Legisladores republicanos a lo largo de Estados Unidos continúan impulsando leyes que aumentan los requisitos para votar pese a advertencias reiteradas de líderes empresariales de que las medidas pueden perjudicar la actividad democrática y el entorno económico.
Empresas privadas defienden el "sagrado derecho al voto" que restringen las reformas republicanas
Texas se perfila como el próximo gran campo de batalla sobre leyes electorales. La Cámara Baja estatal podría someter a votación esta semana un proyecto de ley que se concentra en el condado Harris, el cual incluye a la ciudad de Houston y es un bastión demócrata.

Más de 50 compañías y organizaciones empresariales, incluyendo algunas en Texas, difundieron una carta el pasado martes expresando su oposición a “cualquier cambio” que agregue dificultades a votar en ese estado. La misiva, firmada por American Airlines, Microsoft Corp., HP Inc., Patagonia, Levi Strauss & Co. y otros, aparece mientras son sometidos a votación proyectos de ley que colocan obstáculos desproporcionados sobre votantes discapacitados y de minorías étnicas.
"Creemos que el derecho a votar es sagrado. Cuando más personas participan en nuestro proceso democrático, todos prosperamos", reza la carta. "El crecimiento de la libre empresa está directamente relacionado a la libertad de sus ciudadanos".
La declaración evitó pronunciarse en contra de la legislación específica en Texas. Pero representa un regaño cauteloso a legisladores que se fundamentan en las denuncias infundadas de fraude electoral que presentó el expresidente Donald Trump para colocar obstáculos al proceso de votar.
Texas se perfila como el próximo gran campo de batalla sobre leyes electorales. La Cámara Baja estatal podría someter a votación esta semana un proyecto de ley que se concentra en el condado Harris, el cual incluye a la ciudad de Houston y es un bastión demócrata, después de que las autoridades locales expandieran las opciones para votar en las elecciones de noviembre durante la pandemia del coronavirus. El Senado estatal procesa su propia versión y se prevé que ambas cámaras concilien una versión final.
El gobernador republicano Greg Abbott ha expresado un apoyo categórico al proyecto de ley.
Texas seguiría a otros estados controlados por republicanos, incluyendo a Georgia, Iowa y Florida, donde el gobernador republicano Ron DeSantis puso en vigencia una ley electoral aprobada la semana pasada por la Asamblea estatal. La mayoría republicana en la asamblea estatal de Kansas derrotó el pasado lunes el veto impuesto por el gobernador demócrata para aprobar una ley electoral. Arizona también sopesa una nueva legislación y los republicanos en Ohio planean presentar un proyecto de ley esta semana.
Los detalles en cada proyecto de ley varían en cada estado pero comparten un propósito común de restringir el voto por correo. Si bien votantes de ambos partidos han usado ese método durante muchos años, los demócratas estuvieron más propensos en 2020 a votar de manera remota y ello ha generado la ofensiva legislativa de los republicanos.
Una propuesta en Texas busca eliminar la posibilidad de votar sin bajarse del automóvil, modalidad empleada por más de 127,000 personas en Houston el año pasado. Algunos demócratas estiman que más de la mitad de esas personas eran afroestadounidenses, latinos o de origen asiático. Los republicanos quieren dar mayor autoridad a los observadores electorales de cada partido y también tipificar como delito si un funcionario electoral envía boletas para votar por correo a hogares que no las solicitaron, tal como el condado Harris intentó hacer durante la pandemia.
Los demócratas han estado presionando a las empresas para se pronuncien en el debate, pero el sector empresarial se ha dividido en cuanto a la posibilidad de inmiscuirse en una batalla intrapatidista. Los comunicados emitidos por las empresas han tenido escaso efecto para retrasar proyectos de ley y han creado diferencias entre los republicanos y los que han sido sus aliados corporativos.
Las empresas de Texas, agrupadas en Fair Elections Texas, emplearon un lenguaje sumamente cuidadoso en su pronunciamiento, en el que declaran que las elecciones deben ser "cómodas, transparentes y seguras", en referencia a la insistencia de los republicanos de que sus leyes buscan prevenir fraude y fortalecer la confianza de los votantes en los resultados.
Al mismo tiempo, el grupo llamó a "todos los líderes electos" a "hacer la democracia más accesible" y dijo que “se opone a cualquier cambio que restrinja el acceso de votantes elegibles a la mesa de votación".
Todd Coerver, presidente de la cadena de comida rápida P-Terry’s Burger Stand, dijo que la “oleada” de propuestas diseñadas para cambiar las leyes electorales a lo largo de Estados Unidos facilitó la decisión de la empresa para suscribir la carta.
Facilitar el voto es parte de la cultura de P-Terry, dijo Coerver, al agregar que durante las elecciones de noviembre los restaurantes organizaron viajes conjuntos para que los más de 900 empleados de minorías étnicas pudiesen ir a votar durante sus horas de trabajo.
“Para nosotros éste era una declaración política necesaria", dijo Coerver. “Lo vemos menos como un asunto político y más como una iniciativa de derechos humanos".
Georgia se convirtió en un punto de discordia nacional sobre los procedimientos electorales pasó a ser el primer estado en adoptar una reforma. Ahora el gobierno estatal exigirá identificación a un votante que solicite boletas para votar por correo, reemplazando un programa creado para verificar las firmas de los votantes. Las autoridades de Georgia también redujeron la cantidad de puntos receptores de votos por correo.
La aerolínea Delta Air Lines y The Coca-Cola Co., ambas con sede en Georgia, criticaron la ley después de su adopción y enfadaron a los republicanos. El gobernador Brian Kemp, un republicano que enfrenta la reelección en 2022, ha condenado las críticas provenientes de las corporaciones estadounidenses.
El cabildeo corporativo ha sido más discreto en Arizona, donde los republicanos impulsan un paquete de leyes electorales. Queda por ver si su escasa mayoría en el legislativo estatal les bastará para adoptar reformas sustanciales.
Trump se impuso al demócrata Joe Biden en Texas y Florida, pero los demócratas han reducido la brecha partidista en Texas durante ciclos electorales y Florida continúa siendo un estado muy reñido, lo cual ha llevado a los republicanos a ejercer acciones en ambos estados.
DeSantis, un aliado de Trump, sancionó la ley que incrementa los requisitos de identificación para votar por correo. Los cabilderos corporativos en Florida, muy influenciados por el sector turístico, permaneció en silencio y algunos republicanos en ese estado subrayaron que aumentar los requisitos para votar por correo podría perjudicar al partido porque es una práctica antigua entre los residentes de la tercera edad.
El esfuerzo republicano se extiende incluso a estados donde Trump ganó con amplia ventaja. En Kansas, los republicanos derrotaron esta semana el veto impuesto por la gobernadora demócrata Laura Kelly sobre un proyecto de ley que dificultaría a individuos y organizaciones recolectar boletas para votar por correo y distribuirlas entre votantes. Ahora será un delito menor si alguien recoge y distribuye más de 10 papeletas en Kansas, donde Trump se impuso por 15 puntos porcentuales.
En Ohio, donde Trump ganó dos veces con una ventaja de dos dígitos, los republicanos se disponen a presentar un paquete legislativo que le restará un día al periodo de voto anticipado, incrementarán los requisitos de identificación para votar y limitarán los centros de recolección de votos a las mesas de votación. Pero los republicanos de Ohio alegan que también incluyen otras medidas por las que han abogado juntas electorales bipartidistas y activistas por los derechos electorales.






























