Los microplásticos que invaden el planeta también contaminan la sangre humana, según nuevo estudio

Los microplásticos invaden todo el planeta: se han encontrado en las heces de bebés y adultos, en la placenta de las mujeres embarazadas y en el fondo de los mares, pero un nuevo estudio muestra por primera vez que también pueden viajar por el cuerpo a través del torrente sanguíneo y alojarse en los órganos, con consecuencias desconocidas para la salud.

Por:
Univision
Científicos de la Universidad Libre de Ámsterdam detectaron por primera vez rastros de microplásticos en muestras de sangre de seres humanos. Según los investigadores, esto demuestra que hay tanta contaminación de plástico en el planeta que ya se encuentra dentro de nuestro organismo. Te explicamos qué son los microplásticos y por qué es importante este hallazgo. Más información aquí.
Video Hallan por primera vez microplásticos en la sangre de los humanos: qué son y por qué preocupan

El nuevo estudio, publicado en la revista Environment International, es pequeño pero pionero y muy preocupante, ya que se sabe que los microplásticos, los pequeños fragmentos y fibras procedentes de la descomposición del plástico, dañan las células humanas en laboratorio y se cree que pueden afectar a la tolerancia y la respuesta inmune del intestino.

La polución de los microplásticos se origina principalmente a causa de la desintegración de las basuras de este material que inundan el aire, la tierra, los ríos y también las profundidades de los océanos, el mayor hábitat del planeta.

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El estudio analizó muestras de sangre de 22 donantes anónimos, todos ellos adultos sanos, y encontró partículas de plástico en 17 de ellos. La mitad de las muestras contenían plástico PET, que se utiliza habitualmente en las botellas de bebidas, mientras que un tercio contenía poliestireno, utilizado para envasar alimentos y otros productos. Una cuarta parte de las muestras de sangre contenía polietileno, con el que se fabrican las bolsas de plástico.

" Nuestro estudio es el primer indicio de que tenemos partículas de polímero en la sangre: es un resultado innovador", afirmó el profesor Dick Vethaak, ecotoxicólogo de la Universidad Libre de Ámsterdam (Países Bajos), en declaraciones al diario The Guardian, que adelantó la investigación.

Vethaak señaló que se están llevando a cabo otros estudios para aumentar el número de muestras, y reconoció que es “ciertamente razonable” estar preocupado. "Las partículas están ahí y se transportan por todo el cuerpo", señaló.

Los bebés son más vulnerables a los microplásticos

Investigaciones anteriores mostraron que los microplásticos han invadido literalmente el planeta, y se encuentran en el fondo de los océanos o en las heces de los bebés, en particular los alimentados con fórmula a través de botellas de plástico. "También sabemos que los bebés y los niños pequeños son más vulnerables a la exposición a sustancias químicas y partículas. Eso me preocupa mucho", dijo Vethaak.

" La gran pregunta es ¿qué está ocurriendo en nuestro cuerpo? ¿Se quedan las partículas en el cuerpo? ¿Son transportadas a ciertos órganos, por ejemplo, pasando la barrera hematoencefálica? ¿Y son estos niveles lo suficientemente altos como para desencadenar una enfermedad? Necesitamos urgentemente financiar más investigaciones para poder averiguarlo", agregó.

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Otro artículo publicado esta semana del que Vethaak es coautor evalúa el riesgo de cáncer y concluye que se necesita "urgentemente" una investigación más detallada sobre el modo en que los micro y nanoplásticos afectan a las estructuras y procesos del cuerpo humano, "y sobre si pueden transformar las células e inducir la carcinogénesis, y cómo lo hacen, sobre todo teniendo en cuenta el aumento exponencial de la producción de plástico".

Los microplásticos pueden adherirse a las membranas externas de los glóbulos rojos y limitar su capacidad de transportar oxígeno. Las partículas también se han encontrado en las placentas de las mujeres embarazadas, y en las ratas preñadas pasan rápidamente a través de los pulmones a los corazones, cerebros y otros órganos de los fetos.

Como media, ingerimos más de 50,000 partículas al año y respiramos la misma cantidad, con consecuencias desconocidas para la salud. Esta aproximación toma en cuenta solamente un pequeño número de productos analizados a los que habría que sumar muchos más que habitualmente incorporamos en nuestra dieta. Las estimaciones se incrementan hasta alcanzar entre 74,000 y 121,000 partículas cuando se consideran los plásticos que inhalamos al respirar.

El agua embotellada incrementa ingesta de partículas

Algo relevante es que el consumo de agua embotellada incrementa de forma drástica la ingesta de micropartículas. Los individuos que solo consumen agua embotellada pueden estar ingiriendo 90,000 partículas adicionales al año, frente a las 4,000 para el agua del grifo.

