La cuarentena de ICE y la Patrulla Fronteriza: bajan más de 50% los arrestos de migrantes por cambios en operativos

Abril fue uno de los meses con menos actividad para los agentes migratorios debido al coronavirus, con 4,721 detenciones de indocumentados en las ciudades, un descenso del 54% comparado con el mes anterior. En la frontera hubo 2,464 arrestos en ese mismo período, 75% menos respecto a marzo.
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Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
A finales de abril de 2020, un comando puso tras las rejas al presunto pandillero César Isaac Erazo Euceda, alias ‘Flaco’s Gang’, quien es buscado en su natal Honduras por un cargo de asesinato.
A finales de abril de 2020, un comando puso tras las rejas al presunto pandillero César Isaac Erazo Euceda, alias ‘Flaco’s Gang’, quien es buscado en su natal Honduras por un cargo de asesinato.
Imagen Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE)

Desde el 18 de marzo, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas ( ICE) implementa una moratoria a sus operaciones en todo el país por el brote del coronavirus. Ahora sus principales objetivos, señala la agencia, son las investigaciones sobre narcotráfico, pandillas, trata de personas y explotación infantil.

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Como resultado de este cambio, del 1 al 25 de abril se registró la cifra más baja de migrantes arrestados por oficiales de ICE en años recientes, de acuerdo con estadísticas de la dependencia. Hasta esa fecha se reportaron 4,721 detenciones, una caída del 54% en comparación con los 10,154 migrantes que terminaron bajo custodia federal un mes anterior. (Esa cifra no incluye los datos en cinco días de abril, pero debido a la cuarentena parece difícil que cambie la tendencia). En contraste, en abril de 2019 hubo 12,169 aprehensiones.

Esta caída coincide con la cuarentena que implementan varios estados del país desde marzo buscando contener la propagación del covid-19. La diferencia es notable respecto a los números observados en años recientes: entre octubre de 2018 y febrero pasado, hubo entre 10,000 y 13,000 arrestos de migrantes cada mes.

En Los Ángeles, una metrópoli que ha experimentado cada vez menos detenciones de indocumentados atribuido a la falta de cooperación de las policías locales, el descenso fue del 65%, pasando de 230 arrestos en marzo a solamente 80 en abril.

Poco antes de que la agencia estableciera una moratoria en sus operativos, sus oficiales seguían buscando fugitivos en su lista negra. En esos días salieron a las calles usando guantes y cubrebocas.

En el comunicado anunciando la modificación a sus prioridades, ICE señala que se enfocaría en quienes representen un riesgo para la seguridad pública “y las personas sujetas a detención obligatoria por motivos penales”. Quienes no entren en esas categorías, la unidad de búsqueda de fugitivos “ejercerá la discreción para retrasar las acciones de aplicación de la ley hasta después de la crisis o utilizar alternativas a la detención”, señala el informe.

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La dependencia también les prohibió a sus elementos llevar a cabo operaciones en hospitales, consultorios médicos, clínicas de salud y otras instalaciones de atención a la salud, “excepto en la más extraordinaria de las circunstancias”. Dicho lo anterior, ICE le pidió a los indocumentados buscar atención médica sin temor a ser detenidos por agentes migratorios.

Arrestan a uno de los más buscados

Una de las acciones que ICE realizó en medio de la pandemia puso bajo custodia al guatemalteco Julio García Castellano, quien estaba en la lista de los 10 criminales más buscados por dicha agencia. Fue arrestado el 24 de marzo en South Gate, una ciudad hispana en el sureste de Los Ángeles.

A este delincuente que usaba el alias de ‘Víctor García Ignacio’, le seguían los pasos desde hace unos años, cuando las autoridades se enteraron de que había reingresado ilegalmente al país después de su última deportación en 2016. Ya lo habían expulsado en 2007. Hace una década, él fue condenado por una violación en segundo grado en un tribunal de Oregon.


“Este caso es un ejemplo increíble de nuestro compromiso continuo de priorizar los esfuerzos de aplicación de la ley y deportación contra cualquier indocumentado extranjero que represente la mayor amenaza para la seguridad pública”, indicó el director de ICE en Los Ángeles, Dave Marin, en un comunicado.

