Crecen las críticas a la respuesta del gobierno de Turquía al terremoto

Muchos están cuestionando la lenta respuesta de la autoridad turca de Gestión de Desastres y Emergencias, la falta de preparación del gobierno o su responsabilidad a la hora de asegurar que se cumplan los estándares constructivos para terremotos.

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Por:
Grettel Reinoso .
24 horas después de los terremotos que sacudieron Turquía y Siria, sigue la carrera contrarreloj para encontrar supervivientes. Miles pasaron la noche sin refugio en medio de condiciones invernales, y rodeados de escombros. Sigue las últimas noticias en Univision.
Video Las devastadoras imágenes aéreas de la destrucción: hasta 23 millones de personas podrían resultar afectadas

Rescatistas, voluntarios y supervivientes siguen trabajando contrarreloj para encontrar personas con vida bajo los escombros tras los devastadores terremotos de 7.8 y 7.5 que azolaron el sur de Turquía y el norte de Siria el pasado lunes. La desesperación y el desamparo general se extienden sobre el terreno en medio de un panorama desolador y apocalíptico.

Mientras el número de muertos no para de subir y ya supera los 11,000 entre Turquía y Siria, aumentan también las críticas contra el gobierno y la ira de muchos por su deficiente respuesta y su responsabilidad en la catástrofe.

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En las áreas más afectadas, muchos residentes están cuestionando la lenta respuesta de la autoridad turca de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) y otros critican la falta de preparación del gobierno y su responsabilidad a la hora de asegurar la preparación de las edificaciones para terremotos en una región ubicada sobre la unión de dos placas tectónicas.

El desastre natural, uno de los peores de la historia turca, se convierte además en una prueba de fuego para el conservador Recep Tayyip Erdogan, que se enfrenta a unas difíciles elecciones programadas para el 14 de mayo. Y el presidente lo sabe.

El martes el mandatario anunció un estado de emergencia de tres meses en las 10 provincias más afectadas por el sismo y dijo que su gobierno estaba asignando más de $5,000 millones para apoyar las operaciones de rescate y ayuda.

Este miércoles, de visita en Kahramanmaras, en el epicentro del sismo principal, Erdogan se permitió algunas autocríticas, aunque justificándolas, mientras se le vio abrazando a supervivientes o encabezando una comitiva desplegada frente a una gran carpa de la Media Luna Roja. Prometió a los afectados que la zona sería reconstruida en menos de un año.

"Al principio hubo problemas en los aeropuertos y en las carreteras, pero hoy las cosas están siendo más fáciles y mañana será aún más fácil", dijo en declaraciones a la prensa. "Hemos movilizado todos nuestros recursos. El Estado está haciendo su trabajo", aseguró, sabiéndose increpado.


Sin embargo, muchos en el terreno no parecen estar de acuerdo, mientras lidian con temperaturas congelantes a la intemperie y con familiares muertos o todavía bajos los escombros.

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"Ya no me quedan lágrimas", dijo a la AFP Ebru Firat, en Sehitkamil, un suburbio de la ciudad de Gaziantep, en el epicentro del terremoto. Una prima suya permance bajo los escombros y a medida que pasan las horas sabe que las esperanzas de sacarla con vida son cada vez más escasas.

Vecinos del lugar denunciaron a la prensa que en las primeras 12 horas, un período de tiempo crucial, no apareció ningún equipo de rescate. Familiares, vecinos y algunos policías o funcionarios locales tuvieron que apañárselas solos, apartando escombros con las manos. Y cuando llegó la ayuda finalmente, los equipos trabajaron unas cuantas horas y luego pararon a media noche.

La oposición nombra a Erdogan como principal responsable

“Si hay una persona responsable de esto, es Erdogan. Es este Gobierno, que lleva 20 años sin preparar al país para un terremoto”, dijo en un mensaje publicado en sus redes sociales Kemal Kilicdaroglu, el líder del principal partido de oposición turca, el Partido Republicano del Pueblo (CHP).

Kilicdaroglu instó a los alcaldes de su partido en regiones afectadas a ayudar a los damnificados a toda costa, incluso si deben enfrentarse al Estado, ya que asegura que las estructuras estatales están poniendo trabas o buscando interferir en la distribución de la ayuda si esta llega de municipios controlados por la oposición.

"Si les ponen obstáculos burocráticos, háganlo igual, no escuchen. Si son arrestados por buscar pan y mantas para la gente, sean arrestados", dijo Kilicdaroglu, y acusó a Ankara de estar haciendo un "trabajo de relaciones públicas" con los terremotos.

¿Qué pasó con el 'impuesto' para terremotos?

Tras un desastroso terremoto que mató a más de 17,000 personas en Turquía en 1999, el gobierno comenzó a recaudar lo que se conoce como el "impuesto de terremotos", un fondo que estaría destinado a la prevención de desastres y el desarrollo de servicios de emergencia.

