Consumir un pescado de agua dulce de EEUU equivale a beber agua contaminada un mes

Consumir una sola ración de pescado de un río o lago de EEUU podría tener el mismo efecto que beber agua muy contaminada con las llamadas sustancias químicas “para siempre” durante todo un mes, de acuerdo con un estudio publicado este martes.

Por:
Univision
Los científicos de la organización medioambiental de Environmental Working Group advierten de la presencia de dos toxinas que provienen de químicos que fueron utilizados industrialmente a mediados del siglo pasado, conocidos como compuestos ‘para siempre’ pues no se descomponen naturalmente. Sigue todas las noticias en Univision.
Video Científicos hallan niveles peligrosamente altos de toxinas en pescados de agua dulce

La cantidad equivalente de agua estaría contaminada a niveles 2,400 veces superiores a los recomendados por la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA), de acuerdo con un estudio publicado este martes en Environmental Research que indica que el pescado de agua dulce capturado localmente está mucho más contaminado que el comercial con sustancias perfluoradas y polifluoradas (PFAS).

Los compuestos PFAS lamados 'productos químicos para siempre' debido a su longevidad en el medio ambiente, se acumulan en seres humanos y el medio ambiente y no se descomponen de forma natural. Se encuentran en los envases de los alimentos, en los utensilios de cocina y en los muebles, incluidos algunos asientos de carro para niños o incluso en uniformes escolares.

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El consumo de pescado se considera desde hace tiempo una vía de exposición a los PFAS. Los investigadores identificaron por primera vez este tipo de contaminación en los siluros que habitaban el río Tennessee en 1979. Pero este estudio es el primer análisis que relaciona el consumo de pescado en EEUU con los niveles de PFAS en sangre, al tiempo que compara los niveles de PFAS en el pescado de agua dulce con los de las muestras de marisco comercial, explicaron los autores.

Los investigadores evaluaron la presencia de diferentes tipos de PFAS en 501 muestras de filetes de pescado, recogidas en todo el país entre 2013 y 2015, adquiridas a través de dos programas de la EPA .

Las muestras incluían muchos tipos de sustancias químicas para siempre, pero el mayor contribuyente a los niveles totales de PFAS fue el compuesto conocido como PFOS, responsable de cerca del 74% del total, descubrieron los investigadores. Aunque se ha retirado de la fabricación, solía ser el principal ingrediente de un protector de tejidos que perdura en el medio ambiente.

Los PFOS son tan potentes que, según el estudio, ingerir sólo una ración de pescado de agua dulce equivaldría a beber durante un mes agua contaminada con PFOS a niveles de 48 partes por mil millones. En el cuerpo humano, los PFOS se acumulan en la sangre humana y desencadenan problemas de salud como daños hepáticos, alteraciones de la fertilidad, trastornos del sistema inmunitario, enfermedades de la tiroides, aumento de los niveles de colesterol y reducción de la eficacia de las vacunas. La exposición prolongada también puede provocar cáncer.

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Advertencia sobre consumo de pescado

" El grado en que los PFAS han contaminado el pescado es asombroso", dijo en un comunicado Nadia Barbo, primera autora del estudio. "Debería haber una única advertencia sobre el consumo de pescado de agua dulce que proteja la salud en todo el país".

El estudio indica claramente que "para las personas que consumen pescado de agua dulce aunque sea con muy poca frecuencia, es probable que sea una fuente importante de su exposición", dijo David Andrews, científico principal de la organización sin ánimo de lucro Environmental Working Group y uno de los autores del nuevo estudio. "No queremos que este problema empeore, sobre todo sabiendo cuánto tiempo va a tardar en mejorar".

Las 152 muestras de peces analizadas en el estudio de los Grandes Lagos contenían PFAS detectables, y presentaban "niveles generales más elevados de PFOS" que las de la evaluación nacional. La contaminación en los Grandes Lagos, así como en otros lagos y estanques, puede ser comparativamente mayor que la contaminación por PFAS en ríos y arroyos porque estas cuencas no tienen ciclos tan frecuentes, según Andrews. "El agua no se elimina tan rápidamente", afirmó.

Más contaminados que los peces del mercado

Los niveles medios de PFAS totales detectados en peces de agua dulce fueron 278 veces más altos que los de los peces comercialmente relevantes analizados entre 2019 y 2022.