El funcionario enfatizó que durante la cuarentena no están realizando redadas “indiscriminadas”, ni retenes en las carreteras. “Nuestros esfuerzos dirigidos de aplicación de las leyes de inmigración garantizan comunidades más seguras para nuestros ciudadanos al eliminar criminales peligrosos de nuestras calles”, subrayó.

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También a finales de abril, un comando puso tras las rejas al presunto pandillero César Isaac Erazo Euceda, alias ‘Flaco’s Gang’, quien es buscado en su natal Honduras por un cargo de asesinato. Interpol emitió una ficha roja para capturarlo lo antes posible debido a su peligrosidad.

Una investigación liderada por agentes de ICE en Florida y Washington condujo a su detención en su casa en Hyattsville, en el estado de Maryland. No se reveló cuándo ni cómo entró a EEUU.

“Un extranjero fugitivo que espera esquivar el sistema de justicia, ya sea aquí o en el extranjero, no puede llamar hogar a este país", comentó el director de ICE en Washington, Russ Hott, sobre el arresto.

Debido a la pandemia del covid-19, las cortes de inmigración han cerrado al público, dejando a muchas personas en la incertidumbre legal por sus casos. "Quiero que la gente no tenga pánico, no se preocupe. Ya se van a poder revivir sus casos cuando regresemos a la normalidad, por lo tanto su caso no puede ser negado", dijo el abogado de inmigración Alex Galvez.
Video Miles de immigrantes con citas en cortes de inmigración están en el limbo por el coronavirus

Menos actividad en la frontera

El descenso más notable de arrestos de migrantes lo registró la Patrulla Fronteriza, que del 1 al 25 de abril detuvo a 2,464 indocumentados, esto es 6,749 menos que en marzo o una caída del 75%. Desde el inicio del año fiscal, el mes más activo fue diciembre, con poco más de 14,000 aprehensiones.

El 20 de marzo, la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) implementó restricciones “más fuertes que nunca” en la frontera buscando detener la propagación del coronavirus. Desde entonces deporta inmediatamente a cualquier persona que sus oficiales descubren tratando de cruzar ilegalmente hacia EEUU. A la fecha han expulsado de esa forma a más de 11,000 migrantes, incluyendo cientos de niños.

“Las medidas de contención en la frontera están funcionando”, afirmó el comisionado interino de la CBP, Mark Morgan, un tuit que publicó el 10 de abril. “El propósito de la orden de los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) no es frenar la migración ilegal. Impide un mayor brote del virus en EEUU protegiendo el sistema de salud” de este país, agregó el funcionario.

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Pero hasta el momento, la agencia solo ha reportado el caso de un migrante de India contagiado de coronavirus. Este hombre de 31 años y tres mexicanos trataban de pasar por Calexico, California, el 23 de abril. Él fue llevado a una instalación de la Patrulla Fronteriza y los mexicanos devueltos a su país.

“Es el primer individuo en custodia de la CBP que da positivo a la prueba de covid-19”, reconoció la agencia en un comunicado.

Aunque disminuyó la actividad en la franja fronteriza, las bandas de traficantes siguen usando una variedad de métodos para burlar la vigilancia. En las últimas semanas se ha registrado el “inquietante” repunte de un método de cruce ilegal de la frontera que ya ha tenido consecuencias fatales: transportar a decenas de indocumentados dentro de la caja de un camión pesado.

La mayoría de estos incidentes se han registrado en California y Texas. Algunos migrantes que han sido “cargados”, como se le conoce a esta táctica usada por los coyotes, tenían letras y números en playeras blancas para ser identificados al llegar a sus destinos.