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Sin embargo, no está claro cómo el gobierno invierte ese dinero, y a pesar de que cada vez que ocurre un desastre el tema sale a colación, no ha habido una explicación pública detallada sobre la inversión.

"¿Adónde han ido a parar todos nuestros impuestos recaudados desde 1999?", se preguntaba con ira y desesperación Celal Deniz, de 61 años, en la ciudad de Gaziantep, mientras espera que saquen de debajo de los escombros a sus sobrinos y hermano.

En noviembre de 2020, después de que otro gran terremoto golpeara duramente la región de Esmirna, Alpay Antmen, abogado y político del CHP, dijo a Arab News que ese dinero estaba destinado a ser utilizado para la transformación urbana y para hacer que las áreas de vivienda en las zonas del terremoto fueran mucho más resistentes. "Sin embargo, alrededor de 70,000 millones de liras de ese fondo se gastaron en otros fines, y este capital se transfirió a los constructores cercanos al gobierno”, declaró entonces Antmen.

Según el abogado, su oficina presentó una consulta parlamentaria al ministro del Tesoro y Finanzas sobre el uso del impuesto de terremotos y como resultado fue remitido al Ministerio del Interior, quien a su vez le dijo que no tenía esa información.

“Ellos han consumido los impuestos del terremoto con sus pandillas. ¿Dónde está ese dinero? Ese dinero se ha ido. Las personas que han estado pagando impuestos al Estado toda su vida, no tienen respuesta del Estado una vez que lo necesitan. Todo va para el Palacio (presidencial)", denunció Kilicdaroglu.

Los vínculos entre el AKP y los constructores

Tras los terremotos de este lunes en el sur de Turquía, las imágenes de edificios sólidos y relativamente modernos derrumbándose en cuestiones de segundos han dado la vuelta al mundo y causado gran impacto. En importantes ciudades de las zonas la mayor parte de las edificaciones se han venido abajo.

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Si bien en Turquía existen regulaciones para la construcción de edificios, dado su potencial sísmico y los destructivos terremotos que ya ha sufrido el país, políticos pero también ciudadanos comunes denuncian que el gobierno hace la vista gorda dados sus estrechos lazos con las grandes constructoras.

El AKP, el partido Justicia y Desarrollo, al que pertenece Erdogan, quien lleva 20 años en el poder, tiene vínculos directos con el sector de la construcción.

Varios expertos en Turquía han advertido desde hace años que las normas de construcción con respecto a los terremotos no se respetan lo suficiente y esto ocurre con impunidad y mientras el gobierno mira hacia a otro lado y les da carta abierta para construir.

“En 2018, casi dos décadas después del gran terremoto de 1999, Turquía finalmente aprobó la tan esperada legislación sobre terremotos. Pero esas reglas han sido más respetadas en el incumplimiento que en la observancia”, escribió en una columna de opinión para The Washington Post Asli Aydintasbas, miembro de la Brookings Institution.

“Erdogan ha descrito con frecuencia la industria de la construcción como la joya de la corona de la economía, fomentando una falta tácita de supervisión. Los grandes contratos públicos de Turquía tienden a ir a los mismos compinches del gobierno", agregó.

"Fake News y distorsiones": el gobierno silencia las críticas

Mientras las críticas al gobierno se multiplican por su lenta respuesta o las denuncias de corrupción que han permitido ignorar la falta de estándares constructivos en los edificios, desde Ankara arremeten contra las voces que cuestionan su gestión ante el desastre.

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En declaraciones públicas el martes, visiblemente enojado, el propio Erdogan calificó las críticas de la oposición y la ciudadanía como "fake news y distorsiones" y advirtió que se perseguiría a aquellos que buscan "causar el caos social".

Las represalias, de hecho, no han tardado. El mismo día, horas después, un fiscal estatal de Estambul inició una investigación penal contra dos periodistas que criticaron abiertamente la respuesta del gobierno al sismo.

Ante el aumento de las críticas Turquía echó mano a un recurso que ha empleado otras veces para acallar la disidencia, como es el bloqueo de Twitter. Este miércoles la red social estuvo bloqueada al menos 12 horas en los principales proveedores de internet del país. Ya al amanecer del jueves se pudo volver a acceder.

En las redes sociales muchos usuarios también han denunciado que los medios oficialistas no están dando voz a quienes critican o cuestionan la respuesta gubernamental.

Videos que circulan en redes muestran a un corresponsal del canal NTV en Kahramanmaras describiendo cómo los lugareños se quejaban de que la ayuda estaba siendo "inadecuada". Por detrás se escucha a algunas personas preguntando: "¿Dónde está el Estado?". Usuarios de las redes aseguran que el canal interrumpió al corresponsal antes de que terminara su transmisión y regresaron al estudio.

