Muerto el "perro", como dice Trump, ¿se acabó el Estado Islámico?

La Casa Blanca vende la muerte de Abu Bakr al-Baghdadi como un punto de inflexión en la lucha contra el terrorismo. Pero hay expertos que advierten que Estado Islámico es un ente que se adapta y que su peligro no radica en una sola persona, por importante que sea.

Carlos Chirinos
Por:
Carlos Chirinos.
Se trató de un operativo casi de película planeado por semanas. Donald Trump dio detalles de la forma en que murió Abu Bakr al-Baghdadi, quien estuvo bajo vigilancia por largo tiempo antes de que se ejecutara el plan. El mismo fue seguido por el presidente estadounidense desde la Casa Blanca.
Video Detalles del operativo Kayla Mueller, la misión secreta que terminó con la muerte del líder de ISIS

Es previsible que en los próximos días y meses el presidente Donald Trump aproveche el éxito que se anotó su gobierno con la muerte "como un perro" del líder del grupo extremista Estado Islámico (EI), Abu Bakr al-Baghdadi, para promover la idea de que se ha asestado un golpe definitivo a la organización que hasta marzo pasado tenía el control de grandes zonas de Siria e Irak y que ahora ha quedado descabezada.

Será su caballo de batalla en la campaña para las presidenciales de 2020, pese a que siempre le negó a Obama méritos en la muerte de Osama bin Laden asegurando que habían sido las fuerzas especiales, y no el presidente, quienes habían despachado al entonces enemigo número 1 de EEUU.

PUBLICIDAD

Es algo lógico de esperar de un presidente que asegura que su sola llegada a la Casa Blanca fue la que permitió el desalojo de EI de los territorios del llamado “Califato”, desestimando la política militar que se había puesto en marcha con su predecesor y cuya continuación, de acuerdo con expertos de seguridad, fue la que permitió el avance sobre el grupo terrorista.

Como todo en política internacional, la coyuntura es más compleja de lo que puede querer venderse desde Casa Blanca y con seguridad la muerte de Baghdadi no significará directamente ni por sí sola la desaparición de un grupo que horrorizó al mundo con sus sangrientas ejecuciones de rehenes que orgullosamente registraban en video y la férrea aplicación de una versión de la ley islámica radical que implicó la negación de derechos para quienes habitaban el “Califato”.

De Al Qaeda a ISIS

Lo sucedido con Al Qaeda y Osama bin Laden, abatido en una operación estadounidense en Pakistán en 2011, muestra que en este tipo de organizaciones el líder es importante pero nunca es imprescindible. No se trata de un mando vertical con sentido militar sino de una red de operadores con cierta autonomía de ejecución.

EI, como Al Qaeda, es un grupo amalgamado por una ideología que se alimenta de una lectura radical del Islam y un odio perverso hacia el Occidente cristiano. Esa ‘lucha cultural’ es producto de años de enseñanzas de individuos radicalizados y no es la obra de una sola persona, por relevante que pueda haber sido.


De hecho, EI es una evolución de Al Qaeda. A la muerte de Bin Laden le sucedió Abu Musab al-Zarqawi. Este último fue aniquilado en un ataque aéreo en 2006. Entonces Baghdadi encabezó la escisión del que hasta entonces era el grupo terrorista más temido del mundo y engendró EI (o ISIS, como también se le conoce), una organización con métodos todavía más despiadados.

PUBLICIDAD

En un reportaje del diario británico The Telegraph, el periodista Josie Ensor recordaba cómo en una entrevista que había tenido con un prisionero de EI en Siria a principios de año, este le sintetizó la ‘causa’ diciéndole: “Nosotros estamos luchando por Alá y el Estado Islámico, no por algún terrenal líder temporal”.

Para quienes dirigen este tipo de organizaciones terroristas el anonimato es su mejor arma. Igual que le sucedió a Bin Laden luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001, a Baghdadi la notoriedad terminó afectando la efectividad de su liderazgo, al punto que algunos expertos estiman que su dirección era simbólica porque al estar en permanente huida no era capaz de comunicarse con sus mandos.

