijo que muchos solicitantes de asilo se han saltado sus citas en los tribunales y han desaparecido en el país, un argumento que respalda Trump.

La demanda

La política "Permanecer en México" fue demandada en febrero por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) junto a 11 migrantes afectados por la medida. Argumentaron que la medida “restringe" el debido proceso migratorio "y coloca en riesgo las vidas de los solicitantes de asilo”.

Precisaron además que la política ideada por el gobierno de Trump “hace que sea mucho más difícil para los solicitantes de asilo recibir un reconocimiento justo y significativo” por parte de las autoridades estadounidenses, y que la permanencia en territorio mexicano, después de huir de sus países a causa de la violencia y la pobreza, no garantiza que no habrá nuevos y mayores peligros.

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El programa no incluye a menores migrantes no acompañados (UAC), quienes están protegidos por una ley de prevención de tráfico humano (TVPRA) de 2008, que impide sus deportaciones aceleradas y obliga a un juez de inmigración a revisar sus casos y decidir sus futuros en Estados Unidos.

Opinión disidente

El magistrado Paul Watford, uno de los tres que conforman el panel de la Corte de Apelaciones del 9 Circuito y el que más crítico se mostró en esa ocasión con la defensa del Ejecutivo, recordó que el Gobierno tiene la obligación de no enviar a los solicitantes a un lugar en el que teman que pueden ser perseguidos.

En ese mismo sentido, y pese a la decisión de la corte favorable al Gobierno, Watford emitió este martes una opinión propia en la que aseguró que es "razonable asumir que por lo menos algunos de los demandantes de asilo a quienes afecta la política tendrán un miedo legítimo de ser perseguidos en México".

Omar Jadwat, director del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU, criticó el fallo. "Los solicitantes de asilo corren un grave riesgo de sufrir daños todos los días y la política de retorno forzoso continúa", dijo, citado por Reuters.

Jadwat señaló que dos de los tres jueces que escucharon la apelación encontraron "serios problemas legales con lo que está haciendo el gobierno, por lo que hay buenas razones para creer que, en última instancia, esta política se detendrá".

La Justicia federal californiana, de tendencia más progresista que la mayoría de las Cortes del resto del país, se ha erigido en favorita para los activistas para presentar demandas contra el Gobierno de Trump, especialmente en materia migratoria, en la que la Administración ya ha sufrido varios reveses, por lo que la decisión de hoy supone una excepción.

Lugar peligroso

Para el Southern Poverty Law Center (SPLC), México es un lugar “peligroso” para los migrantes que huyen de sus países, principalmente Centroamérica, y piden asilo en la frontera estadounidenses y son obligados a esperar en el lado mexicano.

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“El gobierno de Trump sigue buscando formas más crueles de burlar la ley y hacer caso omiso de la moral básica. Las personas que huyen de la persecución tienen derecho a buscar asilo en Estados Unidos”, agregó la organización recientemente en un comunicado.

El plan "Permanecer en México" está restringiendo el debido proceso migratorio y coloca en riesgo las vidas de los solicitantes de asilo, ha dicho la Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA), que agrupa a más de 5.700 miembros en todo el país y se había unido a las protestas.

AILA insiste en que el protocolo creado por el DHS “altera drásticamente el procesamiento de las solicitudes de asilo en la frontera y hace que sea mucho más difícil para los solicitantes de asilo recibir un reconocimiento justo y significativo de sus reclamos según lo requerido por la ley estadounidense y el derecho internacional”.