Los datos sobre el pescado de venta al por menor procedían de los conjuntos de datos del Estudio de la Dieta Total de la Administración de Alimentos y Medicamentos en 2019-2021, así como de un muestreo específico de mariscos realizado en 2022.

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Algunos peces capturados comercialmente pueden estar menos contaminados porque se cultivan en entornos acuícolas controlados, explicó Andrews. Mientras tanto, la pesca oceánica a gran escala suele tener lugar más lejos de la costa, donde la contaminación por PFAS estaría más diluida, añadió.

Los químicos PFAS se fabrican y usan en EEUU y en el resto del mundo desde la década de 1940 y tienen como característica ser muy persistentes en el medio ambiente y el cuerpo humano. De hecho, se usan con frecuencia para fabricar textiles para niños porque aportan resistencia al agua y a las manchas. Sin embargo, los científicos alertan de que esa practicidad esconde un serio riesgo para la salud de los menores.

Pueden encontrarse también en alimentos que han sido guardados en envases que contienen estos químicos o cultivados en tierra contaminada con estas sustancias así como en productos habituales como telas repelentes de manchas y agua, productos antiadherentes (como Teflon), compuestos para pulir, ceras, pinturas y productos de limpieza.

Una revisión de 2021 también vincula los compuestos PFAS con la epidemia de obesidad. Esta investigación señala que las toxinas en el ambiente —en el agua, aire, envases de alimentos, productos de higiene personal y de limpieza del hogar, muebles o aparatos electrónicos— tienen un impacto en la epidemia mundial de obesidad, y pone el foco en los llamados “obesógenos” y cómo afectan a la forma en que el cuerpo controla el peso.