El "nuevo líder"

De acuerdo con varios medios de comunicación estadounidenses y europeos, le estructura ya tienen nuevo jefe: el iraquí Abdullah Qardash, quien en los últimos meses había asumido el control de algunas operaciones de EI ante el necesario aislamiento en el que estaba Baghdadi.

Qardash es un exoficial del ejército de Saddam Hussein que estableció una relación Baghdadi cuando estuvieron detenidos entre 2003 y 2004 en la famosa cárcel de Basora, tras la invasión estadounidense de Irak.
Así que por lo pronto, la organización no queda acéfala, aunque falta por ver la efectividad del nuevo liderazgo y las estrategias que pondrá en marcha.

“ISIS es mucho más que simplemente Baghdadi, por importante que fuera”, dijo en un programa dominical el exdirector de Inteligencia Nacional, James Clapper, y añadió que “no pienso que podamos decir en este punto que podemos dejar de preocuparnos por ISIS”.

PUBLICIDAD

“Lo que va a ser interesante es en qué extensión esto afecta negativamente ISIS, o si galvaniza sus remanentes que todavía sobreviven como ideología y que tienen franquicias en otras partes además de Siria”, advirtió Clapper, quien es un duro crítico de las políticas de seguridad de Trump.

El presidente señaló desde la Casa Blanca que el máximo jefe del autodenominado grupo Estado Islámico murió al detonar un chaleco con bombas en uno de sus escondites en el norte de Siria cuando se vio acorralado por efectivos de fuerzas especiales de Estados Unidos.
Video "Abu Bakr al-Baghdadi está muerto": Trump confirma que fuerzas de EEUU acabaron con el líder de ISIS


Se estima que Estado Islámico tiene 14 organizaciones afiliadas -o “provincias” como se autodenominan- que están diseminadas en Asia y África y que con la pérdida del territorio del “Califato” siguen sus tácticas tradicionales de organizar atentados, asesinatos y emboscadas de tipo guerra de guerrillas.

De acuerdo con un informe del Inspector General del Departamento de Defensa de agosto pasado, EI tiene entre 14,000 y 18,000 combatientes, otros 11,000 están detenidos en cárceles en el norte de Siria, cuya seguridad se ha visto comprometida con el abrupto retiro de las tropas estadounidenses y la operación militar de Turquía para desplazar a las milicias kurdas que mantenían la vigilancia del territorio.

Reunificación yihadista

Uno de los temores que disparó la decisión de Trump de dejar a los kurdos que ayudaron a la derrota del “Califato” a merced del gobierno turco era que el control sobre EI pudiera aflojar y la organización se reagrupara. El mismo informe del Departamento de Defensa advierte que la organización puede reagruparse y plantear un serio desafío de seguridad en el lapso de un año.

Un posible subproducto de la desaparición de Baghdadi es la reunificación de las fuerzas yihadistas que se escindieron en 2014 por diferencias en la estrategia para continuar su lucha contra Occidente.
“La muerte de Baghdadi puede ser un punto de inflexión en la relación entre ISIS y Al Qaeda. ISIS puede ser ahora vulnerable a una presión renovada por parte de Al Qaeda en su reclamo del liderazgo mundial del movimiento yihadista”, indica un reporte del Instituto para el Estudio de la Guerra, un grupo estadounidense especializado en el estudio y desarrollo de políticas de seguridad.

PUBLICIDAD

“Una fusión yihadista todavía podría ocurrir, sin embargo. La renuencia de Baghdadi a aceptar la mediación en su pelea con Al Qaeda impedía una mayor cooperación entre los grupos después de 2014. Su sucesor podría estar más dispuesto a considerar una reunificación, incluso una limitada y pragmática”, dice el texto.

Fuentes militares citadas por medios estadounidenses aseguran que, este éxito en la lucha contra EI se produjo a pesar del cambio de estrategia en la zona. Aparentemente, los mandos decidieron acelerar las operaciones de búsqueda y captura de Baghdadi ante la posibilidad de que el retiro comprometiera la capacidad de las fuerzas estadounidenses de recabar inteligencia y contar con aliados como los kurdos en la región.

