California, el primer estado en pagar por la cirugía de reasignación de sexo de un recluso

Un asesino convicto de 57 años que cumple una sentencia de cadena perpetua en California es el primer recluso en Estados Unidos en recibir una cirugía de reasignación sexual financiada por el estado, según lo informaron sus abogados este viernes.

Funcionarios de prisiones de California acordaron en agosto de 2015 pagar por la cirugía de Shiloh Heavenly Quine, quien posee una condena por asesinato en primer grado, secuestro y robo por rescate y no tiene posibilidad de libertad condicional.

El caso de Quine provocó que el estado se convirtiera en el primero en establecer estándares que permitirán a otros reclusos transgéneros aplicar para recibir cirugía de reasignación de sexo financiada por el estado.

También incitó a un magistrado federal a exigir que California proporcionara a las reclusas trangéneros alojadas en establecimientos para hombres, artículos más femeninos como camisones, bufandas y collares.

Los abogados de Quine explicaron el viernes que la cirugía de reasignación sexual se había realizado en un hospital de San Francisco y que su cliente sería trasladada a una prisión para mujeres después de ser dada de alta del hospital.

Quine dijo a un psicólogo de la cárcel que la recomendó para la operación que traería una "drástica plenitud interna".

La hija de la víctima de Quine dijo que se oponía a que los reclusos reciban una cirugía financiada por los contribuyentes, una opción que no está disponible para los no criminales, independientemente del costo.

"Mi papá rogó por su vida", aseguró Farida Baig, quien intentó bloquear la cirugía de Quine en varias cortes sin éxito. "Me hizo sentir mareada y enferma. Estoy ayudando a pagar su cirugía: yo vivo en California. Es como una bofetada en la cara".

Quine y un cómplice secuestraron y mataron a tiros a Shahid Ali Baig, de 33 años, padre de tres hijos, en el centro de Los Ángeles en febrero de 1980. También le robaron su auto y 80 dólares durante un episodio que incluyó drogas y alcohol.

Funcionarios de correccionales de California habían luchado en la corte durante años para evitar pagar cirugías de reasignación de sexo. En un caso de alto perfil, el estado liberó a Michelle-Lael Norsworthy en 2015 un día antes de que una corte de apelaciones federal escuchara su solicitud de una cirugía financiada por el estado.