Trump vs Pence: una creciente rivalidad que divide al Partido Republicano

La rivalidad cada vez más intensa entre Donald Trump y quien en su momento fuera su ferozmente leal vicepresidente, Mike Pence, volvió a ponerse de manifiesto esta semana con sus enfrentados discursos sobre el futuro del Partido Republicano en Washington DC.

Por:
Jill Colvin (AP).
Luego de 18 meses de haber dejado la Casa Blanca, el expresidente Donald Trump regresó a Washington DC, donde participó de un evento del Instituto de Política América Primero (AFPI). El exmandatario aprovechó para criticar la credibilidad de los miembros del comité del Congreso que investigan lo sucedido durante el asalto al Capitolio y afirmó que quizás se postule nuevamente a la Presidencia. Más información en Univision Noticias.
Video Trump visita Washington DC, asegura sin pruebas que ganó las elecciones y dice que quizás se postule a la Presidencia

La rivalidad cada vez más intensa entre el expresidente Donald Trump y quien en su momento fuera su ferozmente leal vicepresidente, Mike Pence, volvió a ponerse de manifiesto con sus enfrentados discursos sobre el futuro del Partido Republicano.

Trump, en su regreso a Washington DC tras salir de la Casa Blanca en enero de 2021, repitió las mentiras sobre el supuesto fraude electoral que provocaron el asalto al Capitolio del 6 de enero. Por su parte, Pence le ruega al partido mirar al futuro y dejar atrás la derrota electoral del expresidente.

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Funcionarios electorales federales y estatales, y hasta el que fuera fiscal general con Trump, Bill Barr, han dicho que no hay evidencias de que hubiera habido fraude en los comicios de noviembre de 2020.

Las acusaciones de fraude del expresidente también fueron rechazadas rotundamente por los tribunales, incluidos algunos con jueces que él mismo había designado.

“Fueron una catástrofe, esas elecciones”, insitió Trump el martes ante los vítores de los asistentes a la reunión de America First, una especie de think tank de partidarios del exmandatario.

Horas antes y no lejos de allí, ante jóvenes estudiantes conservadores, Pence dijo: “Hay gente que elige enfocarse en el pasado, pero las elecciones son sobre el futuro”.

Los discursos dejaron en evidencia la profunda división que hay en el partido entre los partidarios de Trump, que no aceptan su derrota en 2020, y otros republicanos que creen que deberían enfocarse más en el futuro de cara a las elecciones de mitad de mandato.

Y coinciden con que ambos están sentando las bases de una hipotética carrera presidencial en 2024. Trump, por su parte, volvió a dejar entrever sus intenciones con comentarios como “tendremos que repetirlo” o “volver a hacerlo”

Pence y su "mirar al futuro" contra Trump y la mentira del fraude electoral

Pence expuso su propia “Agenda de la Libertad”, en la que presenta su visión, bastante difernete, del partido.

“Creo que los conservadores deben centrase en el futuro para volver a ganar. No podemos permitirnos apartar la vista de la carretera que tenemos delante porque lo que está en juego es la supervivencia de nuestro modo de vida”, dijo.

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En lo que parece estar de acuerdo Trump es en que el futuro del país está en juego. En un discurso que había adelantado sería sobre seguridad, pintó un oscuro panorama de un país en declive y en peligro inminente por el incremento de la criminalidad. Entre sus propuestas, pidió que se ejecute a los traficantes de drogas, que se envíe a los sintecho a campamentos a las afueras de las ciudades y que se expanda el muro en la frontera sur.

Biden se unió a la discusión, en Twitter, descartando que Trump fuera un presidente de “ley y orden”. Particularmente sobre el asalto al Capitolio, señaló: “No creo que incitar a una turba a atacar agentes de la policía sea ‘respeto a la ley’. No puedes ser proinsurrección y propolicía, prodemocracia o pro-Estados Unidos”.

Trump, en su discruso, también dedicó tiempo a ventilar sus habituales lamentos, como el de la supuesta "caza de brujas" de la que dice ser víctima. “Si renuncio a mis creencias, si acepto permanecer en silencio, si me quedo en casa y me lo tomo con calma, la persecución a Donald Trump se detendría de inmediato”, dijo. “Pero eso no es lo que haré”.

Pese a la reputación de Trump de arremeter duramente contra sus rivales, Pence y otros potenciales candidatos republicanos en 2024 han aparecido cada vez más descarados en su disposición a enfrentarse al hombre que sigue siendo la fuerza dominante en el partido pese a su papel el 6 de enero, cuando no hizo nada mientras una multitud de sus seguidores asaltaron la sede del Legislativo y trataron de impedir la certificación de Biden.

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Los dos antiguos socios en sus cuatro años en la Casa Blanca también hicieron campaña por candidatos rivales en las primarias de Arizona el viernes pasado. Además, Marc Short, quien fuera jefe de gabinete de Pence, dio testimonio ante un gran jurado en el caso del asalto al Capitolio.