Una investigación encabezada por la Patrulla Fronteriza (USBP), la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y el Sheriff del condado de Webb detectó una casa de seguridad de un grupo de traficantes de personas en Laredo, Texas, la tarde del 23 de noviembre de 2019.
En el interior de la vivienda estaban 43 inmigrantes originarios de México, Guatemala, Honduras y Ecuador. “Todos se encontraron en buen estado de salud y fueron arrestados en espera de la investigación”, indicó la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP) en un comunicado.
Las deplorables condiciones de esta vivienda contrastan con el multimillonario negocio de los coyotes, que solo en 2017 pudo haber generado hasta $2,300 millones, según un informe del Departamento de Seguridad Nacional (DHS en inglés).
Se cree que esta actividad ilícita no se ha visto afectada con las caravanas de migrantes que se presentan en la frontera para pedir asilo a Estados Unidos. Estos seis migrantes, por ejemplo, fueron descubiertos en otra casa de seguridad en Laredo, Texas, el 5 de agosto de 2019. Llegaron desde México, Guatemala y Honduras.
“Los traficantes de personas continúan utilizando hogares y negocios locales como punto de partida para los inmigrantes ilegales, causando molestias a los residentes de Laredo”, advierte la Patrulla Fronteriza. En esta guarida fueron hallados 38 indocumentado en mayo de 2018.
Las tarifas que deben pagar los migrantes ahora superan los $10,000. Sin embargo, ellos reciben un trato miserable por parte de los coyotes mientras son llevados a sus destinos, de acuerdo con las autoridades.
En estas condiciones vivieron temporalmente ocho guatemaltecos detenidos por la Patrulla Fronteriza y el Sheriff del condado de Webb en Central Laredo en julio de 2018.
A principios de febrero de 2017, las autoridades encontraron a 11 inmigrantes en una vivienda en la ciudad de Eagle Pass, cerca de la zona limítrofe con México. Se trataba de ocho mexicanos, una hondureña, y un hombre y una mujer salvadoreños.
“Las organizaciones criminales utilizan habitualmente sus casas secretas para colocar inmigrantes en condiciones a menudo infrahumanas. Por lo general, las personas deben esperar a que los transporten hacia el interior de Estados Unidos y pagar tarifas a los contrabandistas”, señala la Patrulla Fronteriza.
La Patrulla Fronteriza advierte que “no es raro que estos inmigrantes indocumentados sean retenidos durante semanas o más en estructuras pequeñas y estrechas sin ventilación adecuada, agua potable, ni condiciones saludables”.
Las autoridades también alertan que las personas que vigilan estas guaridas también se dedican al secuestro, robo, abuso físico y agresiones sexuales de los inmigrantes que reciben.
Los migrantes son transportados a estos lugares inmediatamente después de que cruzan ilegalmente la frontera de distintas maneras: caminando varios días por el desierto, ocultos en vehículos que pasan por garitas aduanales o nadando por el peligroso Río Grande.
Los crímenes que ocurren en estos sitios y durante el recorrido por la frontera generalmente no se reportan a las autoridades por miedo a la deportación o porque los migrantes desconfían en la policía en sus lugares de origen, según oficiales fronterizos entrevistados por Univision Noticias.
Estos 37 indocumentados estaban en una vivienda secreta detectada en el sur de Texas en mayo de 2016. La mayoría de ellos eran hombres jóvenes.
Este escondite fue encontrado en junio de 2018 en Laredo. Lo hallaron después que la Patrulla Fronteriza y el Sheriff de Webb recibieron información de que varios indocumentados estaban allí.
El operativo concluyó con la detención de 62 personas que cruzaron la frontera ilegalmente. Procedían de México, Guatemala, Honduras y El Salvador.
Al anunciar los arrestos, José Martínez, entonces subjefe de la Patrulla Fronteriza en el sector de Laredo, dijo que esta acción reflejaba el compromiso de las autoridades “para interrumpir la actividad ilícita, negar a las organizaciones criminales la capacidad de operar y proteger la vida humana”.
Una de las medidas para combatir el contrabando de migrantes es demoler sus escondites, como este ubicado en la ciudad de San Juan, en Texas.
La pequeña vivienda fue derrumbada usando maquinaria pesada y bajo el resguardo de oficiales de la Patrulla Fronteriza.
Un estudio publicado por Rand Corporation en abril contradice una añeja versión de funcionarios de EEUU: que los carteles están involucrados directamente en el tráfico de personas. Pero alerta que los migrantes les tienen que pagar al pasar por sus territorios, generando una ganancia de entre $30 y $180 millones al año.
El reporte de Rand Corporation recomendó a las autoridades estandarizar y ampliar el rango de preguntas que los oficiales fronterizos hacen a los migrantes para buscar información más consistente sobre los contrabandistas, rutas y pagos. Además de expandir sus esfuerzos para interrumpir los pagos que los coyotes reciben de los familiares de los migrantes en EEUU.
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Una investigación encabezada por la Patrulla Fronteriza (USBP), la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y el Sheriff del condado de Webb detectó una casa de seguridad de un grupo de traficantes de personas en Laredo, Texas, la tarde del 23 de noviembre de 2019.
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