El primer gran terremoto, de magnitud 7.8, se produjo cerca de la ciudad turca de 
<b>Gaziantep </b>a las 2:17 hora local (18:17 del domingo EST), a unos 90 km de la frontera con Siria.
Se registraron decenas de réplicas, algunas de ellas horas más tarde cuando ya había salido el Sol.
Horas más tarde, a las 11:24 de la mañana hora local, se produjo otro fuerte terremoto, de magnitud 7.5, a unas 75 millas (120 km) al norte del primero, cerca de Ekinözü.
A ambos lados de la frontera, los temblores despertaron a la gente de golpe varias horas antes del amanecer y la hicieron salir a la calle en una noche fría de viento, lluvia y nieve. Docenas de edificios se derrumbaron en ciudades de toda la región fronteriza. Así quedó este edificio en Pazarcik, en la provincia de Kahramanmaras, en el sur de Turquía.
En las zonas dominadas por la oposición siria, los Cascos Blancos trabajaron en el rescate de heridos.
Gente y equipos de rescatistas trasladan a una persona en camilla desde un edificio derruido en Adana, Turquía.
Cámaras de seguridad grabaron el momento en que un potente terremoto de 7.8 en la escala de Richter sacudió a Turquía este lunes, dejando centenares de muertos y miles de heridos. Rescatistas trabajan contrarreloj para hallar sobrevivientes y el gobierno pidió asistencia internacional. Sigue las últimas noticias en 
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Este hombre pudo ser rescatado por bomberos en la ciudad de Diyarbakir, en Turquía, donde decenas de edificios de derrumbaron tras el terremoto.
Varias personas se reúnen alrededor de un edificio derrumbado en Pazarcik, en la provincia de Kahramanmaras, en el sur de Turquía, a primera hora del lunes 6 de febrero de 2023.
Así quedó este edificio en Diyarbakir, una de la ciudades más afectadas por el terremoto en Turquía.
Rescatistas de los Cascos Blancos intentando salvar a personas atrapadas entre los escombros de los edificios que colpasaron en la ciudad de Zardana en el terremoto de este lunes.
Equipos rescatistas intentan ayudar a residentes de un edificio derrumbado en Diyarbakir, Turquía. El presidente turco Recep Tayip Erdogan dijo en Twitter que “se enviaron de inmediato equipos de búsqueda y rescate” a las áreas afectadas. “Esperamos que superaremos este desastre juntos lo más pronto posible y con la menor cantidad de daños”, agregó.
Las autoridades turcas calculan que más de 2,500 personas resultaron heridas en el potente terremoto que sacudió el sur del país la madrugada de este lunes.
Gente intentando buscar a sobrevivientes del terremoto en Diyarbakir, Turquía.
Rescatistas aserrando los hierros de una construcción para sacar a personas atrapadas entre los escombros de los edificios que se derrumbaron con el terremoto en Siria.
Del lado sirio de la frontera, el sismo remeció regiones bajo control opositor que están llenas de varios millones de desplazados sirios con un precario sistema de salud después de varios años de guerra. Al menos 11 personas murieron en la localidad de Atmed y muchas más quedaron enterradas entre los escombros, dijo un doctor del lugar, Muheeb Qaddour, en entrevista telefónica con The Associated Press.
Edificios reducidos a escombros en la ciudad de Hama, Siria. Rescatistas intentan salvar a personas atrapadas.
Una gráfica de la destrucción causada por el terremoto en la ciudad de Alepo, en Siria.
Un hombre carga a un niño herido en el terremoto en el pueblo de Jandaris, en la provincia de Alepo que controlan los rebeldes al régimen de Asad.
Un rescatista en labores de salvamento en la villa siria de Shalakh, golpeada fuertemente por el terremoto.
Equipos de rescatistas intentando salva a personas atrapadas entre los escombros de los edificios que colapsaron en Siria, tras el terremoto en Turquía.
Estos heridos en el terremoto reciben tratamiento en un hospital de Bab al-Hawa, en la región siria que controlan los rebeldes al régimen de Bashar al Asad.
Estas fotografías pueden herir su sensibilidad.
Un hombre sirio lleva a una niña muerta en la localidad de Azmarin, pequeña localidad rebelde siria en la provincia de Idlib, en las montañas junto a la frontera turca.
Un voluntario de los Cacos Blancos en Siria lleva en sus brazos a un bebé que lograron rescatar de entre los escombros de un edificio en la ciudad de Zardana.
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El primer gran terremoto, de magnitud 7.8, se produjo cerca de la ciudad turca de Gaziantep a las 2:17 hora local (18:17 del domingo EST), a unos 90 km de la frontera con Siria.
Imagen EFE/EPA/DENIZ TEKIN
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