El Departamento de Energía de EEUU concluyó dos nuevas reglas este martes para revertir los estándares de consumo de agua en los cabezales de las duchas y de eficiencia en algunos electrodomésticos, a tono con los deseos del presidente Trump, que se ha quejado de la poca potencia del agua en el país.
Trump satisface un deseo personal antes de terminar su mandato: cambia regulaciones sobre la cantidad de agua de las duchas
Este martes, el Departamento de Energía aprobó dos nuevas reglas que revierten regulaciones impuestas al consumo de agua en los cabezales de duchas y a la eficiencia energética en algunos electrodomésticos. Las medidas han sido muy criticadas por activistas y defensores medioambientales y por organizaciones de consumidores.
En diciembre del año pasado, el mandatario dijo que los estadounidenses estaban descargando sus inodoros "10 veces, 15 veces, en lugar de una vez" y que tienen dificultades para lavarse las manos porque sale, según él, muy poca agua.
"Tenemos una situación en la que estamos mirando con mucha atención los lavabos y las duchas y otros elementos de los baños donde se abre el grifo, y en áreas donde hay enormes cantidades de agua que se precipitan hacia el mar porque no se pueden abarcar y no tienen agua", dijo el mandatario hace un año en un encuentro sobre desregulación con líderes de pequeñas empresas. "Abres el grifo y no obtienes agua. Te das una ducha y el agua sale goteando. Simplemente goteando, goteando muy silenciosamente", agregó Trump entonces.
Hasta ahora, la regulación de los cabezales de ducha solo permitía un caudal máximo de dos galones y medio por minuto, una cantidad que acordó el Congreso en los años 90s y que limita el gasto de forma colectiva, o sea, aunque la ducha tenga otros accesorios para echar agua ese es el límite que podía echar en un minuto en general.
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Sin embargo, la nueva regla del Departamento de Energía implica que cada cabezal de ducha puede alcanzar el límite establecido por el Congreso, pero de forma individual.
Además, el departamento también estableció nuevas clases de productos para lavadoras y secadoras de ropa de uso doméstico con ciclos de menos de 30 minutos o 45 si la lavadora es de carga frontal, desestimando los largos ciclos que implican una mayor eficiencia y ahorro, con el objetivo de permitir a los consumidores "elegir productos que pueden hacerles la vida más fácil, más cómoda y ahorrarles tiempo”, según un comunicado publicado en la web del Departamento de Energía.
"Hoy, la Administración Trump afirmó su compromiso de reducir las cargas regulatorias y salvaguardar las opciones del consumidor", dijo en el comunicado el secretario de Energía, Dan Brouillette. "Con estos cambios en las reglas, los estadounidenses pueden elegir los productos que mejor se adapten a sus necesidades individuales y las de sus familias".
"Fuera de sintonía" con la crisis climática
Estas desregulaciones de la administración Trump en su recta final fueron rápidamente criticadas por activistas y defensores medioambientales, así como por grupos de consumidores, que ya habían expresado preocupación cuando Trump mencionó la posibilidad de eliminar dichas regulaciones en el mes de agosto.
"Cambiar las reglas para abordar una de las cosas que le molestan al presidente Trump es simplemente una tontería", dijo en un comunicado Andrew deLaski, director ejecutivo del Appliance Standards Awareness Project. "Miles de modelos de cabezales de ducha en el mercado hoy cumplen con los estándares que el Congreso estableció en 1992 y brindan una excelente ducha".
Las nuevas medidas "permiten productos que desperdician innecesariamente energía y agua, son ridículos y están fuera de sintonía con la crisis climática y la sequía a largo plazo que enfrenta gran parte del país. La administración Biden puede y debe revertirlos rápidamente", añadió DeLasky.
Pero esta solo ha sido una más de las desregulaciones que ha hecho el Departamento de Energía en estos cuatro años para revertir estándares de eficiencia de consumo energético en los electrodomésticos.
En octubre, por ejemplo, la agencia anunció que había impuesto una regla que permitía una nueva clase de lavavajillas con tiempos de ciclo de una hora o menos y diferentes estándares de conservación de energía y agua.
Estas medidas de Trump ocurren cuando es cada vez más obvio que el agua es uno de los recursos más preciados del planeta en la actualidad y poco después de que este bien haya empezado a cotizar en la bolsa de Wall Street.










