Los bebés alimentados con biberones ingieren millones de microplásticos, según estudio

El plástico que nos invade también llega a los bebés alimentados con fórmula, con consecuencias desconocidas para la salud. Lo confirma una nueva investigación que alerta de la gran cantidad de microplásticos que liberan los biberones cuando se usan líquidos calientes para la preparación de la fórmula y la esterilización.

Por:
Univision
La Universidad de Newcastle en Australia publicó un informe sobre la ingesta de microplástico en los humanos y dio a conocer que al año cada individuo traga, involuntariamente, más de 100,000 partículas de este material, unos 250 gramos aproximadamente. Según la investigación, la principal fuente de contaminación con estas moléculas es el agua embotellada y de grifo.
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Los bebés que se alimentan con biberón podrían estar consumiendo grandes cantidades de microplásticos, según un estudio reciente publicado en Nature Food realizado por investigadores irlandeses.

El equipo analizó el potencial de liberación de microplásticos —los pequeños fragmentos y fibras procedentes de la descomposición del plástico— de los biberones de polipropileno (que conforman el 82% del mercado) para bebés durante la preparación de la fórmula siguiendo las pautas internacionales.

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También calculó la exposición de los bebés de 12 meses a estas partículas en 48 países y regiones.

John Boland, profesor del Trinity College Dublin, en Irlanda, uno de los autores de la investigación, dijo que se quedaron "absolutamente atónitos" por la cantidad de microplásticos producidos por los biberones. “Tenemos que empezar a hacer estudios de salud para entender las implicaciones. Ya estamos trabajando con colegas para ver qué efectos tienen estas partículas en el sistema inmunológico", dijo el experto en declaraciones a The Guardian.

Boland dijo que muchas de las partículas simplemente se expulsan, pero es necesario investigar más para aclarar cuánto microplástico puede absorber el torrente sanguíneo y viajar a otras partes del cuerpo.

La esterilización y la exposición a agua a alta temperatura aumentan significativamente la liberación de microplásticos. Además, otros productos de plástico de polipropileno como hervidores o tupper liberan niveles similares de MP.

Los datos sobre la exposición de los bebés a los microplásticos en el mundo constatan que el nivel de exposición diario promedio para los bebés es superior a 1 millón de MP. Oceanía, América del Norte y Europa tienen los niveles más altos de exposición potencial. Los PP-IFB (los biberones de polipropileno para lactantes) pueden liberar hasta 16 millones de microplásticos y billones de nanoplásticos más pequeños por litro.

Ya se sabía que los microplásticos contaminaban los alimentos y las bebidas, pero el estudio muestra que la preparación de la comida en recipientes de plástico puede incrementar esta exposición en una proporción miles de veces mayor.

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Recomendaciones

Para esterilizar biberones para bebés, se recomienda preparar agua esterilizada hirviéndola en una olla que no sea de plástico y enjuagar la botella esterilizada.

Para la fórmula infantil, hay que calentar agua en una olla que no sea de plástico y preparar la fórmula en un recipiente que no sea de plástico. Otras precauciones son no recalentar la fórmula preparada en recipientes de plástico y evitar los hornos microondas y no agitar mucho la fórmula en el biberón en ningún momento.

Otras soluciones incluyen el uso de botellas de vidrio, aunque son más pesadas para los bebés y se pueden romper, y el desarrollo de nuevos revestimientos resistentes para evitar que los plásticos desprendan partículas.

"Eso reducirá drásticamente la cantidad de microplásticos", dijo Boland. “Lo último que queremos es alarmar indebidamente a los padres, especialmente cuando no tenemos suficiente información sobre las posibles consecuencias. Sin embargo, pedimos a los legisladores que vuelvan a evaluar las pautas actuales para la preparación de fórmulas cuando se utilizan biberones de plástico para bebés".

La invasión del plástico

Nada de esto es sorprendente, ya que estudios anteriores alertaban de que, como media, ingerimos más de 50,000 partículas al año y respiramos la misma cantidad, con consecuencias desconocidas para la salud. Esta aproximación toma en cuenta solamente un pequeño número de productos analizados a los que habría que sumar muchos más que habitualmente incorporamos en nuestra dieta. Las estimaciones se incrementan hasta alcanzar entre 74,000 y 121,000 partículas cuando se consideran los plásticos que inhalamos al respirar.

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Algo relevante es que el consumo de agua embotellada incrementa de forma dramática la ingesta de micropartículas. Los individuos que solo consumen agua embotellada pueden estar ingiriendo 90,000 partículas adicionales al año, frente a las 4,000 para el agua del grifo, indica el estudio.

La polución de los microplásticos se origina principalmente a causa de la desintegración de las basuras de este material que inundan el aire, la tierra, los ríos y también las profundidades de los océanos, el mayor hábitat del planeta. A mayor profundidad, mayor cantidad de microplásticos.