Short estaba en el lugar mientras Pence huía de la turba que lanzaban consignas a favor de ahorcar al exvicepresidente mientras Trump insistía en que su número dos podía cambiar el resultado de las elecciones.

Pence ha insistido en defender su actuación aquel día, incluyendo su decisión de plantarse ante las exigencias de su jefe, lo que le valió convertirse en un villano para los partidarios del expresidente.

Trump, favorito de cara a unas primarias republicanas

Las encuestas siguen situando a Trump como favorito en unas primarias presidenciales republicanas con Pence muy por detrás.

El contraste entre ambos quedó en evidencia el martes, mientras Trump hablaba ante cientos de entusiasmados partidarios del America First Policy Institute, un centro considerado por muchos como una “administración en espera” que podría mudarse a la Casa Blanca si Trump ganara.

El evento pareció una especie de reunión de antiguos compañeros en la Casa Blanca, aunque faltaba Pence.

El exvicepresidente, por su lado, tuvo un amistoso pero menos exuberante recibimiento de parte de unos estudiantes que apenas rompieron a gritar “USA, USA”.

En su discurso, no dudó en promover los logros del dúo “Trump-Pence”. Pero durante una breve sesión de preguntas y respuestas, sobre lo primero que le cuestionaron fue su creciente distanciamiento con su antiguo jefe, lo que no deja de ser muy llamativo dados los años que pasó como el más fiel servidor del presidente.

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Pence negó tener diferencias sobre los asuntos pero reconoció que pueden discrepar en el foco. " De verdad creo que las elecciones son sobre el futuro y que es absolutamente esencial que, en un tiempo en que tantos americanos están sufriendo y tantas familias tienen tantos problemas económicos, no caigamos en la tentación de mirar atrás”, dijo.

Pence lleva meses dando discursos, viajando a los estados donde antes se vota en las primarias. También está escribiendo un libro que Simon & Schuster anunció el martes que se titularía "So Help Me God" y que espera publicar en noviembre. El editor dijo que el libro, en parte, narraría "cómo el presidente Trump rompió la relación el 6 de enero de 2021, cuando Pence mantuvo su juramento de cumplir con la Constitución”.

Mientras tanto, Trump ha pasado gran parte de su tiempo desde que dejó el cargo difundiendo mentiras sobre su derrota y buscando sembrar dudas sobre la victoria de Biden.

De hecho, incluso con el comité selecto de la Cámara de Representantes que investiga los hechos del 6 de enero poniendo al descubierto sus intentos de permanecer en el poder y su negativa a hacer nada para frenar la violencia de sus partidarios que intentaban detener la transición, ha seguido tratando de presionar a funcionarios para que anulen la victoria de Biden, a pesar de que no hay medios legales para descertificarla.

El America First Policy Institute es una de varias organizaciones aliadas de Trump que han seguido defendiendo su agenda de prioridades en su ausencia. El grupo ha estado haciendo preparativos para otra posible administración de Trump, con la esperanza de evitar el caos que marcó el inicio de su mandato. Aseguran contar con “las políticas, el personal y el proceso establecidos para cada agencia clave”, dijo la presidenta de AFPI, Brooke Rollins, quien fue directora del Consejo de Política Nacional de Trump.

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Si bien la organización alguna vez fue desdeñada como un plan para los exfuncionarios de la administración Trump excluidos de empleos más lucrativos, AFPI se ha convertido en un gigante, con un presupuesto operativo de alrededor de $25 millones y 150 empleados, incluidos 17 ex altos funcionarios de la Casa Blanca y nueve exmiembros del gabinete que supervisan casi dos docenas de centros de políticas.