A lo largo del muro en el sector El Paso, en Texas, pueden verse decenas de pantalones, camisas y prendas de ropa interior que van dejando los migrantes a su paso.
La montaña del Cristo Redentor en Sunland Park, Nuevo México, forma un muro fronterizo natural entre México y Estados Unidos. A pesar de su difícil geografía y el frío de la primavera, muchos inmigrantes usan sus senderos para cruzar.
Más de 40 personas se entregaron a la Patrulla Fronteriza en dos horas. Eran en su mayoría padres y madres con sus hijos en brazos, incluso bebés, que vinieron a Estados Unidos buscando mejores oportunidades de empleo.
Al no haber muros en la montaña del Cristo Redentor, la zona es vigilada permanentemente por la Patrulla Fronteriza y por sensores de movimiento. No es este el punto por el que ocurre el grueso de los cruces de indocumentados en el sector El Paso.
El arresto de un grupo de inmigrantes indocumentados en Texas, visto desde una vía.
"No habla inglés, solo español", se lee en el sobre que el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) entregó a la familia hondureña Vindel una vez que fueron liberados. Eran un padre y una madre con sus dos hijos. Los adultos fueron dejados en libertad, pero con un grillete en sus tobillos y deben presentarse en los próximos días con un oficial de ICE en su nueva dirección.
Aunque la Patrulla Fronteriza no tiene cifras exactas de cuántos coyotes han sido detenidos en los últimos años, aseguran que continuamente comparten información de inteligencia con las autoridades mexicanas. Explican que los traficantes de personas no cruzan a Estados Unidos pero sí guían a los migrantes hasta el río, por lo que debe ser el gobierno vecino quien efectúe las detenciones.
De un lado, el izquierdo, Ciudad Juárez, México; del otro, Sunland Park, Nuevo México.
Un niño guatemalteco ve al oficial de la Patrulla Fronteriza mientras él le hace preguntas a su padre.
Un agente de la Patrulla Fronteriza acompaña a un grupo de inmigrantes indocumentados hasta una de las puertas de acceso a Estados Unidos, donde los espera otro equipo para trasladarlos al centro donde le hacen las primeras entrevistas para luego remitirlos a ICE.
La frontera del sector El Paso está resguardada en buena parte por una verja metálica doble. Y no toda tiene muros construidos por el hombre, solo 83 millas. Otra parte tiene barreras naturales, como montañas.
A través de los sensores y las cámaras a lo largo de la frontera, la Patrulla Fronteriza detectó que un grupo de seis inmigrantes indocumentados intentaban cruzar a Estados Unidos con una escalera improvisada para escalar el muro fronterizo en el sector El Paso. La vigilancia del lugar se activó incluso con un helicóptero.
Una vez que los migrantes centroamericanos se entregan a la Patrulla Fronteriza son interrogados sobre su identidad. Este lunes, uno de los agentes aseguró que un joven había falsificado un acta de nacimiento para disminuir su edad a 17 años y ser tratado como menor.
Los oficiales de la Patrulla Fronteriza en El Paso aseguran que nunca habían visto cifras tan altas de inmigrantes arrestados en este sector. Enero y febrero de 2019 fueron dos meses en los que repuntó el dato, con más de 1,000% de variación en relación con los mismos meses de 2018.
Un tramo del muro fronterizo en el sector El Paso es levantado para sustituir el anterior, que se ve justo enfrente, y que fue instalado hace más de 10 años.
En la verja de El Paso es común ver zonas en las que los inmigrantes cortaron la estructura para poder entrar a Estados Unidos sin entregarse a la Patrulla Fronteriza. Los agentes aseguran que quienes se encargan de hacer los cortes son los coyotes.
El agente Frank Pino asegura que durante sus patrullajes de este año ha sido común encontrar grupos numerosos de inmigrantes indocumentados que quieren entregarse para pedir asilo. El grueso de las personas se rinde en el tramo que va de Ysletas a El Paso, ambos en Texas.
En un tramo de la zona de Santa Teresa, en Nuevo México, el muro de acero se acaba y el camino queda abierto y es aprovechado por los inmigrantes indocumentados para cruzar. En la imagen, una patrulla fronteriza vigila el área.
Un oficial de la Patrulla Fronteriza abre la puerta para salir del cinturón que vigiló.
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A lo largo del muro en el sector El Paso, en Texas, pueden verse decenas de pantalones, camisas y prendas de ropa interior que van dejando los migrantes a su paso.
Imagen Almudena Toral/Univision
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