Las principales concentraciones de microplásticos se encuentran a una profundidad de entre 650 y 1,000 pies, donde se registra una cantidad cuatro veces mayor que en la superficie. Esto es similar a las cantidades de basuras en la superficie del Great Pacific Garbage Patch, la enorme mancha de basura que flota en el Pacífico también conocida como el continente de plástico, a medio camino entre Hawaii y California y con un tamaño superior al doble del estado de Texas.

Las estadísticas de contaminación ambiental y la evidencia sobre el calentamiento global son abrumadoras. Tanto que a veces es tentador asumir que no podemos hacer nada para mejorar la situación. Pero nada está más alejado de la realidad. Algunos de los esfuerzos ambientales más importantes y necesarios incluyen la conservación de la energía y la reducción del consumo de agua y de carne y eso lo podemos combatir todos en nuestra vida cotidiana.
<br>No tienes que hacer nada en contra de tu voluntad, pero si quieres ser parte de la solución y dejar de ser parte del problema, esta es una lista de sugerencias fáciles y útiles que pueden guiarte a tener un estilo de vida saludable y con conciencia ecológica. 
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 <li>Deja de usar pajillas de plástico (pitillos, pajitas o sorbetes). Cada día se usan más de 500,000,000 pajitas de plástico en los Estados Unidos que terminan en un cubo de basura unos cuantos minutos después y perduran por décadas en el medio ambiente. Si por alguna razón sientes que las necesitas, hay pajillas de bambú que se pueden adquirir y son reutilizables. </li>
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2. No compres más recipientes de plástico, reusa los que tienes (especialmente deja de comprar botellas de agua).
3. Usa bolsas de tela o papel para todo lo que puedas. Evita al máximo las envolturas de plástico. En EEUU, se utilizan y descartan 100,000 millones de bolsas de plástico cada año. Reducir ese número sería de gran ayuda para el planeta.
4. Evita el desperdicio de comida, sé más ordenado al comprar y no descartes las frutas o vegetales que lucen imperfectos. Prefiere los productos de estación y aprende a leer las expiraciones (para no botar comida que aún esté en buen estado. Comparte lo que te sobre con otros.
5. Elige productos con poca huella de carbono, es decir, de producción local. Eso significa que se ha emitido menos dióxido de carbono en el concepto de transporte desde el sitio de su producción hasta tu mano. Incluso, trata de plantar tus propios vegetales si tienes dónde.
6. Aprende que no necesitas que todo sea nuevo. Compra ropa y muebles en “tiendas de segunda mano” (thrift stores). Aprovecha los garage sales, yard sales y stoop sales (depende de donde vivas).
7. Imprime lo menos posible. Pide que te envíen la papelería de forma digital para evitar impresiones innecesarios.
8. Se más responsable con tu basura e identifica dónde van a parar tus desechos cotidianos: empieza a reciclar de verdad.
9. En lugar de gastar periódicamente por comprar ropa o zapatos nuevos y deshacertes de los tuyos, intercambia ropa con amigos y amigas.
10. inspecciona tu hogar para evitar evitar fugas de agua o gastos eléctricos innecesarios.
11. Ordena tu itinerario mensual para usar la lavadora menos veces. Prefiere el ciclo de agua fría. Además, aprovecha a colgar tu ropa recién salida de la secadora, con ellos prodrias ahorrarte algunas horas de planchado al año.
12. Reduce el tiempo de tu ducha en un par de minutos y orina en la ducha cada vez que puedas. Dependiendo del orinal, cada vez que jalas la cadena, se requieren 6 litros de agua.
13. Haz carpooling al menos un día a la semana o pide trabajar desde casa. Camina o usa la bicicleta si son distancias cortas.
14. Haz voluntariado en un parque nacional o participa en limpieza de playas. Harás nuevos amigos y descubrirás la belleza natural a tu alrededor.
15. Come más lento y si puedes, en buena compañía. Disfruta los alimentos concientemente. Comerás menos y elegirás mejor.
16. Reduce el consumo de carne. La producción de ganado contribuye con cerca del 15% de la generación de emisiones de gases de efecto invernadero.
17. Adopta un ser vivo: un árbol, una planta o un animal y procura darle alimento y cuidado durante todo el año.
18. Inspira a otros a comprometerse también. Compárteles estas sugerencias.
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Las estadísticas de contaminación ambiental y la evidencia sobre el calentamiento global son abrumadoras. Tanto que a veces es tentador asumir que no podemos hacer nada para mejorar la situación. Pero nada está más alejado de la realidad. Algunos de los esfuerzos ambientales más importantes y necesarios incluyen la conservación de la energía y la reducción del consumo de agua y de carne y eso lo podemos combatir todos en nuestra vida cotidiana.
No tienes que hacer nada en contra de tu voluntad, pero si quieres ser parte de la solución y dejar de ser parte del problema, esta es una lista de sugerencias fáciles y útiles que pueden guiarte a tener un estilo de vida saludable y con conciencia ecológica.
Imagen iStock.com
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