La asociación American Rivers publicó esta semana un preocupante informe en el que lista 
<b>los 10 ríos más amenazados de Estados Unidos,</b> tanto por el calentamiento global como por la acción humana y llama a la acción para protegerlos. A continuación te mostramos los 10 ríos más amenazados. Mira aquí 
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<b>10. Arroyo Tar (Oklahoma): </b>La minería amenaza el agua potable que brinda este arroyo y la salud pública de sus habitantes. Tras décadas de explotación minera en una de las mayores minas de plomo y zinc del mundo, esta quedó abandonada en la década de los 60 y 75 millones de toneladas de residuos contaminados con plomo se quedaron allí. En 1979 un acuífero llenó las cavernas de la mina abandonada y esa agua ácida y contaminada empezó a fluir hacia el arroyo Tar, matando la mayor parte de la vida acuática y tiñendo sus aguas de un color naranja. "Desde entonces, un millón de galones de agua contaminada se vierten diariamente en el arroyo Tar", explica el informe.
<b>9. Río Los Ángeles (California):</b> Este río recorre 51 millas a través de 17 ciudades, desde el Valle de San Fernando y San Gabriel de California hasta el Océano Pacífico. Muchos ni siquiera consideran a este caudal un río vivo, ya que se le construyeron paredes de cemento para controlarlo por importantes inundaciones en los años 30's y funciona más bien como un canal. " Un río Los Ángeles sano, con árboles y otra vegetación de ribera, es fundamental para proteger la biodiversidad y lograr la resistencia climática a través de la refrigeración urbana y el secuestro de carbono, promoviendo una mayor salud y equidad de la comunidad", dice el informe.
<b>8. Río San Pedro (Arizona): </b>El bombeo no regulado de aguas subterráneas y un desarrollo mal planificado han puesto en riesgo a las especies amenazadas, los ecosistemas ribereños y las aves migratorias que viven alrededor del río San Pedro, que nace en Sonora, México. Tramos del río que antes fluían todo el año ahora están secos. Mientras el cambio climático afecta cada vez más a esta zona árida y desértica, que se vuelve cada vez más cálida y seca, la regulación estatal no restringe el bombeo de aguas subterráneas, a pesar de que estas proveen el 40% del suministro del estado. De esta forma, tanto hogares como empresas perforan pozos cada vez más profundos, porque se secan, y no hay regulación que les impida extraer las aguas subterráneas.
<b>7. Curso del río Kern (California):</b> Unas 500,000 personas viven en los alrededores del curso del Río Kern en Bakersfield, California. Las aguas subterráneas permiten al río suministrar agua potable, pero muchos años de desvíos constantes de agua para actividades agrícolas han hecho que las últimas 25 millas del curso bajo del río Kern se secaran.
<b>6. Río Mississippi (Minnesota, Wisconsin, Illinois, Iowa, Missouri, Kentucky, Tennessee, Arkansas, Mississippi y Louisiana): </b>Este río, el segundo más largo del país, es un motor económico que tiene un importante ecosistema fluvial y sirve de hábitat a más de 870 especies de peces y vida silvestre. Pero "la contaminación de los fertilizantes agrícolas está afectando el agua potable y provocando la reproducción de algas tóxicas en el río Mississippi y sus alrededores", dice el informe. También la mala gestión de los recursos e infraestructuras así como las inundaciones constituyen una amenaza para el río.
<b>5. Río Coosa (Alabama y Georgia): </b>La contaminación industrial y de la agricultura están amenazando la salud pública, el agua potable y el hábitat de fauna silvestre alrededor del río Coosa. "Millones de toneladas de heces de miles de millones de pollos son una gran amenaza para el suministro de agua potable del río Coosa y la salud general del ecosistema", expone el informe y plantea la necesidad de resolver los vacíos legales en el transporte, la aplicación en tierra, el cumplimiento y la manipulación ambientalmente responsable de esos residuos.
<b>4. Ríos de salmón del Atlántico de Maine: </b>un exceso de represas que se han construido en estos ríos amenazan directamente al salmón del Atlántico, el sostén de las tribus locales y el agua potable. Según el informe, "para evitar la extinción del salmón atlántico de Estados Unidos, es necesario actuar urgentemente en las presas de los ríos Kennebec, Penobscot y Union. Cuatro presas en el Kennebec, dos en el Union y al menos siete en el Penobscot están impidiendo la recuperación del salmón del atlántico, en peligro crítico de extinción".
<b>3. Río Mobile (Alabama):</b> Este gran río, un paraíso de la biodiversidad, representa el 14% de toda el agua dulce de EEUU. Pero actualmente se encuentra seriamente amenazado por la contaminación, en este caso por una fosa de cenizas de carbón que presenta fugas en la planta Barry de Alabama Power. Según el informe de American Rivers, en la planta hay más de 21 millones de toneladas de cenizas de carbón tóxicas, que amenazan la salud y el bienestar de los habitantes de la región. Según otro informe, publicado por Alabama Power, el arsénico derivado de las cenizas del carbón, así como otros metales pesados, se está filtrando actualmente en las aguas tanto superficiales como subterráneas.
<b>2. Snake River (Idaho, Oregon, Washington): </b>En este río se construyeron cuatro presas para facilitar el transporte fluvial y generar energía hidroeléctrica, lo cual trajo importantes beneficios a la region, pero a la vez ha tenido un impacto contundente en su biodiversidad, lo que actualmente amenaza las economías locales y las carreras del salmón, una tradición en la región, sagrada para las tribus de la zona y vital para el ecosistema.
<b>1. El río Colorado (Arizona, California, Nevada, Colorado, Utah, New Mexico, Wyoming y estados mexicanos de Baja California y Sonora)</b>:
<b> </b>Es uno de los ríos más importantes del país, que abastece de agua potable a 40 millones de personas y es el más amenazado, tanto por la sobreexplotación como por la sequía, agudizada por el cambio climático. Según el informe, no hay suficiente agua en el río Colorado para satisfacer las necesidades actuales y el sistema funciona sobre un déficit. Admás, "se prevé que el cambio climático reduzca aún más el caudal del río entre un 10% y un 30% para 2050.
Esta imagen se tomó a finales de marzo de 2022, en el lago Powell, de Arizona, perteneciente al río Colorado. Los actuales niveles de agua del lago Powell son los más bajos desde que se creó el lago en 1963, a partir de una represa en el Río Colorado. El lago Powell se encuentra actualmente al 25% de su capacidad y ha perdido al menos el 7% de su capacidad total.
<b>En video:</b> El río Grande se ha convertido en un cruce de alto riesgo para los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos. En las últimas semanas, las autoridades fronterizas han realizado decenas de rescates en sus caudalosas aguas, pero no todos los indocumentados han corrido con la misma suerte y varios han perdido la vida.
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Imagen Justin Sullivan/Getty Images
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