Cincuenta años después de que conmocionara al mundo, el 
<a href="https://www.univision.com/noticias/politica/asalto-al-capitolio-trump-nixon">caso Watergate</a> sigue siendo una historia de advertencia sobre la amenaza del poder presidencial sin límites y la vara de referencia con la que se miden todos los demás escándalos políticos en Estados Unidos.
El 50 aniversario del Watergate coincide con 
<b>las primeras audiencias públicas</b> del comité de la Cámara de Representantes que investiga el 
<a href="https://www.univision.com/shows/noticiero-univision/turba-que-asalto-el-capitolio-estuvo-a-40-pies-del-vicepresidente-pence-los-manifestantes-amenazaban-con-ahorcarlo-video">asalto al Capitolio</a> del 6 de enero de 2021, un escándalo que pone en la mira a otro líder republicano: el expresidente Donald Trump.
Unos 
<b>80 millones </b>de estadounidenses -más de un tercio de la población de entonces- sintonizaron en vivo el testimonio televisado del entonces consejero de la Casa Blanca, John Dean, contra Nixon en 
<b>las audiencias del Watergate</b>.
En contraste, alrededor de 
<b>20 millones</b> -apenas el 6% de los estadounidenses- vieron la primera audiencia del comité que investiga el asalto al Capitolio, a pesar de que 
<a href="https://www.univision.com/noticias/politica/audiencias-asalto-capitolio">se colocó en prime time</a> , en el mejor horario, y se le dio gran publicidad.
Algunos historiadores creen que Nixon puede ser desplazado en la historia por 
<a href="https://www.univision.com/noticias/politica/asalto-al-capitolio-tercera-audiencia-comite-que-investiga-asalto-al-capitolio-trump-a-pence">Trump y su papel en el asalto al Capitolio</a>. El delito de Nixon fue encubrir una intrusión en la sede del Comité Nacional Demócrata, en el complejo 
<b>Watergate</b> de Washington, para robar documentos que podrían haberle ayudado en unas elecciones que, de todas formas, tenía todo a favor para ganar y que terminó venciendo con holgura.
El encubrimiento podría haber tenido éxito si no fuera porque en el verano boreal de 1973 se descubrió por casualidad que Nixon había grabado en secreto todas sus reuniones en la Casa Blanca. Entre ellas, una en la que se le oía ordenando al FBI, que iba a investigar el allanamiento en el 
<b>Watergate</b>, que "se mantuviera fuera de esto". En la imagen, 
<b>John D. Ehrlichman</b>, una de las figuras claves del caso, que estuvo 18 meses en la cárcel por conspiración y perjurio.
Nixon 
<b>renunció</b> después de que una delegación de veteranos dirigentes republicanos, encabezada por el ultraconservador Barry Goldwater, acudiera a la Casa Blanca en 1974 para decirle que era probable que 
<b>se le abriera un proceso de destitución</b> en el Congreso. Finalmente fue indultado por su sucesor, pero muchos de sus principales colaboradores fueron a la cárcel.
Mientras el Senado 
<b>votó entonces por unanimidad la creación de una comisión</b> de investigación bipartidaria sobre el caso 
<b>Watergate</b>, los legisladores republicanos actuales vetaron una comisión mixta y castigaron a los dos miembros de su partido (
<a href="https://www.univision.com/noticias/politica/partido-republicano-censura-cheney-kinzinger-asalto-capitolio">Liz Cheney y Adam Kinzinger</a>) que se unieron al comité de la Cámara de Representantes.
<a href="https://www.univision.com/noticias/politica/las-cuatro-cosas-que-diferencian-al-libro-de-bob-woodward-de-otros-sobre-la-casa-blanca-de-donald-trump">Carl Bernstein y Bob Woodward</a>, los dos periodistas del 
<i>Washington Post </i>que desempeñaron un papel fundamental en destapar el escándalo y la caída de Nixon, han escrito un nuevo prólogo para su emblemático libro 
<i><b>Todos los hombres del presidente</b></i> estableciendo paralelismos con Trump. Sugieren que la incitación de Trump a una turba para marchar hacia el Capitolio constituyó 
<b>"un engaño que superó incluso la imaginación de Nixon"</b>. "Por definición legal esto es claramente sedición (...) así Trump se convirtió en el primer presidente sedicioso de nuestra historia", sostienen. 
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Para David Greenberg, autor del libro 
<i>La sombra de Nixon: la historia de una imagen</i>, las audiencias del 
<b>Watergate</b> fueron "decisivas" y remarca una "diferencia" con el presente: "En 1973 y 1974 un gran número de 
<b>congresistas y senadores republicanos leales a Nixon acabaron admitiendo que estaba involucrado</b> en actividades criminales", indicó.
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"Hoy, sólo unos pocos (dice el escritor) 
<b>han estado dispuestos a reconocer la complicidad de Trump</b>" en los hechos, explica a la agencia AFP. Una de ellos es 
<a href="https://www.univision.com/noticias/politica/republicana-liz-cheney-comite-asalto-capitolio-evidencias-trump-remision-penal">Liz Cheney</a>, que se ha enfrentado frontalmente al expresidente y sus intentos por revertir su derrota electoral de 2020.
Durante el caso Watergate, "
<b>los estadounidenses estaban unidos y confiaban en sus fuentes mediáticas </b>como parte de un diálogo nacional. Hoy eso es imposible", dijo a la 
<i>AFP</i> Rick Sánchez, expresentador de la cadena de noticias CNN. Si los medios de noticias por cable de derecha que dominan el discurso conservador actual hubieran existido en la década de 1970, argumenta Sánchez, 
<b>el Watergate habría sido "una historia más".</b>
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<b>En video:</b> La tercera audiencia del comité que investiga el asalto al Capitolio se centró en el esfuerzo de Trump de presionar a Pence para revocar los resultados de las elecciones de 2020. Exempleados de la Casa Blanca testificaron que el expresidente insultó a Pence antes del ataque.
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Cincuenta años después de que conmocionara al mundo, el caso Watergate sigue siendo una historia de advertencia sobre la amenaza del poder presidencial sin límites y la vara de referencia con la que se miden todos los demás escándalos políticos en Estados Unidos.
Imagen John Duricka/AP
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