Las principales concentraciones de microplásticos se encuentran a una profundidad de entre 650 y 1,000 pies, donde se registra una cantidad cuatro veces mayor que en la superficie. Esto es similar a las cantidades de basuras en la superficie del Great Pacific Garbage Patch, la enorme mancha de basura que flota en el Pacífico también conocida como el continente de plástico, a medio camino entre Hawaii y California y con un tamaño superior al doble del estado de Texas.

Las estadísticas de contaminación ambiental y la evidencia sobre el calentamiento global son abrumadoras. Tanto que a veces es tentador asumir que no podemos hacer nada para mejorar la situación. Pero nada está más alejado de la realidad. Algunos de los esfuerzos ambientales más importantes y necesarios incluyen la conservación de la energía y la reducción del consumo de agua y de carne y eso lo podemos combatir todos en nuestra vida cotidiana.
<br>No tienes que hacer nada en contra de tu voluntad, pero si quieres ser parte de la solución y dejar de ser parte del problema, esta es una lista de sugerencias fáciles y útiles que pueden guiarte a tener un estilo de vida saludable y con conciencia ecológica. 
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 <li>Deja de usar pajillas de plástico (pitillos, pajitas o sorbetes). Cada día se usan más de 500,000,000 pajitas de plástico en los Estados Unidos que terminan en un cubo de basura unos cuantos minutos después y perduran por décadas en el medio ambiente. Si por alguna razón sientes que las necesitas, hay pajillas de bambú que se pueden adquirir y son reutilizables. </li>
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2. No compres más recipientes de plástico, reusa los que tienes (especialmente deja de comprar botellas de agua).
3. Usa bolsas de tela o papel para todo lo que puedas. Evita al máximo las envolturas de plástico. En EEUU, se utilizan y descartan 100,000 millones de bolsas de plástico cada año. Reducir ese número sería de gran ayuda para el planeta.
4. Evita el desperdicio de comida, sé más ordenado al comprar y no descartes las frutas o vegetales que lucen imperfectos. Prefiere los productos de estación y aprende a leer las expiraciones (para no botar comida que aún esté en buen estado. Comparte lo que te sobre con otros.
5. Elige productos con poca huella de carbono, es decir, de producción local. Eso significa que se ha emitido menos dióxido de carbono en el concepto de transporte desde el sitio de su producción hasta tu mano. Incluso, trata de plantar tus propios vegetales si tienes dónde.
6. Aprende que no necesitas que todo sea nuevo. Compra ropa y muebles en “tiendas de segunda mano” (thrift stores). Aprovecha los garage sales, yard sales y stoop sales (depende de donde vivas).
7. Imprime lo menos posible. Pide que te envíen la papelería de forma digital para evitar impresiones innecesarios.
8. Se más responsable con tu basura e identifica dónde van a parar tus desechos cotidianos: empieza a reciclar de verdad.
9. En lugar de gastar periódicamente por comprar ropa o zapatos nuevos y deshacertes de los tuyos, intercambia ropa con amigos y amigas.
10. inspecciona tu hogar para evitar evitar fugas de agua o gastos eléctricos innecesarios.
11. Ordena tu itinerario mensual para usar la lavadora menos veces. Prefiere el ciclo de agua fría. Además, aprovecha a colgar tu ropa recién salida de la secadora, con ellos prodrias ahorrarte algunas horas de planchado al año.
12. Reduce el tiempo de tu ducha en un par de minutos y orina en la ducha cada vez que puedas. Dependiendo del orinal, cada vez que jalas la cadena, se requieren 6 litros de agua.
13. Haz carpooling al menos un día a la semana o pide trabajar desde casa. Camina o usa la bicicleta si son distancias cortas.
14. Haz voluntariado en un parque nacional o participa en limpieza de playas. Harás nuevos amigos y descubrirás la belleza natural a tu alrededor.
15. Come más lento y si puedes, en buena compañía. Disfruta los alimentos concientemente. Comerás menos y elegirás mejor.
16. Reduce el consumo de carne. La producción de ganado contribuye con cerca del 15% de la generación de emisiones de gases de efecto invernadero.
17. Adopta un ser vivo: un árbol, una planta o un animal y procura darle alimento y cuidado durante todo el año.
18. Inspira a otros a comprometerse también. Compárteles estas sugerencias.
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Las estadísticas de contaminación ambiental y la evidencia sobre el calentamiento global son abrumadoras. Tanto que a veces es tentador asumir que no podemos hacer nada para mejorar la situación. Pero nada está más alejado de la realidad. Algunos de los esfuerzos ambientales más importantes y necesarios incluyen la conservación de la energía y la reducción del consumo de agua y de carne y eso lo podemos combatir todos en nuestra vida cotidiana.
No tienes que hacer nada en contra de tu voluntad, pero si quieres ser parte de la solución y dejar de ser parte del problema, esta es una lista de sugerencias fáciles y útiles que pueden guiarte a tener un estilo de vida saludable y con conciencia ecológica.
Imagen iStock.com
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