Algunos temen que la Casa Blanca caiga en la tentación de darse satisfecha con el punto anotado con Baghdadi y sucumba a la idea de que EI ha recibido un golpe fulminante que lo llevará a su completa extinción. Si los análisis de los expertos de seguridad y mandos militares son atinados, eso sería dormirse en los laureles y dejar que una victoria circunstancial torpedeé la estrategia global en la lucha contra el terrorismo.

Niños sirios pasan junto a una furgoneta dañada en el lugar de los disparos que se iniciaron desde 8 helicópteros de tropas élite estadounidenses que, según informó Donald Trump, atacaron durante 1 hora y 10 minutos un campamento en Barisha, en el noroeste de Siria, en la provincia de Idlib. Allí habrían dado muerte a Abu Bakr al-Baghdadi. Trump aseguró que la operación empezó el sábado a las 5 pm.
Un hombre camina entre los escombros de un edificio destruido el 27 de octubre de 2019 en la antigua ciudad de Mosul, la antigua base del grupo del Estado Islámico en el norte de Irak, donde Abu Bakr al-Baghdadi solía dirigirse a sus seguidores antes que el grupo fuera expulsado del área en 2017.
Una captura de imagen tomada de un video de propaganda publicado por un canal del grupo extremista el 5 de julio de 2014. Muestra a Baghdadi, también conocido como Califa Ibrahim, en una mezquita en la ciudad de Mosul, en el norte de Irak. En rueda de prensa, el presidente Trump aseguró que Baghdadi se inmoló con un chaleco explosivo cuando se vio rodeado por las fuerzas estadounidenses mientras huía por un túnel. Estaba con tres de sus hijos, que también murieron. Dos de sus esposas también murieron, pero a consecuencia de disparos del grupo comando. También llevaban chalecos con explosivos.
Vista aérea del lugar bombardeado en el noroeste de Siria, en Basisha, este 27 de octubre de 2019. Después de llegar al complejo, las fuerzas especiales estadounidenses rompieron un muro para evitar una entrada con explosivos y fue entonces cuando "se desató el infierno", agregó el presidente. Fuentes independientes en Siria indican que nueve personas murieron. Trump indicó que no hubo bajas estadounidenses.
<br>
Así se ven los restos de la mezquita Al-Nuri de Mosul en la antigua base del grupo Estado Islámico en el norte de Irak, donde Baghdadi solía dirigirse a sus seguidores antes de que el grupo fuera expulsado de la zona en 2017. Foto tomada el 27 de octubre, luego de que anunciaran su muerte.
Trump y el vicepresidente Pence comentaron que la supervisión exhaustiva al líder de Estado Islámico llevaba dos semanas y que hubo "dos o tres" intentos fallidos para ubicarlo. Una fotografía tomada el 27 de octubre de 2019 muestra un edificio destruido en la ciudad vieja de Mosul, la antigua base de Estado Islámico en el norte de Irak.
El presidente Trump ingresa a la Sala de Recepción Diplomática de la Casa Blanca para ofrecer detalles de la operación militar que terminó con la inmolación de Baghdadi. Dijo que los primeros días de la semana pasada supieron de la ubicación del líder de EI y que tomaron la decisión de llevar a cabo la operación este sábado. Explicó que uno de los helicópteros recibió disparos y respondieron "para eliminar la amenaza". Agregó que al menos dos yihadistas fueron capturados y 11 niños fueron hallados en el lugar.
1 / 7
Niños sirios pasan junto a una furgoneta dañada en el lugar de los disparos que se iniciaron desde 8 helicópteros de tropas élite estadounidenses que, según informó Donald Trump, atacaron durante 1 hora y 10 minutos un campamento en Barisha, en el noroeste de Siria, en la provincia de Idlib. Allí habrían dado muerte a Abu Bakr al-Baghdadi. Trump aseguró que la operación empezó el sábado a las 5 pm.
Imagen IBRAHIM YASOUF/AFP via Getty Images
En alianza con
civicScienceLogo